Ristorante Italiano Mamma Mía!

- Mi padre no tiene escopeta, no le hace falta - comenté cogiendo el casco para ponérmelo antes de subir - te podría machacar a puñetazos - bromeé subiéndome a la moto tras él - no me has la pelota, es ropa normal - dije sujetándome a él. Suspiré cuando aceleró, cerrando los ojos aprovechando que no podía verme porque estaba escondida detrás de él. Estar tan cerca de él, después de tanto tiempo, me hacía sentir rara.. segura, tranquila, un poco nerviosa. Miré a los lados cuando aparcó la moto y puse una mueca al ver la pizzería y oírle hablar. - ¿Aquí es a donde tenías que ir? - le pregunté mientras me bajaba, me quité el casco y se lo pasé mirándole sin dejar de fruncir el ceño - esto es raro.

- Eso habría que verlo eh- comenté sobre su padre-. No te hago la pelota- rodé los ojos. Cuando paramos le cogí el casco y lo dejé atado a la moto-. No, pero es temprano aún- comenté mirando mi reloj primero y después a ella- es la primera parada, yo tengo hambre- puse una mueca-. Conozco al dueño- le vendíamos armas- es italiano de verdad y...hace unas pizzas enormes, le dije que me pasaría un día-. ¿Por qué es raro?- pregunté mirándola-. Quiero hablar contigo con tranquilidad Kath, estar contigo un rato...- me alcé de hombros-. Si no te gusta nos vamos...podemos esperar en la calle.

Le miré mientras se explicaba, me seguía pareciendo raro, podíamos hablar en cualquier sitio.
- No, está bien, vamos - dije girándome hacia la entrada - tengo hambre - y me encantaba la pizza, no podía resistirme, olía demasiado bien desde fuera, al entrar casi se me cae la baba. Fuimos a sentarnos en una mesa. Me quité la mochila y después la chaqueta y me senté mirando alrededor, ahora me sentía algo más nerviosa que en la moto..

- Yo también...igual debería pedirme una para mi solo...- comenté sonriendo un poco. Entramos, nos dijeron donde sentarnos y me senté a la vez que ella. Cogí la carta y me quedé mirando las cosas que había-. Creo que se puede pedir cada mitad de pizza de una cosa- comenté mirando las fotos-. ¿De qué te apetece?- a mi me gustaban todas menos la de anchoa.

- Qué exagerado - dije riendo un poco mientras cogía la carta para curiosear - a mi me da igual, me gustan todas las pizzas - comenté mirándole - en cuestión de pizzas no tengo ningún gusto especial - dije dejando la carta a un lado - parece un sitio caro - dije mirando alrededor curiosa.

- Si, puede que exagerara un poco...- comenté mirando una pizza que llevaban a una de las mesas-. Me gusta la de bacon- le dije mirándola- pide tu la otra parte- la señalé-. El dueño es italiano de verdad, todos los italianos de este tipo son caros pero...merece la pena por que me perdones y pases un rato conmigo- sonreí-. No quiero que pienses que no te llamé porque no me importó, es más complicado que eso, créeme- llamé al camarero para que viniera a tomarnos nota.

- Pues de pollo y piña - dije mirándole - ¿intentas sobornarme con la comida? - le pregunté divertida, me quedé mirándole cuando dijo lo último y suspiré disimuladamente mirando alrededor, un poco incómoda, hablar de ese tema iba a quitarme las ganas de estar ahí - da igual Justin, casi que prefiero no hablar de ello - dije fijándome en la pizza de una pareja, era enorme - de beber cocacola - dije volviendo a mirarle.

- Algo así, sí...- asentí cuando comentó lo del soborno-. A una chica se la conquista por el estomago ¿no?- no sabía muy bien como eran esos dichos-. Creo que yo también prefiero no hablar de ello...- al menos de momento- no es por nada, es que prefiero que me sonrías a que me frunzas el ceño- se le había cambiado la cara- es una manía que tengo- me alcé de hombros y miré al camarero-. Yo una cerveza...la pizza se puede llevar si sobra ¿no?- el camarero me dijo que si y asentí-. Es que no se si nos la vamos a comer entera- era enorme.

- Creo que es al revés, a un hombre se le conquista por el estómago - dije mirándole - pero en el caso de la pizza puede que valga también conmigo - bromeé riendo - oh, no me has visto comer pizza - dije riendo - y comida en general - comía de todo y con ganas, no era como Meg que estaba pendiente de las dietas - ¿y dónde vamos a ir luego? - pregunté curiosa.

- Si, puede que sea así...aunque si fuera cierto estaría enamorado de Chuckie y no es el caso- comenté pensativo- es un refrán muy mal hecho- puse una mueca- Pero si vale contigo...- levanté las manos. El camarero vino con las bebidas y se fue, ya no lo veríamos hasta que trajera la pizza, que esperaba que no fuera muy tarde porque tenía hambre de verdad-. Si que te he visto comer...- afirmé-. Pero si te comes esa pizza entera conmigo...seré tu esclavo- le dije riendo. Era una pizza bastante grande-. Bueno...no tiene mucho sentido que te lo esconda así que...- me alcé de hombros y le di un trago a la cerveza-. Me voy a hacer otro tatuaje- comenté.

- Genial, una razón más para acabarme mi mitad - dije riendo un poco, cogí el botellín de cocacola y lo fui echando en el vaso - ¿de verdad? ¿dónde? - pregunté curiosa - ¿y el qué? - pregunté mirándole - pero a estas horas ya no hay sitios de tatuajes abiertos - comenté cogiendo el vaso para dar un trago - yo estoy ahorrando - expliqué dejando el vaso - quiero hacerme algo en la espalda.

- ¿Si?, pues yo que tu no bebería mucho, porque lo que se llena de líquido no se llena de comida y vas a perder la oportunidad de tenerme como tu esclavo- reí un poco-. Si- afirmé sobre lo del tatuaje- Estaba pensando en el costado o el brazo- comenté pensativo- no lo tengo muy claro la verdad...solo me apetece hacerme uno- me aburría de los que tenía-. En la espalda está claro que no- no podía, estaba la parca-. Y pensaba que tu me ayudarías a decidir que hacerme- me alcé de hombros- se te dan bien- reí-. A mi no me hace falta ir en horario normal, tengo contactos- dije en broma, pero era enserio-. Espero que me lo enseñes...o que me lleves contigo cuando te lo hagas- levanté las cejas sonriendo un poco.

- Tranquilo, solo he dado un trago - dije riendo - el sitio depende de lo que te quieras hacer - comenté recostándome un poco en la silla - el del costado no tiene que ser muy grande a lo ancho si no quieres que se enlace con el que tienes en la espalda - comenté mirándole - y en el brazo, depende de los que ya tengas por la misma razón - miré hacia mi izquierda cuando noté a alguien, era el camarero con la pizza, sonreí y me incorporé, olía genial - me lo pensaré, depende de cómo te portes hasta entonces - dije riendo un poco, estirando la mano para coger un trozo pero al tocarlo me quemé y la aparté enseguida - auch.. - me quejé poniendo una mueca.

- No quiero algo muy grande, la verdad...solo quiero cambiar un poco- dije mirándola y mirando después al camarero- dominas el tema- reí un poco-. Ya veremos luego, te va a gustar...además el tipo tiene un buen precio- le expliqué-. Ansiosa- rodé los ojos y cogí su mano, le metí los dedos en mi cerveza fría y después me los llevé a la boca-. Para mi padrastro la cerveza era el remedio para todo- era un borracho entre otras cosas así que tenía su lógica, me dio a beber por primera vez con dos años según me habían contado-. ¿Ves?, te cuido, esto merece que me lleves a ver tu tatuaje- me alcé de hombros y partí un trozo con cuidado porque quemaba, lo puse en el plato y después corté otro para ella poniendo una mueca cuando me quemé, dejándosela en el plato también.

Me quedé mirándole con los ojos muy abiertos y conteniendo la respiración cuando cogió mi mano, metió mis dedos en su cerveza y después se los llevó a la boca. Después de unos segundos, cuando conseguí reaccionar, cogí mi cocacola y di un trago. Vale, ahora ya no sabía qué decir. Me quedé mirando mi trozo de pizza esperando que se enfriara, así en silencio me sentía incómoda.
- Y.. bueno.. ¿qué tal las cosas del club? - pregunté mirándole - ¿tenéis mucho lío? - cogí el trozo y le di un mordisco, cerrando los ojos al masticar, qué rica.

Cuando le partí la pizza me quedé mirándola un segundo, se había quedado como rara, no había sido un gesto premeditado, pero ahora me hacía gracia, igual se me tenía que haber ocurrido antes. Puse una mueca cuando habló del club.
- Se supone que no puedo hablar de estas cosas- suspiré un poco y cogí un trozo de pizza para masticar-. Vaya, si no supiera que estás comiendo pensaría que estás teniendo un orgasmo- bromeé. Bebí un poco de cerveza y después la miré un poco más serio-. La razón de que no te llamara y como van las cosas en el club están bastante relacionadas...- afirmé-. No soy bueno para tí, ni como amigo...demasiado peligroso- ella sabía de sobras que andaba metido en movidas raras-. Lo de los encapuchados es...prácticamente lo que yo vivo día a día...- lo pensé-. Pero creo que soy demasiado egoísta para alejarme de ti- comenté en voz alta alzándome de hombros y cogiendo una servilleta- me gusta estar contigo.

- Ya lo sé, no te estoy preguntando cosas concretas, solo si os va bien o si tenéis problemas, algo en general - comenté cuando me acabé el primer trozo de pizza. Me quedé mirándole cuando continuó hablando, diciendo que era demasiado peligroso para mi pero que le gustaba estar conmigo y que no quería alejarse, ¿lo diría de verdad o solo porque era lo que yo quería oír? en cualquier caso, no pude evitar sonreír un poco. - Bueno, pero creo que eso no es algo que puedas decidir solo tu.. - dije mirándole - quiero decir que yo ya soy mayor para saber lo que me conviene ¿no? - comenté partiendo otro trozo de pizza para dejarlo en mi plato - si veo que es demasiado peligro ya me alejaré yo de ti - dije cogiendo un trozo de piña de mi cacho de pizza y llevándomelo a la boca.

- Ya, ya lo se...te aseguro que estoy siendo general- muy general, no pensaba contarle los detalles, eso si que sería peligroso, además...eso solo lo sabían las chicas de los miembros. Aparté esa línea de pensamientos de mi cabeza y la miré sonriendo cuando dijo que ella era mayorcita-. Lo se...me gustaba pensar que eras más niña porque así tenía una excusa, pero tengo muy claro que no lo eres- afirmé-. En el mismo momento que supe que estabas enfadada conmigo decidí que si me perdonabas te dejaría elegir a ti- la señalé-. Pensaba dejarte ir hasta que te enfadaste- reí- supongo que en verdad no quería hacerlo, solo era...una idea- me alcé de hombros-. No quiero que lo pases igual de mal que con los encapuchados Kath- dije mirándola. O igual que Alexa, lo que ella estaba pasando era demasiado-. Pero tu decides ahora- cogí mi cerveza y bebí un poco.

- Pues menos mal que me enfadé - comenté cogiendo otro trozo de pizza - lo de los encapuchados fue diferente - ellos habían ido a por nosotras desde el principio, sus temas no tenían por qué salpicarme si hacíamos las cosas bien - a mi me gusta estar contigo.. cuando lleguen los problemas ya buscaremos una solución - dije mirándole - además, si vuelven a aparecer encapuchados tu te encargaras de cuidarme ¿no? si no, no te llevaré a ver el tatuaje - dije riendo un poco.

- Si, bueno, supongo que no fue muy malo que te enfadaras- terminé el trozo de pizza y fui a coger otro de la parte de bacon, me encantaba el bacon-. Si, pero básicamente las movidas son las mismas- irían a por ella por estar relacionada conmigo, daba igual el tipo de relación que fuera, si veían que me importaba ella estaba en peligro-. ¿De verdad te gusta?- pregunté sonriendo de lado-. Eso no hace falta que te lo diga, lo sabes de más...no iba a dejar que te hicieran daño y por supuesto no puedo perder la oportunidad de ver tu tatuaje- sonreí un poco y estiré la mano para quitar un trozo de piña de su porción de pizza, después cogí la cerveza y le di un trago-. Supongo que mi táctica de soborno a través de la comida ha funcionado...- le dije riendo.

- Te ha funcionado esta vez.. porque ya no estaba tan enfadada - dije mirándole - pero para la próxima intenta no enfadarme, no creo que sea tan difícil sacar dos minutos para mandar un mensaje - comenté cogiendo otro trozo de pizza - a lo mejor es que no sabes cómo se hace, a tu edad os cuesta eso de usar teléfonos móviles ¿no? - dije riendo un poco para meterme con él.

- Ya, es que se esperar y encontrar el momento adecuado- vacilé mirándola y dándole un mordisco a la pizza-. No quiero enfadarte de nuevo, te lo aseguro- lo había pasado fatal cuando me enteré de que estaba así conmigo, había sido una sensación bastante novedosa-. Ya te he dicho por qué no te llamé, además, tenía unas movidas...- puse una mueca- algo como los encapuchados- le puse como ejemplo- tenía que encargarme de ello- le expliqué-. De cualquier manera tienes razón...se me dan fatal los móviles y soy un soso, no puedo evitarlo- me alcé de hombros-. Además, mira mi móvil- me metí la mano en el bolsillo y lo saqué, era uno de esos que se abrían antiguos, más que nada porque era de prepago y lo podía romper sin que me doliera el bolsillo por así decirlo, era de los antiguos, con color de milagro-. Tiene eso de que vas escribiendo y se va cambiando la palabra, es un coñazo- puse una mueca.

Me empecé a reír mirándole, aunque intentaba aguantarme la risa cuando sacó el móvil y dijo lo último.
- Trae - dije estirando la mano para cogerlo y quitarle esa opción - ya está.. ahora tienes una escusa menos - dije devolviéndoselo al momento, cogí otro trozo de pizza y me lo fui comiendo despacio, ya solo me quedaban dos - creo que vas a terminar siendo mi esclavo - le dije riendo.

- Deja ya de reirte de mí o me veré obligado a amenazarte- la señalé sonriendo. Cogí el teléfono cuando me lo dio para mirarlo, le di un trago a la cerveza y me lo guardé. Terminé con el trozo de pizza que me quedaba en el plato y miré los dos trozos que quedaban-. Eres el monstruo de la pizza, tengo que reconocerlo...pensaba realmente que no te la acabarías- es que era enorme- aunque aún quedan dos trozos...eso hay que verlo aún- los señalé-. Nunca he sido esclavo de nadie, no se si me va a gustar o si se me va a dar bien eh...- la avisé.