Casa abandonada del bosque.

La miré de reojo cuando frenó y puse atención, enseguida lo olí a lo lejos, puse más atención y lo pude oír, el latido del corazón. En cuestión de segundos ya me estaba alimentando del ciervo, estaba más sediento de lo que pensaba. Lo dejé en el suelo cuando acabé con él y suspiré limpiándome la boca con la mano. Estaba algo alerta porque no conocía la zona.

Me quede, como siempre que salia para que el cazara, a una distancia lejana pero en la que todavía le escuchaba, cuando termino camine hacia donde estaba para seguir con nuestro paseo, no sabia como íbamos a hacerlo, le dejaría ir comiéndose los animales a ver si se sentía un poco saciado y dejaba alguno. Porque en cuanto los olía se lanzaba a por ellos y si parecía que se lo iba a quitar podríamos terminar un poco mal, seguramente querría atacarme.

Los siguientes dos ciervos que encontramos también me los comí yo, no podía evitarlo, era oírlos u olerlos y tener sed de nuevo.
- Esto es una tontería - dije mirándola después de dejar al último en el suelo - creo que es mejor que yo me quedé por aquí - los dos sabíamos que iba a ser imposible que pudiera contenerme.

-No importa, seguiremos caminando, yo estoy bien- le dije mirándole, no iba a dejarlo solo habiendo una manada de lobos al otro lado del bosque, humanos cerca del pueblo y un vampiro o mas buscando a vampiros con dones. - O podemos simplemente sentarnos aquí.- dije señalando un tronco, no se me ocurría muy bien que podíamos hacer, no podíamos volver a la casa porque la manada estaba por allí y ya nos habíamos puesto bastante en peligro.

- Tu también tienes que alimentarte y conmigo cerca no vas a poder - dije mirándola - podemos volver al precipicio, yo me quedó allí y tu cazas en el mar - comenté parando de caminar - si vienen los lobos puedo meterme en el agua, no me pasará nada..

-Vale, eso es una buena idea.- comente parándome, nos dimos la vuelta y corrimos hacia el precipicio de nuevo. Me quite los zapatos, la camiseta y el pantalón y lo deje sobre una roca antes de meterme en el agua, no me iba a costipar pero así tampoco estropeaba la ropa.- No tardo mucho, si pasa algo llámame a gritos, ¿vale? No me alejare mucho.- me di la vuelta y me tire de un salto al agua para ir a buscar una ballena, algo lo mas grande posible así si teníamos problemas podría tardar por lo menos una semana o mas sin tener que ir.

Afirmé con la cabeza cuando dijo que si pasaba algo la llamara y me quedé allí, sentado en el borde del precipicio con los pies para fuera. No se estaba tan mal ahí, me podía concentrar en as olas dle mar y la brisa, y así no escuchaba ningún animal, porque iría a comérmelo y no quería irme y que volviera Gabriella.

Busque lo mas rápido que pude algo para alimentarme, aunque como no estaba muy fácil encontrar algo grande simplemente busque varios animales pequeños. Al poco rato volví hacia el precipicio, cuando saque la cabeza del agua vi a Erik con las piernas colgando, me quede unos segundos mirándole desde allí y después suspire empezando a subir por las rocas.
-Hola- le salude sonriendo un poco cuando estuve a su altura. Me peine con las manos y despues fui a coger mi ropa de la roca para ir vistiendome.

Me quedé allí pensando hasta que vi de reojo a Gabriella subir por las rocas. Me levanté parándome a un lado.
- Hola - dije mirándola, después me giré a seguir mirando hacia el mar en lo que ella se vestía - ¿qué vamos a hacer ahora? - pregunté sin girarme.

-No estoy segura...- comente abrochándome el pantalón, le mire de reojo y después me senté en la roca en la que había estado el antes.- Voy a poner a secar el móvil al sol, con un poco de suerte funcionara después...- nos habíamos tirado con el al agua, así que no podíamos llamar.- Supongo que de momento lo mejor sera quedarse por aquí...- puse una mueca- Lo siento...- no íbamos a estar tan agusto como en la casa.

- Vale - dije mirando hacia el teléfono, aunque no creía que fuera a funcionar, suspiré, tendríamos que quedarnos ahí porque de normal nadie iba a visitarnos, solo de vez en cuando Is - ¿por qué lo sientes? - pregunté girándome hacia ella - no ha sido tu culpa.

-Ya, si, supongo que no...- comente encogiéndome de hombros- Lo siento y punto, se que no te gusta estar aquí... a mi tampoco- aunque tampoco me gustaba estar en la casa abandonada, yo prefiera estar en su piso con el y con café.- No vamos a tener nada que hacer aquí en medio y es un poco peligroso...-

- Es lo que hay - dije mirándola, encogiéndome de hombros, había muchas cosas que no me gustaban y ya nunca iban a ser como yo quería, así que me iba haciendo a la idea, había que aceptar las cosas tal y como eran - mientras no haya acampadas o gente paseando cerca me da igual..

-No creo que haya acampadas, estamos bastante lejos del pueblo.- comente mirando alrededor, no se oía nada de ruido humano así que no creía que llegaran hasta aquí. Suspire y me levante empezando a caminar hacia un lado, aunque un par de pasos para volver después, mientras miraba alrededor.-

- Vale.. - dije mirándola, ella empezó a caminar hacia un lado y después volvió donde estábamos, suponía que íbamos a quedarnos ahí, así que me volví a sentar en el sitio de antes, con las piernas por fuera, centrándome en las olas, así estaba entretenido.

Cuando ya llevábamos allí un rato apareció un fantasma por un lado, venia cantando una canción y se puso a reír cuando me vio, diciéndome que solo cantaba en la ducha pero claro, que como había muerto duchándose ahora tenia toda la eternidad para cantar. Me reí con un chiste que hizo y negué con la cabeza cuando me pregunto por Erik, empezando a hablarle.
-El no puede oírte- le explique y mire a Erik.- Se llama Marcos- le dije a Erik señalando hacia donde estaba el fantasma.- No, no estamos enfadados- le respondi a Marcos cuando me pregunto

Miré a Gabriella de reojo cuando la escuché reír, como no había nadie supuse que hablaría con algún fantasma. Afirmé cuando me dijo que se llamaba Marcos y volví a mirar hacia el mar. Suspiré pasándome una mano por el pelo, echándomelo hacia atrás, ya estaba completamente seco.

-Si, gracias...- comente sonriendole- No, no- le dije negando con la cabeza y riendo- No, no es porque seas mas viejo que yo, yo soy mas vieja, tengo 111 años- le comente, estaba diciéndome que deberíamos tener una cita los dos juntos.- No, no...- negué de nuevo- Lo siento- me encogí de hombros cuando me dijo que estaba solo- No, no voy a tener una cita contigo...- negué de nuevo, estaba pesado. Me di al vuelta, cuando se ponían así lo mejor era pasar de ellos.

Escuchaba a Gabriella hablar con el fantasma aunque tampoco prestaba demasiada atención, al parecer quería ligar con ella, pero solo era un fantasma, así que no me preocupaba lo más mínimo. Me quedé allí de la misma forma, quieto, observando el agua.

Al final, cuando deje de hacerle caso, se fue. Erik y yo nos quedamos allí parados sin hacer nada, yo miraba al frente sin moverme, intentando que el rato pasara lo mas rápido posible, aunque para nosotros eso ocurría con mucha facilidad, cuando nos quisimos dar cuenta se había hecho de noche. Mire al cielo, por suerte hoy no era luna llena, después mire a Erik.
-Deberíamos plantear las opciones que tenemos- le dije al pensarlo- Porque sin el teléfono y sin poder acercarnos al pueblo nos va a costar saber si se van.- dije sobre la manada- Estamos solos tu y yo...- solo teníamos que mantenernos lejos de la manada y de los hombres lobo, no nos costaría pero si no queríamos movernos de Frost si que seria algo mas difícil.

- Para mi no veo muchas opciones - comenté mirándola de reojo, hacía un buen rato que ninguno de los dos se movía o hablaba, había empezado a oscurecer - no quiero moverme a ciegas por el bosque.. pero puedo quedarme aquí si tu quieres ir a algún sitio - porque a la casa del bosque no podíamos volver.

-No, no tengo donde ir.- comente encogiéndome de hombros y volví a mirar al frente. Nos quedaríamos allí quietos y punto, podíamos estar toda la eternidad así sin que nos pasara nada mas que tener algo de sed. A veces en momentos como esos pensaba en el futuro y en que tal vez la eternidad no durara para siempre, que cuando llegaras a los mil años moririas o algo asi... ¿Podria estar simplemente quieta para siempre?

- Me refería a si querías ir a avisar a Ashton o a Is - dije mirándola de reojo - da igual - dije suspirando, en realidad era mejor que se quedara ahí, si se volvía a encontrar con la manada no podría con todos los lobos. Me volví a quedar quieto, normalmente era como pasaba la mayor parte del tiempo en la casa, así que estaba acostumbrado.

-Deberia ir, pero no puedo dejarte solo tanto rato estando aquí en medio… todavía no sabemos nada de quien esta raptando vampiros con dones- no deberíamos estar ninguno solo tanto tiempo, por lo menos de dos en dos podríamos defendernos un poco mejor.

- Por aquí no va a pasar nadie.. llevamos un rato y no se ha acercado ni una ardilla - comenté mirándola un momento de reojo. Suspiré volviendo a mirar al mar, ¿qué podíamos hacer? yo no quería ir por lo que pudiera pasar y no quería que fuera ella sola por lo mismo.. Estábamos ahí atrapados y por mi culpa.