Carretera a las afueras del pueblo.

Klaus

- No estoy de humor Katherina- la avisé-. Así que deja tu humor para otro- demasiado me estaba costando no descuartizarla ahí mismo-. Además, tu no durarías ni cuatro días sin mí, tu don no es tan bueno...- yo la había ocultado durante años con mis dones-. Aquí los Vulturi son lo de menos- comenté mirándola-. Los vampiritos de la zona les han dado para el pelo a aquellos dos...tus Vulturi no sirven para nada- eran unos chapuceros-. ¿Bien parados?- pregunté levantando una ceja-. Tu has salido huyendo como una cobarde antes siquiera de empezar- eso me daría más verguenza que la derrota-. Y yo he perdido mis ataúdes, los quiero de vuelta...y no te he preguntado si me quieres ayudar- aún tenía mis dones, podía obligarla si hacía falta-. Solo te informo de los planes y te lo pido amablemente- sonreí falsamente.

KATHERINE
- Prefiero ser una cobarde que estar muerta o en alguna cueva encerrada para toda la eternidad - comenté mirando la carretera - si no sabes guardar bien las cosas no es mi problema - no quería ayudarle con sus estúpidos ataúdes, quería alejarme de Klaus, no me convenía, los Vulturi estaban buscándole - no me subestimes Klaus, he sobrevivido muchos años antes de encontrarte - dije seria, podía valerme por mi misma, no me gustaba que fuera diciendo eso - aquí el que necesita ayuda eres tu, así que deberías tratarme con más amabilidad aun.

Klaus

- Ya estamos muertos- dije mirándola- y de cualquier manera...como vivirás no será muy diferente a estar en una cueva...que ese Vulturi te haya dejado escapar no quiere decir que no vaya a dar parte a sus superiores...o su compañera, ¿de verdad crees que se va a jugar tanto el cuello por ti?, ¿después de que lo dejaras tirado y le hicieras quedar mal delante de tus jefes?, no me hagas reír- sonreí de lado-. Es que la experta en escondite eres tú...- comenté mirándola-. Si, viviendo en una alcantarilla, como una rata- era una forma de hablar, pero se había pasado escondida mucho tiempo-. Ahora retomarán tu búsqueda...¿crees que yo necesito ayuda?- solté una carcajada. Tiré del freno de mano y después de que el coche casi diera la vuelta sobre si mismo en la carretera y quedara mirando hacia el lado contrario se quedó parado-. ¿Es que no sabes el don que tengo?- pregunté-. Conoces a Aro- yo lo conocía de oídas y a través de los recuerdos, el don del lector de mentes era útil, aunque sacrificado, como el de la de los fantasmas- mi don le resultaría muy atractivo, si nos llevaran a Volterra seguro que tu acababas muerta o encerrada- como ella había dicho- y yo o muerto o en las filas Vulturi- comenté. No pensaba dejar que pasara ninguna de las dos, pero mi posición era mejor que la suya-. Sabes que la mejor oportunidad que tienes es continuar a mi lado, ¿cuantos problemas has tenido desde que me conociste?- pregunté mirándola-. Esto solo ha sido un pequeño contratiempo...- desde que me conocía no había tenido problemas con vampiros que la reconocieran ni nada por el estilo-. Te lo estoy diciendo por las buenas Katherina- y me estaba costando bastante, el siguiente paso era petrificarla para siempre y o descuartizarla y quemar sus restos o tirarla al mar.

KATHERINE
Apretaba la mandíbula mientras hablaba, sabía que era posible que aunque Damon me hubiese dejado escapar ahora avisara a sus superiores, una parte de mi me decía eso, otra que él no era tan tonto para dejarme escapar y que me pudiera capturar otro pudiéndose llevar el mérito él, y otra pequeña parte de mi me decía que a lo mejor había otra razón, quería creer en la tercera, aunque sabía que era imposible. Traté de controlar el coche cuando tiró del freno de mano para no salirnos de la carretera y cuando el coche se quedó quieto seguí escuchándole sin dejar de mirar la carretera.
- Para no necesitar ayuda estás siendo muy insistente - dije seria sin apenas moverme, tenía razón en eso de que era mi mejor oportunidad, me quitaba muchos problemas de encima pero ahora estaría él también en busca y captura - yo no soy como Nick, Klaus, no puedes estar dándome órdenes como si fuera tu esclava - dije girándome hacia él - y estoy harta de los ataúdes y de las cuevas - le dije, era mi forma de aceptar ir con él.

Klaus

Me parecía tan patético que pensara en aquel Vulturi de esa manera que me daban ganas de vomitar. Se jactaba de que no le importaba nada y luego resultaba que estaba como loca con el vampirito. La miré con una ceja levantada cuando empezó a hablar, no iba a darle más opción que el acompañarme, prefería que lo hiciera de buena gana, pero si tenía que obligarla lo haría. Sonreí de lado cuando escuché lo último que dijo.
- Perfecto, porque pensaba que estaría bien instalarnos en alguna casa- comenté mirando alrededor distraídamente-. Voy a recuperar mis vampiros- por ahí no pasaba, me había pasado toda la vida coleccionándolos para dejarlo ahora-. Y respecto a las órdenes...te encanta cabrearme, así que no te hagas la tonta- siempre que le ordenaba algo hacía lo contrario.

KATHERINE
- No creo que lo consigas, en unos días estarán en Volterra - comenté quitando el freno de mano para volver a arrancar el coche - no tardarán en enviarlos - dije girando el coche para coger la carretera que volvía a Frost - y en cualquier caso, es una locura intentar conseguirlos ahora - dije acomodándome en el asiento, ahora más relajada, había pensado que de encontrarme lo primero que haría sería matarme, seguía sin fiarme del todo de sus intenciones pero estaba más tranquila - ¿tienes algo pensado?

Klaus

- No he dicho que los quiera todos- de momento, pensaba conseguirlos todos de nuevo, pero lo principal ahora era no quedarme sin ningún don para conseguir de vuelta a mi creadora-. Lo se, jugamos con eso- sonreí de lado-. Ahora pensarán que estamos huyendo o escondiendonos, pero no va a ser así- comenté-. Quiero dos ataúdes concretos, si podemos llevarnos alguno más bien, pero quiero esos dos, sí o sí- dije mirándola ahora serio-. El mejor momento es ahora- afirmé- además, tengo la teletransportación, tengo que aprovecharla ahora- antes de que se debilitara-. Y hasta ahí puedo leer, te iré contando más sobre la marcha- confiar en Katherina era lo peor que se podía hacer.

KATHERINE
- Como quieras - murmuré sin apartar mi vista de la carretera, teníamos un par de horas de vuelta hasta llegar a Frost, me parecía uno de los lugares más seguros en ese momento, todos pensarían que habíamos huido lejos de ahí. De momento, lo mejor era volver con Klaus, además, si no lo hacía me mataría. Esta vez no sería tan tonta, cuando las cosas se pusieran feas, aunque solo fuera un poco, me marcharía. No podía enfrentarme a los Vulturi, y ese clan que había en Frost tampoco me gustaba.

Klaus

- Si te marchas espero no volver a verte nunca más, porque como me cruce contigo la próxima vez no te daré tiempo ni a quejarte- comenté mirándola. La mataría directamente. Se le olvidaba que podía escucharla-. Pisa a fondo- le dije sobre el coche. Así no llegaríamos y apostaba a que querrían llevarse mis ataúdes cuanto antes, teníamos que ser rápidos.

KATHERINE
Rodé los ojos, de vez en cuando se me olvidaba que tenía el don de leer la mente. Estoy deseando que se te pase ese don, pensé sin mirarle. Aceleré, poniendo el coche casi al máximo, y solo empecé a frenar cuando llegamos a la entrada de Frost. Esperaba que él me dijera a dónde ir, no sabía si tenía planeado algo para ahora..

Klaus

- Yo también en ocasiones- era un don bastante molesto, y mezclado con el de los fantasmas era un asco. Me mantuve en silencio hasta que llegamos a Frost. Una vez en la ciudad le hice una señal a Katherina- para ahí- señalé un lado. Cuando paró bajé del coche y detuve a un humano que pasaba por allí-. Conduce el coche hasta Canadá y déjalo tirado allí- después de hipnotizarlo el humano se montó en el coche y arrancó-. Procura no separarte de mi demasiado o acabarás muerta- la avisé. Coloqué mi mano en su hombro y nos teletransporté rápidamente cerca de la cueva. Estaban recogiendo aún los ataúdes en un camión. Metieron el que parecía el último y arrancaron el camión-. Quiero a los de las ilusiones- ella sabría a cuales me refería, el de las copias y el que sumía en sueños a los demás-. Los demás no me importan- de momento.

KATHERINE
Paré donde me indicó y salí del coche cogiendo mi bolsa. Puse una mueca cuando le ordenó a un humano que se llevara el coche a Canadá, yo quería ir a devolvérselo a Damon por la mañana, porque así tendría una medio escusa. Klaus nos teletransportó a la cueva, estaban metiendo los ataúdes en un camión y se marchaban ya. No sabía qué quería exactamente hacer Klaus.
- ¿Y por qué no te teletransportas dentro y los coges? - le pregunté a Klaus mirándole, los hombres lobo olían mal y me ponían nerviosa, no quería morder porque uno me mordiera, había visto a vampiros morir por su mordisco y era una tortura.

Klaus

- Suenas patética, querida- le dije a Katherina en un susurro poniendo una mueca-. No he dicho que no vayamos a hacer justamente eso- dije mirándola- tu buscarás al de las copias y yo al de las pesadillas- le expliqué- así lo haremos antes y correremos menos riesgo de que detecten movimiento dentro del camión- era de una lógica aplastante-. Y si podemos cogeremos otro...en cuanto lo encuentres vuelves conmigo y nos teletransporto lejos- era algo sencillo, pero menos arriesgado si lo hacían dos-. Ni siquiera sabrán que estamos dentro si somos sigilosos- no notarían dos vampiros apestosos más.

KATHERINE
- Entendido, el de las copias - murmuré cabreada, yo no era patética y odiaba que me tratara como si fuera menos. Me crucé de brazos esperando a que decidiera teletransportarnos al camión, estaba deseando acabar con esa tontería para irme a dar una vuelta lejos de él, me ponía de los nervios.

Klaus

No le dije nada más, intentaba ignorar a un fantasma que no dejaba de molestarme, y concentrarme en llevarla conmigo dentro del camión. Enseguida estuvimos dentro, rodeados de mis ataúdes, apilados unos sobre otros. Me llevé un dedo a los labios para indicarle que no hablara y empecé a moverme sigilosamente por el camión para encontrar al vampiro, concentrándome en su olor, lo conocía bastante porque era uno de los que siempre guardaba, era el mejor ataque y la mejor defensa.

KATHERINE
No me gustaba eso de la teletransportación, era raro. Cuando estuvimos dentro apilamos los ataúdes y empezamos a buscar los que él quería.
- Tss.. - chisté mirándole cuando encontré el vampiro que quería, señalé el ataúd y me crucé de brazos, yo ya había hecho lo que me había pedido.

Klaus

Seguía el olor del vampiro al que buscaba, lo cual era algo complicado porque se mezclaba con el de los demás. Quité con cuidado un ataúd de un lado para ponerlo en otro y miré a Katherina, que me estaba chistando. Asentí con la cabeza y seguí a lo que estaba. Abrí el ataúd para asegurarme y después lo cogí con cuidado, tratando de no hacer ruido. Me acerqué a ella y coloqué mi mano de nuevo en su hombro para salir de ese camión. Los muy idiotas ni se habían enterado. Aparecimos en el bosque, de nuevo y la solté.
- Ahora toca buscar casa- no pensaba meterme en una cueva otra vez.

KATHERINE
Fruncí el ceño cuando aparecimos de repente en el bosque, era estar en un sitio, pestañear y estar en otro, definitivamente no me gustaba.
- Ya decía yo que llevabas más de cinco minutos sin dar órdenes - comenté mirando los ataúdes con una mueca de disgusto, no me gustaba tener el cuerpo de vampiros petrificados alrededor, pero era lo que había. Suspiré y miré a Klaus - Podríamos hacer las paces primero - dije sonriendo cuando la idea cruzó por mi mente, me quedé mirándole mientras imaginaba cosas muy explícitas - y también podemos celebrar eso - dije señalando los ataúdes sin dejar de mirarle a él.

Klaus

Mientras buscábamos un sitio en el que quedarnos teníamos que buscar otro para esconder los ataúdes, no pensaba dejarlos aquí sin más y mucho menos cargarlos.
- Piensa en ellos como parte de la decoración- le dije al escuchar sus pensamientos. Me había conseguido librar del fantasma de antes, pero dudaba que tardara mucho en llegar otro a incordiar-. ¿Hacer las paces?- pregunté retóricamente mirándola de reojo. Sonreí de lado al ver las cosas que pasaban por su mente y negué con la cabeza manteniendo aún la sonrisa-. Las señoritas no hacen esas cosas en el bosque- comenté mirándola de reojo-. Pero yo no tengo ninguna queja- no parecía que hubiera nadie cerca tampoco, me había encargado de meternos bastante lejos de la cueva y el pueblo.

KATHERINE
Le miraba intentando adivinar si eso era un sí o un no, porque con Klaus nunca se podía estar seguro del todo.
- Podemos hacerlo encima de uno de los ataúdes - comenté pasando una de mis manos por encima de uno de ellos, acariciando la tapa según caminaba despacio hacia él, sonriendo mientras me lo imaginaba para que él lo viera en su mente.

Klaus

- ¿No crees que es un poco excesivo?- pregunté mirándola de frente. Esperé a que se acercara, la cogí por la garganta rápidamente, sin demasiado cuidado y acerqué su cara a la mía, mirándola serio desde donde estaba...seguía enfadado con ella. La besé con ganas sin soltar su barbilla hasta pasados unos segundos y la empujé contra uno de los ataúdes sin demasiada fuerza para no romperlo, quedándola apoyada en él.

KATHERINE
No me dio tiempo a responder. Me cogió por la garganta, mirándome serio, y después me beso. Correspondí a su beso con las mismas ganas, cogiendo su chaqueta con mis manos para tirar de él hacia mi cuando me empujó contra uno de los ataúdes, y así que no se separara de mi. Tiré de su chaqueta hacia atrás para quitársela y dejé una de mis manos en su nuca, apretándole contra mi.

Klaus

Le facilité la tarea de quitarme la chaqueta y la dejé caer al suelo. La empujé un poco más haciendo que quedara sentada sobre el ataúd y pasé mis manos por sus piernas levantándole la falda un poco al llegar a sus muslos, metiéndolas ambas por dentro subiéndosela así hasta la cintura. Dejé su boca y bajé los besos por su cuello con un poco de brusquedad, no había mejor forma de quitarse el enfado que esta.

KATHERINE
Gemí cuando me subió al ataúd y rodeé su cuerpo con mis piernas para apretarle contra mi. Llevé mis manos rápidamente hacia el borde de su camiseta y tiré de ella hacia arriba, cuanta menos ropa de por medio hubiera mejor. Dejé una mano en su nuca y bajé la otra por su pecho para desabrochar su pantalón y meter mi mano por dentro, dejando sus labios para morder su cuello y pasar mi lengua por el antes de volver a sus labios.

Klaus

Estiré las manos para quitarme la camisa y aproveché que estábamos algo distanciados para quitarle también la suya y tirarla al suelo. Solté un gruñido y me acerqué a ella de nuevo, tirando de su cuerpo hacia mí para pegarnos mientras recorría con mis manos su cuerpo. Levanté la copa del sujetador metiendo la mano por abajo y empecé a masajear uno de sus pechos, pasando mi pulgar por su pezón y tirando de él un poco para ponerlo erecto mientras dejaba que ella me besara. Busqué sus labios con mi boca besándola con ganas, las cuales iban aumentando a medida que me iba desabrochando el pantalón. Solté su pezón y dejé su boca levantando el sujetado para ocupar el otro pezón con mi boca, cogiéndolo entre mis dientes y pasando la punta de mi lengua por la punta de ese mismo pezón.