Apartamento de Vampiros.

-Si- dije secamente mientras seguia conduciendo, tenia que protegerla o por lo menos ver que Katherin no estuviera viniendo a jugar con lo que era mio. Tal vez deberia vigilarla tambien de cerca, entretenerla un poco para que dejara en paz el resto de mis cosas.

Rodé los ojos suspirando cuando contestó así. No hablé el resto del camino porque no tenía mucho sentido, él estaba enfadado y yo deprimida, y aunque intentara iniciar una conversación no servía de nada. Tenía puesta su cara de "quiero matar a alguien", pálida y tiesa como el ormigón, no tenía sentido hablarle de nada porque no iba a cambiar las formas. Cuando llegamos a casa suspiré y abrí la puerta del coche para bajarme.

Me baje del coche cuando bajamos del coche en la calle de su casa, fui hasta el maletero y cogi la cesta, echando a caminar hacia el portal de la casa y cuando entramos camine hacia la cocina, saque las cosas de la cesta y deje la comida a un lado, sobre la mesa.
-Come- le dije señalandolo, no habia provado bocado porque habia aparecido Katherine.

Iba a decirle que si quería podía marcharse cuando cogió la cesta y entramos dentro de casa, pasamos directamente a la cocina y miré la comida cuando la puso en la encimera. Me acerqué yo a la cesta y saqué el termo donde estaba la sangre que había cogido para él, era verde, el que usaba yo cuando iba a la universidad, lo había sacado de la caja y lavado y relavado tres o cuatro veces para llenárselo de sangre humana. Se lo puse delante y lo miré seria tal y como estaba haciéndolo el conmigo.
- Acompáñame- dije igual de seca que había hecho él.

Me gire a mirarla cuando me dijo que la acompañara, dejándome un termo verde por allí, lo mire, desde aquí podía oler la sangre y se me hacia la boca agua.
-Gracias- le dije sentándome frente a ella- Por preocuparte por mi alimentación- respondí antes de que preguntara

Rodé los ojos cuando me dio las gracias de aquella manera, me acerqué a él y le di un beso rápido en los labios. Cogí un sandwich de los que había hecho y le di un mordisquito.
- Soy tu novia, tengo que hacer esas cosas- comenté como si fuera algo obvio- preocuparme por tu alimentación, por tu humor, por tu ropa- la señalé- por tus cosas...- me alcé de hombros-. Son cosas normales en una pareja, aunque uno de ellos sea un vampiro malhumorado- dije mirándolo.

-Bueno, pero odias la sangre y te dan ganas de vomitar así que seria normal que no te preocuparas por mi alimentación, mas teniendo en cuenta que tampoco es gran cosa, no me pasaría nada hasta por lo menos... un año o dos.- le dije sonriendo un poco.- En cambio a ti si, así que come- le señale el sándwich.

- ¿Y por qué no?- pregunté-. Soy una buena novia, claro que me preocupo por esas cosas, aunque no me guste la sangre y me den ganas de vomitar- o me mareara, como también solía pasarme-. La cocinera de mi casa era vegetariana y no por eso nos hacía solo verdura- le expliqué y le di un mordisco a mi sandwich-. ¿Y qué tiene de malo que quiera compartir una comida contigo?- pregunté-. Además, está buena ¿no?- pregunté sobre la sangre- pues no te quejes y disfrútala- sonreí-. A mi me gusta hacer esas cosas, mimarte- me alcé de hombros.

-No me estoy quejando, solo te digo que n hace falta que hagas estas cosas por mi si te sienta mal oler la sangre- le dije mirándola y me encogí de hombros- Si, esta buena... es A+, es mi preferida- era capaz de distinguirlas, incluso cuando me las bebía del cuerpo de un humano.

- Bueno, pues yo quiero hacerlo aunque me sienta mal...además, me ha ayudado Mark- señalé el recipiente- intenté echarla yo y acabé corriendo al baño- menos mal que no tenía nada en el estómago- así que lo ha echado él al final- rodé los ojos riéndome-. A ti te gusta mimarme con mis cosas de humana y a mi me gusta que te sientas cómodo- sonreí-. Pues que suerte haber acertado- dije contenta. Me incorporé un poco y abrí el mueble donde guardaba las pastillas. Saqué una para el dolor de cabeza y me la tomé dándole un mordisco al bocadillo, era muy mala para las medicinas, me daba la sensación de que me iba a ahogar y no era capaz de tragar las pastillas.

-¿Qué es eso?- pregunte curioso cuando la vi meterse una cosa pequeña y extraña en la boca- ¿Es un caramelo? ¿comes caramelos con la comida?- yo creía que esas cosas no las hacían los humanos, mezclar cosas dulces con la comida normal, habia oído a algunos quejarse alguna vez.

- ¿La pastilla?- pregunté mirándolo y me reí un poco. Me incorporé de nuevo para coger la caja y se la enseñé- son pastillas para el dolor de cabeza- dije sonriendo un poco- a ti como nunca te duele nada...que envidia- reí y saqué una para que la viera de cerca- están malísimas- puse una mueca-. Siempre me las tomo comiendo algo, no soy capaz de tragármelas, me da la sensación de que me voy a ahogar y al final se me deshacen en la boca...saben fatal.

-Ahh- exclame cuando comento que era porque estaba enferma- Vaya, es curioso lo de las enfermedades… nunca he estado enfermo- me encogí de hombros, si lo había estado no me acordaba- Pero los vampiros que recuerdan haber estado enfermos dicen que la transformación es mil veces peor que la peor de las enfermedades- le explique.- De eso si que puedo acordarme- dije con una mueca.

- Seguro que si, lo que pasa es que has perdido tu memoria humana- comenté mirándolo y dándole un mordisquito al sandwich-. Vale Damon, desde luego si quieres transformarme en el futuro me estás dando muchas ganas- con las pocas que tenía, si encima me decía eso...me daba más miedo aún, yo no quería transformarme, me daba miedo, ¿y si salía mal?, ¿o me moría?, ¿y el dolor?, ni siquiera podía pensar en si tuviera que alimentarme de sangre.

-Pues seria mejor que te prepararas... porque es una maldicion, ardes en el infierno y no es broma- le comente mirandola- Te quemas por dentro y los gritos suelen ser insoportables. Es sin duda lo peor que me ha pasado nunca, en cambio, repetiria mil veces.- le explique, me gustaba ser un vampiro.

- Venga ya- dije mirándolo. Se me ponía la piel de gallina solo de pensarlo-. Déjalo Damon, no quiero saberlo, no tengo muchas ganas de transformarme y las pocas que tengo me las estás quitando- dije seria-. Bastante miedo me da ya de por si el hecho como para que encima me digas que duele tanto...prefiero morirme de vieja, gracias- sonreí un poco y suspiré, a ver si me hacía efecto la pastilla y se me iba el dolor de cabeza.

-¿de vieja?- dije con una mueca- Las viejas tienen el pelo canoso y muchas arrugas-. comente riendome- Es mejor estar asi de guapo para siempre- me señale- Total solo es un dia de quemarte en el infierno, luego son... una eternidad de años de todo lo que quieras ser.- sonrei

- Pero yo seré la viejecita más guapa que hayas visto jamás- dije mirándolo. Lo decía enserio, pensaba ser guapa hasta de vieja, me costase lo que me costase. Le di un mordisco al sandwich y miré a Damon mientras hablaba, frunciendo un poco el ceño y quitándolo después, por eso de las arrugas-. ¿Y me desearías tanto como ahora?- pregunté mirándolo seria-. Sin que lata mi corazón ni...corra mi sangre...sin que esté caliente- estiré mi mano para coger la suya-. Sin que me haga falta respirar o...tenga frío, calor...aunque no sea debil, aunque no huela deliciosa...- porque yo suponía que todo eso era algo que a él le gustaba, como a mi me gustaba que él fuera fuerte, peligroso, frío, distante, que no le hiciera falta respirar o que lo hiciera para hacerme sentir más cómoda, apoyar mi cabeza en su pecho y no escuchar nada pero notar como se movía y escuchar su voz...a mi me gustaba todo él.

-¿Porque no?- le pregunte mirandola un poco confuso por su pregunta- La mayoria de las veces la conversion no cambia a nadie excepto en las partes fisicas y seria bastante bueno no tener pensamientos asesinos contra mi chica- le comente sonriendo un poco.- Seguirias siendo tu, no te quiero porque tengas corazon o sangre, te quiero por como eres.-

- Pensaba que a lo mejor eso también ayudaba a que me quisieras- comenté mirándolo y cogiendo un trozo de sandwich para metérmelo en la boca. Me reí cuando dijo que estaría bien no querer matarme-. Yo te quiero por...- lo miré- todo- levanté las manos riéndome- me gusta que seas reservado, que te pongas de mal humor, que tengas ese humor tan característico y te ríes de los demás...y fisicamente...todo, incluso tus pensamientos asesinos contra mí- reí- soy un poco masoquista creo- comenté pensativa y riéndome-. Supongo que algún día...- me transformaría- aunque aún no estoy preparada y...me da muchísimo miedo- confesé mirándolo-. ¿Y si no soy una buena vampira?- pregunté.

-No pienses en esas cosas... no es difícil ser un vampiro, seras mala por naturaleza, somos así- comente encogiéndome de hombros- Y te alimentaras de sangre... no entiendo como Erik todavía no lo ha hecho... Cuando venga con nosotros le obligaran, todos los Vulturi están obligados.- el explique

- Ese es otro problema...- comenté señalándolo- la sangre...si ni siquiera puedo verla...¿cómo voy a beber sangre?- no creia que eso fuera posible- me moriré de sed seguramente- me quejé apoyando el brazo en la encimera de la cocina-. No es malo Damon...no creo que todos los vampiros tengan que ser malos, eso lo eligirán- al menos yo pensaba eso, porque Mark no era malo, ni Gabriella, Sam , Ashton, Sarah...no eran malos- Y yo sería una Vulturi más, obligada a beber sangre humana...- comenté mirándolo. Esa parte no me gustaba demasiado, no quería que nadie me ordenara lo que tuviera que comer, ni que me usaran, yo quería hacer las cosas por mí misma.

- Cuando te conviertas en un vampiro la sangre no sera igual que ahora, para ti huele de una forma diferente que para mi, ademas, no tendrás ni que pensar en ello, en cuanto seas uno de los nuestros y la huelas de abalanzaras sobre el primer humano que veas, los años de neófitos son una locura, todo es sangre y mas sangre... después estarás acostumbrada y ya no pensaras en ella como ahora, te encantara, sera parte de lo que eres.- le explique dando un sorbo al termo.- Si te gusta la A+ nos daremos banquetes juntos- le dije guiñándole un ojo

- No dejes que me vuelva loca y mate a todo el mundo- le pedí mirándolo. Me daba hasta miedo pensar en esos primeros años, sabía que a Sarah le costaba muchísimo aguantarse-. Eso espero...- comenté sobre la sangre- porque sino me moriré de hambre- me quejé- porque la comida no sirve ¿verdad?- pregunté-. Me gustaría comer de verdad contigo- algo que a él le gustara. Sonreí un poco y cogí otro trozo del sandwich llevándomelo a la boca-. De todas formas aún queda para eso...- comenté mirándolo-. Hay cosas que me gustaría hacer antes de eso- suspiré. Él no iba a querer hacerlas, ya lo había visto antes.

-No, la comida no sirve, no sabe mal pero no vale para nada- le dije mirándola, yo nunca comía nada de humanos solo bebía y porque me gustaba el whisky, sobre todo mezclado con sangre.- Ya estamos comiendo juntos- dije moviendo el termo a los lados en mi mano.- Tranquila, puedes hacerte vieja si quieres- le sonreí un poco