Valle-camping Frost.

- Tres, dos, uno...- conté en voz baja. Brooke se levantó corriendo como una loca hacia el perro gritando y mirándolo-. Genial- me quité la chaqueta por si me tenía que meter dentro y caminé hacia donde iban los demás. Silvia estaba en brazos de Jota. Martha también se acercó y miró a Silvia.
- Jota dice la verdad- lo señaló- nadan- levantó las manos como si fuera obvio y cuando su madre levantó una ceja apoyó la cabeza escondiéndola en el hombro de Jota. Martha suspiró y miró a Brooke.
- Si no sale lo saco yo- le dijo sobre el chucho.
- No, da igual- le dije yo acercándome a la orilla-. Vamos chucho- lo llamé- ¡venga!- grité. Se estaba cansando, y después de un momento escuchando a Brooke lamentarse por lo bajo el perro salio justo cuando estaba a punto de meterme. Como aún estaba dentro del agua estiré las manos y terminé de sacarlo poniéndolo en el suelo, donde se sacudió.

Estaba a punto de echarme a llorar, Elvis iba a ahogarse y nadie estaba haciendo nada. Al final consiguió llegar hasta la orilla y Gonzalo lo sacó, me agaché y lo acerqué a mi, pero estaba super mojado.
- Ay, pobrecito mío - dije acariciándole la cabecita - qué susto más grande - me quité la camiseta de manga larga que llevaba, debajo llevaba una de tirantes, y enrollé a Elvis en ella para que no se enfriara - pobrecito - dijo cogiéndolo en brazos para abrazarlo, me levanté mirando al perro preocupada - igual deberíamos llevarlo al veterinario, seguro que ha tragado mucho agua - le dije a Gonzalo - o se ha resfriado y tiene una pulmonía, ese agua tiene que estar helada y ha pasado mucho tiempo en ella.. ¡oh dios, puede tener hipotermia!

Yo miraba a Brooke con una mueca, solo era un chucho pero lo estaba tratando con tanto amor que me daba miedo abrir la boca, porque lo más probable era que me llevara una torta o dos, una de cada una de las chicas.
-No le pasara nada… solo estaba jugando. Está bien, mírale- lo señale, el chucho estaba como siempre.

- No, ahora no hace falta que lo llevemos- le dije sobre el perro- si vemos que se pone enfermo lo llevamos- estaba por meterme yo en el agua y ahogarme, fijo que no se preocupaba tanto-. De todas formas está bien- el perro estaba como siempre, solo que ahora tenía frío- a la que voy a tener que llevar al medico como no te pongas algo vas a ser tu- la señalé-. Vamos, ve a ponerte mi chaqueta- le dije poniendo una mano en su espalda y empezando a caminar hacia la manta. Llevaba al perro envuelto en su camisa como si le pasara algo de verdad. Le puse mi chaqueta por encima y me sente- deja que se seque, no lo achuches tanto- le dije.

Martha

- Bueno...- empecé a decir cuando se fueron Gonzalo y Brooke- ¿de quién ha sido la idea?- Silvia seguía con la cabeza escondida, me miró un poco de reojo.
- Ha sido sin querer mami- me dijo- el palo voló- se excusó.
- Ya, claro- suspiré-. Anda, vamos con ellos...

- ¿Seguro? como se muera me da algo - comenté mientras caminábamos hacia la manta, suspiré sentándome en ella, dejé al perro acurrucado en mis piernas y me puse bien la chaqueta de Gonzalo - pobrecito, casi se ahoga - dije mirando a Gonzalo cuando me dijo que no lo achuchara tanto - deberíamos enseñarle a nadar mejor por si ocurre otra vez - no quería que se muriera ahogado, es que pensaba que se moría y me daban ganas de llorar, así que lo cogía en brazos para abrazarlo - qué susto..

Mire a la cría y luego a Martha, no podía ver como la niña ponía esa carita tan triste cuando creía que la iban a reñir y además, lo de hoy, si que había sido mi culpa.
- Ha sido cosa mía… yo le dije que lo lanzara al agua para ver si sabía nadar…- comente en voz baja, aunque aquellos dos no nos escuchaban que estaban lejos.- Es una exagerada, solo es un chucho… todos los chuchos saben nadar…- le dije a Martha con una mueca.

- Lo se- le dije sobre que todos los perros sabían nadar- pero ya sabes como es Brooke con sus perros, son como sus hijos- suspiré-. Y vosotros sois unos trastos- los señalé a los dos- porque no me voy a creer que ha sido solo cosa tuya- lo señalé. Sabía muy bien que la cabeza de Silvia en cuanto a trastadas se refería pensaba como él, porque él la había enseñado prácticamente. Miré a Silvia, me miraba solo de reojo-. No me mires así que no te voy a reñir- le pellizqué ligeramente la nariz y ella sonrió- pero eso no significa que esté bien- los medio regañé a los dos, después me reí, en realidad me había hecho gracia ver al perro nadar, pero me daba cosa por Brooke- anda, pídele perdón a Brooke- la animé.

Gonzalo

- Que va a estar bien Brooke, no le va a pasar nada- comenté mirando al chucho- si tiene ganas de correr- cogí una piedra y la lancé, el perro salió de los brazos de Brooke y corrió a por ella, después la trajo-. Todos los perros saben nadar, es instintivo- comenté quitándole la piedra de la boca- no le va a pasar nada, y si se pone malo lo llevamos al veterinario- conclui- relájate, que a éste aún le queda mucha guerra que darme- estiré la mano y le revolví el pelo de la cabeza, luego miré al otro perro, que estaba durmiendo panza arriba- menuda forma de dormir- rodé los ojos.

- No le hagas correr, que se va a enfriar - regañé a Gonzalo mirándolo mal - ven aquí Elvis guapo - dije llamando al perro para que se acercara, le volví a tapar con mi camiseta y lo dejé cerca de mi - aquí quieto hasta que te seques un poco - que no quería que se pusiera enfermo - qué mono - dije mirando a Sinatra - dame tu móvil que le hago una foto - le dije a Gonzalo sonriendo - a mi no me queda memoria..

-Venga enana, vamos a pedirle perdón a Brooke y al pequeño Elvis- comente echando a caminar hacia donde estaban sentados- Venimos a pedir perdón a Elvis por haber lanzado el palo al agua- le dije a Brooke y deje a Silvia al lado del perro- Lo sentimos pequeño- dije acariciándole- Hazle una caricia, así, suave en la cabeza- le dije a la cria- Mira, le gusta- dije sonriendo

Sonreí cuando fueron a pedirle perdon a Brooke y al perro y después caminé con ellos cruzada de brazos. Silvia estiró la mano hacia el perro acariciandolo como hacía Jota y miró a Brooke.
- Es que tengo mucha fuerza tía Brooke- le explicó- y se me escapó- se alzó de hombros y sonrió un poco- ¿me perdonas?- le preguntó dándole unas palmadas al perro en la cabeza-. Elvis si me perdona- dijo señalándolo.
Me senté en la manta de nuevo rodeando mis piernas con mis brazos mientras ellos se disculpaban.

Gonzalo

- Qué exagerada- rodé los ojos-. Claro que tienes la memoria llena- comenté sacando mi teléfono y dándoselo a ella- si no paras de hacerle fotos, seguro que no tienes ninguna mía en el móvil- me quejé haciendo una mueca-. No me llenes la memoria que tengo cosas importantes en él- señalé el móvil. Silvia y Jota se acercaron a nosotros. Levanté una ceja cuando la vi disculparse, ponía esa cara de "yo no he sido" pero en realidad era más mala que un demonio, como todos los niños.

- No pasa nada Silvia - le dije sonriendo a la niña - a tu edad yo también era un poco trasto - reconocí sonriendo, miré a Gonzalo y cogí su móvil cuando me lo pasó, puse la cámara y le apunté - sonríe - le dije sonriendo, le hice una foto mientras me reía - sabes que eso es mentira, tengo muchas fotos tuyas - le dije sonriendo acercándome a darle un pico rápido, después me giré para hacerle fotos a Sinatra mientras dormía, estaba monísimo.

Intente no reírme cuando Silvia se puso a disculparse ante Brooke, más que nada porque se lo estaba inventando. Lo había tirado aposta y le decía que se le había escapado, esta cría era lo mejor.
-Bueno, ¿y aquí cuando comemos algo? Porque yo tengo hambre…- dije mirando una bolsa que había con papas- Esto para acompañar la cerveza- le dije a Gonzalo levantando la bolsa.

Silvia sonrió cuando Brooke le dijo que no pasaba nada y frunció el ceño un poco cuando le dijo que ella también había sido un trasto.
- Pero yo no soy un trasto- le dijo a Brooke- yo soy una niña- se rió como si Brooke no lo supiera y fuera obvio.
- Es como cuando yo te llamo bicho o monstruito- le aclaré a la niña.
- El abuelo dice que mis juguetes son trastos- se quejó- y mis juguetes no son bichos- hizo una mueca.
- Vale para las dos cosas, trasto de traviesa- le expliqué- y trasto de cosa- es que sino luego empezaba con el "¿y por qué?".
- Ahhh- miró a Jota cuando sacó la bolsa de patatas y saltó hacia él agarrándose a su cuello, tirando un poco de él- dame, Jota, dame, dame- repitió.
- Silvia despacio- dije mientras estiraba la mano para coger algo de beber yo. La cría vio la cerveza que tenía Jota y estiró la mano señalándola.
- ¿Me das?- preguntó- tengo sed.

Gonzalo

Hice una mueca cuando la cría empezó a hablar, hablaba mucho, como Brooke, ya podía parecerse a su madre y cerrar la boca un rato, encima tenía esa voz chillona que me crispaba los nervios.
- No tienes ni una mía, fijo- rodé los ojos poniendo una mueca cuando me hizo la foto- ala, eso, ponte a hacerle fotos al perro gordo- hice una mueca. Miré a Jota cuando me enseño las patatas y sonreí-. Perfecto- comenté cogiendo otra cerveza y pillando unas patatas, ignorando al bicho gritón.

- Que sí que tengo pesado - comenté sin hacerle mucho caso mientras le hacía fotos también a Elvis - toma, y no las borres - le dije a Gonzalo pasándole el teléfono - a dormir como tu hermano - le dije a Elvis dejándolo tumbado al lado de Sinatra - ¿entonces comemos ya? - pregunté acercándome a coger una patata de la bolsa que habían abierto.

-Si yo fuera tu dueño, te dejaría beber pero esa es tu madre- la señale- Y fijo que me dice que no... ¿Puede beber?- pregunte señalando la cerveza- Venga, un traguito, ya veras como no te gusta- pique a la niña mientras me reía, fijo que Martha no le dejaba probarla- Si, comamos ya- conteste a Brooke.

Miré a Silvia mientras hablaba con Jota, estaba empeñada en que quería la cerveza y me miraba a mi, y luego a él, de manera intermitente.
- No soy un perro- se quejó mirando a Jota- ni mi mamá- me señaló.
- No, no soy tu dueña, soy tu madre- sonreí de lado- pero yo mando, y no vas a beber cerveza- le aclaré. Ella puso pucheros y me miró con cara de pena.
- Mami...- me pidió. Negué con la cabeza- porfi...solo un buchito- rodé los ojos y me quedé pensando un momento en ello. Tal vez era mejor que lo probara ahora, conociéndola no le iba a gustar.
- ¿Sabes qué?- le dije a Jota- mójale los labios- ella sonrió y se acercó a Jota.
- Dame, dame- le metió prisas. Cuando Jota le dio un sorbo puso una mueca de asco arrugando la nariz y moviendo la cabeza un poco a los lados- que asco, que asco, que asco, mamá, no me gusta- se quejó. Me reí y le di un zumo para que se quitara el sabor.

Gonzalo

- Que no, que no las borro, cualquiera te aguanta si las borro- hice una mueca y suspiré. Miré a la chillona y me tapé los oídos cuando empezó a decir que le daba asco-. ¿Nunca se calla?- pregunté poniendo una mueca. Martha me miró mal y rodé los ojos, se ponía como una leona cuando hacía algún comentario así-. Si, yo tengo hambre- le dije a Brooke- vamos a comer- Martha empezó a sacar cosas de la nevera que llevaba y yo miré a Brooke- ¿qué me has hecho?- le pregunté.

Miraba divertida a Silvia que quería probar la cerveza, estaba segura que no le iba a gustar, a los niños nunca les gustaba. Martha le dejó probar y puso cara de asco, intenté no reírme mientras sacaba las cosas para dejarlas en la manta, ignorando lo que había dicho Gonzalo sobre si nunca se callaba, si no aguantaba a una niña un par de horas, ¿cómo iba aguantar tener hijos? suspiré sacando las bebidas.
- Estabas delante mientras lo hacía - dije mirándole, después rodé los ojos, nunca prestaba atención - filetes y ensalada, y de postre fruta - comenté pasándole a él lo suyo - ¿lo quieres en bocadillo?

- Cierto- comenté mirándola. Ni siquiera me había acordado. Miré las cosas a medida que las iba sacando y tragué saliva, se me hacía la boca agua-. Claro- le dije sonriendo un poco de lado. Cogí la ensalada y cogí un tenedor de los que habíamos traido para probarla-. Um, le has echado tomate- comenté saboreándola, me gustaba que le echara tomate-. ¿Que te pasa ahora?- tenía cara de fastidio o algo así-. No he dicho ni hecho nada- hice una mueca.

-Toma colega, come papas- le dije a Silvia dándole la bolsa y sentándome en la manta que había en el suelo. Ayude a Martha a sacar las cosas y después le abrí el bocadillo a la cría.- ¿Te comes tu sola?- le pregunte enseñándoselo- Podemos pedirle a mama que nos lo de a los dos- comente riendo mirando a Martha de reojo.

- Nada, no me pasa nada - dije mirándole de reojo mientras le hacía el bocadillo - toma - dije después de poner alrededor una servilleta, cogí una patata y después empecé a hacer el bocadillo para mi mientras tarareaba una canción e iba comiendo patatas.

- Vale- si no me lo quería decir pues nada, yo no la iba a presionar. Cogí el bocadillo cuando me lo dio y esperé a que todos tuvieran los suyo para empezar a comer yo el mío, aunque había estado picoteando patatas mientras tanto. Miraba a los demás comer y a los perros, que estaban sentados al lado de Brooke por si les caía algo- venga, largo de aquí- les dije a los dos- no les vayas a dar- le dije a Brooke, que la conocía, la miraban con cara de pena y cedía-. ¿Cuando tienes que volver a trabajar con los viejos?- le pregunté.

Martha

- Yo soy grande- le dijo Silvia a Jota- como sola- sonrió orgullosa mirando a Jota- ¿verdad mamá?- me preguntó.
- Claro, claro, tu comes sola- le di la razón y ella se quedó satisfecha. Me senté bien en la manta y ella se sentó entre mis piernas. Miró a Jota y estiró la mano para darle una de las patatas que tenía ella.
- Come, que así te pones fuerte- eso era lo que le decía yo para que se comiera las cosas cuando no las quería-. La tía Brooke va a ser más fuerte que tu- lo señaló- porque no comes- se alzó de hombros como si lo que ella dijera fuera una verdad irrebatible.

-¿Cómo que la tía Brooke va a ser más fuerte que yo?- le pregunte a Silvia mirando a Brooke- Eso no puede ser… voy a tener que empezar a comer mucho más que ella…- dije empezando a comerme el bocadillo que me había pasado Martha.- Que aproveche.- les dije a todos

- Déjales, pobrecitos - dije mirando de reojo a los perros - seguro que tienen hambre, no les hemos traído nada a ellos - comenté cortando un trozo del pan de mi bocadillo para dárselo a los pobres - el lunes - comenté mirando a Gonzalo - vamos a ir de excursión al museo - dije sonriendo.

- Pero que no les des, que ahora no te dejan- dije mirándola. Como siempre no me hizo ni puto caso-. Vale, haz lo que quieras- comenté un poco mosqueado mientras le daba un mordisco a mi bocadillo-. Vale, el lunes tengo que ir a la oficina pronto, te puedo llevar- comenté mientras masticaba- ¿no sabes la hora a la que vas a volver?- pregunté. Supongo que si porque los viejos tendrían la hora de las medicinas o algo así. Al momento llegaron Misha y su novia de la semana.
- Hola- nos saludó mientras extendía una manta que traía y la chica se sentaba- ella es Adalia- nos la presentó. El le dijo algo en un idioma que no entendí, suponía que era alemán, porque ella era alemana- entiende poco ingles- nos explicó.

Martha

Sonreí con lo que le dijo Silvia a Jota y le di a él su bocadillo para que empezara a comerlo. Silvia le daba mordisquitos al suyo, que era de pan de molde, le resultaba más fácil comérselo así.
- Comed despacio- porque estaba viendo que la niña estaba empezando a comer más deprisa para ganarle y luego se atragantaba. Cogí mi bocadillo y le di un mordisco. Misha vino con una mujer rubia y ambos se sentaron a nuestro lado. Silvia estiró su mano tirándole de la manga.
- Hola holita- lo saludó sonriendo-. ¿Quien es ella?- preguntó señalándola. Yo le cogí la mano y se la bajé despacio, le tenía dicho que no señalara a la gente, pero ella nunca me hacía caso.
- Hola holita- repitió Misha sonriendo- es una amiga- le respondió.
- ¿Como las de mi papá?- preguntó Silvia.
- Silvia- dije regañándola un poco con la mirada.
- Es que mamá, la tía Gema es tu amiga, y no duermes con ella pero papá si- se defendió, después cogió el zumo y le dio un sorbo mirándome para que le dijera algo. Me quedé con la boca abierta mirándola, y luego miré a los demás, no sabía que decirle.
- Tu padre es tonto- dije simplemente. No se me ocurría otra cosa. Encima metía a pelandruscas en su casa mientras Silvia estaba allí.

Miraba a la cría mientras iba hablando de las cosas que veía cuando estaba con su padre. Deje el bocadillo a un lado, le di un trago a la cerveza y salude con la cabeza a Misha cuando llego con una chica nueva.
-Silvia, pequeña, mírame- le dije llamando su atención.- el próximo día que vayas a ver a tu papa, le dices que Jota te ha dicho que a sus amigas las feas las tenga alejaditas de ti, porque si no… tendrá visita de algún amigo mío y cuando juguemos, nos divertiremos mucho.- le di un beso y seguí comiendo. Qué asco le tenía al padre de la cría, si no le había reventado la cara era por ella, que ganas no me faltaban cada vez que sabía que la niña se tenía que ir con él.