Casa de Nathan y Gema Miller

- Claro que me han gustado, estaban muy limpios - dije girándome hacia la tele, me estiré para alcanzar el mando y la encendí, enseguida Kristen me quitó el mando de las manos para poner ella los dibujos.
- Para navidades voy a pedir un delfín a Papá Noel - dijo mientras cambiaba de canal - tendremos que comprar una piscina grande para que pueda nadar bien.. - la miré de reojo con una mueca y después a Gema sin cambiar la cara - Rocco y el delfín serán amigos.

-Cariño no sé si Papa Noel podrá traer un delfín, en el polo norte donde él vive no hay delfines, porque hace mucho frio. ¿Y cómo iba a traerlo en su trineo?- le pregunte- No puede.- negué con la cabeza y después mire a Nathan encogiéndome un poco de hombros, no se me ocurría otra cosa que decirle.
-Lo puede comprar aquí- dijo Kristen mirándome.- Si me porto bien me lo traerá- afirmo

- Los delfines solo pueden estar en el zoo porque.. - no se me ocurría nada - porque fuera del zoo se mueren - dije mirándola - tendrás que pedir otra cosa - comenté mirando hacia la tele.
- ¿Se mueren? - preguntó preocupada mirando a Gema - ¿y por qué se mueren? yo quiero un delfín, y seguro que el bebé también quiere un delfín, ¿a qué sí? - dijo poniéndose de rodillas en el sofá, mirando hacia Gema para dejar las manos en su tripa - ha dicho que quiere un delfín - afirmó Kristen mirando a Gema.

Sonrei ampliamente cuando Kristen se puso de rodillas frente a mi y me toco la tripa, hablando con el bebé. Mire a Nathan todavía sonriendo, la niña parecía haber superado el miedo a que fuera un niño, ahora hablaba de el y con el como si fuera suyo y uno mas de la familia.
-Se mueren porque tienen un agua especial que solo esta en los zoológicos- le dije mirándola, menuda mentira mas tonta pero igual se lo creía.- Pero tiene razón, Nate también quiere un delfín- le dije a Nathan- oh, ¿has oído lo que ha dicho ahora?- le pregunte a la cría acercando mi nariz a la de ella- Que con una hermana tan guapa como tu se conforma- le di un beso a la cría y sonreí.

- Yo quería un delfín - se quejó Kristen poniendo un puchero, se sentó bien mirando la tele y suspiró cogiendo el mando para poner otro canal de dibujos - ¿no podemos irnos a vivir al zoo? - preguntó girando la cabeza hacia Gema - Rocco no me gusta, quiero cambiarlo por un delfín - ahora no le gustaba el perro, rodé los ojos y cogí el teléfono para pedir algo de cena, con lo de los maderos y demás prefería que Gema se quedara tranquila en el sofá sin hacer nada.
- ¿Qué te apetece de cenar? - le pregunté a la cría para entretenerla con otra cosa y que dejara el tema de los delfines, en un par de días se le olvidaría.

-A mí me gusta Rocco- le dije- Lo echaríamos mucho de menos si no estuviera- le dije a la cría, pero ya no me estaba haciendo mucho caso, miraba a su padre con el ceño fruncido, pensando en que quería para cenar.
-Pizza- dijo decidida y siguió mirando la televisión con atención. Mire a Nathan y me encogí de hombros.
-Seguro que a Justin también le parece buena opción y yo… puedo hacerme una ensalada para no comer tanta pizza- aunque la pizza tenía muchos alimentos, así que tenía que ser sana.

- Vale, pues pizza - dije mientras marcaba el número de teléfono, esperé a que contestaran e hice el pedido, después dejé el teléfono en su sitio y miré la tele, dibujos para no variar, me había acostumbrado a ellos y hasta atendía, era mejor que quejarme y amargarme. Cuando llegó el repartidor me levanté del sofá y fui a abrir.
- Justin, a poner la mesa - dije alzando la voz después de pagar al repartidor, de camino a la cocina.

-¿Que cenamos?- pregunto Justin asomándose al salón donde estábamos yo y su hermana y luego caminando hacia la cocina.- Pizza.- le escuche canturrear y enseguida se escucho el armario y los cajones.- Oye Kristen tu también deberías venir a ayudar- comento en alto.- Se supone que es una niña mayor y todo ese rollo ¿no?- escuche que le iba diciendo a su padre. La niña me miro a mi y negó con la cabeza.
-Yo no quiero ir.- me dijo con una mueca y siguió mirando la televisión.
-Venga, ven, vamos las dos, así cogemos el mejor sitio en la mesa.- comente levantándome y estirando mi mano para que me la cogiera. Caminamos hacia la cocina pero cuando llegamos ya estaba casi todo puesto en la mesa.

Dejé la pizza sobre la encimera y cogí la comida del perro para ir a ponerle un poco en el comedero, dentro de poco habría que dejarle dormir en casa porque empezaría a hacer frío.
- Aquí tienes chico - comenté echándole la comida, me agaché frente a él mientras se acercaba a comer para acariciarle la cabeza. Volví a entrar dentro, dejé la bolsa en su sitio y me fui a lavar las manos.
- Yo quiero ese trozo - escuché decir a Kristen - es el mejor - decía contenta, sonriendo - y zumo - dijo mirándome cuando sacaba las bebidas de la nevera.
- Zumo - dije dejándolo frente a su plato, dejé el resto de las bebidas y me senté para empezar a cenar.

Asentí a la niña cuando dijo que su trozo era el mejor y le hice una señal negando con la cabeza a Justin cuando fue a decirle algo, seguramente que no tenía razón, pero no quería escucharles discutir y tener que convencer a la cría de que ella estaba en lo cierto para que cenara. Empecé a cenar, aunque seguía pensando en lo de los maderos y me quedaba medio atontada. Oía a la niña hablar de fondo pero seguía en lo mío. Me termine el trozo que había cogido y cogí otro más antes de comer fruta variada.
-Comete una manzana- le dije a Justin, que últimamente no camia casi nada de fruta.- Y dales a ellos lo que quieran.- dije señalando a su padre y su hermana.

- Natillas - le dije al crío estirándome un poco.
- Yo también quiero eso - dijo la niña cogiendo la servilleta para limpiarse bien.
- ¿Por qué ellos pueden cenar lo que quieran y yo no? - preguntó Justin quejándose - no quiero fruta - dijo yendo a la nevera para coger las natillas.
- Te jodes, tienes que comer fruta - comenté cogiendo la cerveza para acabármela - menos quejas..

-Bueno… tienes razón – le dije al niño asintiendo con la cabeza- ¿Qué es lo que vas a querer de postre?- le pregunte.
-Nada- dijo sacando las natillas para su hermana y su padre.
-Entonces fruta, manzana. La nada ni engorda ni alimenta, no me vale- le dije sonriendo. El puso una mueca y cogió una manzana.- Si quieres te la pelo- le dije cariñosamente. La lavo en el fregadero y negó con la cabeza, dándole un bocado y sentándose de morros en la mesa. La abrí la natilla a la niña y se la pase. Ella empezó a comérsela tranquilamente, aunque bostezaba de vez en cuando.- ¿Estas cansada?- Asintió con la cabeza. habíamos caminado mucho y no se había echado a la siesta.

- Ahora nos vamos a ir todos a la cama - comenté mientras me iba comiendo las natillas - yo también estoy cansado - no había podido echarme la siesta y aunque los tíos nos habíamos quedado en la cafetería del zoo, nos habíamos pasado el día fuera de casa y estaba cansado - y mañana nada de levantarse antes de las doce - dije mirando a la cría, a veces se levantaba temprano y venía a llamarnos para no estar sola.

-Si te levantas antes de las doce vas a la cama de Justin y le pides que te ponga dibujos o que te lea un cuento- le dije a la cría mirando al niño.
-Si hombre.- comento el quejándose.- Si te despiertas sigues durmiendo- le dijo a ella mirándola. Se termino la manzana y recogió su plato. Cuando nosotros terminamos recogimos la mesa y yo cogí a la cría en brazos, aunque con el embarazo ya me costaba más, para subir a la habitación. Le puse el pijama, le cepille el pelo y espere con ella que terminara de lavarse los dientes, las manos y la cara.
-Papii- grito ella asomándose a la puerta- Me tienes que dar un beso- le dijo mientras se metía en la cama.- Tú también- me señalo a mi.

Cuando terminamos de recoger la cocina fui a apagar las luces del salón y después mientras Gema acostaba a la cría me metí en el baño a lavarme los dientes y mear. Me puse el pijama y cuando escuché a la cría fui hacia su cuarto.
- Nada de internet hasta tarde - le dije al crío parándome frente su cuarto y asomándome por la puerta - como tenga que venir a apagarte el ordenador te lo quito hasta que cumplas los veinte - comenté serio - buenas noches - le dije entornando un poco la puerta, él murmuró de mala gana - buenas noches - le dije a la niña tapándola bien con las mantas, ya empezaba a hacer frío y no quería que se resfriara - ¿tienes el peluche? - afirmó con la cabeza sacando la cabeza del muñeco de debajo de las mantas - que duermas bien - dije en voz baja, acercándome a darle un beso.
- Mira debajo de la cama - dijo mirándome - y en el armario también - siempre tenía que mirar en los dos sitios para que se quedara tranquila, así que mientras Gema le daba las buenas noches iba y miraba en el armario.

Me senté en un costado de la cama de la niña mientras Nathan le miraba dentro del armario y bajo la cama. Metí las sabanas por los lados para que no se destapara y me incline para darle un beso en la frente.
-Te quiero pequeñaja- le dije sonriendo y deje otro beso en su frente- Duerme bien- me levante y camine hacia la puerta donde me esperaba Nathan, apague la luz de la habitación y me acerque a la de Justin.- Buenas noches cariño- me acerque a darle un beso y después camine hasta nuestra habitación. Me deje caer sobre la cama, ocupándola prácticamente toda y mire a Nathan- Me da pereza desnudarme- dije como en forma de quejido.

- Yo te pongo el pijama, pero nos vamos a dormir eh - comenté acercándome a ella - que tienes que descansar - se había pegado una paliza andando y tenía que estar cansada de verdad. Cogí su pijama y lo puse a un lado, apoyé una rodilla en la cama y empecé a desnudarla para poderle poner el pijama después.

-Lo prometo- comente bostezando, me estaba muriendo de sueño- No podría hacer otra cosa que no fuera bostezar.- dije cerrando los ojos un poco, me pesaban hasta las pestañas.- Recuérdame que diga que no voy mas a ninguna excursión con esto cargado- dije tocándome la tripa y sonriendo un poco. Levante los brazos para que me quitara el vestido. Después puse de mi parte para ponerme el pijama.- Gracias- lo mire- No van a encontrar nada ¿a que no?- le pregunte mirándole sobre los policías. Seguía pensando en eso.

- No, no van a encontrar nada - dije yendo a dejar el vestido en el respaldo de una silla - no les volveremos a ver por aquí - dije para tranquilizarla - venga, a dormir - dije apartando las sábanas a un lado para que se metiera dentro de ellas, me puse a su lado y nos arropé a los dos.

-Es verdad, no encontraran nada- dije mirándole. Me metí en la cama y me puse mirándole a el mientras sonreía.- ¿Alguna vez has pensado como será el bebe? Yo… no puedo imaginármelo- comente riendo un poco- Se que será perfecto, pero no puedo visualizarlo. Espero que se parezca mucho a ti- admití sonriendo.

- Los bebés de pequeños son todos iguales - comenté dejando un brazo debajo de mi cabeza, mirando hacia el techo - se van pareciendo a los padres cuando van creciendo.. yo también espero que se parezca a mi, tengo menos mala leche que tu - bromeé riendo, mirándola de reojo - será una mezcla, rubio seguro..

-Deberías pensar que si se parece a mí, seguro que no se atreverán a pegarle en el colegio, será el dueño del patio- comente sonriendo un poco- Y sin tener que meterse en peleas, dará miedo ya de verlo.- Nathan era mas de peleas por eso se lo había dicho.- ¿Por qué crees que será rubio? Puede salir moreno- dije colocándome de lado, con una de mis manos en su tripa y mirándole.

- En cualquier caso tendremos que ir a ver al director cientos de veces porque los padres de los demás niños irán a quejarse de que sus hijos pasan miedo - comenté volviendo a mirar al techo - no creo, los dos somos rubios, así que si es moreno tendré que empezar a preocuparme..

-Ningún padre tendrá el valor suficiente como para quejarse de uno de mis hijos- le dije poniéndome muy seria- Podrían pasarles cosas malas- levante las cejas y reí un poco.- ¡Ehh!- me queje- Sabes de sobra que no tienes que preocuparte por nada, además, en mi familia hay genes morenos, mi hermana y mi padre por ejemplo. Aunque lo más probable es que salga rubio.- sonreí y me gire, poniéndome boca arriba y colocando las manos en mi tripa- Tengo ganas de verlo, se me hace largo el embarazo- me queje

- Ya lo sé, lo decía de broma - dije apoyando un codo en el colchón y girándome hacia ella para darle un beso en la mejilla y colocar la otra mano sobre las suyas, en su tripa - ya no queda tanto, dentro de poco estarás quejándote porque no deja de llorar - dije mirándola - y después cuando te quieres dar cuenta ya va al colegio - dije poniendo una mueca, Kristen había crecido muy deprisa, y Justin igual.