Oceanográfico Frost

Me levanté de la cama cuando escuché el timbre sonar muchas veces, esperaba que no fuera el cartero o alguien vendiendo biblias..
- ¿Qué ha pasado? - dije asustándome un poco cuando vi a Sam frente a mi diciendo que había pasado algo horrible y con esa cara, me hice a un lado para que pasara - estamos solos - comenté cerrando a puerta.

Entré dentro de la casa rápidamente cuando me dejó hueco para entrar. Me giré y lo miré de frente, mordiéndome el labio con fuerza y juntando las manos, moviéndolas nerviosa.
- Me han dado el cargo de Damon- dije de golpe- me han ascendido y a él...- es que ni me salía, estaba nerviosa y tenía miedo de lo que eso podía significar-. Yo no puedo...- negué con la cabeza.

- ¿Cómo el cargo de Damon? - pregunté confuso, no entendía nada - ¿le han degradado? - Damon estaría furioso de verdad - vale, a ver.. primero tranquilízate - dije acercándome a ella, dejando mis manos en sus brazos - respira hondo.. y cuéntame desde el principio - dije mirándola - venga, respira y cuenta hasta cinco..

Intenté hacer lo que me decía, aunque estaba tan nerviosa que no era capaz de mantener un ritmo constante en mi respiración, tenía que concentrarme.
- Mandamos algunos...ataudes a Volterra...y cuando llegaron allí faltaban dos, y no nos dimos cuenta Mark- le dije rápidamente- ¿cómo no nos dimos cuenta?, ¿cómo nos los han quitado?, estaban todos cuando los mandamos- me pasé las manos por la cara-. Marco me ha llamado hoy, por orden Vulturi Damon queda relegado de su puesto, yo ocupo su cargo y el...el de Constantine...- expliqué intentando hablar más despacio-. Yo no quiero su puesto...yo...soy joven yo...no puedo hacerlo, ¿y cómo voy a hacerle eso a Damon?- negué con la cabeza. Yo le debía demasiado a Damon como para quedarme tan tranquilamente con su puesto- no puedo, no puedo...

- No se trata de que puedas o no, son órdenes, eres una Vulturi y las acatas - dije mirándola - no te queda otra Sam - dije serio, suspiré y me acerqué a abrazarla - podrás hacerlo.. si lo hace Damon no tiene que ser tan complicado - dije bromeando, intentando animar un poco el ambiente aunque ni siquiera me había hecho gracia a mi - ¿has hablado con él? - pregunté mirándola, lo dudaba, porque aun seguía entera.

- ¿Pero por qué yo?, hasta Bianca podría hacerlo mejor que yo- me quejé. Llevaba más años, ¿esto era otra prueba?, no lo creía, pero aún así sabía que Mark tenía razón...aunque no pensaba hacer caso a esta orden, yo no podía hacerle eso a Damon, aunque significara que me mataran o algo peor-. No voy hacerlo- respondí- el jefe es Damon- afirmé mientras lo abrazaba-. No...no me coge el teléfono, ni responde a mis mensajes...- comenté entre sollozos, seguro que pensaba que le había traicionado...

- No empieces, Sam - dije mirándola - tu puedes hacerlo igual de bien que el resto, ¿cuándo se te va a meter en la cabeza? - siempre se pensaba que era menos que cualquiera y no era así - sí vas a hacerlo - afirmé serio - porque es una orden, y ya sabes lo que ocurrirá si no la cumples - la castigarían, incluso podían matarla - estará cabreado, se vuelve como un niño pequeño..

- Eso...da igual...- dije sobre si podía hacerlo o no, yo sabía que no, era demasiado joven y aún me faltaban cosas por aprender-. No lo voy a hacer- repetí- no puedo hacerle eso a Damon, me da igual lo que puedan hacerme- negué con la cabeza. No le iba a hacer eso, sabía lo que significaba para él su puesto, y yo no quería ser jefa de nada, yo solo quería hacer las cosas que me mandaran, había estado muy tranquila estos últimos años, o al menos relativamente tranquila, porque la responsabilidad la llevaba en realidad Damon, yo era su pupila y aunque tenía mi responsabilidad no era lo mismo-. Necesito hablar con él...- dije angustiada cuando dijo que se habría enfadado, ya lo sabía, pero que lo dijera otra persona me hacía sentir peor.

- No, no da igual.. y sí que lo vas a hacer - dije serio - porque a mi no me da igual lo que puedan hacerte, Sam, así que vas a acatar las órdenes - porque si le pasaba algo.. - se le pasará, son órdenes, tu no has tenido nada que ver en eso.. a ti también te han robado los ataúdes - trabajaban en el mismo equipo.

- Pues por eso...no lo entiendes, deberían habernos castigado a los dos- le expliqué mirándolo-. Yo no quiero hacerlo...- siempre que no quería hacerlo Damon me daba razones o me obligaba a hacerlo porque él también se jugaba el cuello, pero ahora...yo no quería mandar, yo quería estar como hasta ahora-. No es justo...- me quejé-. La culpa fue mía, fueron mis lobos, yo debería haber ido con ellos...

- No quieres hacerlo, pero es tu trabajo, así que tienes que hacerlo.. no siempre se hace lo que se quiere - comenté caminando al sofá para sentarme en el - la próxima vez tendréis más cuidado con eso.. y ya está Sam.. mira, cuando a Damon se le pase el cabreo, te ayudará - dije mirándola - será como si él siguiera siendo el jefe, no se va a dejar mandar por ti o por Bianca, y vamos, mucho menos por Constantine.. él seguirá dando las órdenes.

- ¿Ayudarme?- solté una carcajada nerviosa-. No, no me va a ayudar- Damon solo se ayudaba a sí mismo, aunque tenía razón, a lo mejor yo podía ser la jefa oficial pero él podía seguir dando las órdenes...aunque él no iba a aceptar eso, pero yo no sabía que hacer, no quería tener ese cargo...ni quería mandar a Damon, él era el que sabía lo que había que hacer y por qué, él me lo había enseñado todo. Suspiré y me acerqué a Mark, sentándome en el sillón con él, subiendo los pies y apoyando mi cabeza en su hombro-. Esto está mal...

- No pasa nada, Sam - dije mirándola - verás que todo se terminará arreglando - le dije sonriendo un poco - lo que tienes que hacer es hablar con Damon, y después ya nos pondremos a llorar si hace falta - dije mirándola - prueba a llamarle.. no te anticipes a los hechos, a lo mejor no está tan enfadado después de todo - lo dudaba - pero tienes que estar tranquila..

- Llorar...- suspiré y asentí con la cabeza-. No soy tonta Mark...se que estará muy enfadado...llevo más de cuatro años viviendo todos los días con él...- sabía que lo decía para que me sintiera mejor-. Pero te quiero por intentar animarme- le dejé un beso en la cara, entonces noté como el teléfono empezaba a vibrar-. Dime Annie- afirmé con la cabeza cuando escuché que Damon estaba en casa, la había dejado allí por si acaso. Colgué el teléfono y miré a Mark-. Voy corriendo...ya te contaré lo que pasa...si es que salgo viva de ahí- puse una mueca. Le dejé un beso en los labios y salí corriendo de la casa a mi velocidad hasta llegar a la mía.

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