Casa abandonada del bosque.

-Vale- puse mis manos sobre sus hombros- Son por lo menos cuatro o cinco lobos, serán como Is o como Chad, incluso puede que mas grandes y mas expertos.- le dije mirándole fijamente- No podemos ir cogidos de las manos, porque... te estoy retrasando- el ahora era mas rápido porque tenia mas fuerza.- Hay que correr recto, intenta siempre cuando adelantes un árbol ponerte a su altura, como si te escondieras detrás de el porque a ellos les cuesta mas girar y los harás retrasarse, y si esta muy cerca, súbete a un árbol, lo mas alto que puedas, si saltan agáchate, hazte resbalar por el suelo y no te pares.- le dije seriamente.- Por nada del mundo.- le advertí.- Corre, yo iré detrás- le dije animándole para empezar.

Atendí a sus indicaciones intentando quedarme con todo en la cabeza, aunque cuando corría más que pensar me dejaba llevar.
- No, quiero que vayas tu delante - dije negando con la cabeza - vamos, yo iré a tu vez, en paralelo a unos metros - dije poniendo mis manos en su cintura para empujarla hacia un lado - si no corres tu yo no voy a hacerlo - se tenía que salvar ella por encima de todo.

-Vale, pero si pasa algo corre mas rápido, tu puedes ir mas deprisa- le dije mirando hacia un lado-. Están llegando- suspire y le hice una señal para que nos subiéramos al árbol, en cuanto estuviera debajo echaríamos a correr hacia delante. Puse una mueca cuando vi aparecer al primero de ellos, era negro y enorme, algo mas grande que Chad. Sin mirar a Erik cogí su mano con la mía para tocársela un poco, por si pasaba algo, por lo menos el seria lo ultimo que habría tocado.

Esperamos a que se acercaran a donde estábamos y nos subimos a un árbol, la verdad era que parecía más seguro estar por las alturas que en el suelo. El primero en aparecer fue un lobo negro, enorme, miré a Gabriella de reojo un segundo y enseguida echamos a correr cada uno por un lado pero en la misma dirección. Sabía que los metamorfos eran fuertes pero no entendía por qué no podíamos intentar defendernos, ella podía dejarles a todos medio muertos con solo mirarlos.

Empezamos a correr a gran velocidad, parecía que ellos no se esperaban para nada que les fuéramos a esperara y correr hacia el otro lado. Tendrían idea de que nos adentraríamos en la ciudad para perderles de vista. Ibamos sorteando arboles, corriendo a toda velocidad atentos a los sonidos de sus patas, yo evitaba mirar a tras porque solo con el sonido sabia lo cerca que estaban. La sorpresa llego cuando un lobo, mas pequeño que los anteriores, vino cara a nosotros. Me puse delante de Erik por un momento y cuando se abalanzo sobre nosotros, esperaba que Erik se agachara, yo me levante, dandole con mi costado en la tripa y tirandolo a un lado. Cai contra un arbol me levante rapidamente.
-Sigue corriendo, vamos- le dije gritando a Erik colocandome a su lado, aunque un poco atrasada para continuar con a carrera.

De la nada apareció un lobo frente a nosotros, me agaché como me había dicho Gabriella antes y ella le dio de costado lanzándolo a unos metros de nosotros. Seguimos corriendo, de vez en cuando no podía evitar echar una mirada hacia atrás, les escuchaba cada vez más cerca y eso que nosotros corríamos mucho, nunca se me habría ocurrido que los lobos pudieran alcanzar esa velocidad.

Sabia que no íbamos a llegar al agua antes de que nos cogieran y si lo hacían por la espalda seria peor, así que mire varias veces hacia los lados.
-Sigue corriendo, voy a intentar una cosa- le dije mirándole y me pare, cogí una de las rocas grandes del bosque y la lance contra el primer lobo que aparecía, empezaron a llegar, eran cinco, podría derrumbar al pequeño y puede que a uno de los grades, pero tendríamos que tener cuidado con el enorme. Pararon lentamente, gruñendo mientras me miraban. Me puse en posición de ataque y me agache cuando uno de ellos se abalanzo sobre mi, levantándome para darle en mitad del salto y empotrarlo contra un árbol.

La miré cuando dijo que siguiera corriendo y que iba a intentar una cosa, y paré de correr de golpe, deslizándome un poco por el suelo al frenar, yo no iba a seguir corriendo si ella no venía, así que volví donde estaba. Un lobo se abalanzó sobre ella y lo consiguió derribar, estaba atento a eso cuando otro se fue acercando a mi, saltó para lanzarse encima mía y yo rodé a un lado para esquivarlo. Me levanté deprisa, poniéndome en posición de ataque, estaba nervioso y no podía evitar gruñir mientras daba pasos hacia atrás, alejándome de él. Quería poder usar mi don para paralizarlos a todos, y justo en ese momento vi un flash y el lobo que estaba delante mía se quedó quieto.

Los lobos empezaron a abalanzarse sobre mi, por suerte sabia como había que moverse y en tierra firme y sin carrera podía hacerlo mas rápido que ellos, de vez en cuando me daban algún golpe o me arañaban con sus colmillos, pero se me curaría. Entonces vi como uno de los lobos estaba parado frente a Erik, que habia dejado de correr. Lo habia paralizado, estaba usando su don contra el. Mire a otro de los se iban a abalanzar sobre el y lo atonte con mi, aunque yo no podría estar mucho rato usándolo, hacia demasiados años que no bebía sangre humana y ellos era muy fuertes en esos sentidos. Me acerque a Erik un poco, los lobos se habían quedado un poco parados, mirándonos en posición de ataque.
-No soy tan fuerte como tu... mi don no aguantara tanto- le dije en voz baja para que ellos no me escucharan.

Miré a Gabriella cuando se acercó a mi y después al lobo, ya no estaba haciendo nada, o eso creía, pero el lobo seguía completamente paralizado.
- Pues vámonos - dije en voz baja, cogí su mano para movernos hacia atrás, sin darles la espalda, si veía a otro acercarse quizás pudiera paralizarlo también pero no sabía si el otro dejaría de estarlo, no sabía cómo funcionaba mi don y eso me frustraba.

Dimos un par de pasos hacia atrás y de pronto uno de los lobos se abalanzo contra nosotros, caímos los tres al suelo y cuando me fui a darla la vuelta para salir de bajo de el se me abalanzo otro. coloque mis manos en su cuello, evitando que me pudiera morder y haciendo fuerza para sacármelo de encima.

De repente se nos abalanzó un lobo encima, caímos los tres al suelo y yo rodé a un lado, otro de los lobos saltó sobre Gabriella, fui corriendo hacia él y le di de lado con el hombro para lanzarlo a unos metros, di contra el que había paralizado hacia unos segundos y se quedaron los dos tirados en el suelo, pero empezaron a levantarse. Me acerqué a Gabriella poniéndome delante en posición de ataque para protegerla y cuando otro de los lobos fue a por nosotros volví a usar mi don y los paralicé a todos.

Me estaba levantando del suelo cuando la manada entera se quedo paralizada, me acerque a Erik por detrás, despacio por si estaba concentrado o algo.
-Es increible...- murmuré mirándolos, no se movían nada, ni pestañear, era como si les hubiera parado el tiempo.- ¿Crees que puedes aguantarlo hasta que nos hayamos alejado?- pregunte, no sabia si estaba haciendo algo o le habia salido solo.

- No lo sé - dije mirándola un poco de reojo, aunque mirando a los lobos justo un segundo después, no sabía si dejando de mirarlos volverían a moverse - no sé cómo funciona - reconocí dando unos pasos hacia uno de ellos, era increíble la forma en la que se quedaban parados - mejor vámonos - dije caminando de espaldas - vamos, corre - dije girándome hacia ella para empezar a correr, el que había paralizado antes había estado así poco rato.

-Si, sera mejor que corramos.- comente dándome la vuelta, empezamos a correr hacia la parte a la que habíamos ido todo el rato, a lo mejor podíamos meternos en el agua y volver a salir al bosque, pero no sabia por donde podríamos quedarnos, porque... una manada en nuestro bosque era demasiado. Cuando llegamos al agua nos metimos dentro y empezamos a nadar hacia un lado, yo le iba guiando porque sabia de sobra el camino para volver a salir al bosque.

Corrimos hasta que llegamos al mar y nos metimos dentro, la sensación de nadar sin tener que respirar era un poco extraña.
- Deberíamos avisar a Is y Chad - le dije a Gabriella manteniéndome a flote en la superficie - a lo mejor ellos pueden pararlos - porque ahora que les habíamos atacado, aunque fuera en defensa, querrían matarnos y no pararían ¿no? era el deber de los metamorfos, acabar con los que éramos vampiros.

-Si, deberíamos- comente mirando alrededor- Vamos, saldremos por esa parte del bosque- le dije señalando unas rocas, aunque había que trepar bastante trozo. Me cogí a la primera roca, la que estaba mas baja y empece a subir, una vez llegue arriba me escurrí un poco la camiseta que llevaba, que se me pegaba al cuerpo, y después el pelo y mire alrededor, por esta parte no había ni rastro de los lobos.

Tuvimos que escalar un trozo de acantilado para volver al bosque. Suspiré al llegar arriba mirando alrededor, no se oía a los lobos, parecía un sitio tranquilo. Observé a Gabriella mientras se escurría la camiseta y el pelo, y después hice yo lo mismo con mi ropa. Me pasé las manos por el pelo para quitarme el agua y volví a suspirar, la verdad era que me sentía cansado por primera vez desde que me había transformado.

-Deberíamos... cazar algo- le dije mirando alrededor, eche a caminar por aquella parte del bosque, esto no me gustaba nada. Acabábamos de quedarnos aislados en el bosque, con todo lo que estaba pasando de las desapariciones... tal vez era por esta manada de lobos... - Tenemos que cazar, estamos en un territorio que no conozco, necesitamos las fuerzas- dije al pensarlo, buscando algún animal del que alimentarnos.

- Vale - dije mirándola y echando a caminar junto a ella, era raro sentir cansancio después de tanto tiempo - estoy un poco cansado - comenté mientras trataba de localizar algún animal cerca, aunque tenía miedo porque era la primera vez que estaba fuera de la zona de la casa, ¿y si encontrábamos alguna acampada? ni siquiera sabíamos en la zona en la que estábamos.

-Es normal, yo también... es por haber usado tu don contra ellos- le explique caminando- Los lobos son mas fuertes que las personas y que los animales, es probable que en cuanto a los dones sean mas fuertes que los mismos vampiros. Al fin y al cabo nacen para destruirnos...- comente encogiéndome de hombros.- No entiendo el ataque... no hemos hecho nada.- yo entendía que nos odiaran si eramos malos, pero nosotros eramos inofensivos.

- Yo sí lo entiendo - dije mientras caminábamos - es su labor, acabar con nosotros.. lo que no es normal son los tratos que hace Chad con los clanes, por mucho que sean vegetarianos - su deber era matar vampiros, si hubiera cumplido su parte se podrían haber evitado cosas como la transformación de Sarah o la mía misma.

-La manada de Is y Chad no nos ha matado porque ella es tu amiga, pero podemos volver- comente mirándole y parándome- Esa manada no va a pararse seas quien seas, ya lo has visto. Podemos volver y dejar que hagan su trabajo.- si el lo que quería era morir no entendía porque se había defendido. En realidad me había dolido la forma en la que había dicho que no tenían que hacer tratos ni con los vegetarianos, porque yo era uno de ellos... ¿Si quería que mataran a todos los vampiros también quería que me mataran a mi? No lo entendía, intentaba pensar que era porque estaba enfadado y que no se arrepentía de todo lo que había pasado cuando era humano, pero a veces me dolía como lo decía. Suspire un poco mientras le miraba, si el quería, volvíamos.

Me paré a mirarla mientras decía aquello y cuando terminó suspiré.
- No - dije serio - tu has dicho que no entendías por qué nos han atacado, yo te he respondido - dije mirándola - eso no significa que quiera volver a esperar que me maten - y que la mataran a ella - vamos - dije volviendo a caminar.

-Vale- por lo menos parecía que había dejado de querer que lo mataran o su instinto de supervivencia era demasiado fuerte. Sigue caminando por el bosque y me frene cuando olí a lo lejos al ciervo, mire a Erik, haciéndole una señal con la cabeza para indicarle que era suyo. Yo podía esperarme y buscar otra cosa.