Escondite de Klaus

-Era muy buena creyendo que no te enterabas cuando te estaba mirando a escondidas- comente sonriendo un poco, porque el siempre sabia cuando le miraba, porque me leía la mente. Anda que no había pensado cosas durante tiempo sin saber que el lo sabia todo.-

- No podía decírtelo, ya lo sabes- era algo de lo que tenía que protegerla, y en ese momento pensaba que lo estaba haciendo bien aunque me dolía separarme de ella...aunque me negara a admitirlo-. Piensa que no eres la única a la que le pasaba...Caroline pasó exactamente por lo mismo...y nunca le ha dado verguenza...y como ella...cientos, aunque esas cientos no lo saben- miré hacia fuera de nuevo un momento y luego miré hacia ella.

-¿Caroline también pensaba en casarse contigo o esa clase de cursiladas?- pregunte con una ceja levantada- A ver si voy a tener que empezar a comerme chicas locas que piensan cosas locas con mi novio.- dije con una mueca, aunque lo decía medio enserio también era en broma.- Menudo cambio el de Carol- comente rodando los ojos ahora- No es por nada, pero tu eres como... doce mil veces mejor que Damon.-

- Caroline estaba segura de que acabaría siendo la señora Kutcher- le dije mirándola con una ceja levantada- pero eso fue hace mucho, y no es la primera ni será la última, somos vampiros, atraemos a la gente Sarah- dije con simpleza mirándola atento-. No hace falta que te la comas, ahora está como loca con Damon...aunque igual sería mejor que nos la comieramos nosotros a que se la comieran ellos- porque de todas formas Caroline no iba a acabar bien, rodeada de vampiros y siendo la novia de un Vulturi...eso no podía acabar bien-. Mejor o peor...depende de como lo mires.

-Da igual el lado por el que lo mires- dije en respuesta a su "mejor o peor"- La única que tiene decisiones aquí sobre eso soy yo, que te complemento- dije sonriendo- Yo formare tu lado mejor si crees que eres peor o yo formare tu lado peor si eres mejor... se me da bien hacer cosas mal- dije encogiéndome de hombros.

- No lo creas, sabes hacer más cosas bien que mal- comenté mirándola de reojo después de que me dijera aquello, la verdad es que en otro momento me parecería una buena frase, pero ahora mismo no estaba para pensar en eso ni en nada, no podía animarme con eso aunque quisiera-. ¿No vas a dormir?- le pregunté mirándola, a ella le gustaba dormir.

-No se... - comente mirando hacia las escaleras que daban a la habitación. No había dormido en dos semanas, desde que el había desaparecido porque me pasaba día y noche buscándole y haciendo cosas de vampiro.- Si, supongo que si, no tengo nada mas que hacer- me encogí de hombros y le mire- Que pases una... buena noche- dije sonriendo un poco y dándome la vuelta para bajar, quedándome con las ganas de darle el beso de buenas noches como hacia siempre.

- Intenta relajarte- le recomendé mirándola. Debería intentar aplicarme eso mismo yo, pero no sabía si iba a poder...de todas formas iba a intentar meditar un rato cuando ella se fuera-. Y tu...- dije mirándola cuando se dio la vuelta- llévate a Perséfone- le pedí mirándola-. Puedes dármelo- dije sobre el beso- yo también quiero- solo me daba miedo hacerle daño, aunque sabía que era como yo...me daba miedo descargarme con ella.

Me acerque a la perrita, llamándola y cuando vino corriendo hacia mi la cogí en brazos. Le acaricie la cabeza mientras volvía hacia Asthon. Me puse de puntillas para dejar un beso en sus labios y le sonreí un poco, aunque débilmente, volviendo a mirar hacia la puerta de la habitación y empezando a caminar hacia allí para bajar a dormir.

La miré a medida que se acercaba a mí y respondí a su beso aguantándome las ganas de besarla como tenía ganas de hacer desde hacía días. Cuando se separó volví a seguirla con la mirada hasta que se fue a la habitación. Yo me quedé allí apoyado, mirando a la nada, y después de un rato me senté en el salón intentando meditar.

Pasaron dos semanas en las que las cosas no se diferenciaron mucho, me quedaba en la casa y leia o salia a cazar, a veces con Asthon aunque no estaba muy por la labor con nada. Le envie un sms a Mark uno de los dias, disculpandome y diciendole que estaba avergonzada. no me atrevia a dar la cara porque todos estaban demasiado enfadados conmigo.
Esa mañana habia salido a cazar sola por el bosque y me habia tropezado con dos lobos, pense que no me atacarian pero vinieron a por mi y me toco salir corriendo, cuando consegui quitarmelos de encima sin que me hicieran mucho daño active mi don y me fui lo mas rapido que pude hacia la casa de nuevo.

Pasaron dos semanas que se me hicieron eternas, había presentado un parte médico para pedir la baja por enfermedad que me había hecho Ben, no podía ir a trabajar con la sed que tenía últimamente. Había hablado por teléfono con Gabriella y con los demás, pero no habíamos llegado a vernos en persona.
Estaba en la cueva leyendo por cuarta vez un libro cuando apareció Sarah, y parecía alterada. Enseguida supe lo que pasaba, ya que seguía sin ser capaz de controlar bien mi don.
- ¿Por qué te han atacado?- pregunté como si ella pudiera saberlo de verdad.

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