Cueva/casa escondite

Por dentro:

Me desperté despacio, pasándome las manos por la cara y suspirando. Mire alrededor, estaba en la cama de la habitación de abajo de la cueva, como siempre. Era fácil recordar como había terminado allí, había matado a un hombre y a su perro... me había saciado hasta con el perro, por no dejarlo solo. Después había llorado, había pataleado y Asthon me había mecido hasta dormirme. Me levante de la cama, me mire en el pequeño espejo que había allí, estaba perfecta, como siempre ahora. Aunque como tenia la ropa manchada de sangre me la cambie, siempre me ensuciaba comiendo. Subí las escaleras rápido, me gustaba ir rápido siempre que podía.
-Hola- dije en voz baja al verle allí- siento mucho lo de anoche...- siempre le pedía perdón. Me senté en una de las sillas y encendí el ordenador, quería leer las noticias del día.

No había dormido, nunca lo había hecho y ahora menos, no podía despistarme y dejar a Sarah sin vigilancia, como mucho me didicaba a meditar, pero esa noche había tenido que ir a cazar por obligación, hacía dias que no cazaba y para retenerla necesitaba tener fuerzas. Tuve que matar a un humano, un ciervo no me iba a valer para nada. Sonreí mirando a Sarah cuando apareció.
- Buenos días preciosa- la saludé. Estaba sentado y haciendo una silla de madera, me entretenía con esas cosas o el aburrimiento iba a ser demasiado-. ¿Has dormido bien?- pregunté. Era una pregunta estúpida porque sabía que había dormido del tirón, pero a ella le gustaba que le preguntara esas cosas- No pasa nada, esas cosas pasan- era la misma respuesta de siempre a su disculpa de siempre.

-Si, del tirón- siempre dormía del tirón, no me costaba nada y me gustaba hacerlo, porque así sabía que no iba a matar a nadie durante las 12 horas que me pasaba durmiendo por las noches. Persefone se acerco a mi cuando me senté en la silla, colocándose a mis pies. Era una de las cosas que me había traído Asthon de la casa cuando había ido. Mire el ordenador, había una noticia en a pagina que me llamo la atención.- Mira- gire el ordenador para que lo viera- Es una exposición de arte Británica... que chula.- suspire y pase el ratón por la pantalla para cerrarla, no iba a poder ir o aquello se convertiría en una carnicería.

Suspiré cuando la escuché pensar y pensé yo también, dependiendo de cuando fuera podía ir o no teníamos que seguir practicando el meterla entre la gente.
- ¿Cuando es?- le pregunté prestando atención a la silla-. Perséfone deja el clavo- se lo quité de delante y me lo guardé en el bolsillo-. Hoy vamos a intentar ir bordeando la ciudad y si te ves capaz nos adentraremos un poco, a lo mejor puedes ir si queda tiempo- le expliqué.

-Durante toda esta semana- le dije a Asthon mirando el periódico digital, suspire y le mire de reojo, el sabia que lo estaba pensando pero aun así se lo decía- no creo que sea capaz… me vuelvo loca que huelo a la gente.- dije con una mueca y mire a la perrita sonriendo un poco.- No te enfades con Asthon, es el hombre de la casa- le dije cogiéndola en brazos y acariciándole la cabeza.- ¿de verdad crees que seré capaz de adentrarme un poco?- le pregunte a el mirándole.

- Solo tienes que proponértelo- dije mirándola- además, tienes toda una semana por delante y yo iré contigo...- lo pensé. Coloqué la silla bien y me senté en ella, no se movía ni nada, asi que estaba bien ya. Me guardé las herramientas y la miré- pruébala- dije señalándola-. Podemos ir por la playa, osea, por el paseo...- comenté pensando en ello- a lo mejor con la ayuda del olor del mar te cuesta menos y coges más seguridad en ti misma- le expliqué-. No se enfada conmigo, ¿verdad que no preciosa?- estiré la mano hacia la perra y corrió hacia mi para que la cogiera en brazos- me adora- sonreí.

-Todo el mundo te adora- dije en voz baja, aunque eso no servia de nada porque el me escucha y ademas, para mas inri, me leia la mente, asi que sabia de sobra que estaba pensando eso en ese instante.- ¿Cuando duermo pienso?- pregunte llena de curiosidad, mirandole- Porque... entonces eso seria mas trampa todavia. Oh, espera... ¿Puedes ver lo que estoy soñando?- pregunte sabiendo que la respuesta seria que si.

- Que va- dije riéndome cuando dijo que todo el mundo me adoraba- también hay gente que me odia- la mayoría chicas-. ¿Que pregunta es esa?- me reí-. Es que en los vampiros es más...complejo- comenté mirándola-. A veces sueñas, pero son veces muy...puntuales- le expliqué- los vampiros cuando dormimos la mayoría de las veces simplemente nos apagamos, otras...aunque nos apagamos hay algo de nuestro cerebro que funciona- me señalé la cabeza- y entonces si que podemos soñar, aunque no es lo más común, y si, alguna vez lo has hecho- recordaba uno en particular en el que soñaba matar a todos los humanos que conocía, incluido el perro.

¿Y que cosas he soñado? Espera- levante la mano para que no hablara- Si son cosas malas o ridiculas no me las digas, ya tengo bastante con que lo sepas absolutamente todo mental- dije tocandome la cabeza y riendo- Es suficiente...- rode los ojos y segui mirando el ordenador, leyendo las noticias que habia sobre el pueblo.- Ayer los bomberos salvaron a un bebe en un incendio- le explique leyendolo

- No se Sarah- no le iba a contar lo de la matanza, porque aquello era de película de terror-. Una vez...fue algo de un paisaje...no lo recuerdo bien, estabas sentada en el cesped y apareció un chico, no le vi la cara- sabía que era yo porque era mi ropa pero no pude verle la cara, entre otras porque abandoné el sueño rápidamente para darle algo de intimadad- no se como acabó- me alcé de hombros y asentí cuando me contó lo del bebé-. Ya decía yo que olía a humo desde aquí- hice una mueca-. ¿No preferirías ir a comprar un periódico Sarah?- le pregunté.

-Sí, adoro los periódicos impresos- no me gustaba leerlo online y tampoco me gustaban las revistas en webs, pero no me veía capaz de darle una moneda a un humano sin perder la calma y comérmelo allí delante de todos y después tener que matarlos por verme. Suspire.- Estoy un poco negativa… lo siento.- cuando habíamos estado con su maestro había estado mas positiva.- ¿Crees que podria hacerlo?- pregunte, siempre le preguntaba para sentirme mas segura.

- Te diré lo mismo de siempre, puedes conseguir todo lo que te propongas, somos vampiros, nada es imposible para nosotros- sonreí y me levanté-. Vamos a comprar el periódico- dije dejando a Perséfone en el suelo y metiéndome las manos en los bolsillos-. En el paseo hay tiendas, así que venga- la animé- ya es hora de que lo hagamos con un poco de más continuidad, sino nunca lo harás.

Le mire cuando se levanto y después mire a la perra, suspire y me pase las manos por el pelo.
-¿Podemos llevar a Persi?- pregunte mientras miraba a la perrita- Le hará ilusión….- en verdad era que me sentía mas cómoda si venían los dos, aunque la perra no pudiera ayudarme en nada.- Voy a por la correa- dije bajando a la habitación, subí con ella y una chaqueta para mí y se la puse.- Vamos de paseo guapa- sonreí y mire a Asthon de reojo mientras echaba a caminar hacia fuera de la cueva.

- Como quieras- lo bueno es que ahora yo era más fuerte que ella, el primer año fue horrible porque ella podía conmigo, y aunque sabía como inmovilizarla no quería decir que fuera fácil. De todas formas algo tenía que estar haciendo mal, porque no era normal que no pudiera controlarse de esta manera teniendo ayuda. La esperé arriba y salimos de la cueva, cruzamos el bosque con la perra en los brazos porque así ibamos más rápido y cuando llegamos al empiece de la ciudad puse una mano delante de ella. La bajé hasta su mano y se la cogí- ahora si- sonreí y pasamos al pueblo, hacia el paseo marítimo. La gente nos miraba pensando que hacíamos buena pareja, que éramos los dos muy guapos, tal para cual.

Estaba nerviosa, primero porque caminaba entre la gente, intentando recordar que no podia respirar ni intentar recordar el olor a mar, porque perderia el control y no me lo podia permitir. Y despues estaba nerviosa por ir de la mano con Asthon, me ponia nerviosa que me tocara. No habia pasado nada en los cuatro años y era posible que no pasara nunca, pero me sentia, cuando no estaba como loca por la sangre, igual con el que siempre.

- Relajate- murmuré- estoy contigo, no va a pasar nada- le sonreí un poco-. Piensa que eres una humana normal y corriente y que lo que te apetece es...comer pescado con patatas- era su plato preferido de humana- imagínatelo- intentaba calmarla así-. Además, lo estas haciendo genial, has mejorado mucho y lo sabes- al menos ya su media de humanos asesinados había bajado-. Mira, ahí hay un quiosco- lo señalé- tranquila...- la llevaba de la mano para que no se me escapara.

-¿Podemos comprarlo?- pregunte sonriendo un poco, sabia que no me iba a saciar nada pero asi me entretenia y recordaba como sabia cuando todavia era humana.- Vale- dije cuando señalo el quiosco- Estoy tranquila... no pasa nada.- dije mirandole de reojo y mentalizandome- Le pagas tu asi no me arriesgo a tocarle- le dije sobre el hombre, cogiendo el periodico y lo deje sobre la barra. Busque en mi bolsillo y mire a Asthon, me arme de valor y estire mi mano, sonriendo un poco al hombre que extendio la suya, para dejarle la moneda.
-Gracias guapa- dijo el hombre mirandome, cogi el periodico y medi la vuelta todavia de la mano de Asthon.-

- Claro- le vendría bien acordarse de como era cuando era humana. Fuimos hasta el quiosco y sin decir nada la observé. Al final se decidió a darle la moneda ella misma. Le sonreí y me acerqué a ella dándole un beso en la cabeza- perfecto- había que reconocerle las cosas buenas que había hecho y animarla a que siguiera haciéndolo, como refuerzo. Seguimos caminando- ¿algún sitio concreto concreto que te guste?- le pregunté mirando las tiendas y restaurantes, a mi no me gustaba el tema de comer, me parecía una estupidez-. Podemos comer en un velador, así puede estar Perséfone con nosotros- y no estaba en un sitio cerrado con mucha gente dentro.

-No, no quiero sentarme- le dije a el mirando alrededor- Compraremos la comida en ese puesto- lo señale, llevaba muchos años alli porque era donde iba muchas veces a comer cuando todavia era humana, tenian patatas y pescado frito.- Me lo comere mientras caminamos- asi no habia posibilidad de que el que estuviera a mi lado oliera demasiado bien, porque la garganta me quemaba demasiado y estaba tentada todo el rato, luego estaria agotada, esto me cansaba mucho.-

- Vale- asentí y caminamos hacia el puesto que ella había señalado, pedimos el pescado y las patatas que a ella le gustaban y seguimos andando-. ¿Quieres que bajemos por la playa?- allí no habría mucha gente, hacía frio para que los humanos se bañaran-. Asi te los puedes comer tranquila- recordar el sabor la ayudaría a recordar como era ser humana y a sacar a flote su humanidad, la sangre la cegaba demasiado, tenía que recordarlo. Perséfone miraba lo que llevaba Sarah en las manos y le lloraba para que le diera a ella.

-Me encantaría tener el don de ese vampiro, el que me contó el maestro que podía cambiar el tiempo- comente mirando al cielo mientras caminábamos- Haría que lloviera siempre, así la gente se quedaría en sus casas y yo podría salir a caminar bajo la lluvia, además, no me costiparia- sonreí y como no saldría nadie no querría comérmelos. Di un salto para pasar el muro del paseo y la playa y cogí a Perséfone con una mano para pasarle.- Ahora te doy, no me mires con esa carita- le dije riendo y le di un trozo del pescado aquel.-¿Tú no quieres, verdad?- le pregunte a Asthon señalándoselo, el nunca comía.

- Ya, bueno, a mi me gusta mi don- sonreí- no se me puede engañar- reí y salté el muro como ella había hecho para bajar a la playa-. Aunque a veces me gustaría dejar de oír voces todo el rato...para impedirlo solo puedo poner muros- no habíamos tenido demasiado tiempo para hablar de nuestros dones tampoco- y cuando no me alimento bien ni siquiera eso- hice una mueca- pero me encanta enterarme de todo- me reí-. Y tu don también está bien, es un don de defensa Sarah, si aprendes a usarlo podrías emplearlo para alimentarte sin que nadie te viera, incluso podrías hacerme invisble contigo- sonreí-. No se te huele, no se te oye...al menos por el oído- Perséfone movía las patas sobre la arena y de vez en cuando, cuando no pisaba bien, se hundía.

-No digo que no me guste mi don, la verdad... es que creo que me pega- comente riendo un poco y dandole un bocado a una de las patatas.- ¿Tu que piensas?- pregunte sobre la teoria que habia sacado ahora mismo. - Cuando era... humana, muchas veces deseaba que la gente no me viera- dije riendo- ¿te lo imaginas? Que pudiera esconderte a ti tambien... eso estaria chulo- dije mientras miraba a la perra.-Tu es que me haces trampas- por eso me oia.- ¿Y como se aprende a usar un don?- pregunte curiosa, porque el mio se me descontrolaba bastante.

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Llegamos a la cueva y dejamos a Perséfone allí, aunque primero me encargue de dejarle la comida y el agua bien lleno, si nosotros íbamos a comer ella también.
-¿Sabes? Creo que deberían prohibir a los cazadores entrar en el bosque- así yo no tendría tana tentación y no olería nada rico cuando estuviera buscando una presa, así no me volvería loca. Mientras íbamos por el bosque saltaba de algunos troncos sobre piedras o me colgaba de arboles, era divertido, aunque a veces no controlaba bien el espacio que debía dejar y me caia.