Bosque norte

-Adoro los niños- le dije sonriendo- Y mucho mas a las niñas, son tan adorables- le dije con una sonrisa en los labios- ¿Me la presentaras algún dia?- pregunte- no puede ser tan monstruo, seguro que le caigo bien, tengo buena mano para los críos- sonreí, me levante de la silla, como si hubiéramos terminado y la guie hasta la puerta.- Bueno…- comente suspirando- Me lo he pasado genial, me gusta mucho estar contigo- era la cuarta cita, le habia dicho que habría beso.- Me gustas mucho, así que pienso llamarte mañana, porque… no se, tal vez podríamos ir a pasar un dia a la nieve- dije como si nada.

- ¿Enserio?- pregunté riéndome un poco-. Seguro que le gustas, te la presentaré más adelante- afirmé riéndome un poco porque enseguida se levantó y me llevó a la puerta de la cocina como si ya hubiéramos terminado. Nos paramos allí y lo observé con detenimiento, porque su cara era de lo más cómica- A mi también me ha gustado- repetí como él había dicho, asintiendo con la cabeza para enfatizar la respuesta-. ¿De verdad?- pregunté sonriendo, intentando que fuera tímidamente, aunque a mi esas sonrisas me costaban bastante-...me encantaría- lo interrumpí casi al final de la frase- ¿nieve?, ¡si estábamos en verano!, tenía que esforzarme para no reírme-. Tu también me gustas mucho...

-Si, a la nieve, tendremos que viajar pero... puede ser interesante- le dije sonriendo- Llevare mi coche, pasare a buscarte el sabado a primera hora, estaremos de vuelta por la noche para que no la pases sin tu hija- le propuse como si de verdad fuera a pasar. Me incline hacia ella y le deje un beso en los labios, colocando mi mano en su cintura, luego me separe.- Bueno, te veoel viernes- dije a modo de despedida, la hice entrar en la cocina, le cerre la puerta y cogi una bolsa que habia a un lado de la puerta, preparada. Entonces hice como si tocara y cuando ella abrio le salude con una sonrisa.- ¿Preparada para la nieve?- dije mostrandole la bolsa y la chaqueta gorda que me habia puesto encima.

- Um...es un buen plan- comenté mirándolo cuando me dijo el plan del "viernes". Se me olvidó de lo que hablábamos cuando me beso quedándome aún sorprendida cuando se separó y me empujó dentro de la cocina cerrando la puerta tras él. Empecé a reirme a carcajadas cuando llamó a la puerta. Abrí la puerta y me reí más aún cuando lo vi con esas pintas- Oh dios mío- Me sujeté la tripa y me apoyé un poco en la puerta hasta que se me pasó un poco-. Preparada- afirmé riéndome un poco y acercándome a él, le quité la bolsa y después se la devolví como si fuese la mía-. ¿Y a dónde me vas a llevar exáctamente?- pregunté mirándolo curiosa.

-A la nieve, por supuesto- comente como si fuera algo obvio- Venga, sube en mi coche- le dije haciendo como que abria la puerta y señalandole las mismas sillas que habian hecho de cine. Me subi en la otra parte e hice como si arrancara, luego como si bajara y le abriera la puerta- Bienvenida a la estacion de esqui- dije con enfasis- Ven, vamos a recoger los esquis y a bajar por la montaña- le dije caminando hacia el baño, alli habian esquis para los dos.

- Vale, vale- respondí subiéndome a su "coche". Sonreí mirando como hacía los gestos, como si de verdad condujera un coche y me levanté de la silla cuando él lo hizo, siguiéndolo por la casa hasta el cuarto de baño. El muy tonto había puesto dos esquís ahí- me reí un poco al verlos y cogí uno de ellos-. Que blanca es la nieve- comenté mirando el váter y el lavabo-. ¿Vamos a subir al teleférico?- pregunté mirándolo curiosa.

-Si, subiremos por el teleferico- comente mirandola, cogiendo los esquis con la mano y saliendo. En mitad del salon me pare a colocarmelos en los pies, sacando de la mochila todos los artilujios que hacian falta en al nieve, guantes, gorro, unas gafas... Le iba pasando las suyas para que se vistiera y una vez finjimos que subiamos y todo me coloque de pie, mirando al frente- Alla voooy- dije haciendo como si cayera por la nieve, moviendome hacia los lados

Me reí un poco y lo seguí hasta el salón. Lo miré pasmada mientras se empezaba a poner las cosas y me pasaba a mí otras tantas.
- Nos vamos a achicharrar- comenté en voz baja riéndome un poco más mientras me ponía las cosas. Flipé aún más cuando lo ví hacer como que se lanzaba y no pude evitar partirme de risa mientras lo veía mover el culo-. No pienso tirarme desde aquí- le dije riéndome un poco aún. No iba a ponerme a mover el culo como él, estaba loco.

-¿Tienes miedo?- pregunte gritando un poco como si descendiera, hice como que frenaba y me gire cara a ella- ¿Te dan miedo las alturas? Podemos simplemente volver a la caseta y tomarnos un cafe o un chocolate caliente- comente mirandola- Podias habermelo dicho... es mas, me gustaria saber que cosas te dan miedo- dije quitandome los esquis- Venga, vamos a por algo de beber.- dije caminando hacia la cocina.

- No...no me dan miedo, pero...lo prefiero- dije asintiendo con la cabeza refiriéndome a lo de tomar el chocolate. Me reí un poco y tras quitarnos los esquís fuimos a la cocina-. ¿De verdad quieres saber que me da miedo?- pregunté mirándolo-. Los médicos me dan pánico- respondí después de pensarlo un poco, aunque eso él ya lo sabía. Nunca se lo había dicho abiertamente, pero después de tanto tiempo tenía que saberlo ¿no?-. Pero no se lo digas a nadie, es un secreto- le dije riéndome un poco-. ¿Y a ti?- pregunté mirándolo.

-Vale, te prometo que me llevare el secreto a la tumba- le dije sonriendo un poco, haciendo una señal con los dedos y mis labios, como si me los sellara. Saque el chocolate de un armario y luego me acerque a la nevera a por la leche.- ¿a mi? a mi nada, soy un tio, los tios no tenemos nada de miedo- le vacile

- Ya, claro- rodé los ojos mirándolo desde donde estaba- apuesto a que algo te da miedo- comenté mirándolo y riéndome un poco-. Venga, yo te lo he dicho, no seas cagón y dímelo de una vez- reí un poco-. No me lo calientes mucho- le dije sobre el chocolate-. ¿Te da miedo confesarle a una chica qué te da miedo?- pregunté con una ceja levantada.

-Me a miedo la chica en si- le dije mirandola- Por eso no se lo puedo decir, porque es... suena a muy marica ¿no?- pregunte mirandola, metiendo la leche al microondas para calentarla un poco, luego la servi en dos vasos y puse el chocolate sobre la mesa, sentandome delante.-

- ¿La chica?- pregunté mirándolo-. ¿Te doy miedo?- me reí- ni que fuera de la mafia o algo así...- comenté como si nada entre risas. Me reí un poco más mirándolo-. ¿Y por qué te doy miedo si puede saberse?- pregunté curiosa-. En realidad dudo que yo pueda darte miedo- afirmé mirándolo a los ojos desde donde estaba. Había demostrado en más de una ocasión que no me lo tenía en absoluto, sino no se le habría ocurrido ponerme micrófonos en casa u otras tantas cosas.

-No te tengo miedo a ti en si, tengo miedo a lo que puedas hacerme y no me refiero a lo que puedas hacerme... fisicamente- le explique- Me refiero a lo demas, a que... me dejes, me alejes, me... olvides- me daba miedo volver a pasar por lo que ya habia pasado- Martha... tu me viste, por poco me vuelvo loco.- casi habia conseguido que me mataran por que no me la podia sacar de la cabeza.

Levanté ambas cejas porque al principio no entendía a qué se refería, después asentí un poco para darle a entender que sabía a qué se refería.
- A veces pensaba que te habías vuelto loco de verdad- dije mirándolo desde donde estaba-. Entonces puedes estar tranquilo, porque no puedo hacer ninguna de esas cosas- le confesé mirándolo seria-. Lo intenté, pensaba que era lo mejor para los dos y además estaba enfadada así que...- suspiré un poco-. Una pérdida total de tiempo, no puedo alejarme de ti o...olvidarte- respondí-. Pero si estoy dispuesta a fugarme contigo dejándolo todo- le dije sonriendo un poco.

-Te doy la razon, has estado perdiendo el tiempo- le dije en plan broma, para quitarle hierro al asunto.- bueno, bueno, estamos pasandonos con el tiempo de esta cita, venga, que estoy un poco ansioso por llegar a la septima y solo vamos por la quinta- le dije levantandome, dejando el chocolate a mitad.

- Que tonto eres- rodé los ojos riéndome un poco y negando con la cabeza. Cogí la taza de colacao cuando me la dio y le di el primer sorbo-. ¿La septima?- pregunté levantando una ceja y riéndome-. ¿Qué le pasa a la séptima?, ¿es en la que me empiezas a meter mano?- pregunté curiosa mirándolo curiosa. Me hacía gracia lo que estábamos haciendo de las citas, era curioso y...diferente.

-No, empiezo a meter mano en la sexta, osea, en cuanto salgas por esa puerta, en la septima, espero algo mas, si tu me dejas, claro...- comente mirandola- Siete citas, para la edad que tenemos, son muchas, que no te bese hasta la cuarta...- le dije mirandola y sonriendo.- Los crios hoy en dia hacen mas en 20 minutos que nosotros en dos años- añadi riendo

- Vaya, lo tienes todo calculado- dije mirándolo con ambas cejas levantadas. Dejé la taza sobre la encimera y me levanté dándome la vuelta para ir hacia la puerta, esperando en ella a que viniera conmigo-. Claro, deberías haberme besado en la segunda- le dije riéndome un poco- así ya me estarías metiendo mano y en la siguiente...- levanté ambas cejas-. ¿Los chicos de hoy?, yo soy de las de hoy.

-No, preciosa, no eres de las de hoy, los chicos y chicas de hoy tienen como 12 años y saben mas de sexo que tu y yo juntos- le dije mirandola y sonriendo un poco- Putos crios, alucino con ellos...- rode los ojos.- En verdad si, tenia que haber intentado meterte mano en la primera, asi la cosa habria ido mejor y no me habria gastado la pasta de un viaje a la nieve para tomar chocolate...- añadi como si nada

- Ya, pero yo a los doce años sabía más armas que los niños de hoy, están atontados y no tienen ni idea- dije mirándolo-. ¿Perdona?- pregunté levantando la ceja- has sido tu el que se ha empeñado en venir a la nieve- me quejé y le di un golpecito flojo en el hombro riéndome-. Vamos, siguiente cita, ya- le exigí tirando de su mano y saliendo de la cocina de una vez-. Espero que aunque no tengas doce años sepas meter mano.

-Lo tengo un poco oxidado, hace mucho que no salgo con nadie- le dije mirandola, pasando una de mis manos por su cintura, acercandola a mi mientras caminaba de espaldas por el salon hacia el baño- Nuestra siguiente cita es una fiesta, asi que nos daremos el lote en un baño, pero no haremos nada, porque soy un caballero que no les quita la ropa a la señoritas en los baños- dije abriendo la puerta y cerrandola despues- Mira, tenemos hasta el botellon- comente señalando una botella que habia puesto alli para esa cita.

- Uff, lo de la discoteca me suena demasiado- comenté riéndome, rodeé su cuello con mis brazos acercando mi cuerpo al suyo mientras caminaba hacia el baño. La primera vez que nos habíamos acostado había sido en la Clímax-. Aunque nunca nos lo hemos montado en un baño- comenté pensativa y frunciendo un poco el ceño-. Recuérdame que cuando nos fuguemos y todo eso lo hagamos en todas partes- reí un poco. Cogí una de las botellas sin separarme mucho de él, la abrí y le di un trago directamente de la botella pasándosela después a él para que bebiera. Coloqué mi mano en su pecho haciendo que pegara su espalda en la pared y acerqué mi cuerpo de nuevo al suyo para empezar a besarlo.

Cogi la botella cuando me la paso, dando un trago largo, aunque puse una mueca, habia bebido demasiado de golpe. La deje sobre el lavamanos y puse mis manos en su cintura, atrayendo su cuerpo contra el mio para apretarla un poco mientras la besaba, bajando una de las manos a su trasero.