Club Vitrola

- Pensaba que me conocías mejor - dije mirándole - y que te darías cuenta de las cosas sin tener que explicártelas.. pero ya veo que las pocas neuronas que tenías han desaparecido - dije rodando los ojos al final - puedes saltar de alegría si quieres - dije para hacerle entender que no quería a mi marido pero sin decírselo directamente, no entendía cómo era tan tonto para algunas cosas - no se me olvidará, tranquilo - dije estirándome para alcanzar la botella y servirme lo poco que quedaba.

- ¿De qué?, ¿de que no lo quieres?, no hay que ser muy listo para darse cuenta de eso- sonreí de lado-. Pero tu has tomado la decisión Selene- suponía que su padre querría que se casara ya, habría visto que los años se le echaban encima y solo se le habría ocurrido poner sus negocios en manos de ese mal nacido-. Solo quería oírlo- comenté sonriendo un poco- en mi imaginación sonaba bien, pero no lo tenía claro- le explique-. ¿Qué no se te olvidará?- pregunté.

- Sigo manteniendo eso de que las pocas neuronas que tenías han desaparecido - dije cogiendo mi vaso para hacerlo girar - ¿de verdad piensas que me casaría con Nikolas por placer o algo así? - dije poniendo una mueca - me alegro de que mis problemas te alegren la vida - le dije sonriendo con ironía - de lo de la boda.. ¿tan borracho vas ya? - le pregunté divertida cogiendo mi vaso para beber.

- Pues que pena- dije sobre mis neuronas-. No lo se Selene...ya no se que esperar de ti, sinceramente- comenté mirándola-. Cuando acabé con mi problema pensé que volveríamos a estar juntos pero te fuiste...y cuando volviste estabas casada así que...- me alcé de hombros-. Te aseguro que no me alegran nada la vida- puse una mueca- pero al menos tu tampoco eres feliz- porque yo no lo era, estaba amargado-. Oh, no, puedo emborracharme mucho más, ahora se puede decir que estoy con el...punto...

- Bien, me alegro de que te sirva de consuelo - dije como si nada dejando mi copa vacía en el escritorio. Yo también había pensado que las cosas iban a ser distintas, había tenido una pequeña esperanza, pero en cuanto había vuelto a Rusia me di cuenta de la realidad. - ¿Y cuánto alcohol más vas a necesitar para atreverte a besarme? - pregunté mirándole fijamente.

- Gracias- sonreí de lado y me serví un poco más. Estaba bebiendo cuando me preguntó aquello. Me quedé mirándola sin saber muy bien que decir o hacer, no me apetecía que se riera de mí-. No lo se- respondí sinceramente. En verdad estaba un poco borracho ya, y ahora que me había dicho eso no podía apartar mi mirada de su boca-. Eres la jefa, se supone que no puedo besarte- dije arrastrando un poco las palabras, sin prestarles demasiada atención.

- Soy la jefa, yo decido lo que puedes o no puedes hacer - dije mirándole, apoyando la cabeza en el respaldo de la silla - el otro día tenías más iniciativa - comenté cogiendo mi copa para terminármela de un trago, dejé el vaso en la mesa y me levanté, apoyando las dos manos en el escritorio para mantener mejor el equilibrio - no te importaba eso de no poder porque sea la jefa - dije caminando hacia la puerta para echar el pestillo, girándome después hacia él - creo que te prefiero con fiebre - le dije riendo un poco, apoyando mi espalda en la puerta para no tambalearme hacia los lados.

- El otro día deliraba...aún no he llegado a ese punto- comenté mostrándole la copa. La seguí con la mirada mientras iba por el despacho, no podía quitar mi vista de ella. Recordé algunas de las cosas del día que tuve la fiebre, no se me había olvidado en absoluto la calidez de su cuerpo cerca del mío, sus labios mientras nos besábamos-. Yo creo que te prefiero borracha- comenté asintiendo-. No se si eso está bien- comenté levantándome cuando echó es pestillo, acercándome a ella, apoyándome en la puerta con una mano dejándola entre la puerta y mi cuerpo para poder sujetarme un poco porque aunque no me tambaleaba si que me daba la cabeza un poco de vueltas.

Sonreí cuando se levantó acercándose a mi, dejándome entre su cuerpo y la puerta.
- Yo digo que sí está bien - dije sonriendo juguetona - y como soy la jefa - dije riendo un poco, encogiéndome de hombros. Me quedé mirándole fijamente, pasando mi mirada de sus ojos a sus labios, mientras llevaba mis manos a su camisa y empezaba a desabrochar el primer botón despacio, yendo después a por el siguiente..

- Em...- miré sus manos, que empeban a desabrochar mi camisa y después la miré a ella-. Selene...- me miraba a los ojos y cuando quise pensar de nuevo en lo que se suponía que iba a decirle ya no lo recordaba, fuera lo que fuera tampoco podía ser muy importante-. Tu mandas- le dije sin apartar mi mirada de la suya e inclinándome un poco hacia ella para besarla, llevaba un rato aguantándome las ganas de hacerlo y ya no lo soportaba más, así que la besé, llevando mi mano libre a su mejilla para alzársela y acariciarla.

- ¿Qué? - le pregunté riendo un poco cuando dijo mi nombre, pero después dijo que yo mandaba y me besó, así que seguí desabrochando los botones de su camisa mientras correspondía a su beso. Llevé mis manos a su pecho, subiéndolas lentamente hacia su cuello mientras acariciaba su piel y acercaba mi cuerpo al suyo. En ese momento lo pensaba y me parecía una locura haberme resistido tanto tiempo a besarle y a tenerle tan cerca, con todo lo que le había echado de menos.

La besaba con ganas y me separé un segundo cuando me terminó de desabrochar la camisa para terminar de quitármela, dejándola caer al suelo, aprovechando ese momento para mirarla mientras pasaba sus manos por mi pecho. Sonreí un poco y llevé yo mis manos a su chaqueta para quitársela, dejándola caer al suelo y acercándome de nuevo a ella, sin separarme mientras empezaba a desabrocharle la camisa, besándola despacio pero con ganas, porque había deseado ese momento tantas veces que era como si estuviera soñando o algo así. Cuando terminé de desabrochársela pasé mis manos por sus caderas en una caricia, tirando de ellas hacia mi cuerpo.

Pasé mis manos de sus hombros hacia su espalda, acercándome más a él cuando terminó de desabrochar mi camisa para pegar mi pecho al suyo. Después me eché un poco hacia atrás, sin dejar de besarle, para quitarme la camisa deprisa, empezaba a ansiarme porque tenía muchas ganas de él, así que enseguida volví a pegarme a su cuerpo, llevando mis manos por su pecho y una de ellas desviándola hacia su costado para terminar dejándola en su trasero.

Subí mis manos por su espalda, notaba como se ansiaba y me ansiaba a mi también. Acaricié todo el trayecto de su espalda hasta el broche del sujetador, se lo desabroché y tiré del sujetador para sacárselo, dejando sus labios para besar su cuello, pasando mi lengua por él, pasando por su clavícula y su escote, pasando a la vez mis manos por ambos pechos y pasando el pulgar por cada pezón. Seguí bajando mis labios por uno de sus pechos pasando mi lengua primero por uno y luego por otro mientras seguía acariciando su cintura con mis manos.

Suspiré despacio dejando la cabeza apoyada en la puerta y cerrando los ojos cuando empezó a bajar sus besos por mi cuello y sus manos por mi cuerpo. No quería pensar mucho en lo que estaba pasando porque sabía que una parte de mi iba a arrepentirse de dejar que eso estuviera pasando, así que intentaba concentrarme en disfrutar, pasando mis manos por su pelo mientras se entretenía con mis pechos.

Dejé sus pechos para volver a su boca, presionando su cuerpo contra el mío, pegando su pecho al mío mientras bajaba mis manos hasta sus pantalones para desabrochárselos quitándome a la vez los zapatos. Cuando lo hube desabrochado metí mis manos por dentro, acariciando su muslo de camino a su trasero y presionándolo por encima de la ropa interior mientras la besaba cada vez con más ganas, casi con desesperación.

Terminé de quitarme el pantalón y llevé mis manos al suyo para desabrocharlo. Subí mis manos hacia sus hombros y me impulsé rodeando su cintura con mis piernas, acercando mi cuerpo más al suyo y besándole con las mismas ganas que me besaba él.

La cogí en brazos cuando saltó sujetándola al principio por las piernas y despues por el trasero, rodeé toda su cintura con mis brazos en un abrazo mientras levantaba los pies un poco para intentar quitarme el pantalón, pero como no podía acabé apoyándome en la puerta con una mano para no acabar cayéndome al suelo con ella ya que me tambaleaba un poco. Cuando conseguí quitármelos les di una patada y mantuve una mano en su trasero mientras subía la otra por su espalda hasta su nuca, sujetándola bien y agachándome con ella aún cogida para ponernos los dos contra el suelo, moviendo mi cuerpo contra el suyo para rozarnos por encima de la ropa interior.

Dejé mis brazos rodeando su cuello mientras él se agachaba para quedar los dos en el suelo. Pasé mis manos por su cuello hacia sus mejillas mientras seguíamos besándonos, moviéndome un poco contra él para seguir rozándonos. Llevé una de mis manos a su nuca para dejarla ahí y fui bajando la otra por su pecho, metiéndola entre los dos hasta llegar a su ropa interior para meterla por dentro.

Suspiré al notar su mano dentro de mi ropa interior volviendo a besarla con más ganas si se podía, pasando mis manos por su cuerpo en una caricia mientras alternaba su boca con su barbilla y su cuello. Cuando mis manos llegaron a donde estaba su ropa interior tiré de ella hacia abajo para sacársela un poco y llevé mi mano allí frotándola un poco contra su sexo.

Mordí su barbilla flojo al notar su mano en mi sexo, subiendo después mis labios hasta los suyos para besarle con ganas a la vez que movía mi cadera contra su mano. Tenía su miembro cogido con una de mis manos y lo masajeaba con firmeza y algo rápido, porque estaba ansiosa de él.

Noté como empezaba a masajear mi miembro con más rapidez que antes, así que aparté su mano de ahí y me incorporé para tirar de su ropa interior sacándosela del todo, haciendo lo mismo después con la mía. Volví a recostarme sobre ella apoyándome en un codo para no aplastarla y acerqué mi miembro a su sexo para que se rozaran un poco, pasando mi lengua por su pecho de camino hasta llegar a su boca.

Le miré cuando apartó mi mano de su miembro y terminó de deshacerse de lo que nos quedaba de ropa. Le besé ansiosa, moviéndome contra él, arqueando la espalda para quedar más cerca de él, pasando mis manos por su cabeza esperando que me hiciera suya de una vez.

Tal y como me estaba besando, el movimiento de su cuerpo contra el mío para intentar acercarnos más...no era capaz de pensar nada más que en ella y en como había querido tenerla así de cerca. Me coloqué bien entre sus piernas y empecé a introducir mi miembro dentro de ella despacio, soltando un pequeño gemido cuando hice tope y empezando a moverme acto seguido contra su cuerpo, embistiéndola despacio al principio para después empezar a moverme con un mayor ritmo.

Mordí mi labio inferior cuando noté cómo iba metiéndomela, moviendo lentamente mi cadera hacia él para sentir más. Volví a besar sus labios, gimiendo de vez en cuando contra ellos cuando más placer sentía, apretando con una mano su nuca y dejando la otra en su hombro, presionando un poco con mis dedos.