Casa de Nathan y Gema Miller

- Eh, no te enfades - dije girándome hacia ella - me tengo que levantar a las siete - dije pasando un brazo alrededor de ella - la semana que viene estoy de mañana - le recordé acomodándome en esa postura para quedarme dormido - buenas noches - murmuré dándole un beso en la espalda.

Puse una mueca mientras me decía que se tenía que levantar a las siete. Entendía que tuviera sueño pero yo no quería irme ya a dormir… y mucho menos esperar a que fuera la semana que viene, eso lo tenía claro. Al final me quede dormida pensando, en una de las veces que me desperté a darle el pecho al crio le adelante el despertador un poco y cuando fue a ser la hora me baje a la cocina con la bata puesta.
-Te hare un turno del bebe esta noche a cambio de que me perdones- le comente caminando hacia él cuando entro en la cocina medio dormido. Me abrí la bata y la deje caer al suelo, no llevaba nada puesto.

El crío lloró las tres veces fijas de siempre y cuando sonó el despertador me costó más que de costumbre levantarme. Gema no estaba en la cama así que supuse que estaría en el baño, bajé a la cocina, desayunaría antes y me ducharía después cuando ella saliera del baño. Pero al llegar abajo la vi en la cocina, la miré con una mueca cuando dijo que la perdonara y entonces vi la hora en el reloj de la pared.
- Oh.. venga ya Gema - dije pasándome una mano por la cara - no me jodas - murmuré apoyándome en el marco de la puerta, estaba muerto de sueño.

-No te jodo, esto es levantarse con buen pie- le dije caminando hacia él, que estaba apoyado en el marco de la puerta.- Te he dicho que te hare un turno y te dejo dormir toda la siesta que quieras.- comente pasando mis manos por sus hombros.-

- No, esto es joderme la mañana - dije echándome un poco hacia atrás - un puto turno por un polvo a las seis y media de la mañana no basta - dije pasando por su lado, recogí la bata del suelo y se la lancé - te recuerdo que hoy no puedo echarme la siesta porque tenemos que ir a hacer cosas importantes - dije mosqueado yendo a la nevera a por el zumo, ya que estaba ahí desayunaría, iba a llegar más temprano que nunca al curro.

-Vale- comente cogiendo la bata para ponérmela después de que me la tirara de aquella forma.- Esto no era un polvo- dije mosqueada, yo no era un polvo solo y no me gustaba que lo dijera así.-Pero tranquilo, que ya no te diré nada sobre este tema, si no quieres hacerlo no lo haremos- Eche a caminar hacia la habitación y me metí en la cama con la bata y todo. Seguro que era por las estrias o por algún quilo de mas que se me había quedado.

Pasé de decirle nada porque solo íbamos a ponernos a discutir y era demasiado pronto, estaba mosqueado y diría cosas de las que después me iba a arrepentir. Terminé de desayunar, recogí las cosas y subí a darme una ducha y a vestirme. Después me marché al curro sin despedirme ni nada.

A lo mejor si que me había pasado haciendo que se despertara antes por mi capricho de estar un rato los dos solos... Estaba un poco aburrida, con el bebé apenas me daba tiempo de arreglarme el pelo o hacer algo de deporte, era ponerme a ello y echarse a llorar, ademas de que tenia que hacer la comida y cuidar de los otros dos críos y esa noche no me había parado a pensar en que el ademas estaba yendo a trabajar. Pero por otra parte me enfadaba que me hubiera hablado así, tampoco era para tanto, ¿no? Ya no pude dormir mas esa mañana y el crío no tardo nada en echarse a llorar así que me levante y lo atendí. Después prepare las cosas de los otros dos y cuando se fueron al colegio salí a hacer la compra, a la vuelta hice la comida y prepare la mesa mientras Kristen contaba su día en el cole, esperando que viniera Nathan.

El día en la caseta fue un coñazo, podía parecer una tontería levantarse media hora antes pero a mi me destrozaba la mañana, se me cerraban los ojos todo el tiempo, ni siquiera viendo la mini tele me espabilaba. Volví a casa y subí a cambiarme antes de nada, después fui a la cocina, como siempre ya estaba la mesa puesta, puse las bebidas y me senté en mi sitio.

Cuando Nathan entro termine de poner los platos y los serví en la mesa, pasándoselos a Justin para que los fuera colocando. Acerque la cuna del bebé un poco a la mesa para verle mejor, porque seguro que se echaba a llorar de un momento a otro, y me puse a comer.
-He hablado con el perito, me ha dicho que podrá estar en la zona de la playa sobre las seis y media.- le dije a Nathan al cabo de un rato. Anoche habíamos hablado de que tenia que llamarle para que nos dijeran como estaban las tierras y si podíamos construir.

- Vale - dije mientras empezaba a comer - ¿a qué hora es lo del arquitecto? - pregunté cogiendo un trozo de pan y pasándole otro a la niña que lo acababa de pedir. Comí un poco y después bebí para pasarlo bien, mirando mi comida.

-A las cinco y media- le comente mirándole, se notaba que seguía mosqueado porque apenas despegaba la mirada del plato. Suspire un poco y seguí comiendo en silencio.- Lo de la lotería vendrá en el correo de esta tarde.- se lo dije porque teníamos que estar atentos al buzón, cuanto antes lo tuviéramos mejor, así le haría la transferencia bancaria al que nos lo había conseguido.

- Vale - dije a las dos cosas, a lo mejor podía echarme un rato antes de tener que ir a lo del arquitecto, o al menos eso esperaba porque estaba cansado y mosqueado. Acabé de comer algo más rápido de lo habitual y me levanté para coger algo de postre.

Seguí comiendo en silencio sin decir nada, cuando termine me levante para coger el postre para los críos, Nathan hoy iba mas rápido así que termino enseguida. Yo me quede recogiendo la cocina mientras los críos se iban a hacer deberes. Le cambie el pañal a Nate y fui a dejarle en la cuna del salon.

Terminé de comer antes que ellos, recogí mis cosas y me subí al cuarto, poniéndome la alarma en el móvil por si Gema no me despertaba, yo quería ir a ver lo del arquitecto y el perito. Me metí en la cama y desperté al cabo de un rato cuando sonó la alarma. Me levanté de la cama y fui al baño a mear y a lavarme la cara.

Cuando se acerco la hora de irnos prepare al bebe y a Kristen que la dejaríamos en casa de mi padre para que la llevara al ballet y subí a llamar a Nathan.
-Ah, ya te has despertado…- comente entrando. Camine hacia el armario para ponerme los zapatos y me quede mirándole de reojo un momento.


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