Valle-camping Frost.

-Ya nena pero yo no soy tan duro como tu- le dije sonriendo a Martha- Ni tan malo tampoco…- dije como pensativo- Estaban allí para aprender, además… ya los ponía delante cuando había riesgo de balazo, con eso tenían suficiente- comente riéndome- si no lo ha oído- dije sobre la niña con una mueca- Además, las pajas es eso que se usa para beber la leche de por las mañanas…- me empecé a reír mientras lo iba diciendo, porque no había tenido la intención de que sonara mal, pero había quedado muy pervertido.-

- No tienes madera de padre Jota, no intentes arreglarlo- lo vacilé. El ruso se rió y su novia tonta también, no se por qué se reía si no entendía nada-. Tranquilizate- le dije a Brooke cuando empezó a decirle aquello de que la niña podría oírle-. En realidad a ella no le gustan esas palabras- dije sobre ella.
- No te preocupes, Silvia no lo ha oído, sino ahora estaría aquí con su "por qué"- se rió- está en la etapa esa en la que lo quiere saber todo- rodó los ojos-. Tienes razón- le dijo a Jota- eres un blando- asintió-. Y tu un bocazas- me señaló- deberías cerrarle la boca de vez en cuando, te sentirías genial- le dijo a Brooke sonriendo de lado.

- Ya no vale que lo intentes arreglar, menos mal que no lo ha escuchado - comenté mirando de reojo a la niña que hacía agujeros en el suelo con un palo - no hay que decir esas palabras tan feas, y menos delante de niños - dije mirando a Gonzalo - ¿cerrarle la boca por qué? si no ha dicho nada - comenté mirando a Martha - yo no puedo decirle las cosas de esa manera - no podía hablarle a Gonzalo como a veces le hablaba Martha a Jota, no era capaz.

-Tú sí que no tienes madera de padre- le dije a Gonzalo metiéndome con él, ni siquiera soportaba a los críos.- Yo soy un buen casi padre- le dije a él- La niña me quiere que te cagas, me hacía unos dibujos geniales cuando estaba en Irak. Eso era lo mejor de Irak.- dije sonriendo y mirándola- Eh, colega- la llame y ella se levanto para venir hacia mí, la senté en mis piernas- El tío Gonzalo dice que quiere un dibujo de ti y de el cogidos de la mano por el parque. ¿Crees que podrás hacérselo? Y otro abrazo- le dije a ella al oído.

- Ya, ya lo sé- por eso yo decía royo cuando quería decir mierda, putada, gilipoyez...esas cosas, cuando los niños estaban delante- pero yo lo tengo asumido- me alcé de hombros. En realidad no se me daban mal los críos, lo que pasaba es que no tenía ninguno mío y los de los demás no me gustaban- Gracias- le dije a Brooke cuando dijo que ella no me hablaba mal. Ella siempre me hablaba bien, me gustaba así, aunque se pusiera pesada con las cosas, ella era así.
- Está loca por ti- le dijo Martha a Jota- y él por ella- nos dijo a nosotros- a veces creo que la quiere más a ella que a mi- se rió- pero me da igual- miró a la cría y sonrió-. Le mandaba por lo menos cuatro dibujos en cada carta y claro, luego me tocaba leerle la respuesta de Jota- se rió- me hacía leerle las cartas toodas las noches- rodó los ojos. Silvia se levantó corriendo para ir con Jota y asintió cuando él le dijo que yo quería un dibujo.
- Yo dibujo muy bien- afirmó y después corrió hacia mi dándome un abrazo. Le correspondí al abrazo solo para darle por boca a Jota-. Oye, oye- dijo Silvia desde donde estaba abrazándome aún pero no nos hablaba a ninguno. Miré hacia atrás y vi a un hombre cojeando- ¿y a ti que te pasa?- preguntó.
- Silvia- la llamó su madre- esas cosas no se preguntan.
- Anda raro mamá- miró al hombre esperando que le diera una respuesta. Era ya mayor. El hombre se rió y dijo que no pasaba nada, después le explicó a Silvia que se había caido haciendo no se que, porque dejé de prestar atención a mitad de la historia, los viejos me aburrían.

Sonreí cuando Silvia fue hacia Gonzalo y se abrazaron, qué monos.. ojalá hubiera tenido la cámara preparada para haber sacado una foto del momento. Miré hacia el señor cuando empezó a explicar que se había caído, pobre hombre.
- Pero se encuentra bien ¿no? - le pregunté preocupada, a lo mejor estaba solo, me daba pena.. pero dijo que sí y después de despedirse se marchó - pobre señor - comenté poniendo una mueca - me da penilla, paseando tan solo.. - dije cogiendo mi bebida para beber.

-Yo también le mandaba dibujos- les dije riéndome- Me salían de puta madre, estoy hecho todo un artista- vacile a todos riéndome y mirando a Misha, el había sido piloto de aire- Pintaba con barro, estilo barroco- me reí. El hombre mayor se fue.- A los mayores tienes que llamarles de usted, puedes preguntarles, que a mí también me da curiosidad, pero no digas “eh tu” di, “eh, señor, perdone”- le explique a Silvia riéndome, porque ella prestaba atención.

Se quedaron algunos escuchando la versión del viejo, que al final dijo que estaba bien. Miré a Brooke, si por ella fuera adoptábamos viejos también, mejor no nos comprábamos nunca una casa grande que diría que teníamos mucho espacio y me metería a cualquiera dentro.
- Yo no dibujaba- le dijo Misha a Jota- no tenía a quien mandarle dibujos y en realidad se me da fatal- se alzó de hombros y sonrió. Su novia se rió y yo la miré con una ceja levantada. La cría miró a Jota cuando empezó a explicarle como tenía que llamar a los viejos.
- ¿Y por qué?- preguntó mirándolo.
- Pues porque son mayores cariño- le explicó Martha- y a lo mayores y a la gente que no conoces se le trata de "usted"- continuó. Silvia miraba a Jota y a Martha pensativa.
- Pero a ti no, ¿no?- preguntó y ella negó con la cabeza- ¿y a Jota?- lo señaló y Martha volvió a negar- ¿y a la tía Brooke?- negó- aahhh- asintió-. Pues vale- se alzó de hombros.
- No nos va a hacer caso- le dijo Martha a Jota- sabe de sobras como tiene que llamar a la gente, pero quiere- se alzó de hombros.
- Mami, mami, mira, mira- la llamó Silvia- un bicho- señaló una babosa que había en el cesped- buag, es pegajoso...y feo...¡que chulo!- se rió- va en el suelo como Jota cuando se me caen los juguetes debajo del sofá- lo señaló y se rió.

Miraba a la niña sonriendo, es que era tan mona y tan graciosa, doblé las piernas y las rodeé con mis brazos para apoyar la barbilla en una de ellas y después suspiré mirando a Gonzalo un instante de reojo, yo quería tener hijos pero Gonzalo no iba a querer, casi se había muerto al ver el predictor en el baño.. así que no iba a querer ni siquiera negociar el tema.

-Es verdad, es igual que yo cuando tiras los juguetes para reírte de mí y que me agache a recogerlos porque el abuelo no puede- le dije riéndome- No la toques, eh?- que fijo que si tocaba eso se ponía mala o algo así.- ¿aquí no habrá muchos bichos y cosas malas para una niña?- le pregunte a Brooke que era enfermera- ¿no se podría poner mala? Si cuando se pone mala es como su madre.- rodé los ojos- que dios nos pille confesados- comente riéndome y mirando de reojo a Martha, fijo que ahora me pegaba o algo.

- Es solo una babosa- le dije a Jota mirándolo. Rodé los ojos sonriendo- no la toques cariño- si Jota le había dicho que no la tocara no le iba a decir que lo hiciera. Silvia se puso las manos en el regazo pero seguía de cuclillas mirando la babosa.
- Me voy a chivaar, ja ja- le dijo a Jota mirando aún la babosa insinuando que le iba a decir a Peter que le había dicho que no podía coger sus juguetes.
- Oye tu, no te pases- le dije a Jota dándole un golpe en el brazo- tampoco soy tan mala- era horrible, sobre todo cuando me dolía la barriga o algo así, las balas las aguantaba, pero las cosas estas no-. En realidad Silvia cuando se pone mala no es como yo, lo único que hace es acercarse a mi, pero no se quiere separar- era como una lapa, solo quería mimos y que no la dejaran sola.

- Qué va, no es más malo que vivir en la ciudad con toda esa contaminación - le dije a Jota - las babosas no hacen nada, solo manchan, son pegajosas, como los caracoles - comenté mirando a Silvia que seguía mirando atenta la babosa - sí que hay bichos que pueden dar algo de alergia, como las avispas o las abejas.. pero el campo es muy sano - sonreí - lo único el frío.. aunque hoy no hace mucho - al sol se estaba bien.

-Así que vivir en la ciudad puede ser malo…- dije pensativo- Pues a mi eso no me lo enseñaron en el colegio. ¿Qué mierdas enseñan en los colegios?- pregunte como indignado aunque al momento me quede pensativo, ladeando la cabeza- Bueno… yo apenas iba así que no creo que sea el mas adecuado para hablar.- me rei.

- Todas estas cosas son buenas para ellos- señalé a la niña- les va bien mancharse y todas esas cosas- no sabía a quien se lo había oído- se inmunizan contra las enfermedades- les expliqué, aunque Brooke ya lo sabría de sobras-. Ya, bueno...tu...eres caso a parte- reí- yo solo fui un curso- pero eso ya lo sabían, había quemado el colegio y no me dejaron volver, así que me daban clases en casa-. Silvia no te sientes así- se sentaba con los pies hacia afuera y eso era malo. Ella se puso de pie y corrió hacia mi.
- Mami, te quiero- dijo sonriendo.
- Y yo a ti cariño- le respondí dándole un beso- pero no me cambies de tema, sabes que tienes que sentarte bien- ella asintió. La cogí y la senté en mis piernas, aunque no iba a durar mucho ahí.

- Hay que sopesar pros y contras - le dije a Jota - vivir en el campo tiene muchos pros, pero también puede ser malo.. ¿qué pasa si te caes y te haces daño de verdad? los hospitales quedan lejos.. también hay animales salvajes, suele hacer más frío - miré a Silvia cuando fue corriendo hacia Martha y le dijo que la quería, puse un medio puchero, qué bonito, yo también quería una hija que me dijera esas cosas, así al menos alguien me lo diría de vez en cuando..

Me quede pensando en todas las cosas que estaba diciendo Brooke, tenía razón, prefería tener el hospital cerca que los médicos sabían mas de curar cosas que yo, que lo que sabía de medicina trataba sobre como matar gente lo más rápido posible y como mucho, como hacer un torniquete.
-Eres una pelota- le dije a Silvia señalándola- ¿a los demás no nos quieres o qué?- dije señalándonos.

- Yo prefiero la ciudad- siempre prefería la ciudad, no sabía vivir en el campo, me aburría demasiado. Silvia frunció el ceño mirando a Jota y se levantó de mis piernas, se puso detras de él.
- Tu eres una pelota- dijo pasándole las manos por la cabeza- y envidiaso- se rió.
- Envidioso- la corregí.
- Eso- respondió ella. Nunca repetía las cosas cuando se las decía- ala, tienes pelo- dijo mirándolo e intentando tirarle de uno.

Gonzalo

- Madre mía, ¿nunca para?- pregunté- dadle una tila o algo- hice una mueca. Era un poco pesado que no pararan en todo el día. Menos mal que yo no tenía pensado tener críos, y por suerte a Brooke parecía que tampoco se le había ocurrido. Miedo me daba el momento en el que se le ocurriera tarde o temprano, pero por su cara no iba a tardar mucho. No le quitaba ojo a la cría.

- Ahora no te está haciendo nada Gon - dije mirándole de reojo - está a lo suyo - le dije en voz baja - cuanto más te quejes peor - comenté volviendo a mirar a la niña, no entendía porque no le gustaban los niños, aunque si lo pensabas bien no era muy difícil adivinarlo, a Gonzalo no le gustaba nada ni nadie, ni los perros, ni su hermano.. no entendía cómo podía gustarle yo..

-Claro que tengo pelo- le dije a Silvia riéndome cuando lo dijo toda sorprendida- Me parece que me lo voy a dejar crecer. Me apetece parecer una persona normal y no un preso o un soldado principiante.- me pase la mano por la cabeza y cogí la mano de Silvia, cogiéndola en peso y dejándola despacio en el suelo, tumbada- ¿ahora qué? No te puedes levantar- no la dejaba aunque ella hacia fuerza- Que flojucha eres…- le dije riendo

- No sabía que tenías- dijo Silvia. Yo me reí mirando a mi hija, tenía unas cosas...- hay, suelta, suelta- se quejaba- mami, socorro- se reía porque intentaba levantarse y como Jota no la dejaba le entraba la risa floja- mamiii- se quejó.
- Dejala...-dije sin mucha gana porque me reía también.
- Te voy a meter una patada en el culo- le dijo ella a Jota riéndose. La miré con una ceja levantada, eso lo habría escuchado en el cole.

Gonzalo

- Si yo no me quejo, es una observación- le dije a Brooke mirándola- es que no para- la señalé- no se como tiene tantas energías- hice una mueca-. ¿Todos los críos son iguales?- pregunté mirandola a ella con una mueca. Sabía más que yo de críos.

- Ya, bueno.. - la observación de siempre, odiaba a los niños y no entendía por qué, eran adorables - pues porque es una niña, a esa edad son pura energía todo el tiempo - comenté mirando a la niña que no dejaba de reírse mientras Jota jugaba con ella - algunos son más tranquilos que otros, cada uno es como es, como los adultos, solo que en tamaño pequeño - dije sonriendo.

-Eh, eh, eh- dije parando de hacerle cosquillas- ¿Dónde has escuchado tu eso? Esas cosas no se dicen señorita- le dije regañándola- ¿a que no, mama?- le pegunte a Martha, era su cría así que ella tenía que reñirle, pero no creía que algo así fuera adecuado para una niña de su edad.- Las niñas tan guapas como tú no dicen cosas así de feas.- dije negando con la cabeza.- Pregúntale a tía Brooke y veras como no- Brooke era muy de decir esas cosas de que las señoritas no hacían cosas feas.

Me reí cuando escuché a Jota regañarla. Cuando me preguntó me alcé de hombros.
- No lo se, el que la está riñendo eres tu- él sabía muy bien si tenía que regañarla o no. Asentí de todas maneras para que supiera que estaba haciéndolo bien-. Escucha a Jota cariño- le dije a ella- esas cosas no se dicen.
- Pero Jackson las dice- respondió ella poniendo los codos en el suelo y mirándonos.
- Jackson es un maleducado- le respondí- no se dice- miré a Jota- es un niño de su cole- le expliqué.

Gonzalo

- Ah- asentí-. Pues vaya pesadez...¿imaginas lo que tiene que ser estar todo el día detras de una cría?- hice una mueca. Tenía que cansar, si yo me cansaba teniendo a esta un rato alrededor con su madre al lado...Saqué una cerveza y abrí la lata para bebérmela-. Deberíamos ir pensando en irnos ¿no?- pregunté- se está haciendo tarde...

- Eso es verdad cielo, las señoritas no dicen esas cosas, es muy feo - dije sonriéndole a Silvia - los niños son unos maleducados todos - comenté dándole la razón a Martha - sí, se ha hecho un poco tarde, va a empezar a refrescar.. deberíamos irnos - les dije a los demás - vamos a recoger - comenté poniéndome de rodillas para alcanzar mejor todas las cosas e ir guardándolas en la cesta - tampoco es para tanto, tu que eres un exagerado - le dije a Gonzalo sobre los críos.

-Pues ya lo has oído, a Jackson que le den… ehm, que no le hagas caso- me corregí poniendo una mueca- que es un mal niño.- dije señalándola- Venga, vamos a dar una vuelta mientras los demás recogen, así nos libramos- le dije cogiéndola en brazos y empezando a hacerle el avión- brrrrrrrr.- iba haciendo el ruido mientras corría haciendo círculos.