Apartamento de Vampiros.

-Sí que eres una blanda, no has podido ni moverme- comente riéndome mientras la miraba- Eso me gusta, yo tampoco tengo pensado morirme-. Dije con sorna riéndome un poco mas y me incline para besarla, llevando mis manos por sus muslos y subiéndole el vestido poco a poco para tocarle la piel.

Lo miré frunciendo el ceño cuando me dijo que era una blanda y solté una risilla cuando dijo que no tenía pensado morirse aún. Correspondí a su beso con ganas mientras bajaba la mano de su cara por su cuello despacio, abriendo con esa mano el primer botón de su camisa. Levantaba mi cuerpo un poco para pegarlo al suyo. Mordí su labio inferior y tiré un poco de él soltando una pequeña carcajada. Bajé la otra mano por su pecho empezando a desabrochar el resto de botones y abriendo su camisa para poder acariciar su pecho sin tela de por medio.

Me quite la camisa cuando me la termino de desabrochar, volviendo a besarla y deslizando la cremallera del vestido con uno de mis dedos. Me levante rápidamente, llevándola conmigo y cuando la puse contra la pared mire su cuerpo, por el camino, aunque ella no se hubiera dado ni cuenta, le había quitado el vestido.

Pasé mis manos por sus brazos cuando se quitó la camisa y como lo hizo con tanta rapidez que a penas noté el movimiento ni me di cuenta de que ya no estábamos en la cama hasta que me puso contra la pared. Lo miré algo sorprendida y después seguí su mirada con la mía sobre mi cuerpo, ya me había quitado hasta el vestido. Me reí y rodeé su cuello con mis brazos, poniéndome de puntillas para besarlo.
- Puedo acostumbrarme a esto...- murmuré contra sus labios, sonriendo un poco aún entre besos. Pasando mis manos por su pecho, y tirando de él hacia mí.

Solté una carcajada cuando dijo que podía acostumbrarse a eso, cualquiera podía acostumbrarse a una cosa como esa.
-Genial, porque me gusta- dije sonriendo con picardia y seguí besándola, llevando mis manos a su trasero, apretándola un poco mas contra la pared y contra mi cuerpo, aunque sin aplastarla que no quería hacerle daño-

Sonreí cuando me dijo que le gustaba y seguí besándolo con ganas, deslizando mis manos por sus costados mientras él me apretaba contra su cuerpo y yo me movía un poco contra él para encajar mejor nuestros cuerpos. Lo besaba cada vez con más ganas así como mi respiración se iba acelerando cada vez un poco más. Dejé un poco de hueco entre nuestros cuerpos para poder bajar las manos hasta sus pantalones, separándome unos instantes de su boca para tranquilizarme un poco, para que no le doliera. Empecé a desabrochárselo, un poco torpe al principio, solté una risilla y cuando por fin lo conseguí metí las manos un poco por su pantalon para alcanzar su trasero.

Deslice cuidadosamente pero apretando un poco mis manos por sus muslos y las lleve a su trasero, le apreté y la levante, dejando caer mis pantalones al suelo y moviéndome rápidamente para deshacerme de ellos. La deje sobre la cama y empece a hacer un camino de besos desde su tobillo, pasando por su muslo y su tripa hacia su escote.

Suspiré cuando noté sus manos en mi trasero y me levantó, rodeé su cuello con mis brazos, pero cuando me quise dar cuenta estaba sobre la cama. Apoyé la cabeza en la almohada cerrando los ojos mientras notaba como empezaba a besar mi cuerpo. Me arqueé contra él cuando fue llegando a mi tripa y después por mi escote, levantando yo mis manos para acariciar sus costados y después su espalda. Lo besé con ganas en los labios y después pasé por su cara hacia su cuello, succionando un poco, saqué los dientes y le pegué un pequeño mordisco, sonriendo un poco y pasando mi nariz por la zona mientras seguía pasando mis manos por su cuerpo.

-Auch- comente cuando me mordió sonriendo y mirándola con picardía. Se ponía súper guapa cuando sonreía de ese modo. Lleve mis manos por su cuerpo, acariciándole y dejando una de ellas en su muslo, apretando su cuerpo contra el mio mientras que la otra mano la metía bajo su espalda, así a la vez que la apretaba mas contra mi también podía desabrochar su sujetador y tirarlo por algún lado de la habitación.

Lo miré a los ojos divertida cuando se quejó de aquella manera y volví a besarlo con un poco más de ganas que antes, pero tratando de controlarme para no hacérselo pasar muy mal...aunque sabía que llegaría un momento en el que no podría hacerlo. Arqueé un poco mi espalda contra él para pegar nuestros cuerpos y dejar que el mi quitara el sujetador. Nos deshicimos de él y rodeé con mis piernas su cuerpo, acariciando con una de ellas su pierna y apretando con mi rodilla su trasero. Llevé una de mis manos a su cuello acariciándoselo y tirando un poco de él para profundizar un poco más el beso. Notaba que mi pulso se aceleraba por momentos, y a pesar de que intentaba relajarme no podía. Normalmente estando cerca de él no podía, pero en estos momentos menos aún...

-Relajare, estas tensa- le dije en un susurro mientras la iba besando, baje con mis labios por su cuello despacio, lamiendoselo y besándola.- Tengo mucho autocontrol.- aunque lo pasaba mal podía de sobra, y mas yo, que me alimentaba pero bien. Lleve una de mis manos a sus pechos, masajeandole uno primero y luego el otro, mientras seguía masajeando con la otra mano su muslo

Asentí cuando me dijo que me relajara, cerré los ojos y estiré el cuello dejando que me besara, entonces caí en una cosa y cogí su cara entre mis manos.
- No me das miedo- susurre mirándolo a los ojos. Lo que no quería era que le doliera a él, pero yo sabía que no me iba a morder, confiaba en él. Tiré de su cara hacia mi para besarlo despacio mientras notaba como acariciaba mis pechos y mi muslo. Bajé una mano hasta su espalda y lo apreté contra mí, levantando también mis caderas para pegar mi cuerpo un poco más al suyo. Bajé la otra mano hasta su trasero, metiéndola por dentro y presionándoselo mientras seguía besándolo, esta vez con más ansias, sin contenerme. Después de un momento paré y lo empujé un poco para que se diera la vuelta y poder ponerme yo encima. Me subí a horcajadas sobre él y pasé una mano por sus abdominales subiéndolas hasta su pecho, recorriéndolo bien con la mano abierta para poder abarcar todo lo posible, pasando mis besos por su clavícula y ascendiendo, casi a la vez que mi mano por su cuerpo, con mi boca por su cuello hasta llegar a su boca, succionando su labio inferior.

Deslice una de mis manos por su cuerpo, acariciando sus caderas mientras dejaba que me besara y mordiera, correspondiendole con besos de vez en cuando. Cuando llegue a su tripa lleve mi manos sobre su ropa interior, empezando a rozar mis dedos contra su sexo.

Gemí un poco cuando noté su mano recorrer mi cuerpo hacia mi sexo. Solté un pequeño suspiro mientras lo besaba, bajando mis besos por su cuello y llevando mis manos por su pecho. Me levanté un poco para poder meter las manos yo también entre nuestros cuerpos, metiéndola dentro de su boxer y empezando a masajear la punta de su miembro con la yema de mi dedo pulgar.

Di la vuelta en la cama, colocándome yo encima y deslizando mis manos para sacarle las braguitas, una vez las deje a un lado de la cama me coloque sobre ella, volviendo a besarla a la vez que llevaba la mano de nuevo a sexo, empezando a masajearle sin ropa de por medio, apretando sobre su clítoris.

Nos dimos la vuelta en la cama quedando él encima de nuevo. Bajé las manos por su cuerpo de nuevo hasta alcanzar el boxer, me resultaba más difícil tocarlo si lo tenía puesto. Así que se lo bajé un poco con mis manos y continué con mis pies y con un poco de ayuda por su parte. Subí una mano por su espalda apretándola un poco para intentar pegar nuestros cuerpos, pero si lo hacía tenía que parar y no quería hacerlo, así que empecé a tocarlo despacio, cerrando los ojos y mordiéndome el llabio con fuerza cuando presionó de aquella manera. Yo empecé a masajear su miembro con más fuerza porque yo no podía hacerle daño de ninguna manera, pasaba mi pulgar por su punta, cerraba mi mano alrededor de él y lo presionaba moviéndolo de vez en cuando.

Apretaba su cuerpo contra el mio dejando una de mis manos en su muslo, pero intentaba no hacerlo con demasiada fuerza, que no quería pasarme y hacerle daño. Después de un rato presionando su sexo introduje uno de mis dedos en el, empezando a moverlo ritmicamente.

Solté un pequeño gemido al notar como introducía uno de sus dedos en mi interior. Lo besé con más ganas aún mordiendo su labio con un poco de fuerza y empezando a masajear su miembro con un poco más de rapidez, rítmicamente. Subí mi mano por su espalda hasta su nuca, acariciándosela y acercándolo más a mi para besarlo mejor, jugueteando con su lengua. No podía evitar gemir de vez en cuando. Cerraba los ojos y apoyaba mi frente en la suya intentando coger aire a la vez que levantaba mi cadera hacia su mano.
- Oh Damon...- susurré abriendo los ojos para mirarlo.

Sonrei satisfecho cuando escuche como gemía mi nombre, deje de besarle en los labios para ir llevando mi boca por su cuello, pasando por allí rápidamente y continuando por su escote, pase dándole pequeños mordiscos muy débiles y bajando por su tripa, con mis manos iba acariciando sus muslos. Llegue a su ombligo y seguí bajando hasta pasar mi lengua por sus muslos, volviendo a subir, quería desesperarla un poco.

Estiré el cuello dejando que me lo besara mientras yo seguía acariciando su espalda y su miembro, removiéndome un poco a medida que iba bajando y acariciándole las partes a las que llegaba de su cuerpo. Contuve el aliento cuando besó mis muslos y después volví a respirar más agitada, subiendo las manos por las sábanas y agarrándolas, mirándolo a veces de reojo e intentando acercar mi cuerpo más al suyo, pasando mis piernas por sus costados en una caricia.

Sonreía mientras la veía estirarse y encogerse sobre su cama, mientras seguía subiendo mis besos por su cuerpo, hasta llegar a sus labios. La bese con más ansia, aguantándome las tremendas ganas que tenia de clavarle el colmillo y saciarme hasta no acordarme de nada.
-Espera- susurre contra sus labios y a velocidad vampírica fui hasta el pantalón, cogí un condón, me lo puse y me coloque sobre ella de nuevo.- Ya estoy de vuelta- canturree besándola y le abrí un poco las piernas para acercar mi miembro a su sexo.

Suspiré cuando volvió a ascender por mi cuerpo dejando besos por el camino. Yo tiraba de él con mis manos intentando que terminara de colocarse más rápido, pero no podía porque él era mas fuerte que yo, así que solo podía apretar sus brazos. Cerré los ojos y pasé mis manos por su espalda apretándolo mientras hacía lo mismo con mis piernas y las suyas. Protesté cuando me dijo que esperara y se apartó de mi, pero enseguida volvió. Sonreí cuando volvió al segundo, llevé mis manos a sus mejillas incorporándome un poco para besarlo con ansias, soltando pequeños quejidos de desesperación y abriendo bien las piernas para dejar que se colocara bien entre ellas. Gemí cuando noté que acercaba su miembro a mi sexo y levanté la cadera para recibirlo desesperada.

Embestí despacio la primera vez, aunque ella aprecia ansiosa así que recule y empece a moverme sobre ella con ritmo, dejando una de mis manos sobre el colchón y la otra sobre su cadera, llevándola un poco por detrás de su espalda para atraerla hacia mi, ayudándola a moverse contra mi cuerpo.

Cuando lo noté deslizarse dentro de mí sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome temblar de placer. Además respiraba con dificultad, agitada. Rodeé con uno de mis brazos su cuello bajando la otra mano a su trasero, presionándolo contra mí. Movía mi cadera contra él con su ayuda mientras lo besaba con ansias, mordiéndole de vez en cuando y besando de vez en cuando su cara y su cuello. Levanté un poco más las piernas para no poner barrera con ellas y disfrutar más los dos. Gemía bajito cada vez que separábamos nuestros labios durante segundos para que yo pudiera respirar. Pasé mi lengua por su cuello deteniéndome en su oreja, cogiendo su lóbulo con los dientes y pasando mi nariz por su lado, gimiendo en voz baja de vez en cuando.

Con la mano que no me sujetaba iba acariciando sus pechos y su costado, apretando de vez en cuando de ella hacia mí. La deslice poco a poco hasta colocarla en su muslo, echándolo hacia mi cuerpo a la vez que embestía contra el suyo, besándola por la mandíbula para evitar que me respirara todo el rato contra la boca, que eso me lo hacía bastante insoportable.