Casa Nathaniel Miller (Piso Patera)

-Si, bueno, la cría me ha llamado y Margo ha dicho que podía venir, así que he venido.- comente mirándole, me senté en el sofá a su lado y suspire mirando la tele, seguía la película de Bob puesta- ¿Como van las cosas por aquí?- pregunte curioso.

Los escuchaba hablar desde la cocina y en los viajes a la mesa, aunque me costaba escuchar porque Peter no es que hablara muy alto nunca.
- No van todo lo bien que deberían, pero no podemos quejarnos- le respondió-. Ha estado preguntando por ti todo este tiempo- le dijo Peter sobre la niña. La verdad es que Silvia no se olvidaba de Jota ni por un momento, por eso me costaba a mi tanto olvidarme también de él, me lo recordaba a cada momento y hacía que me arrepintiera de haberlo dejado, pero ¿qué otra cosa podría haber hecho?, ¿tragar?.

-Ya, supongo que no van todo lo bien que deberian- con el cabron ese suelto por aqui nada podia ir bien, a mi no me engañaban, pero no podia hacer nada... por mas que lo intentara, Martha siempre me iba a sacar de eso, me sacaria de su vida al final.- Ojala pudiera olvidarse de mi, asi las cosas serian mas faciles para ella- comente sobre la niña, odiaba que por mi culpa tuviera que echarme de menos y aprender a llamar por telefono.

- ¿Seguro?, su padre no le hace caso, ¿crees que sería más facil para ella no tener a nadie que se interesara aparte de su madre y nosotros?- preguntó Peter. Fruncí el ceño pero hice como que no había oído nada y seguí poniendo la mesa.
- A cenar- los interrumpí en el siguiente viaje. Silvia se sentó rápido en la silla y llamó a Jota para que viniera a sentarse a su lado. Le puse unos cuantos nuggets a ella y esperé a que Margo viniera para servir a los demás.
- Tomate- le pidió Silvia a Jota cuando se sentó, estaba de su lado.

-No, pero seria mas facil si nadie mas fuera a dejarla- le dije al viejo levantandome, los dos sabiamos que llegaria el dia en el que terminaria por largarme, no iba a vivir aqui toda mi vida sin hacer nada... o si, tal vez podia quedarme toda la vida para ser esa unica persona a parte de ellos que se preocupara por la cria. Lo pense mientras caminaba a la cocina y al llegar me sente al lado de Silvia.- A ver, trae, que te voy a hacer un dibujo con el tomate- comente cogiendo su plato y dibujando una cara sonriente- Mira, es tan guapo como yo- le dije enseñandoselo.

Margo terminó de servirnos y yo serví el agua también mientras Jota le ponía el tomate a Silvia con una carita sonriente. Miré a Silvia, que fruncía el ceño mirando el plato cuando Jota terminó.
- No, porque no tiene cejas- se señaló las tuyas- tu eres más guapo- le dijo ella sonriendo un poco.
- Venga, guapa, come que se te enfrían- se los señalé y empecé a comer yo.

-Gracias- le dije a la cria cuando comento que yo era mas guapo, me incline y le deje un beso en la cabeza, poniéndole el pelo para atrás, que luego se lo manchaba comiendo. Cogi mis cubiertos para ponerme a comer, se me hacia raro despues de tanto tiempo estar otra vez aquí todos sentados, no sabia que decir y eso que yo siempre tenia algo que decir.

Sonreí un poco mirando a Jota y a Silvia pero quité la sonrisa enseguida y me dediqué a comer y beber. Silvia se deboró en un momento los nuggets, otras cosas costaba mucho que se las comiera, pero si nos descuidabamos los nuggets se los comía ella sola.
- Mami, quiero más- dijo levantando el plato. Le serví dos de mi plato, porque a mi la verdad es que no me apetecían demasiado. Me levanté y fui a por algo de queso, poniéndolo en la mesa por si alguien quería. Corté un trozo para mí y otro más chico para la niña-. Si tienes más hambre dilo- le dije a Jota mirándolo.

-Tranquila, estoy bien- dije mirandola- Me habia comido una pizza familiar y un par de paquetes de palomitas antes de venir aqui, lo que menos tengo es hambre- ultimamente comía super mal, me daba pereza hacerme cosas y nunca estaban tan buenas como las de Margo o mi madre, asi que pedia comida basura que por lo menos no estaba mala aunque fuera mala.

- ¿Qué clase de comida es esa?- preguntó Margo mirando mal a Jota- no te estás alimentando bien- comentó ella aún con gesto de enfado. Terminamos de comer y sin decir nada se levantó para ir a la cocina, la escuchaba trastear desde aquí, me daba la sensación de que iba a pasar un buen rato en la cocina. Me levanté para quitar la mesa, Peter quitó su plato y Silvia más de lo mismo.
- Yo el tuyo -le dijo a Jota cogiendo su plato también para llevarlo ella.
- No te tropieces- la avise mirándola desde donde estaba y terminando de quitar las pocas cosas que quedaban-. Margo te está preparando comida para esta semana- le comenté a Jota.

-¿Porque?- pregunte con una mueca.- Margo, que no hace falta... como en el trabajo la mitad de los dias- aunque era siempre comida de bar, que tampoco era nada muy bueno- Enserio, no te molestes- le dije asomandome a la puerta de la cocina.- Que no como tan mal...- menti suspirando, me sabia mal que hicicera eso ahora por mi, me hacia sentir como un capullo.

- A callar- le ordenó Margo enfadada, si había algo con lo que no se podía bromear con Margo era con la comida- ve a sentarte por ahí o a dormir a mi niña- lo hecho de la cocina cerrando la puerta tras de si y yo me empecé a reir sin poder contenerme, hacía años que no veía a Margo así.
- Ala, ya sabes- dije riéndome aún más, sujetándome la tripa, me había recordado a cuando me reñía a mí de pequeña. Silvia vino corriendo enseñándonos los dientes.
- Limpios, limpios mami, Jota- lo miró a él.
- ¿Tu cepillándote sin una pelea?- pregunté- eso es nuevo- la señalé.

Mire a Martha con una ceja levantada cuando empezo a reirse de mi y luego sonrei un poco, me encantaba cuando se ponia asi, me moria por... besarla y abrazarla. Mire a la cria cuado comento que tenia los dientes limpios y la cogi en brazos.
-¿Me lees un cuento?- le pregunte curioso

- ¿Yo sola?- preguntó Silvia mirándolo, yo aún seguía riéndome un poco, me estaba doliendo la tripa-. Tu conmigo- le respondió después de pensárselo.
- No le gusta leerlo sola, leemos una página cada una- le expliqué a Jota. Silvia se cansaba mucho, a ella lo que le gustaba era inventarse los cuentos, no leerlos-. Venga anda, subid a la habitación, te tengo que cambiar- la señalé y subí las escaleras. Entré en la habitación de Silvia y saqué su pijama para ponérselo.

-Vale, tu me lees una pagina y yo te leo una a ti- comente mirandola- O eso o nos lo inventamos- cuando estabamos en la habitacion cogi varios peluches, colocandolos en la cama para jugar con ellos cuando emepezaramos acontar el cuento, asi siempre molaba mas, era escenificado.

- Vale, inventado- dijo ella sonriendo ampliamente. Yo por las noches la dejaba a veces, porque ya era hora de dormir y no prestaba la misma atención. Mientras Jota cogía los peluches yo cambié de ropa a Silvia y después la dejé en la cama.
- Os dejo solos, yo me voy abajo...- comenté señalando el suelo. Le di un beso a Silvia y salí de la habitación, la niña estaba muy ilusionada con que Jota hubiera venido a casa hoy, lo echaba mucho de menos.

Me quede con la cria mientras montabamos el cuento y despues me tumbe a su lado hasta que se quedo dormida, incluso me quede un rato mas, mirando como dormia placidamente, la echaba tanto de menos joder... me quede un rato mas, porque me costaba separarme de ella, auqnue solo estuviera durmiendo y al final me quede dormido a su lado en la cama.

Después de un rato decidí subir a ver que pasaba, porque me resultaba raro que Silvia no se hubiera dormido aún, aunque con lo excitada que estaba no me extrañaba mucho tampoco. Al llegar allí me quedé parada en la puerta, apoyándome un poco en ella, no sabía que hacer, me daba pena despertarlo, parecía tan cómodo ahí...Me quedé un rato observándolo, sin saber que hacer, debería despertarlo, pero me gustaba mirarlo así, era como si estuviera en casa todavía...

Me desperte y me quede un poco extrañado, no era el piso de Nathan, mire alrededor y vi a la cria a mi lado, me habia quedado sobado. Me mire el reloj y vi que no habia pasado mucho rato y justo cuando me levante vi a Martha en la puerta.
-Ehm... me he sobado- comente con una mueca- Lo siento- dije pasandome una mano por la cara- Sera mejor que me vaya ya... es muy tarde-

Me quedé un segundo pensando que hacer, aunque no conseguía decidirme. Entonces él mismo se despertó, después me miró diciendo que sería mejor que se fuera.
- No es tan tarde- comenté mirando el reloj de mi muñeca-. Margo aún no ha acabado contigo- comenté desde donde estaba, sin quitarme del marco de la puerta-. ¿Te apetece una copa?- pregunté con una ceja levantada. No me iba a quedar cruzada de brazos hasta que Margo terminara, además, me moría por pasar un rato con él, aunque no quería aceptarlo del todo.

-Ah.- suspire medio riendome y rode los ojos- Margo... es cierto, no me acordaba que me va a castigar eternamente- dije levantandome, arrope a la cria un poco, mirando que no se habia despertado con el movimiento y camine hacia la puerta donde estaba Martha.- Si, ¿porque no?- dije sobre la copa, encogiendome de hombros.

- Parece mentira que no la conozcas...si hay algo que no perdona es que la gente no coma bien- me reí un poco mirándolo de reojo mientras bajaba las escaleras para ir al estudio. Saqué la llave y pasé, dejando la puerta abierta tras de mí para que él pasara. Guardaba ahí la bebida porque ya me había encontrado a Silvia alguna vez enrredando con las botellas y no me extrañaba que algún día le diera por probarlo. Caminé hasta el mueble bar y saqué dos vasos, serví su copa con whiskie y la mía con tequila, después se la pasé y me senté en el escritorio.

-Estoy comiendo bien, mas o menos- comente sonriendo un poco, cogi la copa cuando me la paso y le di un trago, mire como ella se apoyaba en el escritorio. Tenia ganas de acercarme, rodearla con mis brazos y besarla, pero por otra parte queria seguir viviendo y no tener una bala entre las cejas para siempre.

- Ya...pizza cada dos noches no es una comida muy saludable Jota- dije seria mirándole. Yo seguía vigilándole, aunque había cambiado la ubicación del equipo. Lo miré detenidamente, como él me miraba a mí y al final solté una carcajada-. No tienes ni idea de la cara que tienes puesta- le dije riéndome un poco-. Es como si estuvieras librando alguna batalla mental o algo así...- lo había echado de menos, a él y a sus caras, sus gracias...lo echaba mucho de menos.

-La pizza es una comida sana, tiene muchos ingredientes diferentes, es una buena forma de comer de todo y ademas muy rápida.- no tenia porque ser tan mala ¿no?- No, tranquila, no es batalla mental, me estaba imaginando a mi con una bala entre las cejas, decido si me quedaría bien o no- le explique- ¿Qué me dices?-