Casa Klaus y Katherine

KATHERINE
- Te gustará - le dije sonriendo - de acuerdo, cuando tengas la lista me encargaré de las invitaciones - así podía invitar también a quien yo quisiera - avísame con tiempo de la fecha - comenté caminando hacia la puerta, iba a mi cuarto para terminar de secarme y volver a vestirme. Solo le veía un problema al baile: me verían con Klaus, y todos, entre ellos Damon, sabría que estoy trabajando con él, tenía que evitar eso de alguna forma, pero ¿cómo?

Klaus

- Eso espero...- no me gustaba que se rieran de mí-. Recuerda que no me hace falta leer la mente para saber que tienes intenciones perversas- comenté medio canturreando. Era una tontería porque ella siempre tenía ideas perversas, pero así la ponía un poco nerviosa, era divertido-. Ya te avisaré de lo que sea...- pensaba invitar a medio pueblo.

KATHERINE
- Siempre tengo ese tipo de intenciones, Klaus - dije como si se lo estuviera recordando. Entré en mi cuarto y cerré la puerta, era una costumbre cualquiera. Fui al vestidor y empecé a mirar la ropa, ese vestidor era una de las razones por las que había elegido esa casa, la dueña tenía buen gusto y mucha ropa, más la que yo me había comprado esas semanas apenas tenía hueco para más. - Podrías ser un caballero y llevarme a algún sitio a cenar algún día - comenté alzando un poco la voz para que me oyera claramente - y ser amable un rato..

Klaus

- Lo se- comenté cuando ella respondió que siempre tenía intenciones de ese tipo. Cerré la puerta que daba al jardín y levanté la vista hacia el techo cuando escuché a Katherina hablarme desde allí-. ¿Una cena humana?, ¿desde cuando te gustan a tí las cenas humanas?- solté una carcajada y negué con la cabeza-. Siempre soy amable, eres tu la que no entiende mi amabilidad- comenté mientras caminaba hacia la cocina para ponerme sangre en un vaso.

KATHERINE
- Desde que así tienes variedad para elegir postre - comenté pasando perchas - son postres importantes - de vez en cuando me gustaba ir a restaurantes caros, elegir a alguien y después comérmelo - no me gusta ir sola - y tenía que buscarme a alguien que me acompañara, luego me lo tenía que comer también - es que tu concepto de amabilidad no es el que viene en el diccionario - comenté eligiendo un vestido, fui a coger ropa interior limpia y me cambié en unos segundos.

Klaus

- A lo mejor podemos ir- comenté pensándolo. No me vendría mal salir un poco para variar, llevaba casi sin salir desde hacía dos semanas- no me vendría mal..- comenté pensativo-. Pero iremos a otro pueblo- aquí estaban las cosas muy raras con los metamorfos, parecía que habían aumentado y vigilaban más, además, así no nos veía nadie que no nos interesara de momento-. Mi concepto es perfecto...es el mismo que el tuyo, pero a ti te gusta aplicárselo a los demás y no que te lo apliquen a ti.

KATHERINE
Sonreí mientras le escuchaba decir que podíamos ir, sonriendo más aun cuando aceptó diciendo que iríamos a otro pueblo.
- Como quieras - comenté desde el baño de mi habitación, estaba arreglándome el pelo y maquillándome un poco, a nosotros no nos hacía falta pero las humanas solían hacerlo - espero que te estés vistiendo.. porque yo ya estoy casi.

Klaus

- No lo estoy haciendo- comenté cuando la escuché decir aquello desde donde estaba. Seguía asomado al jardín. Me separé de la puerta y subí las escaleras para ir a mi habitación. Saqué algo de ropa y me vestí sin demasiada prisa, la escuchaba a ella vestirse en su habitación. Cuando terminé de vestirme bajé las escaleras y la esperé abajo, me daba la sensación de que estaba esperando a que yo terminara aposta-. Como sigas así cerrarán antes de que lleguemos...

KATHERINE
Rodé los ojos cuando dijo que iban a cerrar, no teníamos ninguna prisa. Terminé de arreglarme el pelo y bajé las escaleras.
- A ver si esta noche puedes ser más amable de lo habitual - comenté sonriendo mientras me ponía la chaqueta, todavía hacía frío para los humanos, me saqué el pelo de la parte de atrás y abroché los botones mientras le miraba de arriba a abajo - venga, nos cerrarán antes de llegar - dije repitiendo lo que había dicho él, caminando hacia la puerta.

Klaus

- Mi amabilidad siempre depende de ti, querida- le respondí sonriendo un poco. Esperé a que se colocara la chaqueta y sonreí de lado cuando la escuché repeter lo mismo que yo había dicho-. No lo creo, soy muy rápido-. Salimos de la casa y abrí el coche con el mando, lo había conseguido hacía apenas unos días, no porque quisiera tenerlo o me gustara, simplemente porque hoy en día era raro ver un humano sin coche. Le abrí la puerta con exagerada amabilidad y después me di la vuelta para montar en la parte del conductor. Arranqué el coche y conduje con rapidez por la carretera que llevaba a las afueras de Frost, podíamos ir a Port Ángeles o algún pueblo de esos-. ¿Algún pueblo en particular?- pregunté mirando a la carretera.

KATHERINE
Me reí cuando me abrió la puerta del coche para que montara.
- Gracias - comenté pasando dentro, dejé el bolso sobre mis piernas y me quedé mirando por la ventanilla mientras él conducía - me da igual.. lo que esté más cerca - comenté acomodándome en el asiento.

Klaus

- Perfecto- respondí sin quitar la vista de la carretera. No sabía ni cuanto tiempo hacía que no conducía un coche, hacía muchísimos años, pero no se me había olvidado. Conduje hasta uno de los pueblos más próximos, Port Ángeles, no quería calentarme mucho la cabeza pensando en cuál elegir de todos los que había. Paré el coche frente a un restaurante de cuatro tenedores-. ¿Te parece bien este?- pregunté. Yo si iba a comer comida humana la comía bien, nada de sitios asquerosos.

KATHERINE
Fuimos hasta Port Angeles en silencio, no se me ocurría qué decirle y él no era de muchas palabras.
- Sí, este está bien - dije mirando la placa de la pared, era de cuatro tenedores. Aparcó y salimos del coche para ir hacia la puerta, antes de entrar me agarré a su brazo.
- Buenas noches, ¿tienen reserva? - nos preguntó el hombre que había en el atril de la entrada, tenía pinta de ser de los sitios que si no reservabas, no te dejaban comer.

Klaus

- Bien- afirmé cuando dijo que estaba bien. Salí del coche y cuando ella lo hizo me paré para que me alcanzara, cerrando con la llave el coche después y dejando que se agarrara a mi brazo-. Esto no es muy común, ¿verdad?- pregunté mirándola de reojo, empezando a caminar hasta la entrada. Cuando nos encontramos con el metre en la entrada-. No tenemos reserva, pero seguro que no hay ningún problema en que nos haga un hueco, Niklaus Mikaelson- dije mirándolo a los ojos para hipnotizarlo.

KATHERINE
- Ningún problema, señor - dijo el metre cogiendo las cartas - síganme - dijo pasando hacia el salón. Le seguimos hasta una mesa, al lado de una gran cristalera, era una mesa de las buenas. - ¿Qué desean beber? - preguntó mirando a Klaus - si me permite aconsejarle, cualquier reserva de esta casa vale su precio - dijo sonriendo, yo prefería beberme su sangre pero de momento tenía que aguantarme.

Klaus

Seguimos al metre hasta una de las mejores mesas que había en el restaurante. Ayudó a Katherina a sentarse mientras yo hacía lo mismo. Le presté atención cuando me dijo que cualquier vino estaría bien.
- Sorpréndame- le respondí mirándolo serio, sonreí un poco de lado y el tipo se fue-. Bien, mira la carta y elige tu la comida- a mi me daba igual porque no me gustaba comer, no estaba acostumbrado- ya sabes que yo no soy muy de estas cosas...

KATHERINE
- Tranquilo, lo divertido viene después - le dije sonriendo, el metre no tardó en volver con la botella de vino, se la enseñó a Klaus y después sirvió en las copas - yo ya sé lo que quiero - comenté cerrando la carta, la había ojeado por encima, pedí y miré a Klaus esperando que pidiera algo mientras cogía la copa, olí el vino y después di un sorbo - me gustan las bebidas más fuertes, pero no está mal - dije cuando el metre se fue, dejando la copa sobre la mesa.

Klaus

- Sorpréndeme- le dije a Katherina cuando comentó que lo bueno venía después de todo esto. Me gustaba cazar la comida, no jugar con ella, al menos no de esta manera, no tenía tanta paciencia y ellos no sentían miedo, no era tan divertido. Cuando vino el metre de nuevo con el vino cogí la copa para olerlo y después probarlo, no estaba mal, aunque los había probado bastante mejores. Señalé con el dedo lo primero que ví después de que Katherina pidiera lo que ella quería y esperé a que se largara-. Es una buena cosecha, pero las he probado mejores- comenté mirándola-. ¿Haces esto a menudo?- pregunté mirándola con una ceja levantada, aunque ya sabía la respuesta.

KATHERINE
- A veces - comenté mientras miraba alrededor - no puedes comer humanos caros siempre, son los que más salen en las noticias y no tenemos que llamar la atención ¿no? - dije volviendo mi mirada a él - abre tu mente, Nick, si ya estás pensando que va a ser un aburrimiento, no te divertirás - comenté mirándole - ¿quieres elegir tu?

Klaus

- Ya casi no podemos ni comernos a los humanos normales...al menos hasta que los metamorfos se calmen un poco...ya han descuartizado a cuatro vampiros esta semana- dije mirándola- creo que se están reagrupando o algo así...- había estado observándolos con mi don ilusorio-. ¿Nick?- pregunté mirándola con una ceja levantada, divertido, hacía mucho que nadie me llamaba así-. Me gusta la rubia del fondo- comenté señalándola con la cabeza- me gustaban más las rubias, suponía que porque eran tontas.

KATHERINE
- Nick suena mejor que Klaus - dije mirándole - es un nombre más común - dije cogiendo la copa para dar un sorbo - se da un aire a tu tocayo.. - dije mirando a la rubia que decía - al final va a ser verdad que te gustaba más Nick que yo - dije volviendo a mirarle a él - a saber qué hacíais tanto tiempo dentro de esa habitación.. ya me parecía raro que solo pasarais el rato mirando a los ataúdes.. - bromeé riendo.

Klaus

- Hacía años que nadie me llamaba así- dije mirándola cuando me explicó por qué me llamaba así. No me llamaban así desde...creo que los últimos fueron familiares o algo así, había pasado mucho tiempo-. No es cierto- la miré de nuevo tras mirar a la rubia-. Katherina...no me pongas dificil ser especialmente amable- le recomendé sonriendo un poco de lado-. No me hacen gracia esa clase de bromas, son demasiado fáciles y no es cierto- cogí mi copa y le di un trago-. Me gustan las mujeres, pero eso tu ya lo sabes.

KATHERINE
- Sí, pero me gusta que me lo recuerdes - le dije sonriendo - es una pena que no puedas leerme la mente en este momento - comenté divertida cogiendo la copa de vino para dar un sorbo - y si no puedo hacer bromas, ¿de qué quieres que hablemos? odio las cenas silenciosas.. son incómodas y aburridas.

Klaus

- ¿Te gusta que te lo recuerde?- pregunté divertido- yo ya se como te gusta que te lo recuerde- comenté mirandola a ella y después al camarero, que iba de un lado a otro fingiendo amabilidad-. No me hace falta leerte la mente para saber qué piensas- comenté mirándola- con tus gestos- la señalé- lo dices todo, además, se muy bien como funciona tu mente- me toqué la cabeza con un dedo-. Tampoco he dicho que no puedas hacer bromas, solo esa clase de bromas- recalqué el "esa"-. ¿Y crees que a mi me gustan esa clase de cenas?- pregunté mirándola.

KATHERINE
- Vale, solo esa clase de bromas - dije recalcando "esa" como había hecho él - no lo sé.. por lo general no eres de muchas palabras - comenté mirándole - cuatro de cada cinco veces que abres la boca es para ordenarme o prohibirme hacer cosas.