Casa de Jeremy Gilbert

Me reí un poco cuando salió de la habitación y me quedé allí tumbado apretando los ojos mientras me incorporaba, notaba pinchazos por toda la zona del estómago y por los costados y si me movía muy deprisa me faltaba el aire.
- Gracias - le dije sonriendo cuando volvió - ¿tu no comes? - le pregunté mirándola pero no esperé a que respondiera y empecé a comer, tenía tanta hambre que ni me paré aunque me quemase un poco la boca.

- No, no tengo hambre- le dije sentandome en la cama, habia hechado la siesta antes de comer y ahora ya no tenia hambre, mire el reloj- Me voy a ir- comente, porque ahora que lo pensaba no entendia muy bien porque llevaba aqui tanto rato.- ¿Necesita algo mas o...?-

- ¿En serio me vas a dejar aquí indefenso? - le pregunté mirándola fijamente - mira que como vuelvan esos, entren por la ventana y me cojan no creo que vuelvas a verme - comenté serio volviendo la vista a la comida, jugaba con ella con el cubierto - es broma, tienes permiso para irte - le sonreí un poco y seguí comiendo, ya me las apañaría para que Sid o Adam viniesen para recoger la bandeja - supongo que gracias por estar aquí y curarme..

-Si te apetece este noche le hago una vista al de la gasolinera, le pillo una botella de algo y vengo a que nos pillemos un pedo- le dije caminando por la habitacion para coger el bolso- Te traere unos bollos y papas tambien, pero no esperes que luego me deje meter mano- comente mirandole mientras me ponia la chaqueta- Porque paso de tener que hacer yo todo el trabajo- rei vacilandole

- Si tomo más pastillas de esas y bebo alcohol igual me muero antes de que puedas aprovecharte de mi - comenté mirándola ponerse la chaqueta - no hace falta Effy, tendrás cosas que hacer, estar aquí es perder el tiempo.. seguramente me vuelva a quedar sobado en cuando acabe esto - dije señalando lo que quedaba de comida con el tenedor - se que no te preocupas por mi pero en el caso de que lo hagas aunque sea un poco, no lo hagas - le dije sonriendo señalándole con el cubierto - y ahora vete - señalé la ventana y seguí comiendo, mirándola un poco de reojo.

- Podria hacertelo despues de muerto-. dije riendo, me abroche la chaqueta- Pues... nos vemos- dije abriendo su ventana y sin mirarle me sali, di un salto y acaricie la cabeza del perro para que no ladrara. Eche a caminar por la calle y me fui hacia mi casa, al llegar mi madre estaba haciendo las maletas para irse, su vuelo salia en cuatro horas de Port Angeles. Me despedi de ella y entre en la casa, deje las cosas por el suelo y me fui a tumbarme en el sofa.

Terminé de comer mirándola mientras salía por la ventana, suspiré un poco y me terminé la comida, rebañando el plato con el pan. Dejé la bandeja en la mesita y me tumbé del todo, apretando los dientes por el dolor hasta encontrar una postura más o menos cómoda para pasarme la tarde medio durmiendo.

Había estado toda la tarde pensando tirada en el sofá como podía conseguir pasta, así que cuando mi madre me dijo que me dejaba dinero porque no había podido hacer la compra se me ilumino la cara. La cogí y subí a darme una ducha, cuando termine me fui al Turkey, tenía la esperanza de que habría alguien a quien podría sacarle pasta y allí me encontré con Mike, le hice la pirula y conseguí que me llevara a su casa, no estaba de humor así que me fui enrollando hablándole de cosas estúpidas hasta que conseguí que se meara y estuviera bastante borracho, busque entre sus cosas mientras se iba al baño y conseguí un reloj de marca, unas zapatillas y un par de billetes más o menos grandes pero el problema vino cuando quise irme, él quería algo que yo no lo había dado y que por supuesto no pensaba darle, se puso a gritarme y a zarandearme y acabo metiéndome una ostia que por supuesto respondí con un botellazo en la cabeza y me largue de allí. Me dolía la cara y no era de ser tan guapa pero era tarde y hacia frio, así que me fui hacia casa de Jeremy que estaba más cerca que la mía. Entre por la ventana y deje el bolso a un lado, girándome a mirar si estaba despierto.

Pasé la tarde en la cama, dormía a ratos. El resto del tiempo lo pasaba mirando la tele, había tenido fuerzas para coger el mando del suelo porque estaba cerca de la cama y había dejado un canal de películas. De madrugada me sobresaltó un ruido y me desperté incorporándome un poco, cuando vi a Effy solté un gruñido de dolor y me volví a tumbar bien.
- Me has asustado - murmuré tocándome la tripa con las manos por debajo del edredón - ¿ya me echabas de menos? - pregunté mirándola, aunque estaba oscuro y solo veía su silueta gracias a la luz de la televisión.

- Hace frio, mi casa esta lejos, estoy un poco borracha- mucho proque me habia costado un monton emborrachar a Mike- Y llevo el bolso lleno de cosas de valor- me rei, camine hacia la cama pero me tropece con algo del suelo y por poco me caigo- Uf- rei- Vale, mira- saque las cosas dejandolas sobre la cama y me sente a su lado- Esto es un reloj, de marca- se lo pase- Unas deportivas- rei- dos billetes de 50 y uno de 20 y tres monedas de 50, bueno la chatarra me la quedo yo para tabaco- me la meti en el sujetador.- ¿tu me has echado de menos?- pregunte como habia hecho el

- Muy borracha - la corregí riendo un poco cuando estuvo a punto de caerse, se sentó en la cama y empezó a sacar cosas y a decirme qué era cada cosa, yo no veía una mierda pero al parecer ella sí - gracias, no hacía falta, mañana estaré mejor, iré a vender y en dos días sacaré lo que me hace falta.. pero esto ayuda - dije cogiendo el reloj, no lo veía pero pesaba así que debía de ser caro - pues sí, un poco sí - acaricié una de las manos que tenía apoyada en el colchón con uno de mis dedos - podrías ponerte un rato encima de mi, ya sabes.. - reí.

Sonrei cuando dijo que me habia echado de menos pero se me quito la sonrisa cuando comento lo de ponerme encima, quite mi mano del colchon para que dejara de acariciarme.
- Eres un gilipollas- comente mosqueada- ¿Tambien vas a pegarme una ostia porque no quiera?- me gire tumbandome en la cama de espaldas a el, me mareaba un poco.

Rodé los ojos cuando me llamó gilipollas y me aparté a un lado para dejarla más espacio.
- Joder Effy.. que era una broma - dije girando la cabeza para mirarla - bueno, no era una broma, lo decía en serio pero no te lo decía a mal - que humos - no te voy a pegar, ¿quién te ha pegado? - pregunté incorporándome un poco, apoyando los codos en el colchón y mirándola - vamos, dímelo, y no te enfades - dije acariciando su espalda con una mano.

- Ese gilipollas... pues me he llevado su pasta, si creia que me interesaba por el la llevaba clara, no iba a dejar que le hiciera eso a Sid y se fuera de rositas, menudo cabron.- iba renegando en voz alta, quejandome.- No te lo voy a decir...- dije en voz baja, aunque creo que ya se lo habia dicho. Me gire para mirarle un poco.- Tengo mas pasta, me la ha dejado mi madre para comer, pero puedo dartela- explique

- Con lo de Sid ya me lo has dicho - dije mirándola - lo apuntaré en mi lista de cosas a hacer cuando pueda moverme un poco más: partirle la cara por dos al idiota de Mike - sonreí - no te ha hecho mucho daño ¿no? - como no veía no sabía si se le veía algo - no hace falta que hagas todo esto Effy, te digo que está controlado, dos o tres días de venta y el lunes que viene lo tengo todo.. no entiendo porque me ayudas - cómo si se preocupase por lo que me fuera a pasar - no voy a dejar que te mueras de hambre.. y hablando de hambre.. podrías bajar a por algo, no he cenado - tocaba su tripa con un dedo - podrías bajar, calentar algo y subirlo, así comes tu también.

- No me mientas mas, idiota- le dije mirandole, aunque no veia nada porque estaba todo demasiado oscuro y se movia la habitacion entera- Solo debias 600 y luego fueron 1500 y ahora lo tendras en dos semanas, pero mira como estas.- me levante suspirando- Tu tampoco quieres que pase hambre y no entiendo por que...- camine hacia la puerta, baje a la cocina, era de noche y no habia nadie en la casa despierto asi que no me fue dificil coger cosas para que cenaramos los dos. Al subir encendi la luz de la habitacion porque me iba tropezando con todo y al final me iba a caer. Deje la bandeja en la cama entre medio de Jeremy y de mi.

Rodé los ojos cuando me llamó idiota, vale que iba a tener que currármelo para tener toda la pasta en una semana pero no quería luego deberle nada, y mucho menos que se la jurara por mi cuando no tenía por qué hacerlo.
- Joder.. - me quejé cuando encendió la luz de golpe, tapándome los ojos con un brazo. Fui acostumbrándome poco a poco a la luz y me fui incorporando un poco, despacio para que me doliera menos, para empezar a comer de lo que había traído.

- Me gustan los yogures que compra tu madre- le comente cogiendolo para empezar a comermelo, apoyando la espalda en el cabecero de la cama- Yo te doy esa pasta, asi seria como si te estuviera devolviendo lo que me dejaste- tampoco es que tuviera mucha mas pasta.- Igual con un poco de suerte dentro de poco vuelves a tener otra clienta- me señale, hacia tanto tiempo que no compraba nada.

- A mi no, tienen trozos de algo y no me gustan - dije cogiendo otro tipo de yogures que había traído - estos son los que come mi padre y son los que a mi me gustan - no había que andar masticando, dejé el yogurt entre mis manos un rato para que no estuviera tan frío - esa pasta no hace falta que me la devuelvas, te la di yo porque quise - al fin y al cabo el crío podía ser mío - ahora tendré que devolverte yo la pasta.. es como un bucle - rodé los ojos - al menos tu no eres tan fuerte como para darme una paliza de este estilo - dije riendo metiéndome con ella.

- No, no es un bucle.- dije metiendo una cucharada en mi boca- Esa pasta era tuya, ahora te la devuelvo, seria como si hubiera sido un prestamo.- me encogi de hombros- No, de ese estilo no pero podria machacarte de otras formas... Consegui que perdieras el juicio el dia que nos peleamos y ademas... al final me pediste perdon- rei- Pero tu secreto esta a salvo conmigo.- le estaba vacilando

- Ya, pero es que yo no quería que me lo devolvieras, entonces ahora tengo que devolvértelo yo a ti, tu querrás devolvérmelo y así eternamente, hasta que uno de los dos desaparezca o la palme - comenté dejando el yogurt terminado en la bandeja. Terminamos de cenar y Effy dejó la bandeja en el escritorio, después se metió en la cama conmigo y nos dormimos.
La semana fue pasando. No estuve más que dos días más en la cama, tenía que conseguir el dinero de una vez y aunque me dolía un poco al caminar salí a vender. El viernes ya tenía casi todo el dinero, solo necesitaba 200dólares que ganaría en el finde, seguro que hasta me sobraba.

SIGO: en el Turkey

La semana paso rapida, iba a clase y despues un par de tardes me pase por casa de Jeremy, pero el muy cabezon se tuvo que levantar antes de tiempo porque decia que no le dolia. Asi que volvi a irme a mi casa cada tarda, a no hacer nada porque no habia nadie alli.
Llego el viernes, habiamos quedado en hacer la noche de chicas asi que despues de ducharme me encendi un cigarro, abri la puerta de casa y me sente en el sofa a fumar.

sigo: https://frost.foroactivo.com.es/t302p60-piso-de-effy-stonem

- Eso no fue cosa mía, fuiste tu la que empezaste - comenté echando las patatas en la freidora cuando el aceite estuvo caliente. Saqué la comida del microondas, quemándome como siempre y empecé a poner la mesa.
- El perro está fuera - dije mirándola de reojo mientras ponía los platos - ábrele si quieres - dije señalando la puerta de la cocina. Saqué las salsas para las patatas y un bol para echarlas dentro después, y me apoyé en la encimera después de quitarme la sudadera, porque tenía calor, para mirar cómo se iban haciendo las patatas.

Camine hacia la puerta de la cocina y la abrí para dejar entrar al chucho que ya estaba allí esperando porque había oído gente. Sonreí y le acaricie la cabeza mirándolo, rascándole detrás de las orejas y cerrando la puerta detrás de mí.
-Tú me drogaste aquel día, fue tu culpa- le señale riendo, había sido divertido.

- Yo te ofrecí, tu aceptaste.. yo no te pinche a traición ni te obligue - dije mirándola - así que nada de eso, fue tu culpa.. y me pusiste la cocina guapa - comenté mientras sacaba las patatas que ya estaban echas y las ponía en el bol, apagué la freidora y fui a sentarme a la mesa - ¿entonces vas a querer de esto? - pregunté señalando el estofado. El perro ladró y se acercó a mi para que le acariciara, le di un cacho de pan para que se entretuviera y me serví cocacola.