Casa de Lucy

- Claro, no te iba a decir, "¿vamos a tu casa?", así por la cara, ¿no crees?- sonreí un poco-. Si, vivo en un bar...bueno, no es un bar normal, es un club de moteros más bien- le expliqué- me va el tema de las motos y demás, tengo trabajo y me dan habitación- comenté-. Es un chollo- me reí- además no pago nada- miré el gato y después a ella- no, no quiero nada, estoy lleno de la comida, tranquila.

- ¿Y por qué no? quedamos para hacer las cosas que nos apetecen ¿no? - comenté mirándole - y lleváis todos la misma chaqueta - dije mirándole, había visto a más chicos por Frost llevándola - si encima no pagas sí que es un chollo.. - me di cuenta de cómo miraba al gato, que estaba sentado a un lado y le miraba curioso - ¿te molesta? - pregunté señalándolo - se llama Mimi.. no le gustan mucho los desconocidos pero no hace nada.

- Si, pero autoinvitarme a tu casa es tener mucha cara hasta para mi- comenté riéndome a carcajadas-. Si, llevamos todos la misma chaqueta, es algo así como lo que nos identifica a todos- le expliqué- si que lo es- era un chollo de verdad, teníamos trabajo y a parte habitación, bebida gratis...por no hablar de la pasta al margen que se ganaba. Miré al gato cuando me lo señaló-. No, no me molesta, es sólo que me mira raro- comenté mirándola a ella ahora-. ¿Seguro que no hace nada?- pregunté.

- Tampoco hacía falta que autoinvitaras, solo tenías que dejarlo caer - comenté sentándome en el sofá - seguro, no hace nada, seguro que en cuanto te levantas echa a correr para esconderse - le dije sobre Mimi - pero si quieres la encierro en el baño - dije mirándole a él.

- No soy de esos- comenté mirándola. No me gustaba ir a casa de nadie sin que me invitara, aunque una vez me colé en casa de Addy porque tenía buenas noticias y no podía aguantarme. Miré a la gata- no- negué con la cabeza-. Déjala, si me hace gracia como me mira- comenté mirando yo a la gata. Estiré la mano moviendola lentamente por el suelo y se agazapó un poco, pero no se movio. Eché hacia atrás la mano y se puso bien, y cuando volví a bajarla volvió a agazaparse. Me reí mirándola.

- Pues ya sé qué regalarte, un gato porque te hacen bastante gracia - dije riendo al ver cómo se entretenía con Mimi - si quieres os dejo solos - bromeé riendo - aunque te va a costar ligártela.. ya te digo que los desconocidos no le caen demasiado bien - por eso le miraba así y no se atrevía a acercarse.

- Tengo dos perros, no creo que si me regalaras un gato hicieran buenas migas- hoy solo había ido una vez a verlos, antes de irme a casa tendría que pasarme a echarles un vistazo. Los había echado mucho de menos-. No, creo que no es mi tipo- comenté sobre la gata. Estiré mis manos hacia ella y la hice tumbarse en mi regazo haciéndole cosquillas- ¿tienes envidia o qué?- pregunté sonriendole un poco.

- Eh para, para.. - le dije riendo mientras me revolvía un poco porque me estaba haciendo cosquillas - para Matt - dije intentando sujetarle las manos - es que te veía mirándola con tanto amor que no sé.. igual querías una cita con ella - dije riendo - a lo mejor por eso te mira más raro.. porque hueles a tus perros - comenté incorporándome un poco, me levanté del sofá y cogí la mano de Matt, tirando de él para que se levantara, en cuanto lo hizo Mimi corrió a esconderse, me reí un poco y tiré más de Matt para acercarle más a mi - ¿ves? ya se ha ido corriendo..

- Seguramente sea por eso, igual le ha gustado, mis perros son muy guapos- comenté sonriendo. Me levanté cuando tiró de mi y me acerqué a ella- que miedica- me quejé mirando a la gata cuando salió corriendo- al menos para la próxima ya me conoce- me reí y la miré-. Tu no te vas a ir corriendo ¿no?- pregunté mirándola a los ojos, acerqué mi cara cada vez más a la suya, hasta pegar mis labios a los suyos, besándola con ganas y acercándola más a mi.

Negué con la cabeza sonriendo cuando me preguntó si yo me iba a ir corriendo, y subí mis manos para dejarlas en sus hombros cuando comenzamos a besarnos, acariciando el camino hasta llegar a su nuca para apretarle contra mi, acercando más mi cuerpo al suyo.

Rodeé su cintura con un brazo para pegarla a mi mientras la besaba. La mano libre la llevé a su espalda acariciándosela y caminé sin saber muy bien hacia donde, así que acabé apoyándola contra una pared, entre mi cuerpo y la misma. La mano que tenía en su cintura la bajé un poco hasta su trasero sin dejar de besarla.

Caminamos un poco hasta que di con la espalda en la pared. Bajé mis manos de su cuello por su pecho, acariciándole por encima de la camiseta mientras nos besábamos y volví a subirlas, apretándole contra mi. Metí una de mis manos por el cuello de su camiseta, acariciando su espalda.

Seguía besándola con ganas mientras me quitaba la chupa y le lanzaba contra una silla que vi por ahí cerca. Tiré de los laterales de mi camiseta para quitármela y la dejé caer al suelo. Bajé mis besos por su mandíbula y su cuello apartándole un poco el pelo con la mano para abrirme paso por él. La otra mano la metí por dentro de su camisa acariciando ahora su piel, ascendiendo cada vez un poco mas por su costado para después pasarla por su espalda.

Suspiré dejando la cabeza apoyada en la pared cuando empezó a bajar sus besos por mi cuello, acariciando su espalda con una de mis manos y su pecho con la otra, aprovechando ahora que se había quitado la camiseta. Le hice separarse un poco para poder quitarme la camiseta, dejándola caer a un lado y empecé a besarle por el cuello subiendo hasta llegar a sus labios.

- ¿Dónde está la habitación Lucy?- le pregunté entre besos. Pasé mi nariz por la suya y bajé mi boca por su mandíbula y su cuello, descendiendo por su clavícula hasta alcanzar el canalillo, metiendo mi lengua un poco. Besé la parte superior de cada uno de sus pechos y bajé por su tripa trazando un camino de besos a la vez que pasaba mis manos por allá donde había puesto mis labios. Seguí bajando hasta su ombligo y lo besé pasando mi lengua también por él, descendiendo por su vientre. Volví a incorporarme buscando su boca y besándola con un poco más de ganas.

Afirmé un poco con la cabeza cerrando los ojos mientras él bajaba besándome, es que se me olvidaba hasta pensar, aunque de eso se trataba. Puse mis manos en su nuca cuando volvió a subir y le besé ansiosa, pegando mi cuerpo al suyo. Le empujé un poco para que se moviera y me separé un poco hasta llegar a la habitación, le hice sentarse en la cama y me subí encima de él a horcajadas.

Subí la mano por su espalda hasta alcanzar el broche de su sujetador, se lo desabroché y bajé mi boca hasta su canalillo de nuevo quitándoselo con los dientes. Busqué su boca de nuevo y subi una de mis manos por su tripa hasta pasar el pulgar por su pecho en una caricia. Volví a bajar mi boca dándole besos por el cuello, seguí descendiendo hasta sus pechos y cuando los alcancé pasé mi lengua por uno de los pezones, empezando a acariciar el otro pecho con una mano y la sujetaba con la otra.

Gemí un poco, mordiéndome el labio cuando bajó su boca hasta uno de mis pechos. Acariciaba con una de mis manos su cabeza, enredando mis dedos en su pelo, mientras con la otra acariciaba su espalda, apretándolo contra mi mientras se entretenía con mis pechos.

Me giré sujetándola y colocándome yo encima, apoyando mi cuerpo en un brazo para no aplastarla. Bajé por su tripa hasta alcanzar los pantalones y empecé a desabrochárselos. Tiré de ellos y los dejé a un lado volviendo subir por su cuerpo, pasando mis manos por él. Busqué su boca para besarla con ganas, metiendo mi mano por dentro de sus braguitas, acariciando su trasero, presionándolo e intentando pegar su cuerpo un poco más al mío.

Giramos tumbándome en la cama y quedando él encima y después de quitarme los pantalones se acercó a besarme. Llevé mis manos por su pecho hasta su pantalón para desabrocharlo y bajárselo hasta donde llegaba. Llevé una de mis manos a su trasero, apretándolo contra mi, y después la llevé hacia su miembro, metiéndola por dentro de su ropa interior para empezar a masajearlo.

Suspiré cuando noté su mano por dentro de mis boxers y terminé de bajarme los pantalones moviendo las piernas. Levanté un poco mi cuerpo manteniendo la distancia entre ambos, no apartaba mi boca de la suya, la besaba con ganas. Pasé la mano que tenía en su trasero hacia adelante llevando mi dedo a su clítoris y empezando a presionárselo rítmicamente.

Gemí contra sus labios cuando llevó su mano a mi sexo y moví mi cadera un poco hacia la suya, mordiendo flojo sus labios para volver a besarle después ansiosa, apretando con la otra mano su nuca contra mi. Con la otra mano seguía masajeando su miembro, cada vez un poco más rápido.

Me ponía como gemía y como me mordía, saqué mi mano de su ropa interior y bajé mi boca por su cuerpo dejando besos a su paso. Cuando llegué al borde de sus braguitas tiré un poco de ellas y las dejé a un lado. Pasé mis manos por sus piernas y volví a ascender llevando mi mano de nuevo a su sexo, metiendo ahora un dedo en ella y empezando a moverlo rítmicamente.

Apretaba con la mano que tenía en su espalda su cuerpo contra el mío, acariciando de paso su espalda, subiendo la mano hacia su nuca para que siguiera besándome mientras masajeaba con más ansia su miembro al notar como introducía un dedo en mi y comenzaba a moverlo, sin poder evitar gemir de vez en cuando contra sus labios.

Seguía moviendo el dedo con ritmo dentro de ella, alternándolo de más rápido a más despacio y al revés. Metí otro dedo dentro de ella moviéndolo despacio ahora para no hacerle daño por si acaso. No dejaba de besarla, solo dejaba un poco de espacio entre nuestros labios para respirar o gemir de vez en cuando. Mordí levemente su labio inferior y bajé mis besos por su cuello sin moverme demasiado de como estaba.