Apartamento de Vampiros.

Tiré un poco de su pelo mientras echaba la cara a un lado para que siguiera besándome por ahí. Apreté sus caderas con mis piernas levantando la mía a la vez para recibir una embestida, arqueando mi cuerpo debajo de él y soltando un gemido de placer. Hice fuerza con una de las piernas a un lado para que rodara él conmigo y así ponerme yo encima. Coloqué mis manos en sus hombros para agarrarme a él y cuando nos dio la vuelta empecé a moverme en círculos sobre él, acariciando su pecho con una mano mientras me sostenía con la otra. Apoyándome en las rodillas levantaba las caderas y después me dejaba caer, lo besaba de vez en cuando y el resto del tiempo me dedicaba a mirarlo mientras me movía y jadeaba.

La miraba mientras ella se movía, cuando se acercaba a besarme le correspondía y después colocaba mis manos en sus caderas, ayudándola a moverse y moviendo mi cadera hacia la suya cuando se dejaba caer. Me incorpore y pase uno de mis brazos alrededor de su cintura, apretando su pecho contra el mio y dejando pequeños mordiscos en sus hombros mientras ella seguía moviéndose.

Sonreí cuando lo vi incorporarse y apretó su cuerpo al mío. Rodeé con mis brazos su cuello apoyándome un poco en él mientras seguía moviéndome, disfrutando de cada caricia que me hacía y cada parte de mi piel que tocaba su boca. Soltaba pequeños gemidos con cada movimiento de nuestros cuerpos. Pasé mi lengua por su oreja y acerqué mi cara a la suya, cerrando los ojos y empezando a gemir un poco más alto, diciendo su nombre de vez en cuando.

Me levante con ella encima, rápidamente, tanto que seguramente Caroline ni se dio cuenta hasta que no abrió los ojos. La deje contra una de las paredes, sujetándola con una mano bajo su trasero y cogiendo con la otra una de las suyas. Entrelace mis dedos con los suyos y se la sujete contra la pared mientras iba besándola y embistiendo con fuerza.

Tenía los ojos cerrados, y además estaba tan centrada en él que ni me di cuenta de que habíamos cambiado de postura otra vez. Abrí los ojos y apoyé una mano en su hombro, él me sujetaba con una de las suyas, así que sabía que no me iba a caer. Busqué su boca con la mía besándolo con desesperación, entrelazando mis dedos con los suyos y apartando también mi cara de la suya mientras gemía, notando las sacudidas de placer que recorrían mi cuerpo haciéndome perder la cabeza.

Seguí embistiendole, dejándola contra la pared y suejtandola con fuerza pero sin pasarme mientras dejaba que ella me besara, yo intentaba no pensar mucho en la sangre o en su corazon acelerado, concentrandome solo en lo demas, hasta que al final los dos nos corrimos. La deje tumbada sobre la cama y le deje un beso en los labios, echandome a un lado para que ella recobrara la respiracion.

Siguió embistiendo y yo me agarraba a él, apretaba su mano con la mía y gemía sin poder evitarlo. Nos corrimos los dos a la vez y después dejé que me llevara a la cama. Una vez allí metí ambas manos debajo de la almohada y me estiré un poco removiéndome en la cama mientras sonreía contenta mirándolo de reojo. Cuando me estiré del todo me puse de lado mirándolo y apoyando mi cabeza en mi mano, con el codo inclinado.
- Estoy feliz- dije soltando una pequeña risita, mordiéndome un poco el labio.

-Ya lo se, se te ve en la cara y las expresiones nunca mienten- le dije sonriendo un poco- Excepto las mías, porque soy el dios de las expresiones- vacile levantando las cejas- Soy un mentiroso nato, el mejor- me reí un poco y la mire.- Tu ahora mismo no serias capaz de quitar esa cara orgasmica.- estire una de mis manos y le levante la barbilla riendo.

- Casi nunca miento- le dije riéndome un poco- porque no se hacerlo...se me nota demasiado- lo miré a los ojos-. Espero que conmigo no seas el mejor en eso- comenté- no quiero mentiras entre nosotros Damon...- estiré mi mano para acariciar su cara- se que hay cosas que no puedo saber y que no podrás contarme, pero en lo referente a nosotros...- negué con la cabeza y aparté su mano de mi cara riéndome cuando comentó que no podría quitar mi cara orgásmica-. Pues no te creas que a ti no se te nota- reí- tienes ese brillito en la mirada- lo señalé con un dedo- además, no es solo sexo, me quieeress- canturreé riéndome de él-. Tienes cara de vampiro enamorado- reí.

Me iba riendo mientras decía que a mí también se me notaba y que ella no sabía mentir. Entonces dijo lo de mi cara y me puse totalmente serio, la mire fijamente y con rapidez la cogí por los hombros poniéndola contra el colchón, saque mis colmillos e hice intención de clavárselos en el cuello, con ferocidad, entonces me eche a reír y la solté colocándome a un lado.
-Tú también me quiereeees- canturreé como había hecho ella.

Sonreí al verlo reír de aquella manera y me quedé un poco más sería cuando se me quedó mirando así de serio, porque no me fiaba de él, mas que nada. Entonces antes de poder parpadear siquiera estaba sobre mí con los colmillos extendidos. Cerré los ojos cuando vi que me iba a morder frunciendo un poco el ceño, pero cuando vi que no hizo nada lo miré mal y después me reí dándole un golpecito pequeño en el brazo, pero pequeño para no hacerme daño.
- No me hagas eso- le dije riéndome un poco más. Me mordí el labio un poco- te pones super sexy cuando haces eso...- comenté sobre lo de extender los colmillos. Yo tenía que estar medio loca, porque que me gustaran estas cosas de él no era normal-. Pero eso lo sabemos los dos- le dije sobre que yo lo quería- no es un secreto- reí.

Ah, ¿Y lo mío si?- dije insinuando que no era un secreto que yo la quería.- Aunque claro, lo tuyo es peor… que yo no salí huyendo de una boda cara con el vestido y los zapatos… habría sido muy cómico- dije riéndome un poco más.- Gracias- conteste sobre lo de sexy- Aunque soy sexy de todos modos... es otra cosa que me sale nata... mentir y ser sexy. No puedo evitarlo- vacile

- Precisamente por eso- reí-. Todo el mundo sabe que yo te quiero- rodé los ojos- pero yo soy la única que sabe que me quieres tanto como lo haces...- murmuré acercándome despacio a él y apoyando mi barbilla en su hombro, mirándolo desde ahí a los ojos- que gracioso...- dije arrugando la nariz y riéndome-. Aunque si que habría sido cómico...y nada sexy, por cierto- me reí-. Además también eres un creído nato- sonreí mirándolo-. ¿Sabes que es lo mejor?- pregunté-. Que siendo tan fuerte, rápido, sexy y creído entre otras muchas...- sonreí un poco y pasé mi dedo por su labio- eres mío- reí-. Mío, mío míooo- canturreé feliz entre risas. Es que no podía evitar sentirme así de contenta ahora mismo-. Además...aunque suene un poco cruel tengo que decirte que me encanta que las mujeres babeen por ti, porque estás conmigo y ellas no pueden tenerte- sonreí.

-No se puede tener a alguien- le dije mirándola. En realidad ella tampoco me tenia, el día que los Vulturi se enteraran de esto ya podíamos estar lejos o podíamos hacer un buen trato porque si no... me iba a tener pero bien lejos... No le dije nada y sonreí.- Pues estarás encantada, porque todas babean por mi- vacile

- Tu sabes lo que quiero decir Damon- dije mirándolo- estás conmigo, y no con ellas- sonreí un poco-. Podrías estar con cualquiera y estás conmigo- me alcé de hombros-. Si, eres un creído- concluí riéndome un poco. Bostecé un poco y me acomodé en su hombro estirando un poco de las sábanas para taparme, en casa la calefacción estaba puesta, pero aún así me sentía rara totalmente desnuda. Lo miré y suspiré-. Damon...- acababa de acordarme, tenía que preguntarle algo, pero no sabía por qué siempre se me olvidaba, y a mi nunca se me olvidaban las cosas-. ¿Por qué siempre usamos...?- señalé hacia abajo refiriéndome al preservativo. Es que no le veía mucho sentido, porque el estaba muerto, y en las series de vampiros no las usaban...pero como parecía que todo lo que decían era mentira.

-La usamos por que te gusta- le dije levantando las cejas repetidas veces mientras la miraba, sabia a que se refería ella pero yo le cambie el contexto para que pensara que hablábamos de mi miembro.- Bueno, ahora enserio, han habido casos de humanas embarazadas por vampiros.- comente y me encogí de hombros- Así que hay que prevenir...- de una vez acertábamos así que no se nos podía olvidar nunca.

Lo miré extrañada cuando me dijo que la usábamos porque me gustaba y finalmente solté una carcajada escondiento la cara en la almohada.
- Que malo eres- reí un poco más y le pegué un pequeño mordisco en el brazo. Lo miré más seria cuando él se puso serio y me quedé con la boca abierta cuando me explicó aquello-. Ah- abrí la boca y la cerré. Estaba como en shock...yo pensaba que ellos...estaban...Entonces...¿podríamos tener familia si quisieramos más adelante?. Mi cabeza empezó a trabajar a gran velocidad. Había pensado que estando con él tendría que renunciar a muchas cosas, ya me había hecho a la idea, y ahora...resultaba que no tenía que renunciar a tantas cosas...y era genial-. Bien...- asentí mientras trataba de asimilarlo-. ¿Pero...como?- era increible, aunque claro, estar con un vampiro no era lo más normal del mundo- ¿y qué se supone que es?, ¿humano o vampiro?...o tal vez...las dos cosas...

-Es un híbrido, las dos cosas pero claro... creo que la parte vampirica siempre manda mas... Tiene corazón que late y sangre y se alimenta de comida, vamos no moriría de hambre si no probara la sangre... pero le gusta mas- dije riendo- Espera, espera- comente al mirarla mejor, se había como emocionado- Sabes que eso no puede pasar nunca ¿no?- dije mirándola.

- Guau...eso es...increible...- sonreí un poco. Era algo totalmente increible, y era genial, porque entonces sería como un...superbebé o algo así...aunque si fuera nuestro ya lo sería, porque sería nuestro. Reí un poco al escuchar lo de la sangre-. Claro, si es mitad vampiro- afirmé. Lo miré a los ojos cuando me preguntó aquello-. ¿El qué no puede pasar nunca?- pregunté haciéndome la tonta y bostezando un poco, cerrando los ojos. No quería hablar de esto ahora.

-No te hagas la tonta Caroline- le dije totalmente serio- Sabes a que me refiero. No va a pasar nunca, olvídalo.- no le tenía que haber hablado de eso-. Tiene pena de muerte para nosotros… y para ti y no porque los Vulturi fueran a matarte, el propio bebe lo haría. ¿Cómo crees que va a salir un vampiro que no controla su sed de la tripa de una mujer humana?- dije mirándola.-

Suspiré y abrí los ojos cuando me dijo que no iba a pasar nunca. Fruncí el ceño mirándolo y me apoyé en los codos para mirarlo durante un momento.
- ¿Cuantos casos han habido?- pregunté seria. No me creía que un bebé pudiera hacer eso, y mucho menos si era un híbrido, también eran humanos-. ¿Y qué pasó con esos casos?- pregunté seria- y nada de mentiras- lo señalé.

-Dos- le dije serio- Dos casos y ninguna está viva.- no era mentira, simplemente que una de ellas se había salvado convirtiéndose en una vampira.- Mira no es solo el parto, ¿vale? Es un bebe que nace en cosa de cuatro semanas, no es un embarazo normal. Se hace grande, se alimenta de la madre, se la va comiendo poco a poco y a la hora de salir muerde, muerde para hacerse hueco.- dije totalmente serio.- Es imposible que una humana se recupere de algo como eso.-

Tragué saliva con dificultad cuando me explicó cómo era. No podía ser tan malo...la naturaleza no podía dejar que algo así fuera posible si todo era tan malo.
- Pero...si muerde...la madre se convertiría en vampiro ¿no?...o algo así- porque si era medio vampiro...Hablaba desde la curiosidad, en realidad estaba decepcionada, porque por un momento había pensado que después de todo no tenía que renunciar a mis sueños por estar con él-. Vale- asentí- nunca va a pasar- suspiré- lo pillo...aunque me da la sensación de que aunque no muriera...tampoco querrías tener un bebé conmigo- sobre todo no iba a pasar por eso-. Y...también tengo clara una cosa- lo miré- yo no moriría- le dije claramente, mirándolo a los ojos- tu no me dejarías morir- le di un beso en la mejilla y me tumbé de nuevo apoyando mi cabeza en su hombro.

- No tienen ponzoña, por lo que no convierten a otros en vampiros pero si que se los pueden comer... la verdad es que son seres complejos estos críos.- dije suspirando un poco- No, yo nunca te dejaría morir.- por eso no podía correr el riesgo solo por el capricho de un niño, no lo necesitábamos y si la perdía no iba a soportarlo y acabaría matándolo. no podía matar a mi propio hijo, eso ya era pasarse.

- Son...increíbles, y supongo que los híbridos más- suspiré un poco. Aunque nosotros nunca íbamos a poder saberlo de primera mano-. Intenta dormir un poco conmigo- dije en voz baja, cerrando los ojos. Era tarde, y aunque no tenía mucho sueño mañana no quería ir con cara de zombie a ver a los niños, por no hablar de que era navidad y tenía que estar estupenda- ¿podrás hacerlo?- pregunté retóricamente. Claro que podía, el podía hacer cualquier cosa que quisiera.