Casa de Kellan y Nikki

(La casa no está como en la foto. Tienen que rehabilitarla. Faltan tejas, la pintura está estropeada, hay que arreglar el porche, limpiar las malas hierbas del jardín. Por dentro no hay más que algunos muebles viejos como un sofá, alguna silla a punto de romperse y una mesa.. No hay luz y el agua que sale de los grifos está sucia, hay que cambiar las cañerías. La parte de atrás está como la de delante, hay una zona con algo de hierba que hay que arreglar y después está la playa.)

Me quede mirando la casa cuando me quito la venda, le mire a el y mire de nuevo la casa. Tenía la boca medio abierta. La cerré de golpe, la abrí para decir algo y la cerré de nuevo, no sabía que decirle. Me pase una mano por la cara, me aparte el pelo y le mire de reojo sin apartar las vistas de la casa.
-Mi regalo es una mierda…- dije suspirando y mire de nuevo la casa- ¿es… la casa?- la señale, la mire y después le mire a el.- Oh, oh, oh dios mío- dije ya empezando a dar saltitos- ¿Me has comprado una casa? Estas chalado- dije riendo girándome a mirarle- Estas completamente loco, de psiquiátrico, oh dios mío, te quiero- me abrace a él colgándome de su cuello mientras seguía riéndome.- Estas chalado- le decía riendo

Me quedé mirando su reacción, esperaba con todas mis fuerzas que le gustara y al final le gustó, sonreí colocando mis manos en su cintura para sujetarla cuando se colgó de mi cuello.
- Tampoco es para tanto, me ha salido tirada de precio.. está medio caída - le dije riendo - pero es nuestra - dije contento - ¿te gusta de verdad? - le pregunté poniendo mis manos en su trasero para alzarla y que se enganchara a mi, me puse de lado con ella encima y miré hacia la casa - hay que arreglarla un poco.. pero yo he calculado que para el verano o incluso antes podremos venirnos aquí.. la playa está justo al otro lado, se oyen las olas - le dije sonriendo.

-Me encanta- le dije sonriendo, abrazándome a su cuerpo cuando me cogió- Es grande… madre mía, es alucinante.- seguía riendo mientras la miraba- Estas loco Kellan… Bueno, pues tendré que ponerme a trabajar, una casa no se mantiene sola… ahora tendremos que pagar las cosas de arreglarla y la luz y tal…- sonreí contenta.- Y cerca de la playa… es perfecta.- seguía sonriendo- ¿podemos entrar?- pregunte mirandola

- Me alegro de que te guste - le dije sonriendo - he pensado en el futuro, tendremos que llenar todas las habitaciones con niños ¿no? - le dije riendo, le di un beso en la mejilla y empecé a caminar hacia la casa - claro que podemos entrar, solo hay que tener un poco de cuidado con el porche, hay alguna tabla suelta.. lo comprobé el primer día - dije riendo, señalándole una tabla en la que había un agujero, se me había colado el pie por ella - de momento como no vamos a vivir en ella todo el tiempo no hace falta que trabajemos y mucho menos tu - dije bajándola para buscar las llaves en mi pantalón - más adelante ya veremos cómo lo hacemos - dije mientras abría - toma, está un poco oscuro - dije pasándole una linterna que había en la entrada, cogí yo la otra y cerré la puerta.

-Hay que ponerse a trabajar Kellan- dije sonriendo un poco- En cuanto mi padre habrá la matricula para lo de la escuela de Surf tendré un trabajo seguro, he prometido portarme bien y ser una buena profesora.- dije riendo, aunque el dijera que no, ya era hora de que me pusiera a trabajar y íbamos a necesitar el dinero.- No te pases con los niños, que la que los carga nueve meses soy yo- le dije riéndome. Encendí la linterna y mire alrededor, habían varios muebles viejos por alli- Oh, podríamos arreglar y decorar a nuestro gusto algunos de estos viejos- le dije señalándolos, esas cosas me gustaban

- ¿Vas a hacer de profesora? porque entonces creo que me apuntaré a las clases.. ¿si me porto mal me castigarás? - le pregunté riendo, pasando mi brazo por su cintura - lo que tu quieras - dije mirándola - tu decides la decoración y todo, a mi eso me da igual.. con tener una cama cómoda y el ordenador, y una nevera grande y llena.. lo demás da igual - dije riendo un poco separándome para ir hacia una silla aunque no tenía pinta de ser muy segura, así que no me senté en ella - da un poco de miedo eh - le dije riendo desde donde estaba, me coloqué la linterna debajo de la cara y puse una mueca intentando no reírme.

-No da nada de miedo, me la estoy imaginando con las paredes pintadas y muebles de verdad. Aunque me la imagino en plan minimalista- dije riendo- Ya sabes, con cuatro sillas y una mesa pequeña, porque no creo que tengamos dinero para más ni conmigo haciendo de profesora de surf.- negué con la cabeza y me acerque a el- Creo que aunque mi regalo sea menos, seguro que me ha costado más lagrimas conseguirlo- le dije riendo, le había llorado al hombre por aquello.

- Bueno, poco a poco - dije acercándome - tampoco necesitamos venir a vivir mañana mismo.. pero pensé que estaría bien que para el verano estuviera más o menos habitable, al menos habría que limpiar y arreglar el tema de la luz y las cañerías, así tendríamos playa todos los días sin movernos de casa - dije sonriendo - es verdad, yo también quiero ver mi regalo - dije contento - ¿qué es? tengo curiosidad - dije riendo.

NIKKI
-Vale, a ver…- dije sonriendo mientras abría el bolso para sacar de dentro un papel.- La otra parte del regalo está en casa, es un balón de rugby que calcula la velocidad y fuerza con que has hecho el lanzamiento, creo que lo necesitaras para esto- le dije mientras abría el papel que tenía delante de sus narices- Así que tu regalo no vas a poder verlo o canjearlo, como quieras decirle, hasta el miércoles.- sonreí

Spoiler:

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- Dios Nikki esos balones son geniales - dije sonriendo - un compañero de clase tiene uno, estuvimos un par de tardes jugando con el - comenté contento - podrías habértelo traído - dije mientras cogía el papel para ver lo que era, lo tuve que leer dos veces porque a la primera no me lo había creído - oh dios Nikki.. - murmuré mirándola de reojo, volví a mirar el papel y después a ella de nuevo - ¿cómo lo has conseguido? madre mía, esto es mejor regalo que la casa - dije acercándome a darle un beso - muchas gracias nena.. con esto hay sueldo y muchos de los que juegan en estos equipos terminan pasando a equipos mayores - dije emocionado.

-Lo se- le dije sonriendo con lo del sueldo y los equipos profesionales- Tuve que llorarle al hombre que daba las oportunidades y por eso estuve haciendo un curso durante este último mes en la universidad.- dije riendo, había sido mentira, solo que iba todas las tardes a llorarle a aquel hombre hasta que me dio la oportunidad- Me gusta que te guste, les vas a dejar con la boca abierta, lo se.- dije contenta

- Eso espero.. - dije mirando el papel - ¿y si no me cogen? - le pregunté poniendo una mueca, los días que quedaban hasta el miércoles los pasaría entrenando - si me cogen, con ese sueldo y algo que encuentre a tiempo parcial este verano tendremos para varios meses - lo iría ahorrando todo - me encanta mi regalo - le dije sonriendo y me acerqué a darle un beso - ven, quiero enseñarte la parte de atrás, es increíble - le dije contento cogiendo su mano y tirando de ella hacia fuera, para salir por la puerta de la cocina al jardín de atrás.

-Si no te cogen no pasa nada, mi regalo es la prueba. Pero tranquilo, he visto jugar a ese equipo, te he visto a ti y sé que vales más que la mayoría de ellos… vales más que todos ellos. Si te cogen será genial.- dije sonriendo y camine detrás de el hacia donde decía, pasamos por una cocina, yo iba mirándolo todo.- Cuando se lo cuente a Lucy no se lo va a creer- dije riendo- Bueno, ninguna de las chicas. Tengo que mejor novio del mundo-

- Ya, yo he visto partidos y no son malos pero creo que soy mejor que ellos - no lo creía, directamente lo sabía - eso, tu cuéntaselo a todas.. nadie va a poder superar este regalo jamás - dije sonriendo, la idea la había sacado de cuando los chicos dijeron que nadie superaría a Erik por haberle dado las llaves de su casa a Gabriella, yo le había dado la casa, nadie podía superar eso, solo igualarlo - claro que sí nena, yo soy el mejor novio y tu la mejor novia - le dije sonriendo, tirando de su mano hacia mi para darle un beso - ¿qué te parece? ¿te imaginas aquí sentados después de cenar, o bañándonos en verano por la noche?

-Sí, me lo imagino- le dije sonriendo- Además, esto es casi como tener un trozo de playa privada- dije sonriendo mientras miraba el paisaje que había desde el porche trasero de la casa.- Me encanta, es el mejor regalo del mundo- me abrace a mi novio mirando la playa y cerrando los ojos mientras apoyaba mi cabeza en su pecho.

- Claro, nuestro propio trozo de playa - dije sonriendo, pasando mis manos alrededor de su cuerpo - me alegro de que te haya gustado tanto - comenté contento - estaba nervioso.. por si no te gustaba por ser demasiado compromiso - dije poniendo una mueca - ¿tienes hambre? podemos llamar por teléfono a algún lado y que nos traigan la cena aquí.. creo que tengo un par de mantas en el maletero.

-Solo nos falta comprar un barco- dije sonriendo y le mire- Me encanta- afirme, tenía claro que quería pasar mi vida con Kellan, así que no me parecía mucho compromiso.- Si me canso de ti, te echo y te vuelves con tu hermano- dije en broma.- Si, tengo hambre. ¿Dónde llamamos?- pregunte pensativa, a ver que me apetecía comer y que no tuviera gluten- ¿Es muy cutre cenar pizza en nuestro aniversario?- pregunte mirándole y riendo- Me apetece esa con un montón de aceitunas.-

- Sí, ya solo queda eso - dije riendo - nada de eso, hay suficientes habitaciones para convivir casi sin vernos, tu un lado de la casa y yo el otro - comenté mientras sacaba el móvil para buscar el número de una pizzería - todavía no se lo he contado a Rob, se va a quedar flipado - dije riendo - no es cutre, es nuestro aniversario, podemos cenar lo que nos apetezca - le dije sonriendo y mientras le daba al botón de llamar me acerqué a darle un beso.

-Es verdad, podemos hacer lo que queramos- dije sonriendo y mirándole mientras esperaba que pidiera la cena.- Quiero beber refresco de limón- le dije en voz baja cuando el empezó a hablar con el chico de la pizzería. Después cogí la linterna y fui caminando un poco por la casa, mirando lo que veía y sonriendo. Me encantaba esta casa, en realidad era enorme.

Afirmé con la cabeza cuando me dijo que quería refresco de limón y después de pedirlo todo colgué. Entré dentro de la casa, Nikki cotilleaba el lugar.
- Puedes subir arriba si quieres, no se va a caer el suelo - dije mirándola - voy al coche a por las mantas, ahora vengo - dije antes de salir por la parte de delante para sacar las mantas del maletero - ¿cenamos dentro o fuera? - le pregunté al volver a entrar dentro.

Fui a cotillear por la plante de arriba mientras el iba a por las mantas al coche y luego baje con la linterna encendida.
-Fuera, hay detrás- dije sonriendo- Me ha encantado esa parte de la casa- se veía el mar y era lo que más me gustaba. Cogi una de las mantas que levaba para llevarla alli y colocarla en el suelo de manera que nos pudiéramos poner sobre ella a cenar.

- Vale - dije saliendo a la parte de fuera para dejar la manta en el suelo al lado de la que ella había puesto. Esperé de pie mirando hacia el mar hasta que oí la moto acercarse, no teníamos timbre, así que salí fuera y pagué al chico. Al volver dejé la pizza y la bolsa con las bebidas en medio de las mantas y me senté al lado de Nikki.
- Que aproveche - le dije sonriendo acercándome a darle un beso rápido - con muchas aceitunas - dije riendo mientras abría la caja.

-Genial- sonreí abriendo la pizza y cogí un trozo para pasárselo a Kellan, después cogí uno para mí y le di un sorbo al refresco desde la pajita.- Bueno, pues vamos a estrenar nuestra casa- le dije sonriendo- Esta es la primera cena oficial de la casa Lutz-Hoffmann- dije sonriendo un poco mas- ¿Sabes que es lo que más me gusta? Que nos quedan miles de cosas que estrenar en la casa.- alce las cejas

- Sí, la primera cena oficial - dije riendo - vamos a brindar por nuestro nuevo hogar - reí chocando mi bebida con la suya y di un trago - ¿para qué te crees que he comprado una casa tan grande? para que haya más metros a estrenar - dije alzando las cejas como había hecho ella, me eché a reír y mordí la pizza - cuando tengamos luz y agua, y algún mueble decente podemos hacer una fiesta de inauguración con los demás, que después cuando la tengamos bonita no habrá fiestas, que nos la ensucian.