Casa de Caroline y Mark.

Me había costado, pero había encontrado el sitio perfecto, estaba cerca del bosque para Damon, no muy lejos de la ciudad para mi, y estaba en un sitio alto. Me iba a resultar raro estar sin mis padres, pero tampoco podía quejarme, me gustaba sentirme independiente, aunque sabía que los iba a echar de menos.
- Coge tu esa caja- le dije a Mark señalando una grande mientras yo cogía una pequeña, a el le daba igual, que tenía más fuerza.

Al final había aceptado ir a vivir con Caroline, cualquier sitio sería mejor que la cueva con Ashton, así no le tendría detrás de mi diciéndome que tenía que socializarme, que tenía que salir, bla bla bla... Miré a Caroline y después la caja que me señalaba y fui a cogerla.
- ¿Quedan muchas más cosas? - pregunté mientras la seguía hacia dentro, yo solo había traído dos cajas, en una iban las cuatro cosas que había querido conservar y la otra estaba llena de comida, ella llevaba montones de cajas más y llevábamos toda la mañana dando viajes de la casa al coche y del coche a la casa.

- No, solo una pequeña, la cojo yo- dije después de dejar la pequeña caja que llevaba en la entrada de la casa-. Ahora vuelvo- dije emocionada. Corrí hacia abajo y cogí la caja que quedaba cerrando el coche después. Subí corriendo y entré dentro de casa, cerrando la puerta con el pie. Dejé esa caja en el salón y miré alrededor suspirando-. Y aún queda lo peor...- suspiré. Menos mal que había comprado antes de venir los muebles, sino...- ¿por qué has traido tan pocas cajas?- pregunté curiosa a Mark.

- ¿Qué es lo peor? - pregunté mirándola de reojo cuando volvió y comentó aquello - no tengo más cosas - dije encogiéndome de hombros, había comprado un colchón y un edredón, las dos mesitas y la lámpara que habían en la habitación las había cogido de la basura, pero estaban en perfectas condiciones - ¿puedo fumar aquí?

- Colocar- me reí. Lo peor para él, a mi me encantaba todo esto, a penas veía a Damon y me aburría muchísimo, ya no me dejaban organizar ninguna fiesta en el club de mi madre-. ¿Ni ropa?- pregunté sorprendida-. Pues tendremos que ir un día a comprarte ropa- lo dejé caer como quien no quería la cosa. Me agaché para empezar a abrir cajas y sacar cosas para ir colocándolas-. Supongo que si, es tu casa...escepto...- lo miré-. No fumes en la cocina...bueno, cerca de ella- porque estaba todo conectado.

- Vale, entonces solo en mi cuarto y en la terraza - comenté para mi mismo mientras caminaba por el salón mirando las cosas curioso, todavía había algunas cosas que me resultaban extrañadas por haber pasado tanto tiempo encerrado en la cueva - tengo ropa - tenía tres o cuatro camisetas, lo mismo de pantalones y ropa interior, y un par de pares de zapatillas, apenas salía así que no necesitaba más - ¿quieres que te ayude a colocar? - pregunté mirándola, aunque no tenía ni idea de dónde quería poner las cosas.

- Te aseguro que si cabe en esas cajitas...no tienes ropa, pero no pasa nada- ya me ocuparía yo de que tuviera un buen armario-. Te lo agradezco- le dije después de que dijera que iba a fumar en su habitación y en la terraza. Le sonreí y seguí colocando cosas-. Puedes ir abriendo cajas y dándome cosas, si intentas colocar te volveré loco- reí. Prefería colocar yo las cosas a mi gusto-. Si quieres...poner alguna cosa...- señalé alrededor-. Se que te gustan los peces...y no quedaría mal una pecera por aquí...además así me sentiría menos egocentrica por tener tantas cosas- reí.

- De todas formas no tengo armario - comenté como si fuera lo más normal del mundo - vale - dije acercándome a una de sus cajas, la abrí y empecé a pasarle cosas, mirándolas curioso antes de dárselas - son muchas cajas - habría muchas cosas que colocar - ya no me gustan los peces - dije mirando una especie de jarrón - pero puedes comprar peces si te gustan a ti - no miraría la zona donde estuvieran y arreglado, me iba a recordar demasiado a Sam.

- Pues cómprate uno- era así de facil- no puedes tener las camisas tiradas ¿no?- pregunté. Cogí el jarrón que él sostenía para colocarlo en el sitio donde tenía pensado colocarlo, quedaba perfecto-. Si, y eso que he quedado algunas cosas en mi casa...- iba a echar de menos mi habitación-. Bueno, pues si no te gustan nada...yo lo decía por ti, a mi me dan igual- dije sonriendo un poco-. ¿Quieres poner tu alguna cosa?- pregunté-. Un cuadro...no se...- me alcé de hombros-. Voy a comprar una tele grande, podrías ayudarme a elegirla.

- Supongo.. compraré uno - dije pasándole más cosas - ya te he dicho que no tengo nada más que lo que he traído - todo lo demás le había dicho a Ashton que lo quemara o hiciera lo que quisiera con ello - claro, si quieres voy contigo - aunque teniendo el ordenador portátil no iba a pasar mucho tiempo fuera de la habitación.

Cogía las cosas que me daba y las iba colocando, ya lo tenía casi todo visualizado, aunque había contado con que él trajera alguna cosa y por lo tanto tener que hacer modificaciones durante la marcha, pero nada.
- Vale, pues ven conmigo- resolví-. ¿Has oído lo de los secuestros?- pregunté al ver un periódico en el que iba envuelta una pieza de cristal, veía la noticia. En el último mes habían desaparecido tres personas- la mayoría son jóvenes...- comenté sobre las desapariciones-. Uno de los chicos venía con nosotros a la universidad- nos señalé-. Los policías dicen que no es nada como un asesino en serie...- le expliqué- que no hay ningún patrón ni nada de eso- hice una mueca-. Yo creo que es un vampiro- afirmé-. No suelen haber muchos secuestradores en Frost...- una vez hubo uno, pero lo cogieron enseguida.

- No tenía ni idea - dije parándome a mirar una estatua rara antes de pasársela - no estoy muy puesto en actualidad - comenté como si nada, hacía mucho tiempo que no miraba las noticias - si sigue habiendo desapariciones, resulta ser un vampiro y tu novio no lo controla puede que vengan los Vulturi - así podrían acabar conmigo de una vez por todas.

- Damon tiene muchas en las que pensar como para preocuparse por unos secuestros- comenté cogiendo la figurita que me estaba dando. En realidad no tenía ni idea en qué estaba Damon, pero tampoco quería saberlo, lo que sí sabía era que si le llevaba tanto tiempo era porque sería más importante que tres desapariciones-. Espero que no vengan- hice una mueca-. Damon se pondrá paranoico- ultimamente borraba siempre su rastro de mi alrededor, aunque lo entendía, porque él solo quería protegerme- no vendrán- o eso esperaba-. ¿Son muy malos?- pregunté sobre los Vulturi.

- Sí - respondí a su pregunta - pero aun así son necesarios de alguna forma - comenté acercando otra caja porque habíamos terminado de colocar una de ellas - alguien tiene que mantener el equilibrio, lo malo son sus métodos - dije empezando a pasarle cosas otra vez.

Le pasé otra caja cuando terminamos con aquella e hice una mueca cuando dijo que los Vulturi eran malos. Permanecí antenta mientras me explicaba que eran necesarios, pero yo no lo creía así.
- No creo que ellos sean necesarios- comenté cogiendo un cuadro y dejándolo sobre la mesa, había que poner las puntas para colgarlo-. Deberían derrocarlos y mandar otros con métodos buenos- dije haciendo comillas en lo último-. Continuarán así hasta que alguien se canse...tal vez algún vampiro con dones de esos que teneis...o un montón de vampiros que se harten- lo miré curiosa-. ¿Tu tienes don?- pregunté.

- Lo son, por mucho que nos pese a todos - comenté pasándole cosas para que las colocara - tienen que ser malos, sino nadie les tendría miedo y todo sería un caos.. mantienen el equilibrio, hacen bien su trabajo - comenté sin mirarla - no existen métodos buenos en estos casos - dije parándome a mirar otro de los objetos curioso, había algunas cosas muy raras - sí, repelo otros dones y puedo proteger a otros como me protejo yo.. o al menos antes podía - hacía tiempo que no lo intentaba..

- Ya, pero no tienen por qué pagar los que no han hecho nada- Sam no había hecho nada y se la habían llevado, y Sarah tampoco había hecho nada, y siempre estaban pendientes de que vinieran los Vulturi-. No lo se...vuestro mundo es complicado- dije cogiendo lo que se había quedado mirando-. ¿Lo quieres?- pregunté ofreciéndoselo- podrías tenerlo...de adorno- reí-. No se, dicen que da buena suerte- me alcé de hombros-. ¿Enserio?- pregunté cuando me dijo qué don tenía-. Es genial...osea que tu...¿podrías hacer que Damon no supiera si miento o no?- pregunté-. Guau, tienes que ser un auténtico fastidio- dije riéndome un poco- es genial- asentí-. Pues practica- lo señalé- no puedes dejar que se te olvide...o lo que sea que pase con esas cosas...te tienes que cuidar.

- Eso es relativo, todos hemos hecho algo mal en algún momento - comenté mirándola de reojo mientras cogía otro objeto - no tengo ningún sitio donde ponerlo - dije mirando la cosa de antes - supongo que puedo ponerlo en alguna esquina - si ella quería que me lo quedara, me lo quedaba, solo era un trasto más - sí, podría hacerlo - comenté sonriendo al verla reír - puedo aislarle a él de manera que no pueda usar su don con nadie.. o al menos antes podía - suponía que después de tanto tiempo sin práctica como mucho podría proteger a una o a dos personas, no aislar a un vampiro con don - poco a poco volveré a coger práctica.

- Supongo- dije riéndome cuando cogió el objeto y lo dejó a un lado para quedárselo. Cogí lo otro y fui hasta el mueble estirándome para colocarlo un poco a tientas, cuando lo conseguí volví a por otra cosa-. Tu don es genial- comenté después de que me dijera que podría aislar a Damon-. Seguro que os llevábais mal por eso- antes de que ocurriera todo y que yo supiera lo que eran se llevaban fatal- a Damon le gusta tenerlo todo controlado...- y como me gustaba a mi eso-. Apuesto a que si lo bloquearas se enfadaría muchísimo- reí y solté la caja a un lado cuando acabamos con ella-. Vamos a colocar estas cortinas- dije sacándolas de una caja-. Si quieres puedes practicar conmigo cuando esté con Damon...- de todas formas yo a Damon no le iba a mentir, que yo recordara nunca lo había hecho- así puedes ir poquito a poco.

- Tampoco es para tanto, los hay mucho mejores - como el de Gabriella o el de Ashton, hasta el de Sarah me parecía más útil que el mío en algunas ocasiones - digamos que el tiempo que pasamos juntos trabajando para los Vulturi nos puteamos mucho el uno al otro - comenté acercándome a la ventana donde quería poner las cortinas - no sé si querrá unirse, seguro que termina mosqueándose..

- Ya, pues a mi el tuyo me parece increíble...el de Damon es...- abrí la boca-. Es como un super poder o algo así, es...como si pudiera controlarlo todo, porque sabes cuando te mienten y si haces la preguntas correctas...- reí-. Y el tuyo...venga ya Mark...puedes esquivar esos dones, es genial, no tienes que temer de que descubran tus mentiras o...esas cosas...- no tenía muy asimilado el concepto de los dones-. Yo daría lo que fuera por tener un don con el que espachurrar a Bianca- dije poniendo una mueca, después me reí-. Bueno, pues...cuando tu quieras...seguro que tienes muchas oportunidades para practicar- Da igual, ahora os llevais bien- afirmé. Me había resultado extraño que Damon no se hubiera quejado de que fuera mi compañero de piso, pero suponía que la razón principal sería algo así como repeler a otros vampiros-. Vale, espera..este lado- dije dándole el lado de la cortina que tenía que poner.

- Bianca es bastante odiosa - afirmé cogiendo el lado de la cortina que me pasaba para colocarlo - pero hace bien su trabajo y es discreta - y lo más importante era que le era leal a Damon, podía haberle ido con el cuento de lo de Caroline a los Vulturi y no había dicho nada - sí, supongo - comenté cuando dijo que ahora nos llevábamos bien, tampoco había pasado demasiado tiempo con Damon - ¿está bien así? - pregunté refiriéndome a la cortina.

- Ya, bueno, depende de para qué cosa- porque no se esforzaba nada en ocultar que le gustaba Damon, y tampoco que se arreglaba para ponerle los dientes largos, pero iba lista. Miré la cortina cuando la colocó y asentí- así está bien- con que la colgara me bastaba, ya después la colocaría yo a mi gusto. Colocamos la otra cortina y un montón de cosas que había en las cajas-. Puedes dejarlo ya si quieres ¿eh?- le dije a Mark. A los hombres normalmente no les gustaba hacer estas cosas-. No te sientas obligado a ayudarme ni nada...

- Da igual, no tengo otra cosa que hacer - comenté yendo a por otra caja - además, ahora somos compañeros, yo también vivo aquí así que lo menos que puedo hacer es ayudar a colocar - dije abriendo la caja para empezar a sacar cosas - creo que esto va en tu habitación - dije sacando una braguita - ¿o también es para decorar?