Casa de Nathan y Gema Miller

- Ya.. me gustaría grabarte y tener una máquina del tiempo para retroceder cinco o seis años y enseñártelo - dije riendo - soy el Nathan del futuro y vengo a enseñarte lo cursi que te vas a volver - reía mirándola de reojo - pagaría por ver tu cara del pasado viendo las imágenes..

-Seguramente le pegaría un tiro al Nathan del futuro por venir a reírse de mi- le comente mirándole- Y la culpa es tuya... tu me has convertido en una buena esposa y madre, bueno... todo lo buena que consigo ser.- comente rodando un poco los ojos- Esto era lo que querías, ¿no? Lo que queríamos- me corregí de nuevo- Estar los dos con nuestros críos lejos de tener que llevar pistola en el bolso.-

- La culpa es mía pero tu nunca te has quejado - dije mirándola, girándome un poco en el sofá hacia ella - ¿o es que ahora de repente te arrepientes? - pregunté curioso - a ver si te va a estar entrando depresión post-parto o algo así - dije mirándola, a lo mejor por eso estaba un poco rara últimamente.

-No, no me arrepiento de nada- le dije mirándole- Y tú no tienes la culpa, debería hasta darte las gracias, ya lo sabes- me sentía mucho mejor ahora que hacía cinco años, era mucho mejor persona y me sentía más llena- ¿Por qué crees que tengo depresión post-parto?- pregunte curiosa- No sé muy bien ni lo que es…- dije rodando los ojos, estaba un poco agobiada porque no podia hacer tantas cosas para mi misma como antes, pero cuando veia a Nate se me pasaba.

- No sé, era más bien un decir - comenté mirando hacia la tele - pero sí que estás un poco rara últimamente - comenté como si nada - yo tampoco lo sé bien, pero a algunas mujeres les pasa - dije cogiendo la cerveza para dar un trago.

-¿Rara?- pregunte mirándole- Si, bueno… el niño se pone a llorar muy pronto así que apenas me da tiempo de secarme el pelo o maquillarme un poco y todavía no he perdido esos kilos de más que quería- dije con una mueca, meciendo al bebe.- Ya no estoy tan guapa como siempre.- añadí- ¿Estoy rara para mal?- ahora no sabia que significaba que estuviera rara.

- No me refiero a ese tipo de rara - dije mirándola con una mueca - digo forma de ser.. no sé cómo explicártelo - dije mirándola - haces cosas raras, como lo de esta mañana.. y te agobias rápido por todo - aunque a lo mejor eran imaginaciones mías - ¿por qué dices eso? estás tan guapa como siempre..

-¿Tú crees?- pregunte mirándole cuando dijo que estaba tan guapa como siempre.- Lo de esta mañana ha sido una estupidez y lo siento. Es que… hay mujeres que no vuelven a estar como antes después de un parto- dije señalándome el cuerpo- Y quería que me miraras como haces tú cuando lo hacemos- sentirme deseada- así que hice lo que nunca falla contigo- desnudarme- Pero no era el momento adecuado.- dije con una mueca.- Lo siento, te he fastidiado el día por estar un poco deprimida con mi cuerpo-

- Joder Gema.. no me creo que de verdad tu te deprimas por esa tontería - dije mirándola - no te vuelvas loca con ese tema, a mi me da igual.. el problema no eres tu, es que no hemos tenido mucho tiempo - comenté mirando al crío y después otra vez a ella - pero no significa que no me gustes o algo por el estilo - dije poniendo una mueca - debería grabar también esta conversación, para que tu yo del pasado se quisiera pegar un tiro a sí misma - dije riendo un poco, acercándome a darle un beso.

-Si... supongo que lo del tiempo es uno de nuestros problemas.- comente mirándole- Nuestros yos del pasado no lo tenían, nos íbamos a la sala VIP de la Clímax toda la noche, volvíamos de día, nos acostábamos hasta tarde, no teníamos un horario de trabajo- sonreí un poco y me levante para dejar al crío en la cuna, se había dormido y prefería que durmiera en la cuna, que luego se acostumbrara al brazo y no era bueno.- Tranquilo, mi yo del pasado ya quiere pegarse un tiro- comente riendo y sentándome de nuevo allí.- ¿Entonces sigues pensando que soy la mujer mas sexy del mundo?- le pregunte

- Claro que lo sigo pensando - dije cuando volvió al sofá de dejar al crío en la cuna - lo sigues siendo - le dije sonriendo un poco acercándome a ella - menos a las seis de la mañana que lo único que quiero es dormir - dije riendo un poco acercando mis labios a su cuello para empezar a besarle por ahí - dentro de poco tendremos todo el tiempo del mundo otra vez.

- Espera un momento, que voy a hablarte como la Gema del pasado- le comente mirandole seria.- Yo- me señale para recalcarlo bien- Soy la mujer mas sexy, hermosa e impresionante de este planeta incluso a las seis de la mañana- sonreí un poco- Pero, supongo, que tu poder de marmota me gana- comente como si nada, sonriendo. Deje que se acercara a mi para besarme el cuello, sonriendo.- Si, solo tenemos que conseguir que duerma del tirón toda la noche- comente sobre el crío porque entonces los dos dormiríamos y descansaríamos bien y todo seria mas pausado y sin agobios.

Sonreí contra su cuello mientras se decía aquello a sí misma, subí a darle un beso en los labios y me quedé mirándola.
- Yo me refería a nuestro nuevo negocio - dije mirándola - será un poco como volver atrás.. parecido a la Clímax - dije sonriendo un poco - tendremos más tiempo para nosotros - comenté mirándola.

-Es cierto- dije al pensarlo sonriendo- Pues recuerdame que mandemos poner un sofá en tu despacho de jefe de seguridad. Nada de cámaras y por supuesto un buen cerrojo- me reí un poco mas mirándole, estaba bastante mas animada ahora de lo que había estado antes, me sentía mejor. Pase una de mis manos por su tripa abrazándome a el.- Recuerdame también que les meta prisa a los obreros- comente riendo, insinuando que queria tenerlo ya.

- Tranquila, te lo recordaré - le dije sonriendo, pasando mi brazo por encima de sus hombros cuando se acercó a mi - aunque no creo que haga falta, ya te veo a pie de la obra gritando como una loca que se den prisa - dije riendo un poco - más o menos como para la construcción del Beatme..

-Esto me va a hacer volver un poco a mis antiguos placeres de mandar, manipular y ordenar cosas- le comente sonriendo un poco- Voy a empezar ya, encargándote que vigiles que no llegue a casa y me pase con los niños ¿eh? Que ya sabes que le cojo el vicio y no paro…- comente sonriendo.- Has tenido una gran idea, eres el mejor- le dije sobre el hotel, acercandome a darle besos en la mejilla, exageradamente como si fuera una abuela mientras me reia.

- Ahora me ordenas esto y cuando te vuelvas loca me ordenaras que deje de controlarte - dije riendo un poco - además, aquí el jefe voy a ser yo.. tu ya no puedes darme órdenes - dije sonriendo echándome hacia el lado contrario que ella cuando empezó a darme tantos besos en la mejilla - te ordeno que pares de hacer eso - dije riendo.

-Creo que soy una empleada rebelde- comente riéndome cuando empezó a ordenarme cosas.- Ohh, vamos… ¿no te gustan mis besos de yaya?- le pregunte parando un poco y apretándole una mejilla.- Vale, vale… no te daré mas besos. Me tendrás que ordenar que lo haga.- le dije como si estuviera indignada.

- Pues no - le dije riendo un poco - vale, ya te lo ordenaré - dije sonriendo - ahora te ordeno que vayas a hacer la cena - dije riendo un poco, se iba haciendo la hora y tenía hambre - pero nada de pescado o verdura - comenté mirando hacia la tele, como si de verdad se lo estuviera ordenando.

No me movi del sitio, quedándome alli mientras miraba la televisión como si le prestara atención. Le mire de reojo como sorprendida cuando vi que me miraba.
-Son las ocho y cinco, mi horario de trabajo ha terminado hace unos minutos, ya no acepto ordenes- le comente juguetona y me acerque a darle un par de besos mas como antes, riéndome solo para molestarle.

- No aceptas órdenes de tu jefe de trabajo, pero de tu marido sí - dije mirándola separándome riendo cuando volvió a darme besos de esa manera - así que como esposa venga, a la cocina - dije riendo - además, los niños llegarán en un momento y tienes que atenderlos mientras yo vagueo aquí.

-Tu también te casaste conmigo y como marido deberías mimarme un poco, mientras yo me ducho tranquilamente tu vigilas a Nate y preparas algo rápido o pides algo por teléfono para cenar- comente levantándome.- Y ahora levántate, te estoy ordenando que me des un beso- comente mandona.

- No, pero el marido manda - dije mirándola cuando se levantó - así que si quieres un beso ven - dije sonriendo un poco de lado, no me iba a levantar solo para picarla - vaya mujer, deberías vigilar tu al crío.. tendría que haberme casado con otra - bromeé riendo.

-Entonces no te habrías casado con la mujer más sexy del mundo- le dije como si nada, me incline sobre él, puse una de mis manos en su cuello y empecé a besarle, introduciendo mi lengua en su boca para hacerlo más profundo e intentando que se levantara solo para picarle

Sonreí cuando se acercó a mi y empezó a besarme, intentaba levantarme pero no pensaba hacerlo. Dejé mis manos en su cintura, acercándola a mi para que se pusiera sobre mi a horcajadas y perdiera ella.