Bosque norte

Era gracioso verles mientras jugaban. Iba apuntando los puntos y comentando cosas sobre lo que hacían, aunque no bebía, como siempre, me lo estaba pasando bien. Siguieron jugando hasta que no pudieron beber más y después nos metimos en las tiendas a dormir. Aunque algunos en vez de dormir estuvieron entretenidos un rato.. por suerte me había llevado el mp3, así que me puse música. A la mañana siguiente, más bien al mediodía, cuando se despertaron, recogimos las cosas y las cargamos en los coches para ir al siguiente punto.
Estuvimos dos semanas yendo de un sitio a otro, siguiendo la carretera de la costa para acampar en sitios donde hubiera playa y poder bañarnos. Después volvimos a Frost.
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Cuatro años después...

Iba caminando tranquilamente por el bosque sin estar demasiado atento a las cosas de mi alrededor porque iba metido en mis pensamientos, más que en pensamientos en recuerdos, como casi siempre porque eran lo único que me quedaba..

Recibí una llamada de Ted, estaba haciendo rondas por el bosque y había encontrado un campamento de cazadores, los humanos estaban muertos. Fui a inspeccionar la zona y me tocó recoger aquel desastre, estábamos en condiciones de llamar la atención ahora mismo (sarcásmo). Tenía que ser un neófito, no podía ser otra cosa...Por eso empecé a buscar, de haber sido otra cosa tal vez lo habría dejado, pero no nos interesaban las muertes de humanos, sino las desapariciones de vampiros, y teníamos que mantener el control. Le seguía el rastro por el bosque, su olor se confundía con otro, pero no pensé en cual sería porque lo notaba próximo. Al salir de entre unos árboles me encontré con el olor familiar, el Inombrable.
- Ah, eres tu- dije como si nada- hola- sonreí un poco.

Intentaba no recordar todo el tiempo a Sam, no me lo merecía, pero en ocasiones como esa no podía evitarlo, a veces la recordaba con tanta fuerza que hasta me parecía notar su olor alrededor de mi.. aunque en ese momento es que de verdad estaba ahí, porque apareció de entre unos árboles. Me quedé parado, mirándola sin decir nada, tragué saliva cuando me saludó sonriendo un poco y seguí mirándola en silencio.

Por un momento no supe que hacer, como reaccionar, y me salió esa estúpida sonrisa, como si no hubiera pasado nada entre nosotros, como si todo siguiera como antes. Cada vez que se trataba de algo relacionado con él metía la pata. Había hecho que lo sacaran de la cueva y no podía parar de pensar en él ni un solo instante, quererlo y odiarlo a la vez, y dolía, pero no podía dejar que mis emociones me controlaran.
- ¿Tu hablar mi idioma?- pregunté sonriendo de lado intentando arreglar lo de antes. Estaba algo tensa, pero no podía evitarlo- ¿te ha comido la lengua un gato?- pregunté- pobre gato- murmuré para mi misma mirando alrededor, el neófito tenía que andar cerca. Miré a Mark y levanté una ceja.

Me había sonreído un instante y al instante siguiente se dirigía a mi de aquella manera, pero era lo normal, no la culpaba, era la única que estaba actuando como debía, ninguno tenía que haberme perdonado.
- Hola - dije simplemente todavía mirándola fijamente, en realidad es que me parecía mentira que estuviera ahí parada frente a mi. Tragué saliva otra vez y aparté la mirada de ella hacia un lado, un poco incómodo.

- Vaya, pues parece que si que sabes hablar...- dije mirándolo. Miré a los lados y después me fui acercando hacia él, más que nada porque no quería darle la satisfacción de ver que conseguía quedarme en un sitio, aunque su mirada no era precisamente de triunfo, pero no podías fiarte de él, era un actor increible, un mentiroso-. Me han dicho que estuviste en un hotel cinco estrellas- dije sonriendo- y que servían muy buena comida- no me miraba-. Mirame y háblame, al menos haz eso- le desagradara hablar o no conmigo merecía que me mirara, y se lo exigía.

- En realidad he estado encerrado en una cueva - comenté dirigiendo mi mirada hacia ella, me lo había pedido y yo lo hacía - sin alimento - era la primera vez que la veía de tan cerca desde hacia cuatro años, sabía de sobra que los vampiros no envejecíamos pero es que ella seguía tan igual, físicamente, porque en el fondo se notaba que había cambiado, en ese aspecto estaba totalmente cambiada.

- Lo se- dije mirándolo seria-. ¿Quién crees que hizo que te sacaran de allí?- pregunté levantando una ceja-. Ashton no podría saber cosas de los Vulturi por harte de magia ¿no crees?- era una pregunta retórica-. No me parecía un castigo justo que te tuvieran encerrado allí- dije mirándolo. Me habría parecido más justo otra clase de castigo, aunque teniéndolo delante no podía pensar con claridad. Seguí acercándome a él y di una vuelta a ru alrededor.

Se me fue abriendo la boca según ella decía que había sido la que le había dicho a Ashton que me sacara de allí.
- ¿Qué? yo no.. yo.. ¿por qué? - dije entrecortadamente mirándola de reojo cuando empezó a caminar a mi alrededor - no lo entiendo - dije mirándola, no entendía nada.

- Oh dios mío, Mark, pareces una abuela- dije haciendo una mueca y colocándome delante de él. Estaba tan guapo, y olía tan bien que tuve que concentrarme en lo que iba a decir para poder decirlo-. Ya somos dos- yo tampoco entendía por qué lo había sacado- un momento de debilidad supongo- sonreí un poco-. De todas formas...sigo pensando que ese no era un castigo adecuado para ti- dije poniéndome más seria. Intentaba controlar mis emociones, mantener la expresión de ahora, porque en realidad lo que quería hacer era gritarle por qué me había hecho esto y llorar-. ¿No te alegras?- pregunté.

Me puse serio cuando dijo que parecía una abuela y dejé de respirar, era demasiado notar su olor tan pegado a mi piel.
- No - dije cuando preguntó si alegraba - no me alegro para nada - dije mirando al frente, sin mirarla a ella - pero si quieres que te dé las gracias te las doy.

- Ahora has pasado a ser un soldado- dije soltando una pequeña carcajada-. ¿A qué estas jugando Mark?- le pregunté mirándolo directamente a los ojos. Quería saber a qué venía este comportamiento- ¿de verdad piensas que me voy a creer esto?- pregunté-. Tu sin ser capaz de sostenerme la mirada...- negué con la cabeza-. No me parece creíble- sonreí de lado-. No, no quiero que me des nada- respondí ahora más seria-. No lo he hecho para que me lo agradecieras, solo fue un descuido, bajé un poco la guardia, pero no va a volver a pasar...- le aclaré.

- No estoy jugando a nada - dije manteniéndole la mirada - puedo mirarte si es lo que quieres - dije serio, apenas sin inmutarme - no sé qué decirte a eso - dije refiriéndome a que no se iba a creer lo que hacía - estás en tu derecho de no hacerlo - era lo más lógico, que no confiara para nada en mi, después de todo la había estado engañando - me queda claro que solo fue un descuido - dije afirmando un poco con la cabeza.

- Oh, venga ya, si pudiera vomitaría- hice una mueca. No me creía que me dijera tantas veces que haría lo que yo quisiera, además, me daban ganas de machacarle la cabeza. Le mantuve la mirada en silencio- no te soporto tan conformista- dije fastidiada. Porque quería que se defendiera, que me dijera algo para poder desahogarme un poco, aunque sabía que no debía hacerlo, pero por un lado lo necesitaba. Miré a otro lado para evitar ponerme a llorar y después lo miré de nuevo cuando se me pasó, el problema era que no había podido olvidarme de él en todo este tiempo. Asentí cuando dijo que lo tenía claro y olí los alrededores. El neófito se acercaba, podía olerlo, escucharlo y además los animales murmuraban.

- Lo siento - dije simplemente mirándola, no entendía qué era lo que quería en el fondo, vale que le hubiera dicho a Ashton dónde estaba en un momento de debilidad, eso estaba claro, lo había repetido dos veces, pero ni siquiera tenía por qué hablarme y ahí estaba haciéndolo.

Miré al neófito cuando apareció delante nuestra y lo miré con atención. No podía tener más de tres días de vida, y era una pena, pero no podía permitir que siguiera matando gente. Cuando Mark dijo que lo sentía lo miré un instante y rodé los ojos. Justo el tiempo necesario para que el neófito se me echara encima. Nos había mirado a ambos y por puro instinto había visto que yo era más joven y por lo tanto más débil. Pero yo estaba entrenada. En un momento me puse en su espalda y le había roto el cuello. Me bajé de ella y antes de que su cuerpo cayera al suelo le arranqué el corazón, después lo dejé caer al suelo. Busqué en mi bolsillo una caja de cerrillas pequeña y le prendí fuego al cuerpo, después empujé el corazón con el pie para que se quemara con los restos.

No me di cuenta de la existencia del neófito hasta que estuvo delante nuestra. Se lanzó contra Sam y mi primer impulso fue ir a abalanzarme contra él para defenderla, pero en un segundo ella le rompió el cuello y le arrancó el corazón, ni siquiera me dio tiempo a acercarme. Me quedé mirándola confuso, ella nunca había hecho una cosa semejante, la Sam que yo había conocido se tomaba su tiempo para esas cosas, se planteaba antes de nada la posibilidad de educar al neófito, había que convencerla de que no era buena idea.. sin embargo, esta Sam ni siquiera había dudado en lo que tenía que hacer. Me quedé mirándola mientras sacaba una cerrilla y quemaba los restos del neófito, sin duda había cambiado del todo.

Mientras veía arder el cuerpo del neófito intentaba convencerme de que había hecho lo correcto. No podíamos llamar la atención, no podíamos permitirnos que Jane viniera o se daría cuenta de todo lo que estaba pasando. Había hecho lo correcto...pero seguía sin sentirme bien con ello, suponía que había cosas que nunca iban a cambiar por muchos vampiros que matara y por mucho que intentara parecerme a Damon, llevaba cuatro años intentándolo y no había podido. Sin embargo esto era algo que sólo yo sabía, y como mucho Damon porque a él no podía mentirle. Miré a Mark, que estaba mirándome casi sin pestañear.
- No me mires como si nunca hubiéramos matado un neófito- hice una mueca de asco mirando el fuego y pidiendo perdón en mi interior, no me había quedado otra.

- No te miro de esa manera - dije desviando mi mirada al fuego, no la miraba por el hecho de que hubiera matado a un neófito, sino porque ni siquiera había parpadeado. Suspiré disimuladamente y seguí mirando el fuego mientras se consumía, no sabía qué hacer, si quedarme, irme, no sabía qué quería hacer ella, si que me quedara, que me fuera.. así que me mantenía allí quieto, sin decir nada, sin mirarla para no molestarla, esperando a que ella hiciera algo.

- De verdad...- empecé a decir mirando al fuego y después mirándolo a él- das pena- sonreí-. No tienes ni idea de como te ves- negué con la cabeza sonriendo aún-. Será mejor que espaviles- dije mirándolo ahora fijamente- porque el que te haya sacado de allí solo quiere decir que tu castigo de verdad empieza ahora...porque voy a destruir todo lo que quieras de ahora en adelante- le dije seria- cueste lo que cueste- sentía punzadas en el estómago a cada palabra que decía, me dolía, pero era lo que él se merecía- voy a destruirte como tu hiciste conmigo- lo último lo dije con rencor, porque había cosas que no podía evitar que se notaran.

La escuché atentamente, volviendo a fijar mi mirada en ella. Me dolía cada palabra que decía, pero no por el mensaje en sí, me daba igual que fuera a destruir lo poco que tuviera porque en ese momento no tenía nada y dudaba que tuviera algo en un par de décadas, lo que de verdad me dolía era el odio y el rencor con el que las decía.
- Me parece justo - dije serio mirándola - no esperaba menos - era lo suyo, yo la había usado a ella para vengarme de Jane y los Vulturi, ahora ella podía vengarse de mi con lo que quisiera.

Lo miré extrañada cuando me respondió de aquella manera, no ponía ninguna objeción siquiera, no trataba de defenderse. Seguro que era algún tipo de treta de las suyas, no me creía nada de lo que me estaba diciendo, y mucho menos de lo que estaba haciendo.
- Ya, ya lo veremos- dije mirándolo-. No me creo esto- lo señalé- tu no eres el Mark que me engañó, me hizo creer que sentía cosas que en realidad nunca sintió- dije como si nada, como si no me importara- y solo para...- lo pensé- ¿poder?- bufé y sonreí de lado. Ahora sabía que nunca habrían podido destruir a los Vulturi, Sairus no había tenido una mínima oporunidad- ¿dónde está ese Mark?- pregunté mirándolo, aunque sabía que era solo una fachada.

- Estás en tu derecho - dije cuando repitió que no me creía, encogiéndome de hombros - puedes creer lo que creas conveniente, puedes pensar que ahora te estoy engañando, que actúo con algún fin - dije mirándola - también puedes creerte eso de que nunca sentí nada por ti - a saber qué cosas le habrían estado contando los Vulturi durante todo ese tiempo - yo no voy a intentar convencerte de lo contrario - si eso era lo que quería creer yo no iba a obligarla a escucharme - será más fácil así - dije sonriendo tristemente.