Bosque sur.

Lo miré cuando Sam colgó y me acerqué a él, había ignorado el echo de me me hubiera escuchado decir lo de Sarah, seguía pensando que si él no lo hacía acudiría a ella, solo se lo pedía a él porque tenía más confianza.
- Es algo para Damon...llevo trabajando en eso meses y no lo quiero tirar- me alcé de hombros-. Se lo voy a dar a ella para que se lo de a él, viven juntos, tu no- sonreí un poco y me apoyé en el respaldo del sofá en el que él estaba sentado-. Es una tontería, incluso me arriesgo a que se enfade conmigo pero...me da bastante igual- me alcé de hombros-. Si luego él lo quiere tirar será asunto suyo- yo ya lo habré olvidado.

- Haces bien en dárselo a ella, porque yo no se lo daría - dije mirándola, girándome del todo hacia ella - no se merece regalos - comenté serio - en realidad, no te merece a ti, Carol.. estoy seguro de que vas a encontrar a alguien mucho mejor - comenté sonriendo un poco.

- Por eso se lo doy a ella, me fio de ti en muchas cosas, pero en eso no- sonreí un poco y le pasé la mano por el pelo para peinarlo-. Te has manchado- señalé su camisa-. Lo sé, pero lo empecé hace mucho tiempo y ya que lo he hecho con el trabajo que me ha costado no quiero tirarlo- le expliqué-. Que se lo quede y ya está- me alcé de hombros-. Mark...estoy segura de que hay cincuenta hombres esperandome tras esa puerta para salir con ellos...de lo que no estoy segura es de que yo quiera hacerlo- comenté- de eso se trata, por eso quiero olvidarlo, para seguir con mi vida...- sonreí un poco- esta no soy yo- me señalé- me paso el día triste, no tengo ganas de nada y no me centro en las cosas...quiero ser yo.

- No, yo soy muy limpio - dije mirándome la mancha - esto ha sido un niño que he tenido que atender, llevaba una piruleta, no había forma de que la soltara y mira cómo me ha puesto - me quejé poniendo una mueca, mirando aun la mancha - vale, tendré todas esas cosas en cuenta - iba a hacerlo, la haría olvidar a Damon y todo lo que éramos de paso, pero antes tenía que decírselo a él, hacía tiempo que no me caía bien, que no confiaba en él, pero si yo estuviera en su lugar me gustaría que me lo hubiese contado antes de hacerlo.

- Bueno, tampoco es una mancha tan grande...de todas formas quítatela antes de que venga Sam, no quiero que diga que no te cuido bien- sonreí un poco mirándolo-. ¿Lo vas a hacer?- pregunté mirándolo. Tenía que escribirle una nota a Damon antes de que lo hiciera, no era un secreto que no tuviera que saber y prefería contárselo yo aunque fuera por carta.

- Vale, mamá - dije riendo cuando comentó que me cambiara antes de que viniera Sam - sí, creo que sí - dije mirándola - no quiero que estés triste, quiero que seas tu - le dije sonriendo un poco - pero antes, quiero mi merienda especial y mi batido - dije riendo un poco.

- No me llames mamá, no soy tan vieja- me quejé. Él tenía más de cien años, si me llamaba mamá yo tendría que tener muchos más-. Gracias- sonreí un poco y le di un beso en la mejilla-. Voy, ya voy...- rodé los ojos y fui a poner las magdalenas en el horno- como salgan mal será tu culpa, por impaciente...- comenté mientras preparaba la fondant y sacaba los decorados-. ¿La quieres del monstruo de las galletas?- pregunté mirando dentro del armario. Saqué de paso unas pastillas para tomármelas, me dolía la cabeza, últimamente me pasaba así el día, suponía que por el estrés.

- No van a salir mal, cocinas genial, estarán riquísimas - comenté desde el salón, alzando la voz para que me escuchase - vale - dije sonriendo, me gustaba cuando hacía las magdalenas del monstruo de las galletas - y el batido de chocolate - dije hundiéndome un poco en el sofá.

- Ya, pero no quedan igual si las haces con su tiempo que si las haces rápido- si las dejabas reposar un tiempo subían más, salían más esponjosas-. Oído cocina...- dije sin alzar la voz, él me escuchaba bien. Cuando lo tuve todo listo me senté mirando el horno, ahora que sabía que lo iba a hacer tenía algo de miedo, pero no quería recordarlo y que cada vez que lo hiciera me sintiera así de mal, quería volver a ser la Caroline optimista que se quería comer el mundo. Saqué las magdalenas del horno y me puse a adornarlas, corté las galletas y las puse en la boca del muñequito. Las puse todas en una fuente y después todo en una bandeja para llevarlo de una vez-. Ya está aquí- yo me había preparado un té para mí. Me senté a su lado y cogí el té para darle vueltas, ya estaba más que reposado-. ¿Crees que tardará mucho en llegar?- pregunté refiriéndome a Sam- le he escrito una carta a Damon diciéndole lo que es lo que le voy a dar y...lo que voy a hacer, para que lo sepa...no me voy a esconder.

El monstruo de las galletas:

Spoiler:

- Por fin - dije acercándome a la mesa para coger una de las magdalenas, llevaba ese rato viendo la serie pero el segundo capítulo era repetido - pues no lo sé.. solo me ha dicho que se pasará más tarde, está con sus misiones de Vulturi, ya sabes - dije rodando los ojos - me da pena comérmela - dije mirando la magdalena - te han quedado muy bien - dije mirándola a ella de reojo, después cogí la galleta y me la llevé a la boca para comerme la mitad de un mordisco - me parece bien - de todas formas, yo se lo comentaría primero, a lo mejor quería hacerlo él.

- Que quejica, tampoco he tardado tanto...- rodé los ojos y le di un trago a mi té-. A ver si termina pronto- suspiré. Cuanto antes me deshiciera de ello mejor, antes podría pedirle a Mark que lo hiciera-. No seas tonto, puedo hacer más- comenté sobre la magdalena- pero gracias- sonreí un poco y miré a la tele dándole de vez en cuando pequeños sorbitos al té- ¿te parece bien?- pregunté levantando una ceja- pensaba que tu eras el que decía que no se merecía ni un regalo- y por lo tanto suponía que menos una despedida.

- Y no se lo merece.. pero está bien que le dejes las cosas claras - comenté mirándola de reojo, me metí el trozo de galleta que me quedaba en la boca - yo terminaría poniendo en la carta: y que te den, cabrón, firmado Caroline - dije riendo un poco - a lo mejor consigo convencer a Sam para que falsifique un posdata con tu letra - comenté como si lo estuviera pensando, después reí estirándome para alcanzar el batido y dar un trago.

- Que malo eres...- dije rodando los ojos-. Espero que Sam nunca te haga algo como esto, porque entonces le clavaré un colmillo de vampiro en un ojo- lo había dicho en broma, pero al recordarlo no pude evitar sentir un escalofrío, recordaba perfectamente la sensación de hundir el colmillo en la piel de Klaus, podía sentir aún la ropa rasgándose y podía ver su cara de sorpresa al verlo. Le di un traguito al té, despacio y lo miré de nuevo a él, estiré la mano y cogí con un dedo un poco de pelo del monstruo de las galletas para probarlo- si que está rico- comenté para cambiar la línea de pensamientos-. De cualquier manera...- continué- aunque lo he intentado no lo odio- dije mirándolo- no quiero que le den- sonreí un poco-. Si él está bien con Katherine...- me alcé de hombros y puse una mueca- tengo envidia, mucha envidia y...en parte quiero matarla- pero es que no era su culpa tampoco, la culpa era mía por no ser lo suficientemente buena para él, podría haberlo hecho mejor.

- Damon no está con Katherine, Carol - dije mirándola de reojo - eso fue hace mucho tiempo - no creía que hubieran vuelto juntos, pero si ella se sentía mejor, o más alejada de él pensando eso, mejor, porque Damon no le convenía, de la lista de peores vampiros, él estaba entre los diez primeros - yo te recomendaría utilizar el colmillo en Katherine si se te acerca y huir deprisa - no sería capaz de matarla - o mejor, huir directamente, y que no te toque - siempre se lo recordaba.

- Lo ví Mark- dije mirándolo- la tenía contra la pared en aquella fiesta y...no era una pelea, te lo aseguro- eso era tensión sexual y más cosas, solo les había faltado besarse. Negué con la cabeza, no quería seguir pensando en eso-. Lo se, si lo utilicé en Klaus no voy a arriesgarme a no utilizarlo en otro ahora que sé que funciona- para mí un par de minutos podían suponer la diferencia entre vivir o morir-. No lo haré...- respondí sobre dejar que me tocara- ¿y si ya lo ha hecho?- pregunté mirándolo- seguro que ha tenido un montón de ocasiones- era humana-. A lo mejor ni lo recuerdo- rodé los ojos.

Puse una mueca, ya me lo había contado, pero me imaginaba que solo habría sido un calentón, Damon era demasiado rencoroso.
- Si ya lo ha hecho no podemos hacer nada - dije mirándola de reojo - esperemos que no - el don de Katherine era de los más peligrosos porque podía moldear tu mente a su gusto sin que te dieras cuenta - no hay forma de saberlo - así que no podíamos hacer nada - yo creo que ya no está en Frost - no creía que de verdad estuviera con Damon - podemos estar tranquilos de momento.

- Ya, bueno- me alcé de hombros. Me daba bastante igual que lo hubiera usado conmigo, si la volvía a ver ya sabía lo que tenía que hacer con el colmillo-. Dejemos el tema- yo pensaba que seguía por ahí, no se dejaba ver por nosotros, pero apostaba a que sí que se estaba viendo con Damon, en ese bar como me había dicho Klaus...Suspiré un poco mirando a la tele, ya había visto ese capítulo-. Come- lo animé sonriendo un poco. A ver si Sam no tardaba mucho en venir.

KATHERINA
Después de pasar un par de días en el bosque me busqué un piso en el centro, cuanta más gente alrededor más camuflada estaría. Sabía que Klaus seguía por ahí pero no le había visto, tampoco quería ver a Damon, estaba enfadada con él y suponía que me culpaba por el secuestro de su barbie, era una pena que Klaus no la hubiera matado.
Había salido para divertirme un rato y de paso alimentarme. Estaba terminando con un humano cuando escuché la voz de Damon detrás de mi, había estado tan concentrada en mis cosas que ni le había oído acercarse. Me giré hacia él, soltando el cuerpo sin vida del chico y le miré precavida.
- Damon.. - dije mirándola entre insegura y curiosa, me miraba de una forma extraña.

-Hace... años que no nos vemos- comente mirándola curioso- Vaya, estas... estas increíble- aunque nosotros no envejecíamos, pero seguía tal y como la recordaba, hasta en los movimientos- ¿que haces por aquí?- pregunte curioso, acercándome a ella- Te he buscado... durante años.-

KATHERINE
Fruncí el ceño cuando dijo que hacía años que no nos veíamos, ¿qué le pasaba ahora?
- Vale, Damon.. - dije sonriendo - explícame a qué estamos jugando ahora, para poder participar - dije mirándole fijamente, atenta a todos sus movimientos - y cuéntame las reglas, para que pueda saltármelas, claro - le dije sonriendo, no quería que notara lo tensa que estaba, no estaba entiendo nada.

-¿Sabes? He estado muchos años enfadado contigo, porque me dejaste y te largaste... pero ahora... ahora lo entiendo. Y necesito tu ayuda- le dije mirandola, no lo había pensado hasta ahora, ella podia ayudarme.- No estamos jugando a nada... aunque deberíamos, siempre nos lo pasábamos bien- comente sonriendo.

KATHERINE
Ahora sí que estaba perdida de verdad, no entendía nada de lo que me estaba diciendo y no sabía a qué quería jugar, pensaba que estaría muy enfadado conmigo después del secuestro de la barbie.
- ¿Mi ayuda para qué? - pregunté mirándole, dejando mis manos en mi cintura, en jarras, mientras seguía observándole, no me cuadraba nada su actitud, era como si no recordara nada de lo que había pasado últimamente.

-Para salir- le dije acercandome a ella- Quiero salir de las filas Vulturi, tengo que hacerlo... pero hacerlo bien- dije mirandola- Luego podemos... podemos largarnos lejos. Los dos, si todavia quieres.- dije mirandola- No podran encontrarnos... no a nosotros- dije sonriendo con malicia, eramos muy buenos juntos.

KATHERINE
Di un paso hacia atrás cuando el caminó hacia mi, no me fiaba para nada de esta versión de Damon porque no se parecía en nada a la última que había visto, u oído por teléfono.
- Damon.. la última vez no estabas muy contento conmigo - dije dando otro paso hacia atrás - si es una broma, casi has conseguido que me lo crea, muy convincente - comenté mirándole, era raro porque parecía que lo decía tan en serio y me miraba de una forma distinta..

-Me habías abandonado, Katherina, ¿como querías que estuviera?- pregunte curioso.- Me he dado cuenta... solo nos engañan, estoy allí para servirles, me he cansado. Quiero tener mi propia eternidad.- le dije serio- Nos divertíamos juntos, y ahora no tendríamos que trabajar para ellos... ¿O me vas a decir que no sientes lo mismo que entonces?- pregunte curioso.