Casa Katherine y Megan Prescott.

Cuando llegué a casa no estaba el coche, papá y mamá ya se debían de haber ido a trabajar. Ese día no tenía que ir a las prácticas, por suerte.. quería quedarme en casa, en la cama, seguramente llorando, aunque estar un rato con Adam me había animado algo. Entré y subí directa al cuarto para coger el pijama, me iba a dar una ducha.

Me despertaron mis padres al salir a trabajar por la mañana, aún estaba en la puerta, me había quedado dormida en la calle y estaba muerta de frío. Me iba a caer una buena bronca esta noche, cuando llegaran, porque ahora iban con prisas. Fui a mi habitación y me metí en la cama sin siquiera cambiarme el pijama, me encontraba fatal, tenía el frío metido en los huesos y encima el estómago revuelto, tenía muchas ganas de vomitar, pero estaba aguantándome, odiaba vomitar, me daba muchísimo asco. Moví un poco la manta para ver quien entraba y al ver a Kath volví a taparme, a saber donde había pasado la noche, seguro que con su amigo Adam...porque con Justin no había estado y llegaba ahora.

Dejé la mochila sobre la cama y me quité la chaqueta. La metí en el armario intentando no hacer ruido porque Meg estaba en su cama, después cogí el pijama y fui al baño. Me quedé debajo del agua bastante rato. Después me puse el pijama, me sequé un poco el pelo con la toalla y fui a la habitación. Me tumbé en la cama y me tapé, girándome hacia el lado contrario al que estaba Meg.

Intentaba recobrar el sueño, pero entre el malestar en general que tenía y las ganas de vomitar no me veía capaz. Conseguí aguantar hasta que terminó de ducharse Kath. En cuanto se metió en la cama ella yo salí corriendo de la mía hacia el baño y me arrodille delante del váter intentando sujetarme el pelo a un lado. Siempre había sido muy mala para vomitar, y era bastante escandalosa, odiaba esa parte de las borracheras, era asqueroso, y encima me moría de frío ahí en el suelo. Me quedé quieta donde estaba por si volvía a vomitar, no se me iban las ganas, pero parecía que no iba a vomitar más.

No me moví cuando escuché a Meg levantarse de la cama pero me incorporé al oírla vomitar en el baño, Meg nunca vomitaba o lo evitaba hasta que no podía más, odiaba hacerlo. Seguramente se habría pasado con la bebida. Suspiré y me levanté de la cama, fui hasta el baño y me quedé en la puerta.
- ¿Estás bien? - pregunté asomando un poco la cabeza - te vas a enfriar - estaba en el suelo y cogería frío.

- Estoy vomitando, ¿no lo ves?- le dije a modo de respuesta, ella sabía que para mí vomitar era como una tortura, era asqueroso, y dejaba una rasposidad en la garganta asquerosa. Tragué un poco, aunque me arrepentí enseguida, y me levanté apoyándome en el váter-. Llegas tarde- tenía doble sentido, porque ya estaba fría y porque había llegado tarde esta mañana. Me acerqué al lavabo, me enjuagué la boca y bebí un trago para limpiarme la garganta. Sentí un escalofrío, estaba helada, además, debería cambiarme de ropa.

Rodé los ojos y me volví al cuarto, no me podía creer que después de tanto tiempo siguiera enfadada por lo de Adam, no estaba siendo justa. Suspiré sentándome en la cama, ese día no tenía fuerzas para pelearme con ella, así que me volví a tumbar, tapándome hasta arriba y girándome hacía la pared. Quería conseguir dormirme antes de que me dieran ganas de llorar.

Salí del cuarto de baño y entré en la habitación. Fui hasta el ropero y saqué un pijama de invierno, de los calentitos, necesitaba entrar en calor como fuera, y no podía dejar de tiritar. Me desvestí rápido y me cambié.
- Cuando veas a Justin dile que me guarden el bolso y el móvil, me lo quedé allí anoche- dije como si nada volviendo a meterme en la cama y tapándome hasta arriba-. Que asco...- me quejé llevándome la mano a la garganta y colocando la frente en la almohada para presionarla, me dolía un poco también la cabeza.

- No creo que le vea en unos días, llama a Cook o Matt y diles que te lo guarden - dije sin moverme de como estaba. Tarde o temprano tendría que hablar con Justin y explicarle lo que me pasaba, pero ¿cómo se lo decía sin decirle que Alexa me lo había contado? era imposible, y tampoco quería meterla a ella en problemas.

- Vale- me moría de ganas por preguntarle qué le había pasado, pero me mordí la lengua, no me iba a meter en sus cosas para que no se quejara de que la controlaba, luego me decían que estaba loca, hasta mis padres me habían dicho que tenía que darle su espacio, pues yo se lo daba, que lo cogiera todo para ella, bastante tenía yo con lo mío. Cerré los ojos para intentar dormirme, pero no lo conseguía, estaba entrando en calor poco a poco, pero seguía con el estómago revuelto y el dolor de cabeza.

Cuando llegué a casa subí sin hacer ruido, quitándome los zapatos antes de entrar y subiendo de puntillas las escaleras. Entré en la habitación y me metí en la cama solo con la camisa del pijama, no me apetecía dar más vueltas por la habitación, Kath estaba dormida. Esa noche tuve pesadillas y me desperté temprano, aunque decidí quedarme en la cama un rato más, no me encontraba muy bien. Al final me levanté para ir al baño y vomitar, aunque no sabía que iba a vomitar porque no había comido nada, así que fue más asqueroso todavía.

Me desperté por la mañana cuando escuché ruidos en el baño. Al mirar hacia la cama de Meg me di cuenta de que no estaba ahí, pero la cama estaba desecha. Me incorporé despacio, frotándome con una mano los ojos, me encontraba un poco mal y eso que no había bebido apenas. Volví a escuchar el mismo ruido de antes y salí de la cama para ir a ver de dónde venía. Me asomé por la puerta del baño que estaba entreabierta y vi a Meg vomitando, puse una mueca.
- ¿Estás bien? - pregunté en voz baja para no despertar a papá y mamá, abriendo un poco la puerta - ¿no se te ha pasado ya lo de vomitar? - pregunté mirándola, desde hacía un tiempo vomitaba mucho, estaba enferma pero como no hablábamos..

Me dolía la garganta de hacer fuerza con ella al vomitar, y encima era asqueroso. Me quedé apoyada de rodillas en el váter por si me venían las nauseas de nuevo, pero no podía vomitar más porque no tenía nada en el estómago. Miré a Kath cuando se acercó a mí y me preguntó. Negué con la cabeza y me pasé las manos por la cara, se me habían escapado algunas lágrimas de lo mal que lo pasaba. Me senté en el suelo rodeando mis piernas con mis brazos, apoyé la cabeza un momento en ellas y después volví a mirarla. ¿Se lo decía?, ¿cómo se lo iba a decir?, no podía. Pensando en eso empecé a llorar otra vez, escondiendo la cabeza en mis brazos. Se iba a notar, al final se acabarían dando cuenta todos.

Fruncí el ceño cuando se puso a llorar así, sabía que le daba asco vomitar y que era una de las cosas que más odiaba en el mundo pero tanto como para ponerse así.. yo sabía que le pasaba algo. Miré por el pasillo antes de entrar al baño y cerrar la puerta con cuidado, al final nos iban a escuchar y se iban a levantar.
- Ya está, Meg, ya pasó - dije arrodillándome frente a ella - no llores - dije dejando mis manos en sus brazos, acariciándole despacio para intentar consolarla - sshh.. no llores, ya está.

Miré a mi hermana cuando se agachó intentando consolarme, quería abrazarla, me sentía tan mal...Seguí llorando, intentando no hacerlo muy alto porque mamá y papá se despertarían, y lo que me faltaba era que me hicieran preguntas.
- Te e...echo de menos...- dije entre sollozos, pasándome la mano por los ojos para limpiármelos- no se va a pasar...- negué con la cabeza llorando aún más, ¿cómo se me iba a pasar?, estaba embarazada, era imposible que se me pasara solo.

- Yo también te echo de menos - dije mirándola, me iba a poner a llorar con ella, cuando una estaba muy triste era como que se nos pega - oh vamos, Meg, no llores - dije acercándome a ella para abrazarla - claro que se te va a pasar - dije acariciando su cabeza - tranquila.. estoy aquí, contigo - le dije despacio y en voz baja - no llores.

Cuando se acercó a abrazarme no me resistí, al contrario, la abracé yo también y hundí mi cara en su pecho, llorando un poco más y negando con la cabeza cuando decía que se iba a pasar.
- Kath...- murmuré entre sollozos- no se va a arreglar...lo he fastidiado todo...- dije llorando aún y separándome un poco para mirarla.

- ¿Qué dices? - dije mirándola cuando me separé un poco de ella - no entiendo lo que dices Meg, ¿qué has fastidiado? - pregunté mirándola, suspiré - da igual, pase lo que pase, no tienes que llorar así - dije pasando mis manos por sus mejillas para quitarle las lágrimas - no pasa nada, todo tiene arreglo.. yo te voy a ayudar - le dije sonriendo un poco, no sabía lo que le pasaba pero podríamos arreglarlo juntas.

Si me decía esas cosas lloraba más, porque no me iba a querer ayudar cuando se enterara de lo que había hecho, sabía que ella no iba a querer ayudarme.
- Creo que estoy embarazada- dije rápido, en un murmuro, entre sollozos. No lo había dicho hasta ahora, y ahora que parecía más real me daban ganas de vomitar de nuevo.

La miré boquiabierta cuando dijo que creía que estaba embarazada, me quedé sin saber qué decirla, intentaba decirle algo y movía la boca, pero no me salían las palabras.
- ¿Estás..? quiero decir.. ¿estás segura? - pregunté mirándola, ahora todo encajaba, porque sí que era verdad que había cogido algo de peso y vomitaba todas las mañanas - pero.. ¿cómo? - me costaba casi hasta respirar - vale, vale, tranquila.. tranquila - ¿qué íbamos a hacer? - ¿has ido al médico ya?

- No- negué con la cabeza mirándola. Había esperado callada a su reacción, esperaba que me dijera algo como "y tu me decías a mí" o alguna cosa así, porque yo siempre le decía que tuviera cuidado y le daba la paliza con todo- no me he hecho ninguna prueba...pero no tengo dudas Kath...- le dije pasándome la mano por los ojos. Fruncí un poco el ceño cuando me preguntó cómo y suspiré cuando me dijo que estuviera tranquila, ¿qué ibamos a hacer?- no- negué con la cabeza- me da miedo...¿y si sale positivo?- pregunté.

- Pues.. saldrá positivo - dije mirándola - acabas de decir que no tienes dudas, Meg.. ¿de.. de cuánto estás? - pregunté un poco entrecortadamente, era un tema muy complicado de hablar - porque.. bueno.. hay muchas alternativas - dije mirándola - ¿tu.. qué quieres hacer? - pregunté sentándome como los indios delante de ella, cogiendo sus manos con las mías - ¿y sabes quién es.. el padre? - pregunté intentando no poner una mueca, sabía que eran muchas preguntas pero quería saberlo todo..

- No...lo se...- dije respondiendo a su pregunta sobre de cuanto estaba. No tenía ni idea, no me había hecho ninguna prueba y no había ido al médico por miedo, mientras no fuera habría una posibilidad de que ese mes se me hubiera saltado o algo así, ¿quién sabía?...solo me engañaba a mí misma. Me pasé la mano por la cara de nuevo, porque no podía dejar de llorar y la miré-. No lo quiero- yo no podía ser madre, ¿cómo iba a ser madre ahora?, quería tener hijos, pero cuando estuviera casada o tuviera a alguien con quien tenerlos. Negué con la cabeza con la última pregunta que me hizo, había estado con tres tíos diferentes...pero no sabía de cual era.

Suspiré pasándome las manos por la cara, no tenía ni idea de qué íbamos a hacer, o de qué decirle.. llevaba un rato teniendo ganas de llorar y ya no pude aguantarme más. Dejé los codos apoyados en mis piernas y la cara escondida en mis manos mientras dejaba que salieran las lágrimas.
- Lo siento - murmuré un poco entrecortadamente sin moverme - no sé.. no sé qué decirte.. - estaba tan triste por ella que no podía casi pensar.

- Pero tu no llores...- dije con la voz medio quebrada por las ganas de llorar, volviendo otra vez a soltar un reguero de lágrimas. No me había dicho nada...estaba decepcionada, seguro, la había cagado de una manera monumental, y si Kath se lo tomaba así mamá no me volvería a hablar nunca, había sido una estúpida, ni siquiera sabía cómo había pasado, siempre había usado condón...siempre-. Yo no se que hacer...- murmuré entre sollozos.