Casa abandonada del bosque.

La miré fijamente cuando se separó de mi, hundiéndome en sus ojos mientras me hablaba, eran siempre tan azules.
- Yo también lo he echado de menos - murmuré bajando mis ojos hacia sus labios, un segundo después volvía a besarla, ahora no quería dejar de hacerlo, no sabía si eran todas las emociones juntas, solo sabía que quería estar así, pegado a ella.

No tardo nada en volver a besarme y yo le correspondí con gusto. Pegando mi cuerpo al suyo, pasando mis dos manos por sus hombros hacia su cuello, rodeandole con los brazos con ansias, ahora no me preocupaba por apretarle mucho, el podía apretarme más. Le mordi despacio el labio inferior tirando de el hacia mi, esa era otra de esas cosas que nunca hacia con Erik, nunca le habia podido morder nada.

Apreté más mis manos en su espalda, acercándola más si era posible contra mi cuerpo, tanto que nos empujé a los dos, sin controlar la fuerza con la que lo hacía, y chocamos contra una de las paredes del fondo, que crujió con el golpe. Me separé para mirar si Gabriella estaba bien y para comprobar los daños, se había quedado su silueta un poco marcada y del golpe se habían desprendido algunos cachos de pared, y había caído polvo encima nuestra.
- Lo siento - murmuré riendo un poco, llevando una de mis manos a su pelo para quitarle el polvo - a veces.. no me controlo bien - dije mirándola, y volví a acercarme para seguir besándola.

Sonrei cuando vi como se reía pidiendo perdón por haber roto un poco la pared. Negué con la cabeza para quitarle importancia a lo de la pared y seguí el movimiento de su mano quitándome el polvo del pelo, todo era rápido para un humano.
-Conmigo no tienes que controlarte- murmuré, pero el ya se había lanzado a besarme de nuevo. Pase una de mis manos por su cabeza, metiendo mis dedos entre su pelo, y bajando la otra mano por su espalda.

Era extraño, porque hacía menos de quince minutos estaba muerto de sed, deseando comerme a Caroline, después me había sentido muy débil, asustado y algo deprimido, y ahora esta lo más parecido a feliz que había estado desde que me convertí, y con muchas ganas de Gabriella. Apretaba las manos que tenía en su cintura hacia mi, para pegar nuestras caderas, y la besaba cada vez más ansioso, creo que pocas veces nos habíamos besado así, si es que no lo habíamos hecho ninguna, porque ella antes tenía ganas de comerme todo el tiempo. Llevé una de mis manos hacia su trasero, para seguir apretándola contra mi, y subí la otra por su costado, metiéndola por debajo de su camiseta. El tacto de su piel ahora que teníamos la misma temperatura era agradable.

Apretaba con la mano que había dejado en su nuca su cara contra la mía mientras seguía besandole, dejando que me apretara contra el y disfrutando de la sensación, se me hacia muy raro poder besarle de ese modo, pero a la vez era agradable, no tenia que cortarme en nada. Le empuje para darnos la vuelta rápidamente, dejandole contra la pared ahora yo a el y pasando del polvo que cayo. Lo que hice fue llevar mis labios por su mandíbula y después a su cuello. Pase mi lengua por su cuello y le mordí despacio.

Me empujó y giramos en un movimiento rápido, quedando yo contra la pared. No dejé de besarla hasta que ella bajó sus labios por mi mandíbula y el cuello. Cerré los ojos, disfrutando del momento, apretándola más contra mi con la mano que tenía en su trasero, llevando la otra hacia su espalda por debajo de la camiseta. Terminé llevando mis manos al borde de la camiseta para quitársela, volviendo a atrapar sus labios colocando mi mano en su nuca.

Levante las manos cuando empezó a quitarme la camiseta, dejando que lo hiciera con mas facilidad y sonreí contra sus labios cuando atrapo de nuevo los míos para besarme. Pase una de mis manos por su espalda bajándola hasta su trasero y apretándole contra mi cuerpo. Después subí las manos para quitarle su camiseta, lazandola hacia atrás para deshacerme de ella.

Dejé que me quitara la camiseta levantando la manos como había hecho ella hacía un momento y volví a dejar mis manos sobre su cuerpo, pasándolas por su espalda, acariciando su piel a la vez que la apretaba contra mi cuerpo. La empujé para movernos y caer en el sofá, pero con demasiada fuerza, por lo que las patas del mueble se partieron y caímos al suelo.
- Mmm.. - me quejé contra sus labios poniendo una mueca pero sin separarme de ella, seguí besándola mientras llevaba una de mis manos hacia sus pechos, con la otra me apoyaba para no aplastarla.

Sonrei contra sus labios cuando se quejo porque se habia partido el sofa, de fondo escuche al perro esconderse en la habitacion de arriba. Parecia asustado con el ruido que estabamos haciendo. Como el sofa ya estaba roto le empuje con fuerza, haciendo que se sentara en el y colocandome yo encima de Erik, pasando mis manos por su pecho y bajando mis besos por su cuello hacia su mandibula y pasando finalmente mi lengua por el contorno de su oreja.

La notaba sonreír contra mis labios y no podía evitar hacer yo lo mismo. Me senté en el sofá cuando me empujó y ella se puso encima de mi. Dejé en un primer momento las manos en su cintura, ladeando la cabeza para dejarle más fácil el acceso mientras me besaba por el cuello. Después las fui subiendo por su espalda para desabrochar el sujetador, intentando poner cuidado para no romperlo. Lo dejé caer aun lado y pude pasar mis manos por toda su espalda, sin encontrar nada de por medio. Acerqué mis labios a su cuello y empecé a besarla por ahí, mientras llevaba una de mis manos hacia uno de sus pechos.

Cerre mis ojos y eche la cabeza hacia atras cuando empezo a besarme por el cuello, soltaba algun suspiro de vez en cuando, disfrutando de el. Dios, como le habia hechado de menos y eso que le habia visto practicamente cada dia antes del secuestro. Lleve mis manos por sus hombros, apretandole con fuerza y acariciandole, bajandolas por su pecho hasta llevarlas al borde de su pantalon, empezando a desabrochar el boton.

Bajé aun más mis besos, pasando por su escote hasta llegar a uno de sus pechos para empezar a entretenerme con el mientras masajeaba el otro con una mano. La que tenía libre la pasaba por una de sus piernas, apretando su muslo contra mi cuerpo, subiendo por su costado y volviendo a bajar hacia su muslo.

Apretaba mi cuerpo contra el suyo con desesperación, dejando que me besara por donde el quisiera, acariciando con mis manos todas las partes de su cuerpo a las que llegaba. Después de un rato, estire de su cuerpo y nos hice girar a los dos, dejandole a el sobre mi y dejando mis manos en su trasero y bajandoleun poco los pantalones mientras le mordia los labios con desesperacion, besandole con mas ansias y pegando mi cuerpo al suyo.

Giramos y quedé encima de ella, así que dejé un brazo apoyado a un lado para no aplastarla y fui bajando la otra mano hacia su pantalón para comenzar a desabrochar el botón y la cremallera. A la vez, fui subiendo mis besos por su escote hasta volver de nuevo a sus labios. La besaba con la misma desesperación, dejando que mordiera mis labios para después morder yo los suyos. Tiré despacio de su pantalón con mi mano libre, despacio para no pasarme de fuerza y romperlos, hasta donde llegué, y después puse mi mano en su entrepierna, por encima de su ropa interior para empezar a acariciar su sexo.

Suspire contra sus labios cuando note su mano en mi entrepierna, haciendo fuera con la que yo tenia en su nuca para apretarle mas contra mi, moviendo mi cuerpo contra el suyo y apretando con una de las piernas alrededor de las suyas. Después lleve las dos manos por sus costados, apretando su cuerpo como nunca había podido hacerlo, ahora daba igual que usara toda mi fuerza, mientras fuera neófito el tendría mas que yo así que no le iba a hacer daño. Baje un poco mas sus pantalones, moviendo mis piernas para quitarme los míos ya de paso, sin dejar de besarle.

Mordí sus labios con algo de fuerza, pero intentando no pasarme para no hacerla daño, cuando pasó sus manos por mis costados, apretando, antes no podíamos hacerlo así, ella tenía que controlarse para no matarme, ahora tenía que controlarme yo para no hacerla daño, porque siendo neofito tenía más fuerza que ella. Dejé sus labios y bajé por su cuello, a la vez que metía mi mano por dentro de su ropa interior y comenzaba a presionar su clítoris.

Apretaba su cuerpo con una desesperación asombrosa, creo que nunca había estado así, tenia ansias, ganas, deseo, era... una mezcla de todo. Queria ir rápida y quería el lenta, no estaba segura de porque o como. Así que me dejaba llevar, gimiendo contra sus labios, su cuello o la parte de su cuerpo que tenia a mi alcance mientras el presionaba mi sexo. Después lleve una de mis manos hacia su entrepierna, metiendola por dentro del bóxer y empezando a masajear su miembro. A pesar de no hacerlo aposta, hacíamos fuerza y notaba como el sofá crujía de vez en cuando, lo íbamos a romper mas de lo que ya estaba.

Mordí su cuello cuando noté su mano por dentro de mis boxers. Subí mordiéndola haciendo menos fuerza hasta llegar a su mandíbula, la recorrí y alcancé sus labios mientras seguía presionando su clítoris. Empecé a introducir un dedo en su interior, moviéndolo ritmicamente. Me molestaba su ropa interior, y en un movimiento con la mano, sin darme cuenta, la rompí.

Escuche mi ropa interior romperse pero no le preste mucha atención, tenia mas y tampoco tenia mucha importancia, lo raro era que no hubiéramos roto mas cosas todavía. Le di un empujon, sin darme cuenta, bastante fuerte para colocarme sobre el, deshaciendome de su ropa interior. Le mire un segundo a los ojos, pasando mis manos por sus mejillas a la vez que me inclinaba para volver a besarle moviendo mi cadera contra la suya para rozar nuestros sexos.

El empujón me pilló por sorpresa, ella quedó sobre mi y yo me incorporé para alcanzar sus labios a la vez que ella se inclinaba. Me quedé sentado, con mis brazos rodeando su cintura, pasando mis manos por su espalda, apretándola contra mi mientras seguíamos besándonos y hacíamos que nuestros sexos rozaran.

Después de un rato así, me incline hacia atrás, colocando mis manos en su nuca para tirar de el hacia mi cuerpo, tumbandonos en el suelo del piso. Se estaba mas cómodo que en ese sofá que hacia ruido y se estaba destrozando. Enrrede mis dedos entre su pelo, abriendo mis piernas un poco mas mientras acercaba su mi cadera a la suya, ahora si que queria hacerlo ya.

La seguí cuando se echó hacia atrás para tumbarme sobre ella y pasé una de mis manos por su muslo, apretando su pierna contra mi cuerpo mientras alcanzaba sus labios para besarla. Me separé un poco para tomar aire y empecé a penetrarla, pegando mi cuerpo al suyo según empezaba a moverme.

Aprete mis piernas contra su cuerpo cuando empezo a penetrarme, sujetandole con las manos en la nuca mientras seguia besandome. Movia mi cadera contra la suya, gimiendo placenteramente y sin cortarme mucho, total, aqui nadie nos iba a escuchar, estabamos en el culo del mundo. Era perfecto.

Embestía intentando mantener un ritmo tranquilo al principio, aunque me costaba porque estaba ansioso y desesperado, y sus gemidos no me ayudaban en controlarme, me daban ganas de más, de hacérselo mucho más deprisa. Dejé de besarla para bajar por su cuello y morderla o besarla ahí, jadeando contra su piel, mientras seguía acariciando su muslo con una mano, apretando su piel bajo mis dedos.