Casa abandonada del bosque.

Apretaba mis piernas contra las suyas y mas cuando notaba como apretaba con su mano mi muslo, moviendo mi cadera contra la suya para notar mas placer los dos. Pase una de mis manos por su espalda, apretandole fuerte contra mi, arqueando mi espalda y pegando mi pecho al suyo. Rodamos de nuevo, dejandome a mi encima. Me movia mientras pasaba mis manos por su pecho y despues mi lengua, besando y mordiendo su cuello, sus hombros y su pecho.

Rodamos y coloqué mis manos en sus caderas cuando quedó encima de mi. Al principio dejé los ojos cerrados, concentrándome en disfrutar, pero después los abrí, mirándola disfrutaba aun más. Llevé mis manos por sus caderas, sus piernas, subiendo por sus costados hacia sus pechos, ahora podía tocarla por donde quisiera. Movía mi cadera contra la suya cuando se movía, para sentir más los dos.

Me mordia el labio para callarme un poco los gemidos, moviendome cada vez con mas rapidez y mas fuerza sobre su cuerpo. Una de las veces que le mire vi que me estaba mirando el a mi. Me incline un poco, dejando un beso en su mandibula y despues volviendo a besarle, incorporandome y arrastrandole conmigo para poder pasar mis manos alrededor de su cuello.

Me incorporé cuando tiró de mi, quedando sentado, y acerqué su cuerpo más al mío, rodeando su cintura con mis brazos. Pasaba mis manos por su espalda y me movía contra sus caderas cada vez que ella se movía. Dejé sus labios porque, aunque sabía que no necesitaba respirar, en ese momento no podía evitarlo, y me faltaba el aire con tanto beso, así que dejé mi cabeza pegada junto a la suya, jadeando contra su oído.

Pegue mi pecho al suyo cuando empezó a jadear contra mi oído, pasando mis manos alrededor de su cuello y apretándole contra mi con fuerza. Cerré los ojos a la vez que echaba mi cabeza un poco hacia atrás y seguía moviéndome sobre su cuerpo cada vez un poco mas rápido hasta que, al final, ninguno pudimos mas y nos corrimos. Apoye mi frente contra la suya, dejando todavía mis manos alrededor de su cuello.

Dejé mi frente pegada a la suya después de corrernos, con mis manos en su cintura, acariciando su piel despacio. Me quedé unos instantes así y después me moví para besar sus labios despacio, inclinando mi cuerpo hacia el suyo.
- Hemos destrozado el sofá - murmuré separándome unos milímetros de sus labios - vaya desastre - murmuré riendo.

- ¿Que mas da?- pregunte sonriendo un poco contra sus labios- Solo es un sofá, ademas estaba viejo- dije mirándolo de reojo y sonriendo un poco. Suspire y pase una de mis manos por su mejilla y su cuello, acariciandole con uno de mis dedos sin separarme de su cuerpo. Ahora no queria hacerlo.

- Pero era el único sofá que teníamos - comenté subiendo una de mis manos lentamente por su espalda para notar su piel bajo mis dedos, me gustaba el tacto - ahora solo quedan los dos sillones - dije separándome un poco para mirarla, estaba preciosa. Llevé una de mis manos a su rostro, dejando la palma de mi mano contra su mejilla, mientras la miraba fijamente a los ojos.

-Podemos comprar otro sofá o juntar esos dos... o sentarnos en el suelo- comente sonriendo un poco, mirándole curiosa cuando empezó a mirarme y a acariciarme la cara. Sonrei un poco, contenta sin dejar de mirarle yo a el tampoco.- El sofá es lo menos importante de esta casa.-

- También podemos mudarnos a la cama - dije riendo un poco - ya, lo más importante eres tu - dije mirándola, me acerqué a besarla despacio y después suspiré, colocándole el pelo de un lado detrás de la oreja - al final se nos ha pasado la hora del desayuno normal - comenté sonriendo, estaba feliz y era raro, porque hacía tiempo que no me sentía así.

-Bueno, yo te he desayunado a ti- comente sonriendo, acercando mis labios a su cuello para dejarle un mordisco. Pasando mi lengua después y volviendo a mirarle- Si nos mudáramos a la cama nos duraría menos que el sofá, te lo aseguro- le dije levantando las cejas. Apoye mis manos en su pecho, mirándole todavía.- voy a repetírtelo una vez mas, no te enfades- dije mirándole- Pero yo ya lo sabia, sabia que podías hacerlo- Estaba muy contenta de que no hubiera matado a Caroline, ni a nadie, se había controlado con menos de dos meses de vida vampirica.

- Ya, si no me quejo - dije riendo un poco - eso va a ser un problema, nos quedaremos sin muebles - dije mientras acariciaba su espalda distraidamente. Suspiré cuando dijo que no me enfadara porque sabía por dónde iba a ir el tema. - Ha sido suerte - comenté mirándola - acababa de alimentarme - si hubiera aparecido unos minutos antes no habría sido capaz de aguantarme, lo sabía, solo había sido suerte.

-Me gusta mas pensar que yo tenia razón, pero a lo mejor no la tengo y es lo que tu dices. En realidad peco al comparar tu situación con la mía, siempre... comparo las situaciones que te pasan con las que me pasaban a mi y me da la sensación de que... - rode los ojos sonriendo un poco- Eres un superdotado de la sangre- porque yo había sido una depredadora voraz cinco años seguidos, solo había pensado en sangre. Me había costado cien años estar en una habitación con humanos como si nada.- Debería madurar y empezar a asumir que no, que de verdad era malisima con el control. Si supieras como fue mi primera semana... me odiarías-

- No me apetece mucho hablar de sangre ahora - dije mirándola - prefiero evitar pensar estas cosas - dije dejando mis manos en su cintura para apartarla despacio a un lado, esas cosas prefería pensarlas cuando estaba solo, ella no tenía que cargar con mis problemas de sed - solo ha pasado una vez, puede que la próxima no resulte tan bien - comenté levantándome para coger mi ropa interior y después el resto de mi ropa, me iba vistiendo según cogía las cosas - lo que no sé es qué hacía Caroline en mitad del bosque y sola - recogí también su ropa y se la acerqué doblada.

-Perdon- dije negando con la cabeza cuando dijo que no le apetecia hablar de sangre, no había caído en que para el tenia que ser muy duro. Iba a tener que empezar a meterme en la cabeza que el tenia razón, intentaba o quería convencerme de que iba a seguir como antes, pero no podía, ahora era un vampiro, no podía seguir protegiendole tanto.- Gracias- dije cogiendo mi ropa cuando me la acerco, empezando a ponérmela- Pues no estoy segura... tal vea debería llamarla ahora luego.- dije con una mueca.- Desde que sale con Damon y sabe lo que somos se lo toma con... demasiada naturalidad.- como si no fueramos a hacerle nada, deberia de tener un poco de miedo. El resto delos humanos con los que nos habiamos juntado lo tenian.

- El bosque puede ser peligroso - yo no la había hecho daño, pero había otros como nosotros y animales que también podían ser peligrosos - no debería andar por el bosque como si nada - dije caminando hacia la cafetera para encenderla y preparar café - es demasiado buena para Damon, no debería estar con él - no me gustaba Damon, no era buena persona, era un Vulturi.

-El bosque es peligroso- dije como si le corrigiera, porque lo era, y mucho.- Pero ella esta... obsesionada o algo así. Y Damon es muy manipulador con algunas personas, hará con ella lo que quiera- dije rodando los ojos.- Y las cosas se podían haber puesto mas feas con Katherina por aquí, no se como Klaus fue tan tonto... solo localizo y utilizo su don con Sarah, la podían haber cogido...- suspire- Bueno, da igual, estamos todos bien, no pensemos en ellos.- me termine de vestir y me puse bien el pelo con una mano- Tengo billete de avion a Manhattan para el lunes que viene- le dije mirándole, iba a ir a ver a su madre, a todo el paripe del entierro y la mala noticia.

- A lo mejor la ha obligado, con eso que hacéis de convencer - dije mirándola de reojo - Caroline no me parecía tan tonta - comenté mirando la cafetera, había empezado a caer el café y olía toda la habitación, me relajaba ese olor - a lo mejor pensaron que Sarah no les serviría, solo han pasado cuatro años - algunos vampiros tardaban muchos años en ser útiles, tenían demasiada sed - vale - dije sobre lo del billete, nunca podría ver a mis padres de nuevo, así que era mejor así.

-No es que Caroline sea tonta, es que es demasiado confiada, cree que nadie va a hacerle daño o que Damon siempre va a estar ahi para salvarle el cuello... creo que lo ve como algo superior. Pero si el no esta con ella, no puede salvarla- le explique encogiendome de hombros.- ¿Hay algo que... no se... quieras que le diga a tus padres, a Chuck o algo así?- pregunte acercandome a donde estaba y mirandole.

Cogí la jarra y serví dos tazas de café. Me quedé pensando en lo que dijo mientras caminaba hacia un sillón para sentarme en el.
- No lo sé.. ¿debería? - no sabía muy bien qué hacer - a Chuck puedes decirle de mi parte que aunque ya no esté, como se le ocurra mirarte demasiado voy a volver de entre los muertos - dije sonriendo un poco - y por supuesto, que no intente ligarte.. siempre dice que los entierros son como las bodas, que es incluso más fácil ligar - iba a echarle de menos.

-Vale, le diré justo eso- comente sonriendo un poco, no podía ir y decirle: Erik me dijo que si me ligabas volvería de entre los muertos. Pasamos el resto del día en la casa y la semana haciendo las cosas mas normales. Cuando llego el lunes me despedí de Erik y cogi el vuelo. La semana fue una de las cosas mas insoportables que había vivido. Primero tener que darles la noticia a todos, después tuve que aguantar un funeral, en el que me hicieron salir a hablar sobre Erik, estando allí me daba la sensación de que de verdad la había perdido y si me mirabas yo era la mas deprimida de todas las personas. Todos me daban el pesame y me abrazaban y yo lo aguantaba. Si aquello hubiera pasado de verdad, me habría vuelto completamente loca.
El día que leyeron el testamento me hice la sorprendida y el ultimo día estuve metida media tarde en la antigua habitación de Erik, el había dicho que no quería nada, pero yo me lleve algunas cosas, porque ademas su madre insitio y mas despues de que en el discurso hubiera dicho que habia perdido al hombre de mi vida. Cuando nos despedimos y le dije que volvia a casa con mis padres me dijo que me pasara por alli en navidad a comer algun dia y le prometi que asi lo haria, aunque en parte sabia que estaba mintiendo.
Cogi un vuelo de vuelta a Port Angeles y luego el coche hasta Frost. Tenia muchas ganas de llegar a la casa, hacia una semana que no veia a Erik y le habia echado de menos, queria saber si estaba bien y necesitaba asegurarme que no habia sido cierto todo lo que habia pasado.
-¿Erik?- pregunte cuando baje del coche, que lo deje aparcado en la puerta de la casa del bosque. Baje la maleta y camine hacia la puerta.

Después del encuentro con Caroline le había cogido un poco de miedo al bosque, ¿y si salía por ahí y me encontraba a otra persona? Pero tenía que ir a cazar cada mañana, así que intentaba no pensar en ello. Pasé toda la semana solo con Café en la cabaña del bosque, siguiendo la rutina de siempre. Escuché un coche acercarse y enseguida el olor de Gabri. Dejé el libro que estaba leyendo a un lado y me levanté para ir hacia la puerta.
- Deja, que te ayudo - dije caminando deprisa hasta ella para coger la maleta - ¿qué tal ha ido? - pregunté mirándola para ver cómo estaba - ha sido muy aburrido ¿no? ¿estaban todos bien?

-No, aburrido no- dije negando con la cabeza, todavía estaba un poco deprimida del ambiente que habia vivido durante la ultima semana- Si, bueno... físicamente estaban bien- dije asintiendo con la cabeza. Cuando dejamos las maletas dentro cogí una de sus manos y despues me abrace a el.- Llevaba tantos dias alli que habia empezado a creermelo, tenia miedo de llegar y que tu no estuvieras...- h

- Estoy aquí, ¿dónde me iba a ir? - pregunté rodeando su cuerpo con mis brazos para abrazarla, ahora, después de una semana, se me volvía a hacer raro el contacto - si quieres que lo hablemos, podemos hablarlo.. pero prefiero no saber mucho de lo que ha pasado allí - había estado pensando en ello, y no quería saber quiénes habían estado en el entierro o no, no quería saber la gente que había llorado por mi y la que no, prefería quedarme como estaba.

-No quiero hablarlo- le dije negando con la cabeza. Me separe de él y cogí una de las maletas para ponerla sobre la mesa, abrí la cremallera y saque la carpeta que estaba sobre toda la ropa y algunas de las cosas de Erik que me había traído. –Tu madre me obligo a traerme algo- había dicho que el piso y el coche eran cosas demasiado materiales- Tengo aquí todos los papeles- se los enseñe, eran las escrituras de la casa, el coche y el dinero que me había dejado.- Por ahora no hay que hacer nada, porque no vamos a salir de aquí, así que ya nos preocuparemos de los carnets cuando te puedas mover mas.- cuando se rodeara de humanos.- ¿Cómo has pasado la semana?- le pregunte sonriendo.