Oceanográfico Frost

Sonreí cuando me respondió que me quería y respondí a sus besos mirándolo a los ojos cuando se volvía a separar.
- Ella también te quiere...lo que pasa es que es un poco mala- sonreí un poco y miré alrededor-. Es un coche bonito- comenté pasando mis manos por la tapicería-. ¿Cuando lo has comprado?- la última vez que lo había visto en su casa no tenía el coche parado en la puerta.

- No sé, yo creo que quiere más a Ted - dije intentando no poner una mueca aunque sin demasiado éxito, era pensar en él y tener ganas de arrancarle la cabeza a alguien - no me gusta - murmuré con una mueca - podrías buscarte a otro - dije mirándola de reojo, suspiré porque sabía que no iba a querer - no sé, hace unas semanas - comenté sobre el coche - me ayudó Carol a elegirlo, me daba pereza..

- ¿Ted?- pregunté- oh no...le gusta hacerle rabiar...- suspiré-. El me...- no sabía si terminar la frase, su voz y su cara me lo decía todo, aunque suponía que a estas alturas el ya se habría dado cuenta...si hasta yo lo había hecho-. Lo se- comenté cuando dijo que no le gustaba- se te nota- y además era algo mútuo, Ted no hacía más que decirme que me alejara de él, que ya me había traicionado una vez y lo haría de nuevo-. Mark- dije despacio- es un buen lobo, le tengo confianza, me ha salvado en más de una ocasión- le expliqué-. Yo no siento nada por él- dije intentando tranquilizarlo- solo es un amigo, nos cubrimos las espaldas- no había nada más. Ahhh...- asentí con lo del coche- es muy bonito, elegisteis bien- sonreí. Me gustaba que hiciera estas cosas, desde que salió de la cueva estaba muy apagado- perezoso...- dije para meterme con él.

- No me fío de él, no me gusta - comenté mirando la carretera - le gustas - y me ponía celoso - y pasas más tiempo con él que conmigo - me quejé sin mirarla, reduciendo para parar al llegar a un semáforo en rojo, apoyé el codo en la ventanilla y me pasé esa mano por la cabeza, terminando por dejarla apoyada ahí - no hace falta que él te salve estando yo..

- Lo conozco desde hace más de dos años, te aseguro que es de fiar- prácticamente nos habíamos entrenado juntos, había sido de mis primeros lobos, teníamos una buena relación-. Lo se- dije mirándolo mientras él conducía. ¿Debería decirle que Ted me había dicho que me quería?, suponía que no, se pondría peor y yo quería que estuviera tranquilo, no tenía importancia-. Trabajo con él, y ya sabes por qué no paso tanto tiempo contigo- solo el estar juntos era un peligro y yo no quería que lo volvieran a meter en la cueva-. Pero tu lo has dicho...no puedes estar siempre ahí para salvarme- Ted siempre estaba pegado a mi, vigilando mi espalda y de vez en cuando también mi frente, si no fuera por él yo ya estaría muerta-. Le debo la vida...por así decirlo.

"Lo conozco desde hace más de dos años"... eso era mucho tiempo, me fiaba de ella pero de él no, a saber qué había pasado en esos dos años, compartiendo el techo siempre, yendo de misión en misión, seguro que habían tenido algo, y encima no me lo quería contar..
- Lo que no quiero es que sea él, el que esté ahí siempre - aceleré cuando se puso en verde, ¿y si nos estaba vigilando ahora? fui un poco más despacio mientras miraba disimuladamente por la ventanilla y los espejos retrovisores.

- No hagas eso Mark- dije mirándolo- no le des vueltas...- suspiré un poco-. Él está para cuidarme Mark, y está físicamente conmigo, pero tu vas mucho más allá...enserio, no tienes que preocuparte por nada- No lo entiendes- sonreí- Tu eres el que está ahí siempre, aunque no estés físicamente- miré al frente apoyando la cabeza en el asiento y relajándome un poco, había sido un día duro y aún estaba algo tensa.

- Pero no quiero que te cuide él - comenté mientras seguía vigilando por los espejos por si veía algún movimiento raro - quiero cuidarte yo - insistí girando en una calle para entrar en el barrio del piso - a lo mejor un día se vuelve loco y le da por matarte, o secuestrarte.. esos seres son inestables Sam, la luna llena les vuelve locos con el tiempo - comenté aparcando el coche frente la puerta, me sentía observado - tiene cara de estar ya medio demente.. - dije mirándola mientras me quitaba el cinturón.

- Yo también quiero que me cuides tu- dije mirándolo de reojo mientras conducía- pero es peligroso que estemos todo el día juntos Mark...- era peligroso que nos viéramos poco...como para que estuviera todo el día con él, más quisiera yo-. Sabes que yo los controlo- a otro podrían morderle, a mi no, en un momento podía despertar al lobo que llevaban dentro y tomaría el control, cada vez lo hacía más rápido, con la práctica-. Yo soy su luna- cuando yo los controlaba la luna no tenía nada que hacer, era cierto que me costaba más porque a veces incluso yo sentía un impulso extraño, suponía que porque mi don requería que me implicara tanto con los animales, pero podía manejarlos-. No está loco- dije soltando una pequeña carcajada. Me hacía gracia. Me quité el cinturon y lo miré-. No esperes que salga del coche, si vas a secuestrarme hazlo bien ¿no?- pregunté sonriendo.

- Pues lo parece - murmuré girándome hacia la ventanilla, había oído un ruido. Me había entrado una paranoia estúpida, no había nadie vigilándonos, o al menos eso esperaba, porque de lo contrario ya tendría una escusa para deshacerme de él.. - Tiene que ser un secuestro pacífico y silencioso - dije mirándola, intentando recuperar mi buen humor - porque si gritas Caroline se asustará - me bajé del coche y fui hacia el lado del copiloto para sacarla, cargándola en mi hombro, cerré su puerta y el coche con el mando y empecé a caminar hacia la casa - si gritas te amordazaré..

- Ya...- rodé los ojos sonriendo un poco. La verdad es que su forma de actuar con Ted me resultaba más que familiar, aunque en una de las ocasiones había tenido razón, aún me acordaba de aquel chico que me secuestró. Se me ponía la piel de gallina solo de pensarlo-. Pienso resistirme, ¿qué es un secuestro sin resistencia?- pregunté juguetona, soltando una pequeña carcajada. Lo esperé después de que bajara del coche e hice como que no quería salir- Oye, que no soy un saco de patatas, bájame- le dije cuando me cargó al hombro, dándole puños flojos en la espalda, fingiendo. Me reía porque no podía evitarlo, esta postura era demasiado cómica-. Mark Anthony Turner, no des pistas al enemigo- le dije riéndome. Solté un pequeño gritito y me tapé la boca cuando entramos en su casa. Miraba su culo desde donde estaba porque era el único sitio al que podía mirar, y al final no me resistí y le pegué un pequeño mordisco en él, flojito para que no le doliera pero sí que lo notara.

- Pues como te resistas te amordazo y te ato, tu verás - comenté entrando en la casa - aay.. - me quejé murmurando cuando me mordió en el culo. Fui hasta la habitación y la dejé caer despacio en la cama. - No te pienso dar nada de comer si te entra hambre, por morderme - dije mirándola mientras me quitaba la chaqueta - ¿qué te parece? - pregunté refiriéndome a la habitación.

- Uuuh- dije riéndome en broma-. Vale, no me gusta estar atada- no sabía por qué, me daba la sensación de que iba a pasar algo malo, era un miedo que no llegaba a entender, aunque suponía que tendría que ver con el secuestro y esas cosas...no había pensado demasiado en ello-. Bueno, siempre puedo buscarme la comida yo sola- me alcé de hombros incorporándome sobre los codos y sonriendo mientras movía los pies y miraba alrededor. Al menos miré alrededor hasta que lo vi quitarse la chaqueta, estaba tan guapo...-. Me parece...que no dejas entrar aquí a Caroline- le dije riéndome un poco- le falta el toque femenino...o más bien la decoración- rodé los ojos- y también... que ha entrado hace poco a limpiar- no había ni una motita de polvo, y eso que él había estado fuera-. Que la cama es muy cómoda...y tiene unas vistas preciosas- comenté mirándolo a él y después a la ventana.

- Tiene prohibido entrar pero de vez en cuando no puede evitarlo - comenté dejando la chaqueta a un lado - lo sé - murmuré sonriendo por lo de las vistas - para algo que hay, me preocupé en elegirlo bien - dije refiriéndome a la cama, me senté a su lado y después me tumbé hacia atrás, el tema de antes me había cortado el buen rollo y ahora me costaba arrancar.

- Es Caroline- resumí rodando los ojos. Sonreí mirándolo cuando me explicó lo de las vistas y afirmé. Me incorporé un poco para quitarme la chaqueta y me levanté para dejarla en una silla. Lo miré desde donde estaba con el ceño fruncido y me abalancé sobre él, colocándome a horcajadas e intentando hacerle cosquillas-. Ya puedes ir quitando esa cara de rancio, que no te queda bien- reí mirándolo.

La miré de reojo cuando se levantó para dejar la chaqueta y cuando se tiró sobre mi intenté coger sus manos para que parara.
- Eh eh quieta - dije riendo - voy a tener que atarte al final - dije cogiendo por fin sus muñecas, rodé para dejarla debajo de mi y coloqué sus manos por encima de su cabeza, sujetándolas con una de las mías - ¿y ahora qué? - le pregunté sonriendo, y al momento empecé a hacerle cosquillas con la mano libre.

Tuve que parar de hacerle cosquillas cuando cogió mis manos riendome un poco y mirándolo a los ojos, al menos ahora parecía de mejor humor.
- Ah no, nada de atarme- lo avisé, aunque rodamos y quedé yo debajo ahora-. Ahora...- empecé a decir, pero él empezó a hacerme cosquillas y no pude evitar revolverme debajo intentando zafarme sin dejar de reír-. Para por favor, para- le dije riéndome-. Gritaré y despertaré a Caroline- dije entre risas. Él no quería que ella se despertara- para por favor- repetí entre risas ahogadas enroscando mis piernas con fuerza alrededor de su cintura para intentar tirarlo a un lado.

No podía evitar reírme al verla reírse y pedirme que parara de esa manera. Terminé soltándola, levantándome deprisa de la cama y apoyándome en la pared de enfrente.
- Me encanta ver cómo me suplicas - le dije sonriendo de lado - para por favor - dije imitando su voz, haciéndola más repipi - para - dije riendo un poco.

Por fin me soltó y me quedé tumbada aún riéndome un poco, solo el recuerdo de las cosquillas me hacía reir. Me incorporé quedando sentada y mirándolo.
- Yo pensaba que te gustaba más que te pidiera que siguieras- me quedé con la boca abierta después de decirlo, porque ni siquiera lo había pensado. Me reí nerviosamente, para quitarle importancia y cambié rápidamente de tema-. Esa no es mi voz- dije sonriendo aún- no sabes imitarme, suenas más pijo que yo.

- Y así es, me gusta más cuando me pides que siga - le dije sonriendo sin separarme de la pared - a veces también me lo suplicas - sonreí mirándola - ¿probamos a ver qué pasa hoy? - le pregunté divertido mientras me quitaba una zapatilla, después la otra - ahora tu - dije señalando sus zapatos.

Mi corazón no latía, pero si lo hiciera ahora mismo estaría desbocado...eran pocas palabras, pero sonaban tan sensuales al salir de su boca que me quedaba totalmente aturdida. Tragué saliva y me incliné hacia mis zapatos para quitármelos, dejándolos a un lado, sin quitarle la vista de encima y sonriendo un poco.
- A lo mejor eres tu el que suplica- dije poniendo en práctica el tono más sensual que podía teniendo en cuenta como me encontraba yo.

- A lo mejor - dije mirándola - pero no lo creo - dije sonriendo divertido, cogí mi camiseta por los bordes y tiré de ella para quitármela despacio, la dejé caer al suelo mientras la miraba sin dejar de sonreír, me encantaban las caras que ponía - creo que vas a empezar a suplicar ahora mismo, lo digo por la cara que tienes - le dije riendo mientras desabrochaba mi pantalón para quitármelo - te toca - dije señalándola, dejando el pantalón junto la camiseta.

- ¿Y si te digo que no llevo ropa interior?- pregunté mirándolo seria a los ojos. Más que nada porque no podía apartar mi mirada de él, era como un imán. Evité morderme el labio con fuerza al ver como se quitaba la camisa, recorriendo su torso con mis ojos, deborándolo con la mirada...me moría de ganas por tocarlo, porque me tocara...echaba de menos su contacto. Seguí con la vista sus manos, hacia sus pantalones y después los seguí hasta que cayeron al suelo-. Ya...- dije refiriéndome a su comentario. Sonreí un poco, aunque me costó muchísimo, y llevé mi mano al lateral del vestido para bajar la cremayera despacio, demorándome en ella hasta que llegó a la cintura. Cogí el borde del vestido por el pecho y tiré de él hacia abajo...era cierto que no tenía nada puesto arriba porque con este vestido no lo necesitaba, solo llevaba un pequeño culotte blanco de encaje. Dejé caer el vestido a mis pies sin dejar de mirarlo a él levantando ambos brazos un poco para que me viera bien. Saqué un pie del vestido y luego el otro, despacio, y lo aparté despacio con el pie que quedaba cerca del vestido. Llevé mi mano a la horquilla que me sujetaba el pelo y me la quité dejando que cayera sobre mis hombros, sin dejar de mirarlo aún a los ojos para ver su reacción.

Alcé una ceja cuando dijo que no llevaba ropa interior, no me imaginaba a Sam saliendo sin nada a ningún sitio, no iba con ella, aunque teniendo en cuenta que cuando había salido era su versión mala.. sí que lo veía posible. Sonreí mirándola mientras se quitaba el vestido, siguiendo el recorrido que hizo hasta llegar al suelo. Después de que se soltara el pelo me acerqué despacio a ella y llevé una de mis manos a su hombro, acariciando su piel a la vez que le echaba el pelo hacia atrás. Besé el extremo de su hombro y fui recorriendo el camino hasta el hueco de su cuello, besando despacio su piel, mientras pasaba mis dedos por su espalda.

No aparté mi mirada de la suya por un segundo, lo seguí hasta que estuvo totalmente frente a mí y entonces miré su mano para seguir su movimiento hasta mi hombro. Contuve la respiración, no necesitaba respirar y ahora mismo hacerlo me suponía un esfuerzo. Cerré los ojos para disfrutar del pequeño roce, inclinando después el cuello hacia un lado a medida que pasaba sus besos por él. Llevé una de mis manos a su torso tocando levemente con la yema de los dedos sus abdominales, siguiendo la forma a la vez que llevaba la otra por su brazo, recorriendo el músculo, me encantaban sus brazos. Moví mi cara hacia la suya para acariciar su frente con la mía, y después su nariz, mantiendo los ojos cerrados aún.