Cueva/casa escondite

Mire su dedo cuando note como empezaba a moverlo sobre mi mano y sonreí un poco, me hacia cosquillas y era agradable. al momento me rei un poco, cambiando la mano de posición un poco.
-Me haces cosquillas- dije riendo un poco

- Vaya, se me olvidaba lo susceptible que eres...- comenté como si nada, mirándola divertido cuando comentó que le hacía cosquillas-. No te preocupes, me estaré quieto- afirmé a la vez que cambiaba de canal. Dejé una serie de risa, se llamaba "Dos hombres y medio" o algo así, era divertida, el protagonista estaba chalado-. Perséfone, estate quieta- dije mirándola-. No dejaba de mover el lomo contra mí para que la acariciara, pero yo no quería hacerlo y ella seguía moviéndose, sabía que hacía tiempo que no la acariciaba, pero no me atrevía, podría hacerle daño.

-¿A que te has referido con eso de susceptible?- pregunte con una ceja levantada- Solo son cosquillas, no te flipes...- le dije como si nada, vacilandole un poco- Ven aqui chica- le dije a la perra dandome unas palmadas en la pierna, cuando subio la puse al lado contrario al de Asthon y la acaricie por la tripa, asi ella se estaba quieta y no lo molestaba.

- También se me olvidaba que eres una mente sucia- comenté mirándola de reojo después de que me dijera que no me "flipara"-. Yo me refería a las cosquillas, eres muy sensible con esas cosas- le expliqué. Miré a la perra, que estaba quieta, con las patas hacia arriba dejándose hacer cosquillas en la tripa por Sarah.

-Bueno, empezare a no hacer caso a esa frase de “mal piensa y acertaras” porque contigo siempre fallo…- comente rodando los ojos.- Es demasiado fácil acostumbrarse a lo bueno.- dije mirando a la perra. Me había acostumbrado tan rápido a la relación que habíamos creado Asthon y yo y ahora se me hacía difícil tener que cambiar algunas cosas. Lo entendía, porque él me había aguantado 4 años así y peor, y ahora sabía lo difícil que le habría sido a él.

- Esa norma te sirve para el resto de la gente, para mí no, yo no pienso como los demás- años de saber lo que pensaban los demás te hacían cambiar tu modo de ver las cosas-. Ya, lo sé- afirmé mirándola...no es que pasara todo el día pensando en ello, pero sí que lo hacía de vez en cuando-. No me gusta que tengas que hacer esto- dije mirándola- porque normalmente no tengo que pedir que me ayuden a controlarme o a otras cosas...- suspiré-. Se que soy muy intenso con esto- cuando me descontrolaba era casi peor que un neófito-. Si en algún momento es demasiado para ti solo dilo e iré con mi maestro- dije mirándola. Él sabría que hacer conmigo, no era la primera vez.

- Eres tonto, ¿no?- dije de golpe casi sin pensarlo, arrepintiéndome al momento porque no era algo típico de mi. Me gire un poco para ponerme mirándolo a el.- Me paso el día pensando en que me sabe a poco el estar juntos y tu me vienes con que si no puedo te vas. ¿Te quieres ir?- le pregunte algo preocupada, a lo mejor es que se quería ir.-

La miré con los ojos abiertos de golpe cuando me llamó tonto de esa manera, después fruncí el ceño y le presté atención, intentando aguantarme las ganas de soltarle alguna cosa. Cuando la escuché intenté relajarme un poco, porque me había puesto tenso de golpe, su tono me había sobresaltado bastante, no estaba acostumbrado a que me hablara así.
- No quiero irme- dije mirándola- pero si es la única manera de que vuelva a ser yo lo haré- afirmé- no es la primera vez que me pasa esto y tu no estás acostumbrada a estas cosas, tú lo has dicho- la señalé-. Además, doy por supuesto que si quieres puedes venir conmigo.

-Lo siento- dije agachando la mirada- Yo... creía...- que se iba a largar sin mi y me iba a volver a quedar sola como hacia dos semanas.- Perdona...- me levante del sofa con la perra en los brazos y camine hacia la habitacion de abajo, ahora estaba avergonzada y sobre todo me sentia mal por haberle hablado de ese modo, yo no era asi.

Me quedé en el sofá unos segundos sin saber que hacer y después me levanté para seguirla hasta la habitación. Me apoyé en el marco de la puerta mirándola desde donde estaba.
- ¿Por qué piensas que querría irme sin ti?- pregunté mirándola-. Si no quisieras venir lo entendería- porque era demasiada carga para ella, yo lo sabía, y no me gustaba tener que pedirle ayuda o depender de esa manera de ella para no cargarme a toda la ciudad...-. La última vez arrasé un pueblo entero- dije mirándola serio- estoy aguantándome más de lo creía que podría, pero...- suspiré- no se lo que voy a durar- le expliqué.

-No lo se- le dije negando con la cabeza.- Tengo miedo de volver a quedarme sola- admiti mirandole, lo habia pasado muy mal sin que el estuviera alli, no queria que se fuera sin mi y pensaba que, como se habia enfadado al principio tanto, pues tal vez quisiera irse solo.- Sigo siendo igual de tonta que cuando era humana.- dije con una mueca

- Si, un poco tonta si que eres- comenté mirándola, serio. De cualquier manera ella me había llamado tonto a mi antes, se la debía por bocazas-. No vas a quedarte sola si no quieres...pero yo necesito volver a ser yo mismo, y si no puedo hacerlo solo tendré que pedir ayuda a mi maestro- comenté mirándola-. Hasta a él le costó hacerme volver la última vez...

-Ya lo se- murmure cuando dijo que un poco tonta si que era, no hacia falta que me lo dijera, lo había sabido toda mi vida humana y suponía que eso no se me había ido al "morir"- ¿Entonces te vas?- pregunte- O... ¿Nos vamos?- había dicho que podía ir con el si quería, y no tenia nada mas que hacer o ningún sitio al que ir, además, tenia miedo de quedarme sola, me daba la sensación de que iban a venir a por nosotros.

- No lo se- dije serio mirándola-. No tengo ni idea- puse una mueca- no quiero rendirme...me gustaría poder hacerlo por mi mísmo- porque estaba seguro de que si no lo hacía ahora no lo haría nunca, y no me gustaba depender de la gente-. Pero se que es dificil- para ella y para mí-. No se que hacer- confesé soltando un suspiro.

-Yo creo que puedes hacerlo- le dije mirandole-No, mentira, no es que lo crea, es que lo se- dije acercandome un poco a el para mirarle- Puedes hacerlo- asenti sonriendo un poco.- Podemos quedarnos, intentarlo un tiempo más. Seguro que lo consigues y no tenemos que ir a ningun lado, como mucho a visitar a tu maestro para verle- comente sonriendo, a mi me habia ayudado algo, no tanto como a Asthon pero porque yo no conseguia eso de meditar, me desconcentraba siempre.

- Si, supongo que podemos quedarnos a intentarlo...si vemos que no soy capaz...vamos a verle- no iba a quedarme así para siempre. No había conseguido arreglarlo yo solo la última vez, aunque había sido mucho peor que esta...había sido cuando murió mi madre-. Bien, pues ya está- asentí-. Si te cansas dímelo...aunque no creo que haga falta- yo le leía la mente así que lo sabría de inmediato...no era capaz ni de levantar un muro, algo que en estos últimos años había perfeccionado y ya casi no me costaba trabajo.

-No creo que me canse- le corregí yo después de que el dijera que le avisara si me cansara- Todavía tengo tres años y once meses para devolverte el favor- dije como si nada, el me había aguantado cuatro años y lo que quedaba, porque tampoco es que yo fuera 100 por 100 fiable... para nada.

- Tu no me debes nada...- dije mirándola- pero está bien- afirmé. Lo que yo no quería era que me diera por causa perdida y se largara con otro, bastante había tenido ya sabiendo que se había pasado toda mi ausencia viviendo de nuevo con Mark, podrían haber vuelto a gustarse y se habría jodido todo-. De cualquier forma eres más fiable que yo, seguro- porque yo ahora mismo estaba bastante inestable, me estaba costando no correr ahora mismo y buscar a alguien para beberme su sangre...la sangre caliente corriendo por las venas, el sabor metálico en mi boca y las palpitaciones del corazón, sintiéndolas en mis labios...Apreté los dientes con fuerza, tensándome un poco.

-Tienes que distraerte- le dije cuando vi como se tensaba, me acerque a él y cogí su mano, lo había pensado un segundo pero en ese segundo había decidido pasar de todo lo que se me pasara por la mente y hacerme caso a mi misma en mis primeros impulsos.- Deberíamos hacer algo divertido- dije mirándole y sonriendo un poco- Podríamos…- me quede pensando en sitios, que no estuvieran muy cerca de humanos para que no se le hiciera difícil, aunque así a primeras no se me ocurría ninguno- O podemos quedarnos aquí, seguro que encontramos algo divertido que hacer.- le sonreí, enlazando mis dedos con los suyos en la mano que le había cogido.

- Es difícil- le respondí a lo que dijo de que tenía que distraerme, lo sabía y lo intentaba, pero era dificil, no podía concentrarme lo suficiente. Intentaba leer libros, meditar...pero solo era capaz de hacerlo un rato después de beberme un par de bolsas de sangre-. No hay ningún sitio al que ir tan alejado y donde no haya humanos...- la voz me salió un poco ronca, no podía evitarlo, estaba demasiado tenso-. Estamos en una cueva Sarah...- en una cueva no había nada divertido que hacer, se estaba tranquilo, pero ya está.

-Si solo piensas que es dificil qe te distraigas es normal que no lo consigas, se trata de... poner la mente en blanco. Como cuando meditas. ¿quieres que meditemos?- aunque a mi me parecia una de las cosas mas aburridas del mundo, a el le gustaba, asi que a lo mejor era lo que queria hacer.- ¿y que? Las cuevas pueden ser divertidas...- dije como si nada

- ¿Por qué me suena ese discurso?- pregunté levantando una ceja. Bajé la mirada hasta nuestras manos, dándole un pequeño apretón para indicarle que no lo estaba haciendo mal-. No me apetece meditar- le respondí- no soy capaz de hacerlo, no puedo concentrarme...- suspiré un poco-. La meditación es una de las mejores formas de contención que tengo- comenté mirando a nada en concreto-. ¿Y se te ocurre algo?, porque la jovencita aquí eres tú, se te deberían ocurrír a tí las cosas divertidas...

-Se me ocurren cosas pero no quiero hacerlas.- porque algunas de las cosas que se me ocurrian que eran divertidas se realizaban cerca de humanos o con humanos y no podiamos, despues a la perra casi que tampoco porque el se ponia ansioso.- Podemos jugar al pilla pilla o al escondite... por los arboles cercanos al bosque. Venga, tu la llevas-. dije dandole en el hombro y echando a correr por la casa.

- Ya, es un royo...- me quejé poniendo una mueca-. ¿Me lo estás diciendo enserio?- pregunté con una ceja levantada cuando comentó lo de jugar al escondite. Antes de que me diera tiempo estaba corriendo. Rodé los ojos y corrí tras ella, aunque le dejaba ventaja para no cogerla tan pronto. Al menos al principio, poco a poco fui sintiendo como mi instinto cazador se disparaba y acabé abalanzándome contra ella, tirándola al suelo...rodamos los dos por él hasta que la pendiente en la que estábamos terminó y me quedé yo sobre ella, sujetándola y con los colmillos extendidos. Cuando me di cuenta los entré y cerré la boca tensándola, solté sus manos de golpe y me separé apartándome a un lado-. Lo siento...

Me asuste un poco cuando se lanzo contra mi, aunque al momento me gusto y despues me quede un poco parada por su reaccion. No me habia hecho daño, si me hubiera mordido si, pero tampoco hubiera sido para tanto... yo le habia mordido a el muchas veces. Me levante de un salto y le di un empujon.
-Venga, pareces una nena, corre o te alcanzare- le dije riendome, para que siguieramos jugando.