Cueva/casa escondite

- No, Sarah...- negué con la cabeza cuando me empujó- ya has visto...- la señalé y solté un suspiro. Había perdido el control por completo, me había dejado llevar por mis instintos de caza, y eso que ella no era ni humana...suponía que solo con lo que sentía por ella era suficiente, aunque era raro.

-Vale, pues cierro los ojos cuatro segundos si no te has ido en ese tiempo tendre que hacertelas pagar.- comente mirandole, cerre los ojos pero el no parecia muy por la labor de largarse, estaba con su pensamiento de que no tenia que hacerme daño y todo eso pero yo no iba a dejarme vencer por esto, asi que cuando pasaron los cuatro segundos me tire contra el, lanzandolo al suelo y haciendo que rodaramos, le intentaba hacer cosquillas, riendome y rodando un poco.

No sabía que hacer, por un lado no quería hacer que sintiera que sus esfuerzos no tenían respuesta, pero por el otro...no quería correr, si corría acabaría centrándome en ello y podía llegar al otro lado del país perfectamente sin darme cuenta, no sería la primera vez. Sabía lo que iba a hacer pero no me dio tiempo a reaccionar, la tuve encima en un segundo y rodamos los dos de nuevo por el suelo.
- No, Sarah...no- le iba diciendo mientras ella trataba de hacerme cosquillas, yo no tenía cosquillas, sabía resistirme a ellas. Dejamos de rodar cuando me choqué contra el tronco de un arbol y me quedé mirándola. Solté una pequeña carcajada divertido, se había movido un poco el árbol, menos mal que no ibamos rápido.

Me eche a un lado sonriendo, quedándome tumbada en el suelo, igual que el y a su lado. Sonrei un poco contenta cuando escuche su carcajada.
-Al final he conseguido que te rías aunque sea un poco- comente mirando hacia el cielo. Solo había sido una carcajada, pero hacia por lo menos un mes que no le había visto sonreír, me parecía un gran avance.

- Eso parece- comenté suspirando un poco, mirando al cielo, estaba tranquilo ahora...no me gustaba eso de revolcarme por el suelo como un animal, pero ahora mismo me daba un poco igual todo, la ropa, el pelo...parecía que las cosas no tenían tanto sentido como antes, lo único que tenía sentido era la sangre y la caza, suponía que me sentía como un animal-. Ha estado bien- dije para animarla y que no supiera lo que estaba pensando-. Andrómeda- dije señalándola cuando la vi desde donde estábamos- hacía tiempo que no me paraba a mirar las estrellas- comenté como si nada.

-Yo tampoco- dije sobre lo de las estrellas- Aunque creo que nunca lo habia hecho.... es bonito desde aqui- las vistas con el olor a bosque y los sonidos me parecian de lo mas bonitas.- Me gusta esto- admiti contenta y acerque mi mano a la suya, cogiendosela y dejandolas apoyadas en el suelo.- ¿Sabes mas cosas sobre estrellas?- pregunte curiosa mirandole un segundo a el y luego de nuevo al cielo.

- No mucho- admití mirándola-. Nunca he sido muy de pararme a mirar esas cosas...la naturaleza no es mi fuerte- acerqué un poco más mi mano a la suya, entrelazando mis dedos con los suyos sin dejar de mirar el cielo-. Prefería dedicarme a otras cosas...el pensamiento, los instintos...me han llamado siempre más la atención que los astros- comenté-. A mi también me gusta esto...aunque en otras circunstancias, la verdad- suspiré un poco y la miré a ella-. ¿Prefieres vivir en el bosque antes que en la ciudad?- pregunté.

-No se, me da igual- le dije encogiendome de hombros.- Antes pensaba que el sitio era lo especial, ya sabes lo mucho que me encanta Londres, el clima, todo... pero ahora... es diferente. Ya considero que una casa sea el hogar o que una ciudad sea el sitio de alguien. Creo que... voy a estar bien en cualquier parte si tu estas conmigo. He estado bien aqui, en el bosque, en la ciudad, cuando estuvimos con tu maestro... Y he estado mal aqui, en piso y en este pueblo cuando tu no estabas.- explique

- Yo creo que este sitio tiene algo malo- comenté pensándolo- el pueblo en general...ocurren demasiadas cosas para que eso sea normal- era imposible que todo se concentrara de esta forma en un mismo pueblo, atraía al mal o algo así-. A mi me da igual también- dije mirándola. Estaba bien donde estuviera ella, aunque no me encontraba bien del todo en ese piso, me venían a la cabeza los recuerdos de Sarah, de cuando estaba con Mark, y no podía evitar sentir que todo aquello podría volver a ocurrir, aunque sabía que era una estupidez-. No quiero que me dejes nunca- dije serio mirándola.

Le mire cuando se puso a mirarme y me quede seria cuando dijo que no quería que le dejara nunca, Asthon me había dicho muchas cosas, pero de todas, la que mas me había gustado, era esta. Yo siempre era la débil, la que esperaba que no la dejaran y escucharle decir que yo no podía dejarle a el me hacia sentir bien, me hacia sentir que el me quería tanto como yo le quería el. Me acerque a el, colocando mis labios sobre los suyos y poniendo una de mis manos en su camisa, estirando un poco de ella hacia mi mientras le besaba, sin pensar en si el quería o no.
-No voy a dejarte nunca- susurre contra sus labios, con los ojos cerrados.

La miré durante unos segundos que me parecieron eternos y en los que ella no había reaccionado casi, después hubo un montón de actividad y muy rápida. Cuando quise darme cuenta estaba besándome. Respondí a su beso muy despacio, sin dejar de pensar en lo que estaba haciendo. La miré de nuevo cuando se separó y por fin me respondió. Tenía una mano en su espalda y la otra la subí hasta su sien, echándole el pelo hacia atrás, acercándome yo ahora para besarla otra vez. Desde que había vuelto apenas lo había hecho y la echaba mucho de menos.

Deje que me besara, colocando una de mis manos en su mejilla para acariciarle, bajándola hacia su cuello mientras con la otra acercaba de su camisa hacia mi cuerpo, poniéndome mas cerca suya ahora que era el quien me estaba besando a mi. Definitivamente, el sitio daba igual, lo importante era que estuviera el.

Llevé mis manos a su cintura y la coloqué a horcajadas sobre mí para estar más cómodos, quería besarla durante un rato, recuperar todos los besos perdidos. Subí una mano hasta su cuello acariciándolo y entremetiendo los dedos por su pelo una vez que llegué a su nuca, me encantaba su pelo, su tacto, su olor...todo.

Deje que me colocara sobre su cuerpo, pasando mis manos alrededor de su cuello una vez estuve sentada encima de el. Pasaba una de las manos por su espalda, apretando mi cuerpo contra el suyo mientra seguía besandole y con la otra mano acariciaba su nuca despacio, disfrutando del momento.

Seguí besándola, explorando cada rincón de su boca y saboreándola. Le mordí el labio despacio, casi como un roce, volviendo a besarla después. Con la mano que tenía en su espalda la presioné un poco contra mí para acercarla un poco más, empezando a besarla ahora con más ganas. Bajé mis besos por su cuello ansioso, metiendo mis manos por dentro de su camisa para tocar su piel, acariciando así su espalda.

Suspire cuando note sus besos por mi cuello, me volvía loca cuando hacia eso, sobretodo si notaba que estaba ansioso como le pasaba ahora. Lleve mis dos manos de su cuello hacia su espalda, apretándole mucho mas contra mi, acercando mi cuerpo al suyo cuando notaba que el me acariciaba la espalda.

Giré a un lado con ella colocándome encima y pasando la mano en la que no me apoyaba por su pierna, llevaba unos pantalones muy finos. Dejé su cuello para volver de nuevo a sus labios, mordiendo levemente su mandíbula de camino. Introduje mi lengua en su boca empezando a jugar con la suya. Subí la mano que tenía en su pierna por su cintura, pasándola después por su tripa, por debajo de la blusa.

Rodee con una de mis piernas su cuerpo, apretandola contra el para tirar de Asthon hacia mi a la vez que seguia besandole con ganas, pasando ahora mis manos por sus costados hacia la parte baja de su camiseta asi podia meter las manos por dentro y tocar su piel. Después lleve una de las manos a su nuca, metiendo mis dedos entre su pelo y tirando un poco de el hacia mi.

Suspiré cuando rodeó mi cuerpo con sus piernas y empecé a besarla con más ganas si es que podía a la vez que pasaba mi mano ahora por su costado y tiraba un poco de ella hacia mí. Bajé mis besos de nuevo por su cuello hasta llegar al cuello de la camisa, desabrochando el primer botón para bajar un poco hasta el inició de su canalillo, pasando mi lengua por él y después volviendo a ascender, parándome cuando llegué a sus labios.
- Tenemos que parar...- susurré contra ellos sin abrir los ojos aún. Me estaba poniendo cada vez más ansioso, parecía que por mucho que la besara no me saciaba, y solo quería más.

Abrí los ojos cuando escuche lo que dijo y le mire, aunque el seguía con los suyos cerrados. Negué con la cabeza a la vez que le susurraba que no.
-No, no tenemos que parar- dije pasando mis manos por su cuello y volviendo a acercar mis labios a los suyos para besarle, arqueando mi cuerpo hacia el suyo.- Tu no quieres parar y yo tampoco.- añadí entre besos

- Sarah...- dije respondiendo a su beso. Sentir que se arqueaba debajo de mí para incitarme a seguir no ayudaba, conseguía precisamente el efecto que ella estaba buscando-. No quiero hacerte daño Sarah...y...este no es lugar...- susurré sin dejar de responder entrecortadamente a sus besos. No me había dado cuenta hasta ahora, pero podrían aparecer en cualquier momento.

-No vas a hacerme daño- le dije contra los labios.- Estamos dentro- le dije insinuando que nos tenia cubiertos, no nos habia descubierto en ningún momento, no podía vernos, oirnos ni olernos nadie.- No puedes parar- le dije sonriendo, pasando mis manos por sus mejillas y bajando mis besos a su cuello, dejandole mordiscos mientras pensaba en el dia que habiamos estado en la ducha o en nuestra primera vez.

- Pero...- no se me ocurría que más decirle, iba a pensar que era un pesado por lo de hacerle daño...¿acaso no había visto como me había tirado sobre ella hacía un momento?, podía ser mucho más bruto que eso y si derramaba una sola gota de su sangre no me lo podría perdonar nunca. Tragué saliva con dificultad cuando empezó a besarme y a pensar en todas esas cosas. Acerqué mi boca a la suya para besarla con desesperación, que recordara todo eso no me ayudaba para nada- ¿por qué me lo pones tan dificil?- susurré contra sus labios entre besos.

-Porque te quiero- le respondí entre besos, apretando con una de mis manos su nuca contra mi cara para que no se separara de mi y le empuje un poco para colocarme yo sobre el, bajando mis besos por su cuello y su pecho, llevando las dos manos a su camiseta para intentar quitársela.

Giramos quedando ahora ella sobre mí. No estaba convencido del todo sobre lo que estábamos haciendo, no podía acabar bien, era un bruto cuando perdía el control. Miré hacia arriba mientras ella besaba mi cuello, intentando ignorar sus recuerdos, aunque era dificil.
- Si te hago daño dímelo- le pedí incorporándome para ayudarla a sacarme la camisa. Después llevé mis manos a sus costados tirando rápidamente de la suya y rodando de nuevo para quedarme yo sobre ella, a nuestra velocidad. La besé con ansias en los labios, bajando después con rapidez hasta su pecho, capturando con mi boca la parte que dejaba libre el sujetador para darle un pequeño mordisco, pasando después mi lengua por él mientras tiraba de su cuerpo hacia el mío para estar más cerca.