Casa de Gonzalo Montoya.

- Tu has empezado - dije dejando de echarle nieve y quedándome quieta sobre él - yo solo te he lanzado una pequeña e inocente bola.. tu eres el agresivo - apoyé mis dos manos en su pecho y me puse de pie, apartándome a un lado, me sacudí la nieve de encima - qué frío - me quejé sacudiéndome las rodillas, fui dando una carrerita hasta la puerta y le miré - vamos, tengo frío - dije dando saltitos.

- Claro, pequeña e inocente...nada es pequeño e inocente...- normalmente las cosas pequeñas eran las menos inocentes. Me levanté, me sacudí la nieve y corrí tras ella, yo estaba congelándome, estaba mojado, y encima hacía un frío que pelaba. Cuando entramos cerré la puerta rápido y me quité corriendo el abrigo. Sin pensármelo hice lo mismo con los pantalones, no estaba dispuesto a costiparme por un juego. Subí corriendo y me puse el pijama, intentando entrar en calor-. Voy a subir la calefacción- le dije a Brooke caminando hacia los mandos- recuérdame que la baje después- que subía la luz.

- Claro que sí, los perros son pequeños e inocentes, lo gatos también, los ratoncitos.. y los niños igual - comenté quitándome el abrigo, estaba calado de agua - vale, yo me voy a dar una ducha - dije canturreando, me quité los tacones y subí deprisa las escaleras. Dejé los zapatos a un lado y fui al baño para abrir el grifo del agua caliente, después me desnudé y me metí debajo del agua.

- Inocentes...já- me reía yo de la inocencia de todas las cosas que ella había dicho-. Vale- le respondí cuando me dijo que se iba a la ducha. Yo le puse agua limpia a los perros y les di una de sus galletas, era navidad y su comida era una mierda, aunque Brooke las compraba de las caras. Aproveché que ella se duchaba para poner los regalos debajo del árbol, aunque el de Brooke era pequeño, muy pequeño. Fui a la cocina y me abrí una cerveza, volví al salón, puse la tele y empecé a hacer zapping, solo había películas mierdas de navidad.

En cuanto me metí debajo del agua y entré un poco en calor empecé a cantar un villancico, estuve tanto rato dentro de la ducha que me dio tiempo a cantar todo mi repertorio. Salí de la ducha y me puse una toalla alrededor del cuello, me sequé el pelo con otra y fui a por el pijama, era especial de navidad, de franela y con ositos vestidos de Papá Noel. Me sequé un poco el pelo con el secador y bajé canturreando al salón.
- A Belén va una burraaa - canturreaba mientras cogía una mantita e iba a tapar a los perritos que estaban dormidos en sus camas - riin riin, yo me remendaabaa - les di un beso en la cabeza a cada uno y me fui a sentar en el sofá al lado de Gonzalo, acurrucándome contra él - ¿qué ves? - pregunté mirándole de reojo, me incliné para coger una galleta de la mesa y me volví a acomodar apoyando la cabeza en su hombro mientras me iba comiendo la galleta.

- Nada interesante...las típicas películas de navidad...- hice una mueca- "Solo en casa"- cambié de canal- esa película de Sonsenagher que le busca el muñeco al niño- cambié- especial de los simpsom...- hice una mueca y le di el mando-. Un royo, vamos- concluí. Estiré mi mano para coger un mechón y se lo olí- me gusta ese champú- comenté bajando mi mano para coger las suyas- las tienes frías- las metí entre las mías y empecé a calentárselas.

- Jolín, me encantan esas dos películas - dije poniendo una mueca, ahora no sabía cuál elegir - ¿cuál te gusta más a ti? me gustan las dos - comenté dejando que cogiera mis manos con las suyas - la del niño mejor, que es más divertida - y la veíamos siempre todas las navidades, saqué una mano de entre las suyas para coger el mando y puse el canal.

- Me da igual, no me gusta ninguna, me las sé de memoria- no entendía por qué siempre ponían las mismas películas en navidad, era aburrido. Pasé mi brazo por encima de sus hombros arrimándola a mi y nos pusimos a ver la película mientras yo bebía mi lata de cerveza. Cuando se acabó me estiré un poco-. ¿Quieres que nos vayamos ya a la cama?- pregunté. Yo tenía sueño, así que me daba que si que me iba a dormir, además, seguro que mañana me despertaba temprano para abrir los regalos.

Cuando terminamos de ver la película nos estiramos un poco, bostecé tapándome la mano con la boca y me tumbé hacia un lado del sofá, me había levantado temprano como siempre pero ya era un poco tarde.
- Mmmm me da pereza - dije dejando mis pies sobre sus piernas, cogiendo un cojín y abrazándolo - la cama está muy lejos.. - dije poniéndole un puchero.

La miré con una ceja levantada cuando dijo que la cama estaba muy lejos. Esperé un momento hasta empezar a hablar, haciendo como que me lo pensaba.
- Tienes mucha cara eh- dije mirándola aún. Cogí sus piernas y las aparté. No era la primera vez que la subía a la habitación, lo hacía cuando se quedaba dormida en el sofá mientras veíamos algo, o cuando se enfadaba y no subía a la habitación. Aunque desde que le había pedido matrimonio no se había enfadado muchas veces, estaba demasiado feliz o algo así-. Menos mal que no pesas...sino me iba a tener que dar de baja con solo cogerte una vez- sonreí de lado y la cogí en brazos para subir a la habitación y una vez allí la dejé sobre la cama.

- Piensa que así hacer ejercicio, que eres un vago, todo el día viendo la tele y bebiendo cerveza - comenté mientras me subía por las escaleras - ¿no estás nervioso? esta noche viene Santa Claus - dije contenta cuando me dejó sobre la cama - tengo ganas de ver qué me ha dejado, me he portado muy bien este año - dije sonriendo ampliamente mientras me metía debajo de las mantas.

- Sabes que no es cierto- dije sobre lo de no hacer ejercicio. Si que lo hacía, lo que pasaba es que solo lo hacía dos veces en semana, ya me iba haciendo viejo para esas cosas, y tenía mucho trabajo, así que mi tiempo libre era para descansar-. No, ¿tengo que estar nervioso?- pregunté mientras abría la cama. Fui al baño y meé, me lavé las manos y volví a la cama, metiéndome dentro- Bueno, solo te quedan...- miré el reloj- 7 horas- porque ya era tarde-. Aunque no se si está de acuerdo con que te has portado bien...- comenté mirándola-. Supongo que te gustará lo que te va a traer- me alcé de hombros.

- ¿Cómo que no me he portado bien? - le pregunté un poco indignada - he sido super buena y lo sabes, te da envidia porque yo me he portado mejor que tu - dije mirándole, esperé a que se metiera en la cama y me arrimé a él, dejando mi cabeza apoyada en su pecho y pasando un brazo alrededor de su cintura.

- Si claro, siempre dices lo mismo...- hice una mueca-. Yo soy mejor que tu, velo por la paz y seguridad de este pueblo, con solo hacer eso tengo ganado el cielo- me puse cómodo y la abracé mientras ella se colocaba. Bostecé sonoramente y cerré los ojos-. Anda, calla y duerme que es tarde, y mañana te voy a tener temprano llamándome para abrir los regalos- le dije riéndome un poco.

- Nada, yo sigo siendo más buena que tu - estaba segura que sus métodos para mantener la paz no eran del todo buenos - buenas noches - le dije sonriendo, me incorporé un poco para darle un beso rápido y volví a acomodarme en su pecho cerrando los ojos para quedarme dormida. A la mañana siguiente me desperté temprano, salí de la cama con cuidado y fui a dejar mis regalos debajo del árbol, después volví a la habitación y me subí encima de Gonzalo.
- Despierta, despierta - murmuré dándole besos por el cuello - que ha venido Papá Noel - le dije riendo metiendo las manos frías por debajo de su camiseta.

- Ya- dije dándole un beso cuando se acercó y cerrando los ojos para dormirme. Estaba cansado, así que me dormí enseguida y de un tirón. Estaba soñando con Brooke, yo estaba en la cocina y ella entraba en la casa vestida de colegiala sexy. Pero entonces escuché algo zumbar en mi oído y acto seguido frío en las manos-. Ummm...- dije cuando me desperté y tuve conciencia de lo que pasaba. Llevé mis manos hasta las suyas agarrándoselas- ¿estás viva?- pregunté. Las tenía heladas-. Era un buen sueño- me quejé de nuevo. Bostecé y me levanté antes de que se pusiera pesada con que me levantara. Fui al baño a mear y lavarme la cara y las manos, y después fui con ella-. Vamos anda...- dije bostezando aún, pasándome la mano por la cabeza. Cuando llegamos abajo me dejé caer en el sillón-. Tu primera- señalé lo suyo- no quiero distraerme cuando pongas cara de...bueno, la cara que vayas a poner- señalé la caja pequeña.

Spoiler:

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Me quedé en la habitación dando saltitos, tarareando villancicos hasta que salió del baño, le cogí de la mano y tiré de él hacia abajo.
- ¿Despertamos a Yon? - pregunté mirándole, aunque había llegado muy tarde y estaría cansado - mejor luego, cuando esté el desayuno preparado - comenté para mi misma - ay qué nervios - dije riendo sentándome en el suelo con las piernas cruzadas como los indios - qué será, será.. - canturreé mientras quitaba el papel del regalo más pequeño - oh.. ¡qué bonito! - exclamé cogiendo el llavero entre mis manos, la foto iba cambiando, salían Frank y Elvis, y después una foto de Gonzalo y yo juntos - me encanta - le dije sonriendo ampliamente - ¿y esto qué es? - murmuré mientras abría el segundo regalo, puse una mueca porque era un catálogo de IKEA.

Me quedé esperando a que los abriera y rodé los ojos cuando comentó que el llavero era bonito, si pensaba que eso era el regalo es que no se enteraba de nada, pero cuando vi la cara con el catálogo lo confirmé.
- ¿Sabes?, pensaba que eras más lista- la señalé un poco y dejé caer las manos entre mis piernas-. Estoy cansado de este lugar- comenté mirando alrededor-. Era una forma indirecta de decir que vas a tener que elegir tanto casa como muebles, de ahí el catálogo- le expliqué.

Le miré con el ceño fruncido cuando dijo que pensaba que era más lista. Según fue hablando se me fue abriendo cada vez más la boca de la sorpresa. Cuando reaccioné al shock me levanté deprisa, lancé el catálogo hacia un lado y fui hacia él gritando de emoción.
- ¿Nos mudamos? - le pregunté abrazándole, pasando mis brazos alrededor de su cuello - ¿de verdad? ¿cuándo? ¿has visto ya alguna casa? - estaba tan emocionada que hablaba de golpe - oh Dios, ¿vamos a cambiar todos los muebles? ¿cuántas habitaciones vamos a tener? - pregunté separándome un poco para mirarle - ¡es el mejor regalo del mundo!

Me sobresalté un poco cuando vino corriendo hacia mi porque pensé que se me iba a tirar encima. Sonreí un poco cuando simplemente me abrazó.
- No, no he visto ninguna aún, porque no soy bueno con esas cosas...- le expliqué- prefiero que la elijas tu- que así luego ella lo decoraba a su gusto y yo no tenía que hacer nada-. Me alegro de que te guste- dije mirándola. Sabía que reaccionaría así.

- ¡Claro que me gusta! ¡me encanta! - exclamé contenta, no podía esperar a contarle a todo el mundo que nos íbamos a comprar una casa y estaba deseando empezar a mirar muebles - bueno, ahora yo.. pero jo, mis regalos comparados con una casa nueva no son nada - me quejé un poco yendo a por los regalos para dárselo.

Spoiler:

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- Bueno, pero seguro que mis regalos son más egoístas que los tuyos- la idea de la casa no solo era para que ella se pusiera contenta, esa había sido la idea inicial, después había pensado en las ventajas. Estaría más liada así que tardaría más en organizar la boda, por no hablar de que me libraría de Yon- además la casa es para vivir los dos, no para ti sola- la señalé sonriendo un poco. Abrí los regalos y sonreí al ver los jerseys-. Lo bueno es que estoy seguro de que me quedan bien- además eran de la tela suave que ella usaba y que a mi me gustaba- y para estas épocas me vienen bien- afirmé mientras me provaba uno por encima del pijama- perfecto- afirmé sonriendo-. Además, son gratis, que tenemos que pagar una casa ahora- Abrí el otro mientras iba hablando y cuando lo saqué sonreí-. Perfecto- el mío estaba muriendo y la verdad era que necesitaba un reloj nuevo- Tus regalos son geniales- le confesé sonriendo y acercándome a ella para darle un beso mientras me ponía el reloj.

- Los dos, Yon y Elvis y Frank - canturreé mientras le miraba abrir los regalos - ¿de verdad te gustan? - le pregunté sonriendo - he ahorrado un montón para comprarte el reloj - comenté mirándole el jersey - ya te tengo cogidas las medidas - dije sonriendo, le quedaba genial el jersey, le devolví el beso y me quedé sentada en el suelo con el catálogo de IKEA, hojeándolo concentrada.

- Si, si que me gustan- asentí mientras me miraba en un espejo, aunque con el pijama por debajo no es que quedara muy bien tampoco-. Normal, siempre me compras tu la ropa- o venía conmigo. Desde que estaba con ella no me hacía falta ir de compras casi nunca. Me acerqué a ella y me puse por detras dejándola a ella entre mis piernas, sentados en el suelo. Apoyé mi cabeza en su hombro y miré las cosas en las que se detenía ella del catálogo-.Asumo lo de esos dos, pero Yon podría quedarse aquí, no voy a vender esta casa- era mía y me había sacado de apuros-. Que feo es ese sillón- hice una mueca-.

- Yon no puede vivir solo, es muy pequeño, se moriría de hambre - era como nuestro niño, quería que se viniera con nosotros - no podemos irnos de golpe y dejarle aquí solo - dije mirando a Gonzalo de reojo - pobrecito - dije negando con la cabeza - además, seguro que te destroza este sitio haciendo fiestas, trayendo chicas...