Casa de Caroline y Mark.

- Vale - dije sonriendo un poco cuando dijo que había metido todas las cosas de Damon en una caja, suspiré acercándome a ella, puse mis manos en sus hombros y la miré fijamente - no llores.. ya no vas a llorar más por esto - dije mirándola fijamente - tienes que meter todas las cosas relacionadas con Damon en esa caja, cualquier cosa que te haya dado o te pueda recordar a él - tenía que asegurarme que de verdad estaba todo ahí.

Dejé de llorar de inmediato cuando él lo dijo, sus ojos eran hipnóticos, no podía apartar la mirada de ellos.
- Todo me recuerda a él...- le respondí sin dejar de mirarlo un segundo a los ojos. Metí las manos en mi bolsillo y saqué la cajita donde estaban guardados los pendientes que Damon me había regalado por navidad, los de aquella reina, me gustaban mucho, me los había querido quedar porque no pensaba que me pudieran recordar a él- ¿no puedo?- empecé a preguntar, pero me quedé a medias, sin terminar de preguntarle si me los podía quedar porque al mirarlo era como si me quitara la voluntad. Me giré automáticamente para ir a llevarlos a la caja, aunque no quería hacerlo, sólo quería quedarme con esto.

Negué con la cabeza cuando fue a preguntar si se lo podía quedar, pero si eso le podía recordar a Damon tenía que deshacerse de ello.
- Cuanto hayas dejado todo en la caja continuamos - comenté mirándola desde donde estaba, Damon me había dicho que lo quemara todo pero no sabía si hacerlo o simplemente esconderlo donde ninguno de los dos pudiera encontrarlo nunca - ahora quiero que en la misma caja, metas todo lo que te pueda recordar a mi, a Sarah, Ashton, Gabriella y Erik.

- ¿Todo?- pregunté mirándolo. Todo me recordaba a ellos, no podía meter la casa entera en esa caja...Aún así empecé a moverme y empecé a meter las cosas que me recordaban a ellos en la caja. Subí a la habitación y saqué de la parte de arriba del vestidor el traje de animadora. Bajé y lo dejé en la caja-. Ya está- respondí mirándolo a los ojos. ¿Por qué me tenía que deshacer de estas cosas también?.

- Vale - suspiré mirándola, miré de reojo las cosas que había traído, no podía borrar todo lo que estaba relacionado con nosotros así que saqué algunas cosas como el traje de animadora, eso tenía relación con todos, también dejé algunas fotos, lo demás me lo tenía que llevar - ahora vas a olvidarte de Damon - dije poniendo mis manos en sus brazos y haciendo que me mirara - todo lo que recuerdes de él va a desaparecer de tu mente, nunca ha existido, no sabes quién es - dije despacio - no crees en la existencia de vampiros, son solo leyendas, cuentos para asustar niños.. nunca has visto uno porque no existen - tenía que coger las reservas de sangre - olvídate de Sairus y su clan, de Klaus, de Katherine y de todo lo relacionado con los Vulturi - suspiré, ahora venía la parte difícil para mi - tu y yo nunca hemos sido amigos de verdad, nos venía bien compartir piso pero no salió como esperábamos y por eso me he ido, solo somos conocidos, apenas sé nada de ti, y tu tampoco sabes mucho de mi - dije mirándola - conoces a Sam, Gabriella, Erik, Ashton y Sarah pero son simples conocidos, no tienes casi relación con ellos.. ¿lo has entendido todo?

- Nunca he conocido a ningún Damon, los vampiros no existen, apenas te conozco a ti y tampoco a Gabriella, Erik, Ashton, Sarah y Sam- dije sin apartar mi mirada de la suya-. Sí- afirmé cuando me preguntó si había entendido todo lo que me había dicho. Me sentía extrañamente bien, muy bien- lo he entendido todo- terminé de decir sin apartar aún la mirada de él, inclinando la cabeza un poco.

- Vale - susurré mirándola, sabía desde el principio que sería difícil pero no pensaba que lo fuera a ser tanto - ahora vas a irte a la cama y vas a dormir hasta mañana.. cuando suene el despertador te despertarás con tu sonrisa de siempre y tendrás un día genial - le dije sonriendo un poco, triste - todo de va a ir bien Caroline - aunque no pudiera ser su amigo yo me encargaría de ello desde la lejanía - espero que seas muy feliz - le sonreí y me acerqué a darle un beso en la sien, cuando me separé le hice un gesto con la cabeza para que fuera hacia su dormitorio. Yo recogería mis cosas y me marcharía.

Sonreí ampliamente cuando me dijo que iba a tener un día genial y que me iba a despertar sonriendo. Asentí con la cabeza mirándolo a los ojos.
- Va a ser un día genial- sonreí un poco más-. Tengo sueño- dije suspirando un poco. Me quedé quieta cuando me abrazó y después lo miré a los ojos. Asentí con la cabeza cuando me hizo la señal y subí arriba para ir a acostarme, me moría de sueño, iba a dormir hasta la mañana siguiente.

Me quedé mirándola mientras subía para acostarse, y me quedé quieto hasta que escuché su respiración tranquila, ya se había quedado dormida. Cogí las cosas que podía quedarse y en silencio las fui colocando en su sitio. Después fui a mi cuarto y recogí todas las cosas que eran mías, para dejarla vacía. No sabía dónde llevar mis cosas porque no sabía dónde iba a quedarme, así que terminé por llevarlas a una nave de pequeños trasteros, alquilé uno y metí todas mis cosas ahí. Después volví al piso para dejarle una nota: "Necesito un piso más grande, búscate un compañero nuevo", le dejé el dinero de ese mes y dejé las llaves sobre la encimera. Como no tenía donde ir, acabé en un bar, joder, eso me recordaba a cuando iba de misión con Damon, y por lo tanto me acordaba de Caroline..
- Deja la botella - le dije al camarero parándole cuando vino a rellenarme el vaso.

No sé cuánto llevaba ahí dentro bebiendo, pero creo que llevaba ya un par de botellas cuando noté a Sam sentarse a mi lado.
- Más bien las penas - respondí mirándola de reojo, estaba cabreada y seguro que conmigo - si vas a gritarme mejor espérate a mañana - comenté rellenándome el vaso otra vez.

- Oh no, no voy a gritarte...solo quiero que sepas que no estoy de acuerdo con lo que has hecho..- dije mirándolo seria. Le cogí la botella y se la puse en la barra, quería que me mirara-. Esto no es bueno- negué con la cabeza-. ¿Cómo has podido hacerle eso?, ¿que olvide a Damon?, y lo peor no es eso...¿que olvide lo que somos?- pregunté-. La acabas de hacer comida para vampiros.

- Como cualquier humano, ahora es como cualquier humano - dije intentando no arrastrar demasiado las palabras, iba un poco borracho - es una posibilidad entre todos los humanos del mundo - dije mirándola, miré de reojo la botella, quería que me la devolviera - ella me lo pidió y yo lo hice, de todas las opciones era la mejor y la correcta, nunca tenía que haber tenido relación con nosotros.. mira lo que les pasa a los humanos que la tienen: Sarah convertida por Sairus, tu convirtiendo a Erik.. todos tenemos la culpa, pero ahora ya será cosa de la suerte, el destino o lo que sea que haya.. ¿me devuelves la botella?

- Ella ya está marcada Mark- dije mirándolo- ¿crees que no hay vampiros que saben que era el "juguete" de Damon?- pregunté- ¿o que vuestra casa no huele a ti?- estaba borracho-. ¿No la has olido?, es como caviar para los humanos- le dije. A mi me había costado muchas veces no morderla, olía demasiado bien-. Estaban confundidos ¿vale?, claro que acabaría transformada, pero con Damon, ellos están enamorados- es que me fastidiaba que se hubiera metido- o lo estaban, habrían arreglado lo suyo y habrían estado bien- negué con la cabeza y le pasé la botella-. Toma, total, ya estás borracho- dije mirando hacia atrás. Llamé al camarero y le pedí un vaso con vozka.

- Ella está marcada - repetí intentando no poner voz pero es que no había podido evitarlo - tampoco huele tan bien, Sam, no exageremos.. es cuestión de gustos - para mi había humanos que olían mucho mejor - no tiene que acabar transformada, ella tiene suerte de no ser lo que somos nosotros.. ahora encontrará un humano y se casarán, tendrá hijos y será feliz, morirá a los casi cien años en la cama rodeada de sus nietos y bisnietos, esa es la vida que se merece, no esto - dije señalándonos - no van a arreglarlo, Damon es Damon.. crees que le conoces bien pero solo has pasado con él cinco años - comenté cogiendo la botella para rellenarme el vaso.

- No has cambiado- dije mirándolo- al menos en eso no- negué con la cabeza-. Y yo pensaba que si...- cogí el vaso cuando me puso la copa el camarero y le di un trago-. Siempre coges la salida más fácil- negué con la cabeza-. ¿Y tu si lo conoces?, te has pasado un montón de años sin estar con él Mark y sigues pensando que es malo, y no lo es- negué con la cabeza-. A veces pienso que los malos somos nosotros, no él- porque nosotros ibamos de buenos y después solo sabíamos defender nuestros intereses, eramos más egoístas que él, unos hipócritas-. Piensa lo que quieras- negué con la cabeza. Seguía siendo el mismo de aquella noche.

Me quedé mirando mi vaso cuando me dio aquel golpe bajo, diciendo que no había cambiado y que seguía cogiendo la salida más fácil.
- ¿Te crees que esto ha sido lo más fácil para mi?¿o para Damon?¿o incluso para Caroline? - pregunté girándome a mirarla - cómo se nota lo joven que eres, Sam - no me podía creer que me hubiera dicho algo así - piensa lo que quieras - dije como acababa de hacer ella, no tenía ni idea de nada. Saqué la cartera y le dejé un par de billetes al camarero en la barra, después cogí la botella y caminé hacia la salida, pero antes de abrir la puerta me giré hacia ella. - Ahora sí estoy tomando la salida fácil - dije alzando las manos - apúntalo en tu libreta, porque parece que llevas una lista con las veces que lo hago - dije mirándole, después me di la vuelta para salir del bar porque si seguía ahí dentro acabaría liándola y había demasiadas personas dentro.

Negué con la cabeza, no creía que esa fuera la mejor opción para ninguno de ellos, deberían haber esperado, no haberse rendido así de fácil, me parecía increíble que lo hubieran hecho todos, y luego yo era la llorona cobarde.
- No se si quiero seguir llevando una lista de las veces que lo haces- estaba demasiado enfadada ahora mismo, sería mejor que se fuera, porque sino iba a hacer algo de lo que me iba a arrepentir. Cogí el teléfono y marqué el número de Ted, no quería estar sola.

Resoplé al escucharla y me alejé caminando deprisa por la calle, con la botella en la mano. Ahora no tenía ningún sitio donde ir, Caroline era mi mejor amiga pero ya no, y Sam era mi novia, y a lo mejor ya tampoco porque no sabía cómo tomarme el último comentario que había hecho. Así que fui a la nave de almacenes y me metí en el mío, al cerrar la puerta me di cuenta de que ese sitio no era tan distinto a la cueva donde había pasado cuatro años, parecía que volvía al principio.. o a lo mejor solo era la situación y el alcohol que me hacían ver las cosas así.

Me desperté al notar cómo la luz me azotaba en la cara, me incorporé un poco mirando alrededor, sonreí ampliamente, no sabía por qué, pero me sentía bien, feliz. Estiré los brazos y me estiré un poco, después me tumbé y me retorcí un poco en la cama como un gatito, intentando estirar todas las partes de mi cuerpo. Salí de la cama y me puse la bata. Bajé al salón y me acerqué a la mesa, había una nota de mi compañero de piso, se había ido. Puse una mueca, no me gustaba la idea de tener la casa sola para mí, pero tampoco podía hacer nada, así que me alcé de hombros, retorcí la nota en mi mano y fui al equipo de música para ponerla hasta dar con la canción que quería. Fui moviendo las caderas al ritmo de la música hasta la cocina, tiré el papel a la basura y empecé a preparar las cosas para tomarme un té. Abrí la nevera y saqué una fruta para tomarla también, nada que pudiera engordar. Desayuné en la barra mirando alrededor, era curioso, pero me sentía un poco rara...mi cabeza estaba un poco entumecida...o bueno, más bien adormecida, pero ya había dormido bastante. Terminé de desayunar, recogí las cosas y subí corriendo por las escaleras hacia mi habitación, dejé la puerta abierta, porque total, estaba sola y me metí en la ducha. No recordaba la última vez que me había dado una ducha tan reconfortante. Salí y me vestí para ir a la guardería. Fue un día genial, estaba feliz y los niños también lo estaban, todo era perfecto, tal y como había pensado la noche anterior. Todos los años en la universidad se organizaba una fiesta para celebrar que acababa un curso más, yo siempre había formado parte de la organización de esas fiestas y una de las chicas que empezó mi último año, a la que le enseñé todo lo que tenía que saber, quería que la ayudara a organizarla, porque este había sido su último año en la universidad. Desde luego no podría irme mejor en estos momentos.

Desde que me había ido de casa de Caroline vivía en el almacén que tenía alquilado, aunque la mayor parte del tiempo la pasaba escondido, vigilando a Carol desde las sombras para aseguramente de que todo le iba bien y no le pasaba nada malo, no tenía otra cosa que hacer, así que cuidaría de ella eternamente. Además, Sam y yo seguíamos enfadados. Cuando anocheció salí a cazar y después volví a mis arbustos, desde los que vigilaba a Carol por las noches.

Llevaba unos días en los que solo me había dedicado a buscar a Klaus por el bosque, pero claro, no se dejó ver...incluso parecía que él estaba jugando conmigo, me dejaba pistas y luego desaparecían y volvían a aparecer en otro lado, se estaba quedando conmigo. Mark y yo seguíamos enfadados, aunque yo ya me sentía un poco mejor y estaba dispuesta a hablar con él para hacer las paces. Ese día fui al trastero, no me gustaba mucho que se quedara ahí. No estaba así que seguí su rastro hasta la casa de Carol sin entender muy bien que hacía allí...no me dejé ver para averiguarlo. Lo seguí hasta que volvió a casa de Carol y se escondió tras unos arbustos.
- ¿Enserio?- pregunté mirándolo- ¿de verdad la espías?- esto era el colmo, ¿por qué la espiaba?, nunca había hecho eso conmigo ¿y lo hacía con ella?.

Me giré cuando escuché algo detrás de mi y descubrí que era Sam, encima venía en plan borde, seguro que quería que discutiéramos otra vez, se pondría a gritarme lo malo que era, no estaba de humor para eso.
- No la espío - dije girándome de nuevo hacia la casa - ¿qué quieres, Sam? - no tenía por qué darle explicaciones de lo que hacía o dejaba de hacer, estaba preocupándome de que no la pasara nada, pero Sam no iba a entenderlo y seguro que acabábamos discutiendo de nuevo.

- Ah, ¿que qué quiero?- pregunté mirándolo-. Quería hacer las paces con mi novio, pero parece que él tiene otros planes- comenté mirando hacia la casa- a lo mejor deberías colarte en tu habitación y pasar la noche ahí, o tal vez en la suya...- apostaba a que la había estado vigilando desde que se había marchado de ahí, y ni siquiera me había llamado a mí para ver si seguía enfadada o no, le daba igual.

- No puedo, no quiero dejar mi rastro tan cerca de la casa - comenté sin mirarla, suspiré y me giré hacia ella - pues no parece que hayas venido con esas intenciones - porque nada más llegar me había hablado ya mal - he tenido que hacerme mis propios planes ya que mi novia estaba más ocupada en hacer otras cosas que en querer hacer las paces.

- Tu novia estaba tomándose su tiempo para intentar entender tu postura precisamente en ese tema- señalé hacia la casa-. Cosa que parece que tú no te has molestado en hacer- estaba demasiado ocupado vigilando a Caroline, ¿pero por qué la vigilaba?, es que no lo entendía-. Mira, da igual Mark...no ha sido buena idea- negué con la cabeza. No quería que siguiéramos enfadados por esto, pero a él parecía que le daba lo mismo y yo no sabía que decirle ahora, estaba un poco enfadada y no por lo de la otra vez.