Apartamento de Vampiros.

-Tengo mucho tiempo, todo el tiempo del mundo- le dije riendo un poco mas por el tono de voz que había puesto.- ¿Qué vas a hacer ahora?- le dije despues de, rápidamente y a velocidad de vampiro, haberla atado en el sofá, dejando las manos por encima de su cabeza y colocándome sobre ella pero sin apoyarme.

- Cierto- dije sonriendo cuando dijo que tenía mucho tiempo. Abrí la boca para decirle lo que iba a hacer pero cuando me di cuenta estaba en el sofá. Solté un pequeño grito y después me reí, no me terminaba de acostumbrar a esto pero me encantaba-. Pedirle educada y tranquilamente que me suelte señor vampiro malote, porque soy una chica de recursos y se verá metido en graves problemas si no me suelta ahora mismo- dije riéndome un poco y levantando de vez en cuando mi cara para acercarla a la suya sin llegar a besarlo, simplemente acercando nuestras caras y mirándolo a los ojos divertida.

La mire mientras ponía una mueca como si estuviera pensando en mis opciones, después negué con otra mueca.
-No, eso n serviría de nada, no voy a soltarte, eres mía para siempre- le dije sonriendo un poco- Guárdate tus recursos para otras cosas.- sonreí de lado mientras abría la camisa mía que llevaba por encima y le miraba el cuerpo

- Pues llamaré a mi amigo Constantin- dije como si fuera a ayudarme enseguida, nada más escucharme. Me reí un poco y me mordí el labio cuando dijo que no me iba a soltar porque era suya para siempre, claro que lo era, y él mío-. ¿Y para qué otras cosas puedo usarlas si no puedo hacerlo contra un vampirito?- pregunté mirándolo mientras me desabrochaba la camisa-. Eh, abusón- dije riéndome un poquito.

-¿Abusón yo? Tu eres la que se ha presentado desnuda en mi casa... venias provocandome para que te atara y te mirara... seguro que venias con ideas de que me propasara contigo...- comente mirándola ahora fijamente a los ojos y sonriendo.- No te hace falta usar los recursos...- susurre mientras empezaba a besarla por el cuello.

- Pues claro que venía con esa intención- dije riéndome- pero no me has hecho caso- me quejé poniendo un puchero y lo miré sonriendo, cuando me miraba de aquella manera me dejaba totalmente sin aliento-. Lo tendré en cuenta- comenté en voz baja, notando como se extinguía mi voz a medida que empezó a besarme. Cerré los ojos y solté un pequeño suspiro mientras dejaba el cuello a un lado para que siguiera besándome, me volvía loca que me besara por el cuello. Subí una de mis piernas acercándola a su cintura y entremetiéndola entre las suyas. Mantuve la boca entre abierta porque se me escapaba algún suspiro de vez en cuando y estaba deseando que me besara.

Seguí besándola por el cuello, bajando poco a poco hacia su escote, pasaba mis besos y mi lengua por el, abriendo la camisa cada vez un poco mas. Seguía recorriendo su cuerpo a base de besos, la tripa, sus caderas, sus muslos y luego le subí un poco la rodilla para besársela, mientras seguía bajando hacia sus pies. Le quite los zapatos y los deje caer a un lado, incorporándome hacia arriba para besarla en los labios.

Mantuve los ojos cerrados, aunque los abría de vez en cuando porque me gustaba mirarlo. Soltaba algún gemido de vez en cuando mientras besaba todo mi cuerpo, mordiéndome el labio despacio también. Cuando por fin se acercó a besarme lo besé yo a él con ganas, rodeando su cuello con mis brazos y apretándolo contra mí mientras movía mi cuerpo contra el suyo para intentar acercarnos más. Bajé mis manos por su cuello hasta alcanzar la camisa y empecé a desabrocharla. Cuando estuvo bastante abierta no pude aguantarme y metí una de mis manos por dentro para tocar su fría piel mientras con la otra terminaba de desabrocharla. Una vez desabrochada tiré de la camisa para quitársela y la dejé colocada a un lado volviendo a aferrarme a su cuerpo para acariciarlo, pasando ahora mis manos también por su espalda.

-Espero que no le tengas mucho cariño- comente sobre el sujetador, estirando del centro para deshacerme de el sin desabrocharlo, vamos que lo estaba rompiendo. Lo deje caer a un lado y empece a masajear uno de sus pechos con mi mano, dando pequeños pellizcos en su pezón y pasando después al otro.

Negué con la cabeza cuando dijo aquello y gemí cuando noté su mano en mi pecho, mordiéndole el labio un poco, al principio un poco más fuerte de como debería, pero cuando me di cuenta aflojé, aunque sabía que no le iba a hacer daño. Tragué saliva con dificultad y bajé mi boca por su barbilla dejando pequeños mordiscos por ella hasta llegar a su cuello, pasando mi lengua despacito por él hasta su oído, succioné su lóbulo y dejé escapar un suspiro de placer cuando cogió mi otro pecho.
- No me dejes gemir mucho...- dije con dificultad. Constantine estaba en el salón y me daba algo de verguenza.

-Lo siento preciosa, eso no es posible- le dije mirándola a los ojos y bajando a través de su cuerpo, cogí la parte de abajo de su conjunto de ropa interior y le pegue otro estirón, dejando la braguita a un lado y colocando mis manos en sus rodillas abrí sus piernas. Metí mi cabeza entre ellas, pasando despacio mi lengua por su sexo, empezando a lamer.

Moví mi cuerpo contra su mano a medida que fue bajando por él y me sobresalté un poco cuando tiró de la parte de abajo, tan concentraba que estaba en besarlo. Lo miré y negué con la cabeza cuando vi sus intenciones pero ya era tarde. Solté un gemido al notar el contacto de su lengua con mi sexo, cerrando los ojos y retorciéndome de placer en el sofá, apretándolo con mis manos y apretando con mis piernas el cuerpo de Damon, sin poder evitar suspirar y gemir sonoramente, olvidándome de cualquier cosa que me hubiera preocupado hasta ese momento.

Empece a pasar mi lengua por si Clitorix mientras llevaba uno de mis dedos a su interior, moviendolo a buen ritmo a la vez que la escuchaba gemir tan alto. Sonrei un poco y levante la cabeza para mirarla retorcerse, ya no se preocupaba por gritar o no gritar, estaba como loca. Subí mi cuerpo hacia arriba, apartándole el pelo de la cara mientras besaba su clavícula y seguía moviendo mi dedo en su sexo.

Me mordía el labio con fuerza, intentando no gemir de placer, retorciendome sobre el sofá y mirándolo.
- Oh dios mío- dije cuando empezó a mover sus dedos dentro de mí. Cuando se incorporó llevé autománticamente mis manos a sus pantalones y desabroché torpemente su pantalón. Me costaba hacerlo porque no podía centrarme bien mientras el me hacía aquello. Busqué sus labios con desesperación y cuando los encontré tiré de ellos hacia mí con mis dientes para acercarlo mientras empezaba a besarlo con ansias, gimiendo contra su boca. Intenté bajarle el pantalón, pero parecía que hoy no era mi día y no fui capaz.

-Fiera, fiera- le dije parandola un poco y sonriendo, estaba torpe. Si fuera una vampira me estaría destrozando los pantalones. Me los desabroche y los baje, llevándome ya de paso toda mi ropa, que no me hacia falta para nada. Después volví a besarla, girándome un poco para dejarla a ella colocada encima de mi, apretando su cuerpo contra el mio mientras la besaba y nuestros sexos se rozaban.

Quité las manos de sus pantalones quejándome con un ruidito porque yo no era capaz y tuvo que sacárselos él. Llevé una de mis manos a su nuca y después el me puso encima. Empecé a moverme contra su cuerpo despacio, rozando nuestros sexos y gimiendo por el contacto. Me costaba respirar, mi corazón latía con fuerza y la cabeza me daba vueltas de las ganas que tenía de él. Pasé mis manos por su pecho, recorriéndolo ansiosa sin dejar de besarlo en ningún momento. Coloqué una mano en su cara y me separé unos segundos para mirarlo.
- Ya no puedo más- susurré mirándolo a los ojos- te necesito...

Sonreí cuando la escuche decir aquello y la levante un poco, rápidamente para ir a por un condón y colocármelo. La cogí en brazos y la tumbe en el suelo, colocándome encima de ella y acercando mi miembro a su sexo, rozándole y metiendo solo un poco la punta.

De pronto se levantó y me quedé en el sofá un poco desorientada, aunque no me dio tiempo a mucho más porque cuando quise darme cuenta estaba en el suelo y él estaba sobre mí rozando su miembro contra el mío y empezando a meterlo, pero sin hacerlo del todo. Solté un quejido de insatisfacción y moví mi cadera contra él intentando que me penetrara del todo. Llevé mis manos a su cara y tiré un poco de él besándolo con ganas mientras seguía intentando mover mi cadera, pero mientras el no quisiera hacerlo yo no iba a conseguir nada y me quejaba de la desesperación.

Seguí besándola y cuando no hubo pasado ya mucho rato empece a penetrarla despacio, hasta hacer tope y entonces recule para empezar a embestirla, no demasiado rápido ni demasiado fuerte, porque tampoco quería hacerle daño, solo que disfrutáramos lo máximo los dos. Por eso me apoyaba con una mano en el suelo y con la otra apretaba su cuerpo contra el mio en cada embestida.

Gemí sonoramente cuando hizo tope y apreté su cuerpo con mis manos, presioanndo su espalda con ellas para apretarlo contra mí. Lo besa con desesperación, separándome de él de ves en cuando para respirar, pasando mi boca por su cuello besándolo y modiéndolo flojo, pasando mi lengua por él a ratos mientras jadeaba. Levantaba mis caderas con cada embestida, él no necesitaba ninguna ayuda pero a mi me encantaba responder a los movimientos de su cuerpo, me encantaba fundirme con él y que nos moviéramos los dos rítmicamente juntos. Metí mi mano entre su pelo y tiré un poco de él apoyando mi frente en la suya. No tardé mucho en correrme, pero quería más de él, aún no estaba satisfecha.

Me estaba poniendo frenético, porque escuchaba su corazón latiendo tan fuerte y hasta notaba las palpitaciones cuando su cuerpo rozaba el mio y la sangre correr por sus venas, no iba a descontrolarme aunque en realidad lo quería, olía de maravilla y mas cuando se ponía así. Nos di la vuelta, dejándola a ella sobre mi y yo sentado, y pase una de mis manos por su pelo, frenando un poco porque si que me estaba poniendo nervioso con la sangre.
-Shhh- susurre para que se tranquilizara un poco, bajando mis manos a sus caderas para ayudarla a moverse y marcar un poco el ritmo mas lento, que si seguíamos así iba a cometer una locura.

Seguí moviendo mis caderas contra él hasta que nos dio la vuelta colocándome a mi encima, quedando él sentado y yo sobre su cuerpo a horcajadas. Lo miré a los ojos y tragué saliva con dificultad mientras empezaba a moverme yo ahora sobre él a mi gusto. Asentí cuando me susurró aquello y cuando noté que me obligaba a bajar un poco el ritmo. Rodeé su cuello con mis brazos, acariciando su nuca con una de mis manos y dejándole pequeños besos por la cara, intentando respirar con tranquilidad y relajarme un poco. Pasé mi nariz por su mejilla en una caricia apoyando mi cara un poco en la suya mientras seguía moviéndome, esta vez un poco más despacio, bajando una de mis manos para acariciar su espalda.

Apreté con una de mis manos su espalda, pegando su pecho al mio y empezando a besarla, despacio para no pasarme en fuerza ni en ganas y de vez en cuando movía mi cadera hacia la suya, cuanto mas pasaba mas la movía, acelerando otra vez el ritmo cuando se me paso el ansia de degollarla y beberme toda su sangre, si hacia algo así nunca me lo iba a perdonar.

Me desesperaba tener que para pero sabía que a veces a él le costaba aguantar la sed, y por eso me aguanté, disfrutando de sus besos, que hicieron que no fuera tan desesperante la espera como yo pensaba. Gemía cada vez que movía él su cadera contra mí, porque nos habíamos parado casi que del todo. Empecé a moverme yo de nuevo con ganas cuando noté que él ya recobraba el ritmo, besándolo con ganas y apoyando mis manos en sus hombros para moverme mejor.

Seguí moviéndome contra ella de vez en cuando, girando al poco para volver a ponerme encima de ella, llevando mis besos por su escote un poco y subiendo para besar su mandíbula hasta que al final los dos nos corrimos. Me eche a un lado, para que ella recobrara la respiración.