Cueva/casa escondite

GABRIELLA
-Deja que yo me encargue de Damon- le dije a Asthon mirándole.- Una vez Damon este de nuestro lado o fuera de combate.- porque si hacia falta lo mataría- Sam caerá hacia nosotros, es lo único que le mantiene allí, que han ligado algo así como una unión de trabajo.- puse una mueca, enseguida salio Sarah fuera de la cueva, la mire atenta.
-No me ha hecho ni caso, solo ha dicho que si no iba a matarle le dejara en paz.- explico ella. Mire hacia la puerta y sin decirles nada camine hasta la habitación, cerré la puerta detrás de mi y me senté en la esquina contraria a la que estaba Erik, pero también en el suelo.

SARAH
-¿Que crees que va a pasar?- le pregunte a Asthon mirando como Gabriella entraba hacia dentro- No me ha hecho caso de nada... parece que... creo que quiere que alguien le mate, por como me lo ha dicho.- le explique con una mueca

- Hay que hablarlo con más calma- repetí. El plan era básicamente ese, pero había que concretarlo más, planearlo bien, yo no iba a poner en peligro a Sarah para nada- también habría que volver a traer a Mark- dije mirándola. Suspiré cuando Sarah salió de la cueva y después miré como Gabriella iba hacia dentro-. Supongo que un poco de terapia- le dije a Sarah mirándola-. Es normal, está cabreado...se siente impotente...son demasiadas cosas a la vez- le expliqué a ella-. Además, el ya sabía de que iba esto- señalé alrededor- y no lo quería- me alcé de hombros.

No necesitaba girar la cabeza para ver quién había entrado ahora en la habitación, sabía que era Gabriella, toda la habitación olía a ella. Me giré hacia la pared para darle la espalda, no quería que me mirara, ¿por qué no se iba de una vez? no iba a hablar con ella, no iba a hablar con nadie, quería que todos me dejaran en paz antes de que me volviera loco y les atacara para poder ir a por la sangre de alguien..

GABRIELLA
Me quede un buen rato allí sin decir nada, solo le miraba, el se había girado para no mirarme y seguía quieto todo el rato.
- Tienes un don, no se... exactamente que es o como funciona, pero los Vulturi han ordenado a Sam y Damon que te conviertan para criarte igual que hicieron con Sarah.- a mi me había gustado saberlo cuando me convirtieron.- Se que no ayuda, pero... es la verdad.- le dije seriamente.- Sarah dice que... le has preguntado si iba a matarte. ¿Es eso lo que quieres?- pregunte mirándole, esperando una respuesta.

SARAH
-Parece como... ido- le dije a Asthon con una mueca.- Me da tanta pena...- puse una mueca.- Y Gabriella...- suspire un poco.- Esto no deberia pasarle a nadie.- me queje

No me moví cuando empezó a hablarme, decía que tenía un don pero yo no sentía como que lo tuviera, en realidad sentía muchas cosas y ninguna a la vez, era una sensación muy extraña, lo único que sentía con claridad era el fuego en mi garganta. No respondí cuando me preguntó si querí que me matara, por una parte sí, quería acabar con eso antes de que hiciera daño a alguien, pero por otra parte no, porque no quería que fuera ella quién lo hiciera. Me tapé los ojos con las manos, apretando, sentía la quemazón extendiéndose por mi cuerpo, subiendo a mi cabeza, nublándome los pensamientos. Podía escucharlo, fuera de la cueva había algo, una persona o un animal, algo con corazón latiendo, escuchaba claramente los latidos en mi cabeza pero no quería moverme porque no quería matar a nadie.. Me llevé las manos a los oídos, tapándolos con fuerza..

- Ya, a mi también me dan pena- comenté mirando alrededor, me sentía observado, bajé el muro para ver quien era, resultaba ser uno de los lobos de Sam-. No, no debería pasarle a nadie, pero son cosas que pasan Sarah, como los accidentes de coches, las enfermedades...solamente tienes que acostumbrarte, al menos puede estar con Gabriella, si tuviera que estar solo sería peor...o si directamente se lo hubieran llevado los Vuluri.

SARAH
-¿A que huele?- pregunte mirando alrededor, era un olor mas raro que el de los humanos y que el de los vampiros, olía peor. Mire a Asthon un poco asustada, echándome hacia atrás y activando mi don, cubriéndonos a los dos con el automáticamente, siempre que lo hacia tenia la manía de cogerle de la mano, por que así me parecía que funcionaba mejor.

GABRIELLA
-No vas a hacerle daño a nadie- le dije acercándome un poco a el cuando empezó a apretarse con las manos, yo también escuchaba el corazón latir.- Podemos conseguir bolsas de sangre, incluso de animal- si no quería matarlo.- Es asombroso lo que estas haciendo, la fuerza de control que estas teniendo...- era como un vampiro superdotado, yo a ese tiempo ya me había alimentado por lo menos de cinco humanos.

- Tranquilizate, no es nada- no nos iba a atacar, estaba solo observándonos de lejos- es uno de los lobos de Sam- le expliqué-. Eso si- la miré serio- nunca te acerques a uno, y si te acercas o intenta atacarte corres siendo invisible- dije mirándola- porque con un solo mordisco nos matan- suspiré y miré hacia donde suponía que estaba el hombre lobo por el olor.

-Vale… Sam a convertido a Erik, uno de sus lobos nos está observando y además esos bichos con mordernos nos matan y me estás diciendo que me tranquilice?- Dije bajando un poco la voz por si nos escuchaba, mirando de reojo a Asthon, seguía atenta al bosque por si aparecía por algún lugar.- Odio las guerras y hacer daño a la gente y todo eso, tú lo sabes pero… estoy con vosotros, hay que conseguir que se olviden de nosotros.- le mire.- ¿Cómo llegaron ellos al poder?- ¿habrían votaciones vampíricas?

- Básicamente- dije mirándola-. Sam ha convertido a Erik, pero no nos van a atacar, si quisieran atacarnos no habría venido uno solo sabiendo que Gabriella está con nosotros, y habrían venido también vampiros- no tenía sentido- solo está vigilando- suponía que Sam lo había mandado para enterarse de como estaba yendo la transformación-. Tú de momento no te metas- dije mirándola- no quiero inmiscuirte hasta que sepamos algo con certeza- comenté. Levanté una ceja al escucharla y solté una carcajada-. ¿Pero como van a haber votaciones...?- dije riéndome aún-. A ver, son de los vampiros más antiguos que hay, por eso no se les discute siquiera que esten en el poder...y aunque hay vampiros tan antiguos o más que ellos...- como mi maestro- no quieren meterse en esas cosas, prefieren mantenerse al margen.

-Pues que se vaya a vigilar a otros.- comente un poco mosqueada y en voz un poco baja.- Ya estoy inmiscuida- me señale- Me convirtieron igual que a Erik, aunque no fueran los Vulturi como a el, ellos me dejaron aquí, para que me criarais... como si fuéramos pollos de granja.- puse una mueca- Entonces solo hace falta un golpe de estado para derrotarlos ¿no?.- pregunte despues, no podian tener tantos seguidores si eran tan malos ¿no?

- Si sospechan que quieres dar un golpe de estado eres vampira muerta- dije mirándola-. Damon puede hacerte las preguntas correctas y tu no sabes mentir- dije mirándola, yo ya sabía como funcionaba su don de sobras y podía colarle algunas-. No es tan sencillo- negué con la cabeza-. No podemos enfrentarnos solos a todos los que son- le expliqué a Sarah mirándola.

Seguía apretándome los oídos, apoyando la frente en la pared y cerrando los ojos con fuerza, intentando aguantar y no pensar en ese sonido, pero lo notaba, estaba cerca y yo me estaba muriendo de sed. Empujé a Gabriella para alejarla de mi, haciendo más fuerza de la que quería, no quería oírla, olerla, no quería tenerla cerca, su presencia me ponía nervioso y cuánto más quería ayudarme más me cabreaba de la impotencia. Llegó un momento que ya no pude aguantar más, me olvidé de todo y me concentré en el sonido. Salí corriendo de la habitación y de la cueva hasta llegar frente a un lobo, me paré a unos metros de él, agazapado, preparado para atacar. Oía el latido de su corazón y el sonido de la sangre por sus venas pero olía raro.

SARAH
-No pensaba en nada de eso…- comente con una mueca, yo no sería capaz de hacer un golpe de estado, no tenía valor para esas cosas pero se lo podía plantear mucha gente, como por ejemplo Gabriella. Estaba pensando en ello cuando de pronto vi a Erik salir corriendo por el bosque, inmediatamente después salió Gabriella.

GABRIELLA
Me empujo demasiado fuerte y se rompió la mitad de la pared, me hizo un poco de daño en la cabeza, el ahora tenía demasiada fuerza para nosotros. Eche a correr detrás de él y di un grito cuando lo vi agazapado, en posición de ataque delante del lobo, que lo miraba en la misma posición. El lobo hizo un movimiento demasiado rápido y yo ni siquiera lo pensé, en ese momento no pensé que Erik fuera un vampiro o que el seguramente quisiera que lo mataran, active mi don contra el lobo y me acerque para cogerle del cuello, le había paralizado.
-Les das un mensaje- le dije muy seria- Les dices que nadie me hace esto a mi.- me señale con la mano libre- Y mucho menos a el.- señale a Erik- Les dices que vigilen sus espaldas con mucha cautela, que si tienen tanto interés en mi es que a lo mejor soy mas peligrosa de lo que piensan.- seguia con mi don sobre el, teniamos que salir de alli antes de que yo lo desactivara.

Miré a Erik salir y después a Gabriella. Sin pensármelo dos veces los seguí a los dos y me paré en seco metiéndome las manos en los bolsillos cuando vi lo que estaba haciendo. Se estaba dejando llevar.
- Déjalo ya- le dije a Gabriella- no lo manda Damon, lo manda Sam- no iba a decirles nada a los Vulturi, solo venía para ver que había ocurrido-. Además, estos perros no tienen ni idea de nada, solo cumplen órdenes- puse una mueca y lo rodeé mirándolo bien. Era negro y muy grande.

El lobo me gruñía y yo a él, a pesar del olor quería abalanzarme sobre él, seguro que podía beberme su sangre, la escuchaba fluir.. pero entonces apareció Gabriella y se abalanzó sobre él, después apareció Ashton, no iba a dejar que me quitaran mi comida, así que me abalancé sobre ella para que soltara al lobo, haciendo que cayéramos los dos al suelo, el lobo echó a correr y yo me levanté para ir detrás de él.

Se abalanzo sobre mi y caímos al suelo, tenia tanta fuerza que me derrumbaba antes de que me diera tiempo a pestañear o defenderme. Aunque no quería hacerlo, no con el, al final no tuve mas remedio, corría detrás del lobo así que active mi don y los derrumbe a los dos, me acerque al lobo y le parti el cuello.
-Eso no se come.- le dije seria y entonces me di cuenta de lo que acababa de hacer y me lleve una mano a la boca ahogando un grito. No podía creer que acabara de hacer algo como eso delante de Erik.

Miré a Erik porque sabía lo que iba a hacer, y justo un segundo después lo hizo, pero no me metí, era una pelea de enamorados. Me quedé con las manos metidas en los bolsillos mirando y hasta me sorprendí por lo que hizo Gabriella.
- Adiós Dixon- le dije al lobo cuando Gabriella lo mató. Después la miré a ella- no, no hagas eso- negué con la cabeza-. Tenías que pararlo, lo iba a matar en cuanto se diera la vuelta- comenté sobre el lobo-. Has hecho bien...se les nubla la vista tanto por la sangre que no reconocen a nadie- le expliqué a Gabriella, yo lo sabía por Sarah-. Los lobos no son buenos- le dije a Erik dándome la vuelta para volver con Sarah, no le iba a decir que mataban porque era capaz de ir en busca de uno.

De repente empecé a sentirme mal y caí a un lado sin poder apenas moverme. Gabriella se acercó y mató al lobo. Me levanté despacio, un poco mareado, tanto que tuve que apoyarme en un árbol para no volver a caer al suelo. Ahora que estaba fuera de la cueva escuchaba muchos más sonidos a mi alrededor, podía oír el río que se encontraba tras unos arbustos, el aire mover las hojas, animales cerca mío.. pero todos eran pequeños yo quería algo grande, lo necesitaba.

-¿No deberiamos darle mas sangre?- le pregunto Sarah a Asthon mirándole, yo asentí un poco.
-Hay que conseguirle algo, esta desesperado- dije sobre Erik, por suerte mi ataque le había desconcertado así que estaba medio aturdido, me acerque a el y le cogí de la mano.- Vamos a comer algo...- murmure echando a correr, ahora el podía seguirme, yo me guiaba por el bosque, estaba buscando algún ciervo y lo que encontramos fue mejor.- Un oso.- dije parándome frente al oso y soltando la mano de Erik para ver como reaccionaba

- Si...- dije mirando a Sarah cuando preguntó-. Esta noche el furgón de donaciones de sangre está lleno- me sabía el calendario de memoria- iré a por algunas bolsas para que tengan para un par de días, aunque tiene que enseñarle a cazar de todas formas- comenté mirando como se lo llevaba.

Me encontraba un poco confuso, por eso cuando me cogió de la mano la seguí sin resistirme. Corrí con ella hasta que paró y me soltó la mano, frente a nosotros había un oso, en otra época me habría dado un infarto pero en aquel momento solo me abalancé sobre él, me enganché bien en su espalda y mordí su cuello, empezando a beberme su sangre sin control alguno, clavando mis dedos en su cuerpo con fuerza.

SARAH
-Pero el no va a querer aprender...- le dije a Asthon.- Quiere que alguien le mate...- puse una mueca y mire como se iban, después me apoye en una roca suspirando y mirando al lobo muerto a un lado.- ¿que hacemos con eso?- le pregunte.

GABRIELLA
Me quede un poco alejada de el, mirándole mientras se alimentaba y pensando. ¿Que podía hacer ahora? No sabia que hacer, ni como moverme... tenia ganas de huir, salir corriendo y no volver nunca porque si el volvía a mirarme de esa forma, con odio, como había hecho antes yo me iba a morir allí mismo. Pero si le dejaba solo me iba a arrepentir para siempre, seria la peor persona del mundo y yo no quería perderle... pero el no quería ser esto... estaba mas perdida que nunca.

- Ya, pero eso es algo que tendrán que solucionar entre ellos- después de la que me habían dado a mi con Mark no pensaba obligar a nadie hacer nada que no quisiera, y de todas formas Gabriella no me iba a dejar intervenir, así que...Miré al lobo cuando Sarah lo señaló y suspiré-. Pues está claro que llamar a la dueña no es una opción, así que lo mejor será que lo quememos- me acerqué a él para mirarlo bien, era curioso, normalmente los hombres lobo cuando morían se transformaban en humanos de nuevo, pero como Sam lo había obligado a salir mantenía su forma lobuna- no tengo ganas de mancharme- comenté sacando el mechero del bolsillo y tirándolo para prenderle fuego.

El oso se movía furioso, intentando que cayera de encima de él pero estaba bien sujeto. Cuando empezó a desangrarse cayó al suelo, yo seguí bebiéndome su sangre hasta que no quedó más. Me aparté a un lado, ahora me encontraba bien, el quemazón ya no estaba, aunque sabía que en cuestión de unos minutos volvería a tener sed. Miré a Gabriella que mantenía su mirada clavada en mi y me pasé una mano por la barbilla, goteaba sangre del oso.