Casa de Chad.

-Rapunzel version luchadora- dije señalando el cuento con el dedo- Ese, el azul- sonrei y me sente en el borde de una de las camas mientras ellos se metian en las suyas. Tape bien a Kim que estaba en la que yo me habia sentado. Despues me acerque a la cama de James, sentandome en el suelo y asi mientras Chad leia el cuento el podia tocarme el pelo, eso seguia gustandole tanto como cuando era un bebe.

- Pues a ver...- comenté cogiendo una silla y sentándome en medio de todas las camas para que me escucharan por igual. Empecé a leerles el cuento, aunque a veces me inventaba alguna cosa cuando se me ocurrían, poniendo voces diferentes para cada personaje, o intentándolo, porque para los hombres me salían casi iguales todas.

Kim fue la primera en dormirse, era la que mas energia gastaba siempre y apenas habia empezado el cuento ella ya estaba completamente dormida. Despues fueron cayendo por igual Keith y April y el unico despierto al terminar el cuento era James que seguia tocandome el pelo.
-Hasta mañana, mami- dijo cerrando los ojos, le deje un beso en la frente y lo arrope.
-Hasta mañana.- le susurre levantandome para salir detras de Chad, apagando las luces.

Antes de salir de la habitación, mientras Is se despedía de James yo fui a asegurarme de que la ventana estaba bien cerrada como hacía siempre. Salí de la habitación y esperé a que Is hiciera lo mismo, nunca cerraba del todo la puerta, me gustaba poder escucharlos desde nuestra habitación sin necesidad de agudizar el oído.
- Que sueño tengo yo...- dije moviendo el cuello a los lados. Estaba algo cansado. Nada más llegar a la habitación me quité la ropa y me dejé caer despacio en la cama para no romperla.

-¿Quieres que te lea un cuento de princesas con guerra?- le pregunte riéndome un poco, cogiendo el pijama para ir poniéndomelo. Al terminar entre en el balo, dejando la puerta abierta, para cepillarme el pelo, lavarme las manos y la cara y los dientes. Después me puse crema y salí de nuevo.- ¿Tienes que trabajar mucho mañana?- pregunte curiosa.

- No gracias, luego tengo pesadillas- es que con el cuento me había entrado sueño hasta a mí. Me levanté de la cama cuando ella salió del baño para mear y lavarme los dientes, después salí y me acosté de nuevo dejando las sábanas atrás-. No mucho...el subdirector que contrataste es muy eficiente...hace las cosas por adelantado y la verdad es que me quita bastante trabajo- sonreí un poco girándome hacia ella para mirarla.

-Es que soy buena hasta para contratar gente que sea mas buena que yo, ¿te has dado cuenta?- le pregunte vacilando un poco- Y no tienes problemas, porque tienes esa foto sexy mía en el escritorio, así que te alegras la vista- le dije coqueta, le había regalado una foto, aunque era normal, nada de sexy, pero siempre le decía que era una foto sexy.

- Si, sí...no se que haría yo sin ti- dije siguiendole el royo y rodando los ojos-. No es nada sexy- puse una mueca- estás guapísima, pero no es sexy...y mejor así, no quiero que nadie te vea sexy salvo yo- estiré mi mano hacia ella tirando de su cadera para acercarla a mí. Le di un beso corto en los labios y apoyé mi frente en la suya cerrando los ojos-. ¿Tu mañana tienes mucho que hacer?- pregunté como había hecho ella.

-Nada fuera de lo comun, asi que lo de siempre- comente sonriendo- ¿Tengo guardia en el bosque?- no recordaba muy bien si la tenia ese dia o al siguiente.- Los niños tienen natacion.- recorde, imaginandome en mi cabeza el horario de los crios.

- Tienes guardia...- pensé en ello repasando cada guardia-. Mañana, así que quiero que te des una buena siesta- dije mirándola. Quería que durmiera bien, estaría más atenta-. Los puedo llevar yo- comenté sobre la natación-. Me quedaré allí con ellos y después iré a comprar algo de pan para la cena- le expliqué.

-Perfecto, pues me echare la siesta- comente sonriendo ampliamente, podría relajarme leyendo o alguna cosa así, yo no era muy de echar la siesta, no solía salirme eso de dormir a horas que todavía había sol fuera, pero descansaría a mi manera.- Pues venga, tu no tienes descanso mañana asi que duermete ya- dije riendo

- Bien- asentí y sonreí un poco-. Vale, vale, ya voy...- le di un beso de buenas noches y me coloqué en la postura que solía dormir- descansa-. Bostecé y la verdad es que en menos de cinco minutos ya me había quedado frito, además era una de esas noches en las que dormías de un tirón y cuando te despertabas parecía que solo habían pasado minutos desde que te habías acostado.

Me quede dormida enseguida y me desperte cuando escuche el sonido de la alarma que ponia en el movil, la apaguye y segui durmiendo hasta que sono el despertador de Chad.
-Eh, mmm, venga... esta sonando- le dije medio dormida, girandome hacia el otro lado.

Me desperté con el sonido del movil de Is, pero como lo apagó enseguida no le hice mucho caso. Cuando sonó mi despertador me incorporé pasándome la mano por la nuca.
- Vamos, dormilona- dije zarandeándola un poco, se había dado la vuelta otra vez e iba a llegar tarde, y los críos también. Me levanté y fui al baño. Me di una ducha rápida, y me vestí para ir a trabajar, después fui a ver a los críos para ir despertándolos. Keith no se quería despertar, así que volví a la habitación, donde Is estaba en el baño terminando de vestirse ella-. Tu hijo no quiere levantarse- comenté señalando hacia atrás.

-¿Cuál de los cuatro?- le pregunte mirándole de reojo mientras sostenía en una mano la horquilla que me iba a pasar por el pelo. La coloque y me mire, revolviendo las puntas para ponerlas sobre mis hombros- A ver, voy a ir yo…- comente saliendo del baño, me puse los zapatos por el camino y entre en la habitación.- Keith, venga, arriba…- le dije acercándome.
-Me duele algo- dijo él con mala cara, me senté en la cama y lo mire curiosa- No quiero ir al cole, ¿me puedo quedar contigo?- pregunto con cara de ir a ponerse a llorar.
-Venga, a ver… ¿Qué te duele?- pregunte tumbándome a su lado, se encogió de hombros.- Creo que tiene fiebre- dije a Chad tocando al niño.

- Keith- le dije a Is mientras se colocaba el pelo. Fui con ella a la habitación y me agaché a atarle los cordones a James, que lo estaba intentando y se estaba atando el cordón de un zapato con el de otro...o haciendo como que se lo ataba, porque estaba liándolos solo. Miré a Is cuando comentó que Keith tenía fiebre. Me levanté, fui hacia ellos y coloqué mi mano en su frente-. Sí, si que tiene...- puse una mueca-. Será mejor que no vaya hoy al cole- le comenté a Is.
- Y nosotros tampoco- dijo James mirándonos.
- Vosotros si- los señalé.

-Venga, bajad a desayunar- les dije a los niños- Tu te quedas aquí tumbadito, mama te traerá el desayuno, ¿vale?- le dije sonriendo a Keith, el asintió y se giro para dormir- Venga, venga, no le molesteis- dije cogiendo la mano de sus hermanos.
-¿Se va a poner bueno?- preguntaba Kim preocupaba, asentí.- Tenemos que quedarnos a cuidar de el- añadio

Miré a Keith y suspiré, me ponía nervioso cuando se ponían enfermos, y no ya porque se pusieran todos al día siguiente malos, sino porque me preocupaba que pudiera ser algo malo.
- Ahora venimos- le dije al crío incorporándome y bajando con los demás a la cocina para que fueran cogiendo sus tazas-. Claro que se va a poner bueno- le dije a Kim cogiéndola en brazos, le di un beso y los sentamos para que desayunaran.
- ¿Puedo subirle el desayuno a Keith contigo?- preguntó April cuando vio a Is con la bandeja.

-Claro que puedes, venga, coge ese vaso- dije señalando la taza de Keith que estaba vacía a un lado, yo llevaba la botella de zumo en la bandeja. Cuando llegamos a la habitación pusimos las cosas sobre la mesita, el estaba dormido.- Vamos a bajar despacito, y cuando se despierte ya se lo comera- le dije a April cogiendo su mano para ir con los demas abajo.

April sonrió bajándose de un salto de su silla para acompañar a Is arriba. Yo serví a los críos y les pasé las galletas y los cereales que había para que ellos eligieran lo que querían.
- Sí- escuché que le decía April a Is mientras bajaban las escaleras. La niña iba andando con ella de la mano, la ayudé a subirse a la silla y le di el primer trago al café cuando Is se sentó, me gustaba esperarla-. ¿Quieres que llame a la oficina y me quede?- pregunté a Is.

-No, ve, tranquilo. Llamare yo a mi jefe y se lo explicare, cuando se levante y haya desayunado llamare al medico y lo llevare para que miren a ver que es.- le explique- Y vosotros ireis al cole y os portareis bien.- les avise antes de que abrieran la boca para decir sus ideas.- Y traereis los deberes para el, que mañana ya estara bueno- les dije

- Vale, como quieras, pero si pasa algo o me necesitas llámame- le dije a Is serio terminando de desayunar. Me levanté y la ayudé a recoger las cosas-. Venga, todo el mundo a ponerse la cartera que nos vamos- fui a por las carteras y se las puse con Is-. Nos vemos después- le di un beso en los labios rápido cuando los niños se fueron a la entrada- luego te llamo de todas formas- no iba a estar tranquilo. Abrí la puerta de casa y el coche, los niños se subieron, les puse el cinturon y me monté para llevarlos al cole. Fui un momento a hablar con su maestra para comentarle lo de Keith y que le dejara los deberes a los críos. Después fui a la empresa a trabajar, aunque estaba con la cabeza en otra parte.

Cuando ellos se fueron yo me quede haciendo faena por la casa y cuando escuche al crío moverse subí a la habitación, me senté en la cama y le ayude a tomarse el desayuno. Cuando termino lo vesti y despues de llamar al medico cogi el coche para llevarle, mañana los otros tres tendrian lo mismo asi que en la farmacia ya compre dos botes de jarabe en vez de uno y volvimos a casa a mirar la tele y leer cuentos.

Estaba hablando con el subdirector sobre unas gestiones que acababa de realizar para la expansión en un área en la que parecía que estábamos teniendo éxito cuando me di cuenta de la hora.
- Espera un segundo - le pedí levantando un dedo y el teléfono para llamar a casa-. Ey...¿cómo sigue Keith?- le pregunté a Is cuando cogió el teléfono.

-Esta comiendo galletas mojadas en leche, quejandose del dolor y mirando los dibujos- comente sonriendo- El medico ha dicho que no es mas que un resfriado, fiebre, mocos y mal estar. He comprado ya jarabe para cuando esta noche se pongan malos los otros tres- comente mirando al crio de reojo.