Apartamento de Vampiros.

KATHERINA
- Creo que no me importaría que me atraparas tu - dije sonriéndole - ¿qué te ha pasado Damon? cualquiera diría que sí que has envejecido, qué aburrido - me quejé mirándole - pues es una pena.. - dije moviéndome para dar una vuelta alrededor de él, caminando despacio - pensaba que me lo ibas a poner más fácil - comenté mientras pasaba por detrás de él, yo quería divertirme con él y si se negaba, tendría que obligarle - ¿vas a estar mucho por aquí? - pregunté volviendo a pararme delante de él - podríamos ir a cenar algún día - le dije sonriendo.

-Claro, cenar…- comente sonriendo- sobre eso… no deberías dejar mucho rastro si vas a jugar con tus victimas, llevamos mucho tiempo por aquí- le dije a modo de aviso, si seguían desapareciendo tantos humanos la tendríamos liada.- No me ha pasado nada, es que no me fio ni un pelo de ti- le comente sonriendo ampliamente y menos desde que habia nombrado a Caroline.

KATHERINA
- Nunca dejo rastro, limpio bien mis huellas - le dije sonriendo - ¿y qué podría hacer para que te fiaras de mi otra vez? - pregunté sonriendo, poniendo cara de buena - contigo siempre me he portado bien - dije mirándole - además, quitando el tema de la.. traición - dije lo último rodando los ojos - no tienes otras razones para desconfiar de mi ¿no? y solo vamos a divertirnos, no ha casarnos - dije riendo.

-Es que me he vuelto puritano, estoy pensando en no acostarme con una mujer hasta que me vaya a casar con ella- le comente sonriendo, en broma- Y tu no quieres casarte conmigo ¿no? Me abandonaste en Volterra, te largaste sin ni siquiera proponerme una huida…- me reí, le hubiera dicho que no.

KATHERINA
- Sabía que me ibas a decir que no - dije mirándole - y no quería tentar a la suerte - no sabía si iba a dejar que me marchara o no - aunque podía haberte convencido para que vinieras conmigo - le dije sonriendo un poco, en esa época no era tan poderosa como ahora y al cabo de unas horas, por mucha energía que hubiera empleado, él habría dejado de creer lo que yo quería y habría vuelto, casi seguro, con los Vulturi - ¿por eso me tienes tanto rencor, porque no fui a darte un beso de despedida?

-Si, esa es la razón- le dije mirándola- Deberias haberme avisado, no hubiera intentado pararte pero me hubieras ahorrado muchos calentamientos de cabeza y muchas regañinas- porque yo la habia educado, demasiado bien, por eso con Sam me estaba empleando menos, que despues salian demasiado listas.- Aprendi la leccion- le dije sonriendo.

KATHERINE
- Lo siento.. no pensé en eso - dije mirándole - pero ha pasado mucho tiempo, no puedes seguir guardándome rencor - dije sonriendo un poco - además, te lo puedo dar ahora si quieres - dije acercándome más a él, aunque sin tocarle, no quería que se cabreara - prometo no hacer nada malo - le dije sonriendo.

-Ya, tu no sabes pensar- comente para picarla un poco- Todo lo haces por tu propia mano- moví la mía un poco y me di la vuelta- Vas a tener que ganarte el derecho a ese beso- le dije echando a caminar.- Tengo mucho trabajo.-

KATHERINE
Me quedé mirándole un poco boquiabierta cuando se dio la vuelta y echó a caminar diciendo que tenía mucho trabajo.
- Sabes que esto no va a quedar así Damon - dije mirándole alejarse - me lo ganaré tarde o temprano - y por las buenas o por las malas, sonreí pensando en ello y después me di la vuelta para volver a la guarida, dando un rodeo por si le daba por seguirme despistarle.
- Espero que me hayáis esperado para ir a cenar - comenté entrando, caminé a la habitación donde Klaus tenía a sus vampiros petrificados - no entiendo por qué pasáis tanto tiempo aquí metidos - dije apoyándome en el marco de la entrada - podríamos ir a divertirnos..

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Habían pasado varios días desde la visita de Sam y no había parado de pensar en ello y en qué tenía que hacer ahora. Caroline insistía en que tenía que demostrarle que podía confiar en mi y yo no sabía aun cómo podía hacerlo. Un día me desperté de la siesta pasadas las ocho de la tarde y decidí ir a verla, no tenía nada que perder. Me di una ducha y fui a verla al piso donde estaba con Damon, aunque sabía que eso era meterme en la boca del lobo. Me paré frente a la puerta y llamé al timbre.

Estaba en mi habitación leyendo, tratando de mantenerme con mi humanidad encendida, estos últimos días había sido más yo de lo que había sido en todos estos meses, desde que había tenido problemas con ella, sin embargo no había podido controlarlo un par de veces y cuando la había apagado me había vuelto loca, aunque en verdad no recordaba demasiado de lo que había estado haciendo, al menos no me había levantado cubierta de sangre. Llamaron al timbre y fui a levantarme, pero el olor me frenó y antes de que pudiera darme cuenta estaba abriento Ted. Se quedó delante de la puerta mirando a Mark, yo caminé por el pasillo y me acerqué a Ted cogiéndole despacio del brazo.
- Está bien- dije asintiendo con la cabeza, me miró y después volvió a mirar a Mark- ve a dar un paseo anda- dije sonriendo un poco. Constantine había ido a por bolsas de sangre, Bianca estaba tratando de encontrar pistas sobre el tipo de los dones y Damon suponía que estaría con Caroline.
- Pasa...- dije colocándome el pelo detrás de la oreja y poniéndome a un lado para que él pasara.

- En realidad.. venía a preguntarte si querías que fuéramos a dar una vuelta - dije mirándola, me había quedado un poco pillado cuando el tío ese me había abierto la puerta, no me caía bien, sabía que se estaban liados o que al menos se habían liado alguna vez - podemos ir a cenar.. si te parece bien - le estaba pidiendo una cita - pero como humanos - añadí rápidamente, sonriendo un poco, estaba algo nervioso.

- Em...sí...claro- dije mirándolo sorprendida cuando me dijo que quería que salieramos a cenar-. Ya...- asentí y sonreí un poco dándome la vuelta-. Voy a...- señalé mi habitación- pasa- Escuché a Ted resoplar un poco y cuando pasé por su habitación le dije que iba a salir.
- ¿Voy?- preguntó él.
- No, quédate o haz lo que quieras...- sonreí un poco.
- Solo, ten cuidado- dijo mirándome. Asentí y cerré su puerta. Con Mark no creía que fuera a tener problemas. Entré en mi habitación y me puse delante del espejo, mirándome, estaba nerviosa, no sabía cómo comportarme con él. Abrí el armario y saqué una falda, unos botines y una camisa rápidamente, me peiné un poco y salí al salón.
- Vamos...- dije mirándolo y sonriendo un poco-. ¿Que...tal todo?- pregunté mientras salíamos.

Entré en la casa pero me quedé de pies en el salón, mirando alrededor, aunque estaba más pendiente del tal Ted desde que le había escuchado resoplar, eso solo aumentaba más mis sospechas.
- Qué guapa.. - le dije sonriendo un poco, se había cambiado de ropa - aunque con lo te antes también lo estabas - dije mirándola de reojo mientras salíamos - bien, como siempre - dije encogiéndome de hombros - ¿y tu?

- Gracias- dije sonriendo un poco. Si fuera humana ahora mismo mi corazón estaría latiendo a mil por minuto-. Me alegro- respondí cuando me comentó que le iba bien-. Bien también...- asentí- parece que esta semana...he sido más yo misma de lo que lo he sido estos meses...- le expliqué mirándolo de reojo-. Y ayer fui a ver a Gabriella...parece que las cosas empiezan a ir bien...dentro de lo que pueden- comenté mientras salíamos del piso-. ¿A dónde...- empecé a preguntar, no sabía si él tenía pensado ir a algún sitio en concreto o no.

- ¿En serio? - le pregunté mirándola de reojo - eso es genial Sam - dije sonriendo ampliamente, era más que genial - me alegro mucho por ti - le dije sonriendo - es.. un buen paso ¿no? - era una buena noticia que cada vez fuera más ella que no su copia mala - he pensado un par de sitio pero tu eres la señorita - dije mirándola - así que si te apetece algún sitio en concreto solo tienes que decirlo - le dije sonriendo - podemos ir donde tu quieras.

- Si, supongo que si lo es- dije sonriendo un poco- A mi cualquier sitio me vale- dije mirandolo de reojo mientras caminabamos. Estando con él cualquier sitio estaba bien...-. Elige tu- dije mirándolo- hace que no salgo a cenar algo normal así...creo que más de cuatro años- comenté mirándolo. Beber si, y había hecho otras cosas, pero cenar...Lo miré sonriendo un poco, estaba muy amable, me hacía sentir muchas cosas a la vez.

- Vale, pues entonces vamos a un sitio que está en el paseo, no creo que haya mucha gente - comenté sonriendo un poco mientras caminábamos - aunque tenemos que ir andando, todavía no tengo coche.. no te importa ¿no? - dije mirándola de reojo - después podemos ir a tomar un helado - dije sonriéndole un poco, me parecía mentira que estuviéramos así, me sentía como las primeras veces.

- No, claro que no, no nos cansamos- le respondí cuando preguntó. Miré el espacio que había entre nosotros, intentaba mantenerlo porque aún me sentía extraña hablando con él de esta manera, cordialmente y que me hubiera invitado a salir-. Um...helado...- dije poniendo un tono que sugiriera que me apetecía mucho. Lo miré y me reí negando con la cabeza y mirando a otro lado, me sentía feliz, feliz de poder estar así, aunque una parte de mí seguía diciendome que tuviera cuidado.

- Vale, pues de postre helado - dije sonriendo, mirándola de reojo. Nos quedamos un rato en silencio, de vez en cuando la miraba de reojo sin poder evitar sonreír. - Esto es un poco raro - dije riendo un poco - después de tanto tiempo.. - suspiré un poco guardándome las manos en los bolsillos del pantalón para dejarlas ahí mientras caminábamos - aun me acuerdo de cuando íbamos a la universidad, la de veces que nos quedábamos en las habitaciones viendo películas comiendo cualquier cosa hasta que se hacía de día..

- Sí, si que lo es- sonreí un poco mirándolo cuando empezó a decirlo-. Si...desde que la comida empezó a saber bien lo único que querías hacer todo el tiempo era comer y yo lo único que quería era estar contigo- sonreí-. Nos quedábamos viendo películas de risa o...dibujos animados- rodé los ojos. No sabía cuantas veces se habría tragado la Bella y la Bestia conmigo- horas y horas delante de la tele...- y todo aquello se acabó la noche que Sairus decidió atacar.

- ¿Sabes qué podríamos hacer algún día? si después de esta cita quieres otra, claro - dije mirándola de reojo - podríamos quedar para ver alguna película, podríamos hacer maratón.. compramos un montón de palomitas y chucherías y vemos lo que quieras - dije sonriéndole - puedo tragarme la Bella y la Bestia otra vez si quieres, así terminaré de aprenderme los diálogos - le dije riendo un poco.

Lo miré curiosa cuando me dijo que tenía una idea para otro día, sonreí con lo que dijo después y solté una carcajada cuando me contó su plan.
- No creo que haya tantas horas en la noche para hacer maratón- dije riéndome un poco más-. Pero me parece buena idea...- asentí-. Supongo que era muy pesada con esa película- reí-. Hace años que no la veo- había empezado a ver la tele hacía un par de meses, y lo que más hacía era cambiar de canal una y otra vez.

- Podemos hacer maratón de doce horas.. nos da tiempo a ver unas ocho películas - dije mirándola - a mi me parece un maratón decente ¿no? - dije riendo un poco - si quieres podemos hacerlo de veinticuatro horas, todo un día, así veríamos el doble.. pero tendríamos que comprar mucha comida - comenté riendo, llegamos al paseo marítimo y seguimos caminando por el - tu eliges la mitad de las películas y yo la otra mitad - le dije sonriendo.

- Oh, no, veinticuatro horas no...se me saldrían los ojos de órbita- dije riéndome un poco- no quiero recuperar tan rápido las horas perdidas de tele durante todos estos años- rodé los ojos y lo miré-. Para mí las gominolas de fresa- me señalé. Miré alrededor, el paseo marítimo estaba bastante lleno siempre, y hoy era uno de esos días normales en los que la gente paseaba-. ¿No vas a poner ninguna pega porque quiera ver Pretty Woman de nuevo?- era otra de las que nos habíamos tragado miles de veces-. ¿O me engañarás para ver una de miedo sin que yo lo sepa?- pregunté mirándolo con una ceja levantada, sonriendo un poco.