Apartamento de Vampiros.

Sonrei un poco cuando la escuche como gemía y después seguía besándola, sonriendo un poco mas cuando dijo que me quería, apreté su cuerpo contra el mio un poco mas, llevando la mano a mi bolsillo para sacar un condón, que eso era importante, y así levante un poco su cadera para coger mi miembro y que se lo introdujera.

Él no me respondió a mi con lo que le había dicho, pero me tomaba el apretón como su cuerpo como un "yo también", porque no me hacía falta que me lo dijera, prefería que me lo demostrara como había hecho hasta ahora. Me separé un poco mientras se ponía el preservativo y después volví a acercarme a él de nuevo, mirándolo a los ojos directamente mientras lo dejaba entrar en mi, tragando saliva y cerrando los ojos para disfrutarlo, soltando un gemido cuando hizo tope y acercándome a besarlo con ganas entonces.

Deje mis manos en sus caderas, porque asi la ayudaba a moverse y ella no hacia tanto esfuerzo. Mientras la seguia besando en los labios y sonriendo cuando la escuchaba gemir de aquella forma, era lo que mas me ponia, notar como casi no tena respiración pero seguía esforzándose, era fascinante.

Pasaba mis manos por su pecho, aprovechando para apoyarme en él y así poder moverme mejor, besándolo con ganas y echándome un poco hacia atrás, con los ojos cerrados, disfrutando de cada sensación. Volví a abrirlos y me aceleré un poco empezando a besarlo con más ansia que antes, tirando de su cuello hacia mí y llevando una mano al techo del coche mientras seguía moviéndome, sin poder evitar gemir y solo separándome cuando ya no podía aguantar más sin respirar, porque estando con él se me olvidaba hasta hacerlo.

La apretaba de las caderas hacia mi cuerpo, ayudándola a moverse y moviendo una de las manos por su cintura hacia sus pechos os u trasero, intentando no pasarme con la fuerza, porque no quería hacerle daño. Seguia besandola, aunque me aliviaba cuando ella se separaba para respirar, aunque no se lo dijera nunca, en estos momentos costaba aguantar la tentacion.

Me movía rítmica y rápidamente, aunque trataba de alternar los ritmos un poco y así aprovechaba para relajarme yo, porque sino me volvía loca del todo, perdía la cabeza completamente. Rodeé su cuello con mis brazos entremetiendo mis dedos por su pelo y tirando un poco de él, dejando mi frente cerca de la suya. Podía notar como él se ansiaba también y se contenía para no hacerme daño, y aunque sonara masoquista me encantaba sentir que podía ser peligroso, porque a la vez significaba que se contenía para cuidarme. Después de un rato en el que mis movimientos se volvieron frenéticos no pude evitar gemir, por mucho que lo besara, que mordiera o intentara silenciarme de alguna forma no había manera, era demasiado placentero.

Coloque las dos manos en sus caderas cuando note como se ansiaba mas y así la ayude a moverse, embistiendo con mi cadera de vez en cuando mientras se corría y lo hacia yo con ella. Apoye mi frente en la suya unos segundos y después puse mis labios allí, dejandole un beso.
-Yo también te quiero, preciosa- le susurre, pasando mis labios por su frente y besando luego su sien.

Seguí gimiendo, o casi gritando con cada movimiento que hacíamos los dos hasta que empecé a correrme, y aun ahí seguí gimiendo un poco al notar sus embestidas cuando subía las caderas. Me quedé apoyada en él tratando de recuperar el aliento, cerrando los ojos cuando me besó. Los abrí cuando lo escuché decir que me quería y sonreí dejando que me besara por donde quisiera, me gustaba que me diera esos besitos por ahí. Bajé mi mano para coger la suya y juguetear con sus dedos durante unos segundos. Después dejé un beso rápido en sus labios y me quité de encima suya para que él pudiera tirar el preservativo y arreglarse, haciendo yo lo mismo y mirándolo de reojo de vez en cuando.

Notaba como ella me miraba de reojo un poco mientras yo me quitaba el preservativo, lo lanzaba por ahí y me colocaba bien la ropa. Salí rápidamente del coche, rodeándolo para ir hasta su puerta sin que a ella le diera apenas tiempo a percatarse de mi movimiento y entonces le abrí la puerta, ofreciéndole mi mano.
-¿Me permite?- pregunte amablemente, sonriendole de lado.

Me terminé de vestir y me miré un poquito en el espejo del parasol, cuando estuve bien me revolví un poco en el asiento, era un buen día, hacía una temperatura estupenda y yo estaba satisfecha del todo. Cuando me quise dar cuenta Damon estaba abriéndome la puerta y ofreciéndome la mano al salir. Le sonreí ampliamente y asentí con la cabeza.
- Por supuesto- dije mirándolo coqueta y poniendo mi mano sobre la suya para salir después. Era mi vampiro malvado y me encantaba que fuera así-. En la cestita está todo- le expliqué mientras caminaba hacia el maletero del coche para sacarla, el manantial en el que habíamos estado juntos realmente por primera vez estaba a un trocito, el coche no podía pasar más adelante.

-En la cestita para la abuelita...- dije mientras caminaba hacia el maletero- Toma, la llevas tu, yo no puedo permitir que mi hombria se vea perjudicada por algo tan cursi como eso- dije señalandole la cesta y sonriendo. Me puse a su lado y pase uno de mis brazos por sus hombros para echar a caminar hacia el manantial.

- Tranquilo cariño, tu hombría está a salvo conmigo- dije riéndome mientras la cogía del maletero y empezaba a caminar, acercándome a él para ir a su lado-. Y si alguien comete el error de poner en duda que la tienes yo daré fe de ello poniendo de manifiesto mi cursileria, mi feminidad y si fuera necesario haciendo una reproducción de mis gemidos cuando estoy contigo- bromeé riéndome-. O no...prefiero guardármelos para tí, que se conformen con que de fe de ello de palabra- sonreí.

-Eso, tu no le gimas a nadie que no sea yo, esos gemidos son de mi propiedad- le dije mirándola, cuando llegamos donde estaba el manantial le cogí la cesta y la abrí para sacar el mantel y ponerlo, dejando la cesta a un lado y sentándome después mientras la miraba.-

- Lo mismo te digo lobo feroz- reí- solo yo quiero ver tu cara de satisfacción- comenté mientras ponía el mantel. Me senté a su lado cuando él lo hizo y miré el manantial sonriendo, había sido justo ahí-. Este era mi escondite cuando no estabas- le expliqué sonriendo un poco- sobre todo cuando te fuiste...solía venir aquí y pasarme la tarde mirando el manantial, esperando que vinieras con tu supervelocidad a por mí de nuevo- sonreía al recordarlo.

-No deberías haberlo hecho- le dije mirando el manantial como hacia ella- No iba a volver- dije sinceramente, porque suponía que ella ya lo sabia, había vuelto por la misión.- Estabas mejor sin mi...- admití mirándola un momento de reojo- Tenias una buena vida y te ibas a casar y a tener ese montón de cosas que los dos sabemos que quieres pero no puedo darte- levante una ceja.- Y yo llegue y... - se lo fastidie- por eso no quería volver, porque sabia que si volvía te querría solo para mi y haría lo que fuera hasta destruir lo que te tocara que no fuera yo- le admití- No lo soporto- era mía, solo mía.

- Lo se, Ashton me lo dejó claro- comenté mirando ahora a Damon-. No digas eso...- estiré mi mano hacia la suya, apretándola entre las mías con fuerza-. Todo eso estaba muy bien, pero yo te quería a tí...- dije mirándolo-. Mi vida con Shon no habría sido todo lo que yo quería- habría tenido la mayoría de las cosas, pero no todas, él no estaría-. Yo quería todas esas cosas contigo...y las sigo queriendo, todas y cada una de ellas, pero solo contigo...- dije mirándolo a los ojos-. Puedes dármelo todo, todo, pero sería demasiado arriesgado- acerqué mi cara a la suya-. Es cierto que ahora que Nikki va a tener a su bebé yo...no lo se- negué con la cabeza. Me sentía un poco mal porque sabía que nunca podría tener un bebé con él, él no querría tenerlo, y la verdad es que a mi me daba miedo- pero en estos momentos hace que no me sienta tan mal- porque estaba con él-. Eso es bonito- comenté sobre lo que había dicho que destruiría todo lo que me tocara que no fuera él- y recíproco, porque te aseguro que querría clavarle una estaca a Bianca solo por haberte tocado en algún momento- Suspiré-. Además, siempre podemos casarnos- dije mirándolo. Él me lo había pedido una vez, lo que significaba que eso no le importaría hacerlo en algún momento.

-Pobre Bianca- comente riéndome un poco- De todos modos, no lo intentes, porque la estaca no le haría nada, solo la cabrearías.- y Bianca cabreada podía ser muy mala, a veces me recordaba a Katherin, a veces creía incluso que me la había quedado para mi ejercito por esto, por el parecido.

Miré a Damon cuando se puso a hablarme de Bianca, no hacía falta tener un don de leer pensamientos o detectar mentiras o medias mentiras para saber que había esquivado el tema de una forma muy poco sutil. Sonreí un poco mirándolo.
- Me da igual- dije sobre cabrear a Bianca- tu no vas a dejar que me mate- y ella sabía que si me tocaba un pelo era vampira muerta- dejemos de hablar de Bianca porque me pone de mal humor- dije seca, en verdad lo que me ponía de mal humor de verdad era que no me dijera lo que pensaba.

KATHERINE
Me aburría en la cueva porque Nick estaba a sus cosas y Klaus no me hacía caso, así que había salido a buscar algo con lo que divertirme, y después de pasarlo bien un rato me estaba paseando por el bosque. Me llegó el olor familiar de Damon, lo podía distinguir en cualquier lugar pasara el tiempo que pasara, lo había tenido pegado a mi piel muchos años. Junto a su olor estaba el de su barbie rubia, a lo mejor había decidido comérsela por fin y podíamos compartirla.
- Qué lugar más idílico.. - comenté sonriendo saliendo de detrás de unos árboles - es un bonito sitio para almorzar - dije sonriendo.

-No pienso compartir mi almuerzo contigo- le dije mirándola seriamente cuando vi que salía por uno de los arbustos que estaban junto a los arboles, llevaba un rato oliéndola, pero deseaba que se largara en vez de llegar a nosotros, pero era Katherine, vendría a divertirse a nuestra costa. Mire a Caroline un momento fugaz, para que no se pusiera nerviosa.

Estaba girándome para sacar las cosas cuando escuché una voz de mujer, enseguida apareció una chica y por la reacción posterior de Damon supuse que era una vampira y que la conocía. Lo miré cuando me miró a mí y me quedé quieta mirándola.
- ¿Y tu eres...?- pregunté curiosa.

KATHERINE
- Vale, tranquilo.. si yo acabo de comer - dije sonriendo, quedándome en donde estaba - vaya modales Damon, hace unas cuantas décadas eras mucho más educado - dije mirándole - soy Katherine - le dije sonriendo a la barbie - ¿y tu eres..? - dije poniendo el mismo tono de voz había puesto ella - Caroline Forbes ¿no? - le dije sonriendo - qué bonito picnic.. no sabía que ahora te gustaban estas.. cursilerías Damon - dije riendo un poco mirando alrededor.

-Parece mentira que no sepas lo mucho que me gusta jugar con la comida- le dije a Katherine levantándome del mantel para ponerme en pie y mirarla.- ¿Ya has estado jugando con mis cosas?- dije curioso, mirándola, sabia el nombre de Caroline, quería saber porque.-

Levanté una ceja mientras los escuchaba hablar a los dos, ¿y por qué sabía como me llamaba?, no recordaba haberla visto nunca antes, y Damon no había dicho mi nombre desde que habíamos llegado, y mucho menos mi apellido.
- Si...- dije mirándola y levantándome como había hecho Damon. No sabía por qué me daba la sensación de que cuando hablaban de comida se estaban refiriendo a mí, y no sabía si me gustaba mucho eso.

KATHERINE
- Lo sé, pero en mi opinión esto es algo.. excesivo - comenté señalando la manta y la cestita - demasiado cursi incluso para ti - no podía decirle todo lo que sabía de ellos dos - el otro día me pasé por su casa y vi el nombre en el buzón - dije encogiéndome de hombros, había ido a verlo para saber cómo se llamaba - podríamos jugar a algo los tres - dije sonriendo con cara de buena - antes nos lo pasábamos muy bien - dije mirando a Damon.