Casa de Caroline y Mark.

Me quedé pillado mirándola cuando dijo que me quería, que por eso no vendría porque le dolería más.
- Entonces no sé qué es lo que estamos discutiendo - dije serio - porque yo también te quiero - dije mirándola, mi cabeza me decía que no lo hiciera, pero al final no pude aguantarme más y fui hasta ella, dejando mis manos en sus mejillas, acercándome a besarla.

Lo miraba cuando dijo que no sabía que estábamos haciendo y tragué saliva cuando me dijo que me quería. Antes de que pudiera reaccionar siquiera se había acercado a mí y me estaba besando. No entendía nada, no entendía por qué me decía que me quería, pero en ese momento no podía pensar con claridad y simplemente respondí a su beso despacio, redescubriendo su boca de nuevo, recordando como era y disfrutando de su cercanía, lo había echado demasiado de menos. Llevé mis manos a su pecho acercando mi cuerpo un poco más al suyo mientras seguía besándolo.

Apenas había pensado lo que iba a hacer, había pensado muchas cosas, como que me rechazaría pero hizo todo lo contrario, correspondió a mi beso acercándose un poco más a mi. Seguí besándola despacio, disfrutando del momento, porque después de tanto tiempo sin estar con ella me parecía algo casi imposible, y llevé mis manos a su cintura, acercándome más a ella y abrazándola.

Subí mis manos por su pecho recordando como era, un pecho que había extrañado demasiado, recordaba todas las veces que me había apoyado en él y las veces que lo había tocado. Acabé rodeando su cuello con mis brazos, acariciando su nuca con una de mis manos mientras seguía besándolo, no quería que ese beso acabara, quería que se detuviera el tiempo para poder estar así eternamente. Solté un suspiro contra sus labios cuando me apretó contra su cuerpo y quedamos todo lo cerca que podíamos estar. Aspiré su olor mientras seguía besándolo, intentando coger lo máximo de él por si despertaba y todo había acabado.

Podía pasarme así la eternidad entera, solo con ella, sin necesitar nada más, era lo que más había echado de menos durante todo ese tiempo. De la cueva, solo recordaba los meses de sed y rabia, y los recuerdos de Sam, había pensado en ella todo el tiempo. Dejé un brazo rodeando su cintura y subí la otra mano por su espalda, acariciándola despacio y apretándola un poco contra mi mientras seguía besándola, no quería separarme de ella.

Seguía besándolo despacio, aunque las ganas fueron aumentando por segundos pero seguía manteniendo el mismo ritmo del beso, no quería estropearlo por nada del mundo. Bajé una mano de su nuca por su cuello y la metí un poco por dentro de su camisa para tocarle un poco la espalda, me daba miedo el más mínimo movimiento por si esto se rompía en mil pedacitos, pero necesitaba tocarlo un poco más, saber que de verdad estaba ahí y que no era otra locura de las mías.

La apreté un poco más cuando noté su mano tocar mi espalda, dejando mis dos manos en la parte de atrás de su cintura para acercarla más a mi si es que era posible. Empezaba a acelerarme porque hacía mucho tiempo que quería besarla, y ahora que estaba haciéndolo quería más.

Metí un poco más la mano hacia su espalda sin dejar de besarlo, notaba como empezaba a volverse más urgente el beso y yo me dejé llevar, besándolo con ganas y pegando mi cuerpo al suyo. Saqué mi mano de su espalda y bajé con ellas por su pecho hasta su cintura empezando a tirar un poco de él para ir hacia uno de los sofás, en verdad no sabía a donde iba porque estaba de espaldas, pero tampoco me importaba mucho mientras estuviera con él.

Fui siguiéndola mientras seguíamos besándonos, caminando a tientas. Dejé un momento sus labios para besar su mandíbula y empezar a bajar por su cuello, besándola por ahí con ganas y volviendo enseguida a sus labios. Caímos en uno de los sofás, me apoyé en el borde con una de mis manos para no aplastarla y metí la otra por debajo de su camiseta, acariciando la piel de su costado, llevando la mano hacia su espalda para empujar su cuerpo contra el mío.

Estiré el cuello cuando empezó a besarme cerrando los ojos y aferrándome a él para no separarnos ni un milímetro, besándolo con ganas cuando volvió a mis labios y pasando mi mano por su pelo para enterrar mis dedos en él. Por fin dimos con uno de los sofás y caímos en él. Mantuve mis manos en su cuello unos segundos y después fui bajándola por su pecho hasta llegar al borde de su camisa, tirando un poco de ella para poder meter una de mis manos por dentro mientras mantenía la otra en su costado, tocando sus abdominales, recordando como eran y deleitándome con ellos de nuevo. Lo besaba con ganas recorriendo su boca con mi lengua y pasando después mis besos por su barbilla pasando mi nariz por su cara para olerlo bien y volviendo a besarlo después en los labios con más ganas aún.

Estaba perdiendo completamente el control con ella pero no quería pararme a pensar en lo que estábamos haciendo, aun era pronto para empezar a arrepentirme. Dejé de besarla un momento para incorporarme y quitarme la camiseta, tirando después de la suya para dejarla caer junto a la mía. Pasé mis besos por su tripa, subiendo por su cuello hasta alcanzar de nuevo sus labios.

Me incorporé a la vez que el se separaba para ayudarlo a quitarse su camisa y después ayudarle con la mía. Cuando nos volvimos a tumbar pasé mis manos por sus abdominales suspirando y cerré los ojos llevando mis manos a su cabeza mientras el besaba mi tripa, levantando mi cuerpo un poco contra él a medida que iba subiendo sus besos por mi cuerpo y llevando una de mis manos a su cara para acercar su cara a la mía y besarlo con ganas a la vez que me quitaba los zapatos con los pies y rodeaba uno de los suyos con uno de los míos.

La besaba con ansia, pasando la mano libre por todo su cuerpo, subiendo por su costado hasta alcanzar uno de sus pechos para masajearlo por encima de la ropa interior. Me incorporé tirando de ella hacia mi, quedando sentado y con ella encima a horcajadas, así tenía las dos manos libres. Subí una por su espalda para desabrochar su sujetador, quitándoselo con rapidez para poder masajear sus pechos directamente tocando su piel.

Mordí su labio inferior despacio cuando noté como tocaba uno de mis pechos por encima del sujetador y me sujeté a él cuando se incorporó quedándome yo sobre él a horcajadas. Pegué mi pecho al suyo besándole el cuello mientras él desabrochaba mi sujetador y yo pasaba mis manos por sus brazos y sus hombros. Cuando noté que tocaba mis pechos ya sin nada que se lo impidiera solté un pequeño gemido de placer, estaba totalmente fuera de control, respiraba agitadamente y lo único que quería era que siguiera tocándome, que no dejara de tocarme nunca. Volví a besarlo, cogiendo su cara entre mis manos, con ganas. Me separé de él y bajé mis besos por su pecho, pasando mi lengua por uno de sus pezones y después buscando el otro para darle un pequeño mordisco, bajándome de encima suya después para quedar de rodillas delante de él y besar sus abdominales, pasando a la vez sus manos por ellos hasta llegar a su pantalón para empezar a desabrochárselo sin dejar de besarlo.

Suspiré mirándola cuando empezó a bajar sus besos por mi pecho, bajándose de mis piernas para desabrocharme el pantalón. Tragué saliva y la hice ponerse de pie para desabrochar yo su pantalón mientras besaba su tripa y pasaba mi lengua por el borde de sus braguitas, bajando sus pantalones hasta quitárselos. Hice que se volviera a sentar sobre mi, llevando una de mis manos a su trasero, metiéndola por dentro de su ropa interior, pasando la otra por una de sus piernas mientras jugueteaba con mi boca en sus pechos.

Le quité el pantalón y después el me quitó el mío con rapidez, suspiré cuando me besó así y pasó su lengua por el borde de mi ropa interior y después me puse sobre él de nuevo acariciando con mis manos sus brazos y sus hombros, apoyando mi frente en su cabeza mientras gemía flojito por como besaba mis pechos, oliendo su pelo y enterrando mis manos después por él, pegándolo más a mí, arqueando mi cuerpo un poco, manteniendo los ojos cerrados, disfrutando de lo que me hacía, perdiendo por completo la cabeza.

Subí una de mis manos por su tripa, pasando por encima de uno de sus pechos y dejándola en su mejilla para alzarle la cara y seguir besándola, llevando después la mano a su nuca para apretarla contra mi mientras llevaba la mano que tenía en su trasero hacia su pierna, rodeando el muslo para llevarla hacia su sexo, pasándola por encima de su ropa interior.

Abrí los ojos cuando noté su mano en mi cara y me incliné a besarlo con ganas, suspirando cuando noté su mano en mi sexo y bajando una de mis manos por su tripa hasta llegar al borde de sus boxer. Metí la mano por dentro y cogí su miembro con ella pasando mi dedo pulgar por la punta mientras seguía besándolo con ganas, apretando un poco su miembro en mi mano y masajeandolo al principio despacio.

Mordí un poco sus labios cuando noté su mano coger mi miembro, movía la mano despacio y me desesperaba más, quería más de ella, estaba cada vez más ansioso y la besaba con ganas, inclinándome hacia ella para quedar más cerca suya, metiendo mi mano por dentro de su ropa interior para empezar a presionar su clítoris con uno de mis dedos.

Notaba como empezaba a ponerse más ansioso y me ansiaba yo también, porque estaba deseando notarlo dentro de mi, fusionar mi cuerpo con el suyo por completo. Masajeé con un poco más de ritmo y fuerza su miembro sin dejar de besarlo ni un segundo. Solté un pequeño gemido contra sus labios cuando metió la mano por dentro de mi ropa interior presionando la zona sensible y me mordí el labio siguiendo después con el beso. Saqué la mano de dentro de su boxer empezando a tirar un poco del borde para bajárselo con un poco de su ayuda, pasando mi mano en un roce por su miembro, después por su tripa, sus abdominales y su pecho, acabando en su hombro mientras con la otra mano tiraba de su nuca para seguir besándolo con ganas.

Me levanté un poco para poder quitarme los boxers y la hice tumbarse en el sofá. Me apoyé con una rodilla para tirar de su ropa interior y sacársela y después me coloqué encima suya, apoyando un codo a uno de sus lados para no aplastarla. Cubrí mi boca con la suya y pasé la mano libre a lo largo de uno de sus muslos, apretándola contra mi cuerpo mientras acercaba mi miembro a su sexo, rozándolo un poco, metiendo después solo la punta.

Junté las piernas y las moví para ayudarlo a sacarme la ropa interior, incorporándome enseguida para tirar de su nuca y seguir besándolo, no quería separarme de él ni un solo milímetro. Acaricié una de sus piernas con una de las mías mientras él se colocaba y levanté mi cadera para recibirlo, mordiendo despacio su labio inferior cuando me rozó y soltando un gemido contra su boca cuando empezó a meter la punta de su miembro, levantando las caderas, pidiéndole más. Pasaba mis manos por su espalda y lo apretaba contra mí mientras lo besaba con desesperación.

Empecé a embestirla despacio al principio, aunque no duré mucho así porque quería más de ella, estaba ansioso de ella, así que enseguida empecé a embestirla con más rapidez y más fuerte, acercando todo lo que podía mi cuerpo al suyo y besándola con ganas.

Gemí con la primera embestida apoyando mi frente en la suya, con los ojos cerrados y besándolo después con ganas. Movía mis caderas contra él con cada embestida, disfrutando de como lo hacía, aunque enseguida empezó a tornarse insoportable y empezó a moverse con más rapidez y fuerza. Levanté un poco más las piernas y moví mis caderas contra él con mayor rapidez, gimiendo de placer, besando sus labios, su mandíbula y su cuello para después volver a sus labios de nuevo. Presionaba su espalda con mis manos clavándole un poco los dedos y las uñas, bajando una de ellas para coger mi mano con la suya entrelazando nuestros dedos, levantando mi cuerpo, arqueandome contra él para quedar más cerca.

Entrelacé mi mano libre con la suya y seguí besándola mientras la embestía, parando de vez en cuando el ritmo para aguantar un poco más, pero embistiéndola con la misma fuerza. La besaba con ganas, sin poder evitar soltar algún gemido de vez en cuando contra sus labios.